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DEL CONSEJO

Mercedes Riglos de Trincado

Ahora hablo yo

Cuando se ha pasado en silencio ahogando el dolor más intenso que soportar pudiera el corazón humano, cuando se le ha ahogado en aras del cumplimiento del deber para enfrentarse con la lucha para el sostenimiento de una causa y por amor a esa causa, cuando frente a esa lucha se ponen todas las fuerzas sacadas de la flaqueza para seguir sosteniendo por la obra y para la obra, es porque se tiene fe. Pero esa fe y esa fuerza, si no fuesen más fuertes que la voluntad, se sentirían flaquear ante los hechos que sólo hablan de egoísmos, falta de fe, de control y disciplina. Tampoco hablarían de ecuanimidad en los espíritus del espacio, cuando después del sacrificio de los espíritus misioneros en las encarnaciones en la tierra aún debían de exigir que siguiesen sin tregua, sin un instante de respiro, sin nada que los reconfortara para poder seguir. O es que se supone que los misioneros tienen privilegios? Entonces estarían fuera de la Ley o habría que creer que los que obligaron a Jesús a subir con la cruz a cuestas aún no han desaparecido de la tierra.

Ha causado verdadera angustia entre algunos hermanos, la idea de que el Maestro descansara. Apenas han leído que un hermano por estética literaria ( o acaso por verdadera manifestación de su sentir) ha dicho en una oración fúnebre: “Descansa Maestro”, se manifiesta la intranquilidad: “¡Cómo¡, ¿el Maestro descansando?”

Pero no penséis que vengo como el publicano para hablaros de los demás.

Sabéis que mi pedido de que el ausente no se comunicara (que no es lo mismo que estar sin hacer obra) fue a solo objeto de evitar lo que no se ha evitado, ya que al Maestro hasta de rodillas le han hecho caer en posesión de algún médium en algún sitio y no fuera de la Escuela. Ante todo esto he comprendido la razón, la gran razón y el alto criterio de Moisés al prohibir las comunicaciones. En síntesis pregunto: ¿Se comunica o no se comunica el Maestro en tantas partes?

¿Para trabajar y hacer obra necesitan comunicarse los espíritus?

Por otro lado no he entendido que el Maestro descansara en una vida contemplativa de abandono ni de renunciación; conociéndolo en su labor pasada, en su acción y en la idiosincrasia de su existencia presente no habría cometido la iniquidad de exigir para él, el castigo de la inacción.

Es que quizás se le ha confundido con los otros espíritus que toman de un médium para decir puerilidades y futilezas. O es que está ocupado en cosas tan importantes y trascendentales que sin dejar de guiarnos y sin abandonarnos sigue en la misma labor, descansando, sí, las amarguras, agobios y desazones de la materia o de lo que a ella se refiere, y en nuestras manos está el evitarlo, no provocando llamados inútiles ni pedidos triviales.

Dudo que un espíritu progresado pueda tener parcialidades (aunque siempre se incline a las afinidades) para comunicarse solamente a determinadas personas y en determinados sitios, porque entonces cabría averiguar qué prerrogativas tiene la afinidad consanguínea cuando en la vida material sólo han sido de manifestaciones y afectos, comunidad de ideas, ayuda mutua, coadyuvación constante y nunca de afinidad por deudas. Cabe también decirse si ese amor es por igual para todos los hermanos.

En síntesis, ¿está Santiago en su puesto dirigiendo a las huestes que defienden la causa de la Justicia? ¿Quién prepara los acontecimientos de que tanto nos habláis para el cumplimiento de las profecías? Y por fin pregunto: ¿Habéis privado a los suyos de su afecto y de su protección material para que su espíritu fuese a deambular sin causa ni provecho?

M. R. C. de T.

***

Isaac

Paz a los hombres de buena voluntad

Paz a todos los hombres de la tierra. ¡Bendita Paz¡ ¿Pero, dónde está la Paz? No se encuentra en el ambiente terreno, porque no se encuentra en la conciencia de los hombres; sólo es en un puñado de hombres que siguen el camino de la verdad, buscando el infinito progreso y la inacabable sabiduría. Paz. Bendita paz ¡Qué cara cuesta¡ Y qué alta está. Paz a los hombres dúos, los que la tienen en su conciencia; pero estas mismas palabras dicen también los que llevan una tempestad dentro de sí, y hielo en el corazón.

