Joaquín Trincado

Viernes 7 de Septiembre de 1945

Médium Margarita - Posesión

Buenos días:

La noche reina en la Tierra.

Decís que ha llegado la paz y para celebrar la paz se entregan los hombres a las demostraciones más desenfrenadas.

"La paz", porque los cañones no vomitan más fuego. "La paz" porque los pájaros de acero no dejan caer ya las bombas criminales.

Sí; llamáis "la paz" porque la guerra a cesado.

Sí; la guerra estruendosa ha cesado, pero así como ponéis "PAZ" sobre las lápidas funerarias, así es la paz que reina en la Tierra, la paz que creéis que tiene el cadáver sepultado, el cadáver que en realidad, es todo actividad porque se puebla de gusanos que están en constante movimiento. Es así la paz que reina en la Tierra.

La "paz" que no reina en el ambiente, porque, más que nunca, está trastornada; más que nunca está desequilibrado.

La "paz" que no reina en el corazón porque la mayoría de los hombres están enajenados después de las impresiones violentas que han sufrido, porque los hombres no estaban preparados para la prueba terrible que se avecinaba.

¿Reina la paz en esos enfermos?

¿Reina la paz en esos desequilibrados?

¿Reina la paz en los pueblos desvastados donde hay hambre, donde hay enfermedad, donde hay peste, donde hay muerte?

¿A eso llamáis paz (cuando la bestia de la guerra chorrea todavía sangre de sus fauces; cuando los vencedores se reparten el botín y los pueblos postergados seguirán más encadenados aun que lo estaban antes; cuando la humanidad, agotada, hambrienta, dolorida se retuerce todavía en espasmos de agonía)?

¿Y llamáis a esto paz?

¿Es esta la paz que espera la Tierra?

No, no es esta la paz.

La paz no llegará hasta que los hombres estudien, hasta que los hombres abreven en las fuentes que dan el agua que trae la paz, el agua de la sabiduría, las doctrinas que vosotros conocéis, las doctrinas de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal.

Cuando la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal se extienda sobre la Tierra, cuando todos los hombres practiquen sus doctrinas, cuando todos los hombres conozcan las leyes que rigen el Universo, cuando todos los hombres comprendan que son hermanos y que como hermanos deben vivir, cuando no haya propiedad privada, cuando nadie tenga nada porque todo sea de todos entonces reinará la paz; pero no ahora que se están incubando nuevos odios.

Los pueblos vencidos no están conformes y se sienten engañados, se sienten deprimidos; sienten que han sido despojados de lo que en ley les pertenecía y en los corazones de esos hombres se albergan ya nuevas ideas de venganza y se preparan para las nuevas guerras que creen que podrán provocar, pero no lo lograrán. ¿Es así como lograrán la paz?

Sí, reina la paz como reina en el sepulcro, pero, hermanos, de vosotros depende que la paz reine en la Tierra.

El reinado de la paz vendrá cuando todos los hombres vivan sencillamente, conformes con lo que cada uno gane con su propio trabajo; cuando no haya grandes fortunas ni grandes miserias; cuando el equilibrio se realice; cuando sea una verdad la armonía; cuando podáis controlar vuestras pasiones; cuando se acaben los prejuicios; cuando se acaben las supremacías; cuando caigan todas las superioridades que creen tener los hombres que se sienten privilegiados; cuando aquel que sepa más comprenda que tiene mayor obligación de ayudar; cuando aquel que tenga más sepa que más debe a sus hermanos; cuando los fuertes no traten de despojar a los débiles; cuando sepan atender a los enfermos; cuando sepan proteger al caído; cuando la mujer tenga el lugar que le corresponde como compañera del hombre, no como esclava; cuando los niños sean educados dentro de la verdad; cuando caigan las religiones; cuando no haya supremacía social.

Sólo entonces reinará la paz; mientras esto no se realice, no, porque la que ahora existe en la paz de los sepulcros en que los gusanos corroen el cadáver que creen que duerme en paz; pero no es la paz que debe reinar en la Tierra.

La paz brillará, hermanos, cuando comprendan los hombres, ejerzan y vivan dentro de la verdad.

Esa es la paz que sólo las enseñanzas de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal puede traer a la Tierra.

Pedid al Padre que llegue ese día glorioso en que la verdadera paz espiritual reine sobre todos.

Que Él os bendiga.

Joaquín Trincado.

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