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Autofónicas

L. U. 1

Llamas pero esperas que se cumpla la Ley.

Pide, cree y busca pedir en Justicia.

Confía porque sabes que la Justicia está en acción.

Ten fe en los hombres de buena voluntad, que dispersos y acaso sin saberlo laborando están en la viña del Señor.

Amas, luego no dudes del Amor, él existe, él es a pesar de los perversos porque es mandato del Creador.

Busca beber en la fuente cristalina de la Verdad y procura reconfortarte en la que te ofrece la Razón.

Pero ama, ama siempre; el amor destruye el odio y no habiendo odio todo se concilia y el Bien triunfa.

Eleva en tu pensamiento la plegaria por la que exponiendo a tu Padre con tu amor, tus dudas, tus angustias y tus querellas, los espíritus de Luz sabrán ver en el fondo de ti, todo cuanto hay en tu conciencia, en tus aspiraciones, en tus pensamientos, en tu querer. Pide, pide siempre en Justicia, que sean lejos de ti todos los negros pensamientos que te sugieran los sufrimientos y el dolor, todas las acechanzas de los “negros de hollín” te sean alejados y pide como piden los que buscan la Luz del Infinito Progreso: que la Paz sea un día en la tierra para los hombres de buena voluntad, que la potente Luz del Divino Amor ilumine el sendero para que caminen los del presente preparando el Infinito Progreso y Sabiduría para los de mañana.

Recordad siempre que la Vida es eterna y continuada.

II

Por Es.

Oíd hombres de la tierra, cada instante se avecina el momento de la Gran Prueba...

A vosotros los que creéis estar en el camino, a vosotros los que habéis sido de los llamados, debéis estar entre los elegidos, a vosotros os hablo. Escuchad, ya no hay tiempo, ya no se puede dejar para mañana, es de hoy, la hora ha sonado, por eso os hablamos y os repetimos a vosotros los que sabréis oír.

No titubiéis, ya no hay tiempo. Demasiado ha, que se os dijo que la hora era llegada, se os anunció que se había concedido una prórroga y ésta también ha fenecido...y todo se cumplirá a la hora, al minuto y al segundo. Inútiles son ya todas las trabas que pretenden poner los supremáticos; ya os lo dijo el Misionero “es sólo prolongar la agonía” y esto habla aún más de aberración, de despotismo. ¿Quiénes son los hombres (figura de Luzbel) para oponerse en su supremacía a los designios del Padre, a los mandatos inexorables de la Ley? ¿Quiénes si no los hombres supremáticos prepararon todos los males que han agobiado a la humanidad?

¿Quiénes sino ellos que creyeron burlar siempre a la Ley, han provocado la Justicia? Y ya os lo dijeron los Profetas y os lo repitió el Misionero, luego será el rechinar de dientes y acaso oiréis que “Dios es injusto” o que son castigos del Creador, las calamidades que se ciernen sobre la humanidad y que los hombres mismos provocaron con su perversidad, con su supremacía, con su falta de amor fraternal.

 

Medianímicas

José
Abril 6 de 1917. Sexto día de la Pascua

Buenas noches, hijos míos: Si, este es el día señalado a la solidaridad humana...pero dónde está la solidaridad? ¿No habéis oído a los nuevos hermanos familiares? ¿Qué retrato hacen del estado del mundo y los hombres? Gritan a pulmón lleno. ¡Amor, Unión, sois hermanos¡ ¿Veis a dónde van a herir esas voces? ¿Son heridos los tímpanos de los hombres? ¿Habéis visto fenómenos más grandes que cuanto más gritamos Amor, más odio se enciende entre los hombres, y cuanto más queremos solidaridad, más grandes son las divisiones de las naciones, de los pueblos y de las familias? Habéis visto también que aún aquí como he dicho muchas veces que vienen muchos a exprimir la escuálida lechera y llevan cuanto dá sin ocuparse de reponerla y sin pensar luego volverán a necesitar? ¿Dónde está pues la solidaridad? Sin embargo la solidaridad existe y en el testamento que días pasados se os leyó está prescrita y nada habrá que estorbe tampoco la solidaridad en este diablo mundo. Esperamos, tenemos la promesa de lo que hace falta para iniciar y llevar a cabo esa solidaridad y el Maestro sólo, sabe cómo y cuándo y de dónde ha de sacar lo prometido.