Mas no creen que lo dicen con el ansia de aquellos que la desean, sino que lo dicen del mismo modo que los místicos del espiritismo; se llaman espiritistas, pero no es con el fin del estímulo y de acicatear a sus hermanos, es con el único y exclusivo fin de mistificarlo todo. Acaso no veis a los hombres de Gobierno que todos los días pronuncian esas sublimes palabras y con sus obras desmienten todas sus manifestaciones?

Palabras, palabras y palabras. Falsedad, mentira e hipocresía. Porque, ¿cómo se concibe que se desee la paz y se preparen para la guerra? Si nosotros dijéramos que fuerais estudiosos y a nosotros nos domina la pereza, diréis que somos unos falsarios, que no predicamos con el ejemplo. Y seguramente que tendríais razón, y por esto mismo demostramos que las palabras que pronuncian los hombres de pacifismo, son falsas.

El Padre, nuestro Padre, el Padre de todos los espíritus, quiere paz, quiere armonía y por esto tiene su Ley, su única Ley que es Amor, y de cumplimentar esa Ley nace ese ambiente de paz del alma, que a todos los que escuchan a los mayores y se impregnan de sus doctrinas observando en sus obras las Leyes del Creador, estos hombres, estos hermanos de luz, son precisamente los que llevan el sello de la paz en su conciencia y vislumbra a su alrededor ese ambiente benéfico que a todos agrada, que a todos ennoblece, pero que no son todos los que tienen constancia y ánimo para crearse ese ambiente que es la mejor aureola que puede llevar el espíritu.

Imitad a los grandes, a los sabios, a los luminosos, a los que llevan en su pensamiento y en su conciencia la grandeza que adquirieron con su esfuerzo y sabiduría.

Mi amor os dejo. Paz a todos y buenas noches.

Isaac

Medianímicas

Ismael
Enero 4 de 1931

Por la Médium M.

Buenas noches hermanos míos. Que la paz y el amor sea entre vosotros.

Bien es verdad, hermanos, que todo lo que sentís de los males presentes, no es más que el cumplimiento de la justicia, las consecuencias de la obra que se hizo.

Por eso los detractores de todos los tiempos, hablan desde hace algunos años, del espiritismo y advirtió más de una vez; como si esta advertencia fuera un deseo que empujase a la justicia a que se precipitasen los hechos.

No estaban equivocados en el fondo: pero cuando los espíritus superiores fueron preparando a los hombres, y entregándoles por etapas la verdadera Ley de Amor para ir quitando los errores y prejuicios sembrados en tantos siglos, y además por que eran los ejecutores de los mandatos del Creador.

Ahora bien: ¿se ha cumplido ya todo? Apenas si una mínima parte se ha cumplido. Faltan muchos factores, falta que los hombres hagan conciencia y falta que cada uno vaya ocupando el lugar que se les señaló, sobre todo de estas últimas generaciones, para que no caigan los que no tienen que caer porque están mezclados con los detractores, y éstos no pueden escapar a la acción de la justicia.

Ved ahí cómo discuten, ved cómo discrepan en todo lo que sea unión y fraternidad, vedlos cómo hacen divisiones dentro de las filas porque saben que la unión es la fuerza.

Vedlos de esta manera pretendiendo engañar a la justicia misma, como engañarían, si pudieran, al Creador mismo. Ved como en todo dejaron sus huellas y no se borrarán en mucho tiempo.

¿No lo oísteis hablar de purezas y verdades y de una vida ejemplar y purísima, según ellos, y según les convenía? ¿Dónde para ser bueno, sería preciso estar quieto en continua contemplación e inacción?

Mas no es esta pureza la que busca el Espiritismo Luz y Verdad. Es la pureza del deseo, la pureza del sentimiento, de la fraternidad, de las obras y del cumplimiento de su misión. Cuando el hombre lucha con el trabajo, con el hambre sobre todo, se ve acorralado por los perversos, por la miseria y por la necesidad.

