Joaquín Trincado

Domingo 19 de Marzo de 1944

Médium Margarita - Posesión

Ya os he dicho que la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal existe en todo el Universo porque todo el Universo está regido por sus leyes y fue a mí a quien tocó, cuando los tiempos hubieron llegado, deciros en la Tierra: "Esta es la Escuela, estas son las leyes que se os han dado desde el principio de la humanidad en vuestro mundo"... pero ahora ya no sois pequeños, ya no sois párvulos, ya sois adultos y vengo a enseñaros cuales son las leyes que debéis de seguir, y vengo a deciros que todos pertenecéis a esta Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal; pero aunque todos los hombres vivan dentro de ella -porque la Escuela está en todo el Universo- no todos estáis suficientemente progresados para saberlo, para darse cuenta de que están dentro de ella y obligados a obedecer sus leyes.

A vosotros os ha tocado esta dicha, que habéis ganado con sufrimientos muy hondos en encarnaciones anteriores. Vosotros habéis respondido; vuestros oídos no fueron sordos a mi llamado y contestasteis "¡presente!" y aquí estáis; pero no quiero que entre vosotros haya algunos que vengan a esta Escuela con el interés de remediar necesidades particulares.

Las religiones ofrecen tanto a sus adeptos... y ellos no van hacia ellas buscando a la divinidad, buscando la verdad, buscando la razón, van buscando solamente remedio a sus males individuales, van en pos de alivio de su pobreza, van buscando ayuda para sus necesidades físicas morales y materiales.

Aquí no tenéis nada de eso. No seríais espiritistas conscientes si vinierais aquí en pos de un interés personal; al contrario, sabéis bien que el ingreso a nuestras filas es entrar a la Escuela del dolor, porque dolor significa progreso y aquí ese progreso lo alcanzáis con dolor, con estudio y eso es lo que pido a todos mis hermanos. Aquí no hay curanderismo, aquí venís siguiendo un ideal, un ideal que es perfeccionamiento, un ideal que es ayuda a los demás, un ideal que es alcanzar el verdadero amor y conocer la Verdad.

He aquí qué diferencia tan grande existe entre lo que ofrecen las religiones y lo que os promete vuestra Escuela. Ya sabéis que todos los miembros de esta Escuela sois muy combatidos, que vosotros -más que nadie- seréis víctimas de los hermanos negros que no os perdonan vuestra luz, que no os dispensan vuestro progreso.

Como todavía la Tierra está envuelta en bruma, como aún hay tinieblas en muchos lugares, vosotros, que lleváis ya la luz de la razón, seréis acometidos, seréis hostigados, pero nunca derribados si estáis firmes en vuestra fe.

Hermanos míos: que no sintáis nunca el interés personal. No digáis jamás: "voy allá en pos de alivio a mis enfermedades, no; sabéis que las enfermedades vienen en justicia, vienen para que os sirvan de liberación, para que os limpiéis de manchas que traíais de muy lejos. Esas enfermedades os curan el alma, esas heridas hacen que cicatricen otras llagas antiguas que tanto os hacen sufrir y sólo a costa de dolores físicos y morales vuestros espíritus se depuran, se engrandecen y aumentan su luz.

Nada diré acerca de lo que significan estos días de Consejos porque anoche el hermano Abuelito os habló claramente sobre vuestra responsabilidad, sobre vuestro deber, no sólo de los que tienen un cargo, sino de todos, porque todos lo tenéis.

Nada más os recuerdo que al ingresar a esta Escuela necesitáis ser valientes, porque el dolor os aguarda, porque pasaréis por pruebas muy duras, y os pido también que ninguno de vosotros piense, al venir aquí, en su beneficio material. Aquí no se dan consejos para encontrar tesoros. Cuando está en Ley, por el bien de todos, se permite que se os aconseje sobre la manera de conservar vuestra salud y acerca de vuestros asuntos materiales también, cuando la Ley lo permite; pero ya sabéis que aquí no se puede invocar a nadie, que aquí no se puede pedir individualmente. Aquí se viene a pedir por el bien de todos, por el progreso de todos porque a todos se os ama por igual.

Amaos vosotros, unos a otros, como la Escuela os manda, no como lo pide la iglesia. Amaos os dice la Escuela; con los brazos abiertos, sin distinciones; ya sabéis que aquí no hay rangos, no hay categorías ni hay privilegios para nadie. Aquel que ocupa hoy un cargo no quiere decir que sea superior a los que no lo ocupan; todos sois iguales en el amor del Padre. Toca a vosotros engrandeceros, toca a vosotros elevaros, os toca a vosotros enseñar a los que no saben cuál es el camino de la luz y la verdad.

Que el amor infinito de nuestro Padre os ayuda, os envuelva y os haga felices en el cumplimiento de vuestro deber.

Joaquín Trincado.

En el momento de la protesta solemne de los hermanos designados para formar parte del Consejo Directivo de la Cátedra Regional Mexicana de la ESCUELA MAGNÉTICO ESPIRITUAL DE LA COMUNA UNIVERSAL, volvió a hablar el Maestro Fundador:

Vuestro Cuerpo de Consejeros está presente.

Vuestro Cuerpo de Consejeros os promete seguir dándoos la ayuda que con tanto amor os da y así yo, en nombre de todos y en nombre de la Ley, vuestro Maestro Fundador Joaquín Trincado, os pido a todos los que habéis sido nombrados el cumplimiento de vuestro deber.

Recordando que vuestra responsabilidad es muy grande, en nombre de la Ley os invito a estudiar y a cumplir con el deber que habéis aceptado.

Joaquín Trincado.

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