Vosotros sois los elegidos, luchar, vencer, no creáis que nada se descuida, todo se anota, y velamos y estorbamos los desmanes de los furiosos obcecados. Puede ser que se nos pase algún acto de esos pobres hermanos porque hacen abuso de su libre albedrío, pero se les ve en el momento, porque alguno de los obreros, de los que han reconocido la ley, los vigila, lo anota y lo entrega a un familiar, a un consejero o a un guía o protector y pronto el Maestro Superior tiene conocimiento y ordena lo que sea de justicia.

Es terrible lo que ahora pasa, pero no véis que los detractores están furisos? ¿No véis que tiran manotones de agonizantes? Sí, es una agonía lenta y larga y por eso vosotros tenéis que sufrir, los que aún tratan de ponerse bajo la ley aún son el blanco de sus tiros.

Muchas cosas sé, porque las veo, pero no debo daros más penas que las que ya soportáis y nos las sufrimos los consejeros, que si nos amargan en espíritu no nos dañan en la materia y a vosotros os harían sufrir nada más que de saber sus sufrimientos y desesperación. Hay aquí seres que sufren por amor.

No creas que tu amor no está tenido en cuenta, ama, ama y tú los abrazarás, que la justicia todo lo ve y todo lo iguala.

Tú también recogerás amor, que en ley hay muchas afinidades, pero mucha constancia, mucha perseverancia y recoger fuerza para vuestras luchas y ser dóciles al llamado que se os hace.

Días de lucha terrible son éstos, momentos de horrible agonía vemos por todo y en aquella Europa sólo sangre y cenizas se pisan y daros cuenta cuál será nuestro dolor.

Aquí están nuestros más grandes amores, aquí donde tenemos el depósito sagrado aquí donde encenderéis la luz y salir la solidaridad; pero aquí por eso precisamente llega la fuerza destructora de los enemigos y hieren a traición, porque traidor es el espíritu que hiere injustamente al cuerpo del hombre y alevoso si reincide y todo esto lo hacen con saña inconcebible, pero es su delirio del estertor de su agonía.

Quisiéramos oponernos, evitarlo todo lo que amenazan y neutralizamos lo que os llega sin que lo hayamos podido evitar.¿Nos excusamos? Pero no véis lo que cuesta manteneros en esta unidad? Pues es porque los detractores quieren arrastrar con ellos, si pueden, todo lo existente: no quieren caer solos, quieren que con ellos todo caiga y se meten en todo y lo destrozan todo; la lucha se hace feroz porque los iniciados, los que están en la ley cada uno ha de salvar lo suyo y nosotros lo de todos y esto os dará idea del trabajo de los consejeros. Terrible es la tormenta, que no es la última hermanos y esto es sólo lo que han entendido los detractores de todo lo que se les habló de amor y de igualdad.

Ven que es muy amargo para el supremático la felicidad de la igualdad en cuyo régimen no pueden imponer su despotismo y prefieren su expatriación antes de deponer su ansia de dominio e imposición.

Grande es la lucha de los espíritus como no lo fue nunca y esto revela que estamos al fin de la batalla, pero no os alarméis, no os acobardéis, luchar más fuerte, porque no os digo lo atroz de esta epopeya para que os anonadéis, sino para que si os llega alguna chispa la sepáis sacudir con tesón y sabed que en cuanto llaméis, con vosotros estaremos.

Mi amor y mi bendición os dejo; la paz sea entre vosotros.

José

 

Francisco Ferrer
Enero 2 de 1930

Por la Médium M.

Hermanos míos:

La paz y el amor sea entre vosotros.

Sí hermanos; precisamente esa lectura viene a confirmar lo sostenido por mí, y a darme pie para lo que voy a deciros en esta conferencia, que son las cosas y la situación de la situación actual, tal cual yo las veo.

No sucede así la mayor parte de las veces que los espíritus como hombres manifiestan sus sentimientos. No comprenden lo mismo los defectos que las virtudes. Los hombres aferrados a sus pasiones por el ambiente en que están envueltos procurando dulcificar aquellos defectos aparentemente, y los espíritus a pesar de haber dejado la materia, siguen viendo al mundo tal cual es.

Si fuera hipócrita os diría lo que veo, como me parece; pero no, lo veo tal cual es, y como lo veis todos los que han arrancado los prejuicios.

