Joaquín Trincado.

Viernes 7 de Junio de 1940

Médium Margarita - Posesión

Buenos días:

Vuestras pobres materias resienten el desequilibrio de los momentos críticos porque pasa la tierra.

Es la tormenta que de desencadena furiosa abatiendo y destruyendo todo lo que estorba. ¿Por qué asustaros, vosotros, que de todo estabais prevenidos?

Sentís la conmoción que hay en el éter; el universo entero se conmueve con lo que sucede ahora en vuestro mundo; pero ya sabéis que es la crisis salvadora, después de la cual comenzará a establecerse la verdadera comuna de amor y Ley, de que vosotros sois precursores.

Hay momentos en que sentís que vuestros espíritus parece que se repliegan en las materias, enfermas porque aún son materias y, como tales, susceptibles a debilitarse y a resentir la mala atmósfera que rodea a vuestro planeta; y el espíritu, prisionero de ella, también siente esa debilidad, también siente esa influencia; pero vosotros sois grandes; y, precisamente ahora, debéis dar ejemplo de fortaleza, de lucidez, de firmeza en vuestros ideales, más que nunca combatidos.

Por eso, otra vez, como tantas otras, vengo a deciros que no os apasionéis, que no prefiráis un bando a otro; esperad, pedid que la Justicia se haga. hace tiempo os pedí que no enviarais pensamientos para que la guerra cesara, no; esta guerra era necesaria y ya estáis viendo las grandes sorpresas que ha traído, las grandes revelaciones que cada día se están haciendo. La humanidad entera debe darse cuenta de los caminos herrados porque había caminado hasta ahora. Todos se sorprenden porque nadie comprende el por qué; pero la Justicia está en acción y el espíritu está alerta, porque para el espíritu no hay sorpresas puesto que los espíritus adelantados lo sabían. Son las profecías que se cumplen, pero que cada quien las interpreta a su manera.

Por eso vosotros no debéis sorprenderos, no debéis titubear sino seguir adelante, siempre alertas, con la antorcha de vuestra razón encendida. No os dejéis sorprender, no titubeéis porque sabéis que nada sucede que no esté dentro de la Ley y de la Justicia. Son los momentos terribles de que se había hablado desde hace muchos siglos; son estos los momentos de que he hablado también en mis obras y de que os he estado previniendo últimamente.

De nuevo me presento ante vosotros después de algunas semanas de no hacerlo porque se ha presentado ocasión de permitir que otros hermanos vengan a daros nuevas enseñanzas, nuevos consejos y, también, para que nuestra atmósfera se depure, pues hay hermanos aberrados que, atraídos por la luz que esta Cátedra emana, están aquí, y las materias los sienten y estorban para el desempeño de vuestros trabajos; pero como la Ley saca bien del mal, los ha traído a vosotros que con tanto amor los habéis recibido y le estáis dando luz. Serán muchos los que se presenten todavía; por tal motivo necesitamos de toda vuestra fuerza y de la unión de vuestros pensamientos para que la materia de la hermana médium no resienta estos choques de fluídos tan contrarios, porque aún están sobre la tierra, llenos de prejuicios, de podredumbre, de ignominia, como podéis haber visto por la comunicación que habéis leído; pero esto es beneficio para vosotros, porque estáis haciendo mérito dando luz a estos pobres hermanos que se habían retrasado pero que ya habían obedecido la Ley, la habían acatado y queda para vosotros el beneficio de las grandes enseñanzas y las grandes confirmaciones que estas comunicaciones encierran y que se derivan de estos fenómenos tan hermosos y raros. Podéis sentiros privilegiados, si cabe la palabra, porque ya sabéis que no hay privilegios para nadie; pero aquel que trabaja, aquel que espera, aquel que lucha, aquel que va siempre tratando de aprender, gana más que los que van atrás. A vosotros se os ha dado este privilegio de dar luz a estos hermanos que enturbian vuestro ambiente; por eso es necesario ahora que tengáis más unión, que vuestra esperanza no decaiga, que vuestra asiduidad a concurrir a los trabajos sea siempre la misma.

Ya os dije que con cinco hermanos fieles triunfaría y veo satisfacción que los que estáis aquí sois los de siempre; los débiles se alejan, pero ya volverán, y ahora, en estos momentos en que la tierra necesita más que nunca de toda la fuerza espiritual que los mundos de toda la cosmogonía están enviando, vosotros estad alertas; como ya os digo, no dejéis apagar esa antorcha de vuestra razón, no dejéis cegar esa fuente de amor de vuestros pensamientos, que serán enviados a toda la tierra que tanto los necesita en estos momentos culminantes de los que surgirá, como el Ave Fenix, la nueva vida, la nueva luz; el establecimiento de la Comuna de Amor y Ley.

Vuestro Maestro

Joaquín Trincado.

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