La pureza que el Espiritismo Luz y Verdad busca, es por los medios que pone a la disposición de los seres la ley y los mandatos del Creador, para que terminen para siempre todos estos males entre los hombres, porque el hombre que sufre hambre y miseria se ve sobrecogido de espanto y desesperación y piensa si es de Dios esa injusticia; muchas veces, además de estas miserias, se ven atacados por la perversidad de los que verdaderamente son culpables y el hombre se pregunta si es justo tanto dolor, o si está equivocado en su fe.

Medita y piensa si esperar en la justicia, si es tanta desolación lo que puede esperar de la fraternidad humana.

Recordad a aquellos hipócritas que se visten de mansedumbre y hacen fiestas regias, para dar a los pobres un mendrugo de lo que sobra.

Esto no es paradojal. Por eso hermanos, hay que buscar todos los principios de la verdad, por eso veis a los hombres sobrecogerse si investigan o buscan en la raíz del mal, y así veréis que aún en la comuna, parecerá que tenéis errores y por esto algunos se presentan hablando de la comuna de terror, de aquel hogar que se ha deshecho, donde la madre no tienen ningún derecho (según ellos), ni esposo, ni hijos, sin embargo, de tener todos los derechos y todos los atributos de la mujer por el hecho de ser madre, cumpliendo los mandatos del Creador. Y aunque es cierto que en todos los tiempos ha habido males, nunca fueron como los presentes, a pesar de haber llegado la hora de la justicia, para que todos los hombres trabajen en pro de la verdadera causa y no pierdan ninguna ocasión de propagar el régimen del Amor fraternal, para que los hombres trabajen y no sean un estorbo para su implantación con verdadero conocimiento de causa.

Porque así habrá menos miseria y así se hacen pueblos suficientemente conscientes para hacerse respetar, pero no están en ellos el cumplimiento de los Mandatos, porque si bien había en ellos un principio de doctrina, se adelantaron sin la debida preparación y fácilmente se introdujo el sofisma.

Ahora bien, ¿fueron estos hombres misioneros o fueron detractores? No, algunos de ellos fueron misioneros que se adelantaron; pero ya comprenderéis, hermanos, que no se puede adelantar la hora de la justicia, porque se corren graves riesgos, muy difíciles de subsanar.

Encontraréis muchos perversos que os dicen: “si su comuna es tan buena, si no necesitáis nada de dinero, mas que el trabajo, ¿por qué no dais todo lo que tenéis?

Hermanos, ayudaros en todos los momentos y de todas maneras, pero todo ello sea ayudado en el mayor amor, meditando y calculando vuestros pasos, siempre dentro de la Ley de la Justicia y siendo precavidos para no confundiros en medio del camino. Porque los que ponen trampas y obstáculos en medio de él para que no llegue la hora del progreso y del amor, serán arrollados por la acción de la justicia.

Preparaos sí, en vuestra existencia material el bienestar de vuestra conciencia espiritual y obrando dentro del principio de justicia los espíritus que están en el espacio necesitan ser reconfortados con el ejemplo de los hombres.

No creáis nunca que la ley puede ser burlada, porque todo ha de caer al peso de su propia maldad y si cometen contra vosotros perjuicios y males han de pagar sus deudas aunque los perdonéis, porque también han de cumplirse todos los mandatos de la Ley Suprema; la justicia es inexorable.

Seguid siempre firmes y dispuestos para la lucha, porque el día de mañana siempre os ha de traer algo nuevo en el progreso y en los principios.

Hay muchos hombres juramentados que han de llegar en su hora a trabajar en pro de la causa, pero hay que tener presente que los prejuicios de clase y posición pueden mucho.

Pero ¿es que los que vienen no son bastante adelantados y firmes en el cumplimiento de su misión, y torcerán su camino?

Hermanos míos, repito lo que antes dije: que aunque muchos cumplirán, otros serán prevaricadores, porque hay muchos prejuicios y muchas deudas que gravitan sobre ellos.

Acatar vosotros la ley y cumplid vuestras obras en justicia, aunque seais vosotros los que llevéis la corriente de perversidad, de los que no cumplen, porque siempre está para vosotros la ayuda y el Amor.

Mi amor os dejo.

Ismael

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