Mas he de decir, que los hombres siempre presentaron a sus hermanos los hechos del pasado como los del presente, en esa forma hipócrita, mística, ridícula y de conveniencia que todo lo desfiguran y que le dan la forma caprichosa que conviene a sus intereses.

Así veis tanta sabiduría confundida en su nombre con el progreso material, porque si bien es sabiduría también, no es la sabiduría del amor, no es la sabiduría que emana del cumplimiento de los principios de la Ley, sino que ese progreso material está basado en el exterminio, la explotación y la violencia de la mitad de la humanidad por la otra mitad y por esto digo que no es la sabiduría de bien y así vemos en todo la más grande corrupción en los hombres que debían dar ejemplo de moralidad, presentando los principios tergiversados y a los hombres virtuosos poniéndolos en el mismo nivel moral que los perversos de toda laya, o bien sacándolos de la Ley universal para baluarte de su explotación.

Así os presentaron a Jesús de Nazareth y como tal para adorarlo en la cruz y como idolatría tergiversan su doctrina y hacen del sabio Maestro moralista, predicador de esa doctrina universal entre los hombres, un hombre sobrenatural, predestinado al sacrificio y convertido en ídolo después de haberlo asesinado.

Así ha sucedido también a todos los hombres que pretendieron implantar y llevar a feliz término una obra buena lo mismo que a los hombres puros de las ciencias positivas, que todas sus obras se han mistificado.

Así veis a los hombres de virtud con el Sambenito que le pusieron los profesionales del error y la mentira, sufriendo grandes vejaciones, pero han tenido y tienen el coraje de luchar contra una sociedad corrompida, ataviada con el manto de una bondad que no sienten ni conocen.

El sacrificio cruel y sanguinario en que clavan el puñal en el pecho y ven cercenar la cabeza, no es tan cruel como sufrir las heridas del arma de la calumnia y la ignominia. Se arranca la cabeza y se derrama la sangre y sufrió luego los horrores con los epítetos más crueles e irracionales que la maldad y la supremacía pudieron imaginar, sigue luchando y sigue sufriendo arrojándole las piedras del camino y el lodo de que están salpicados sus verdugos y traidores.

Por eso los Misioneros del presente tienen que luchar y sufrir aún más si cabe que los Misioneros del pasado, porque los perversos han ido redoblando el refinamiento de su maldad y sólo los que lo sufren, los que lo padecen, pueden apreciar el dolor y lo amargo que son los vejámenes morales y la calumnia.

Ved, cómo los Misioneros levantan la bandera de redención de la humanidad y cuando la perversidad no les alcanzan con sus zarpazos de muerte, levantan la causa y orientan a los hombres por el camino de la verdad y de la fraternidad humana.

Así es el estado de momento del planeta Tierra; y así es el de tantos sacrificados en los siglos pasados; para formar la sociedad de hombres conscientes, de hombres libres, pero llenos de ese amor fraternal que une a los seres en un solo pensamiento de bondad y amor, que es el que emana del cumplimiento de la Ley del Creador, por la única ley que puede hacer dichosos y felices a los hombres y no ungidos por los sentimientos egoístas  y crueles de que están poseídos.

¿Habéis visto y condenado que en el presente estado de cosas, se entregue la humanidad a todas las orgías? Pero vosotros que sois hombres conscientes de vuestro deber y de vuestra misión, no os dejéis llevar más que por el camino de la verdad.

No por lo que supimos se vence; porque no hemos vencido aún; pero sí, es vencer el haber dado a conocer a los hombres ese principio de justicia y de igualdad, por el bien de los hombres mismos; es indudable que el propósito y fines de los hombres buenos no es por lo que se llama triunfar, porque la verdad ha de resplandecer en todo su esplendor; la obra de los hombres va aglomerándose y formando un ambiente de preparación, diremos, para luego llegar con los tesoros de la Ley Suprema, para que las generaciones venideras lo recojan.

Y a pesar de todos los obstáculos que opongan los supremáticos y perversos, serán arrollados y separados para siempre de esta humanidad en que inundaron de sangre y sembraron el luto y la miseria.

Podéis asegurar y comprender que para ello luchamos y lucháis. Me juzgaréis, quizás, que os hable en forma anárquica, quizás en contra de vuestros ideales pero hablo como es de verdad y como son los ideales de aquellos que hablaron al corazón de los hombres, y que no porque hayan cometido una falta, un equívoco, dejaron de ser también misioneros, porque muchos que se sublevaron contra la opresión y la tiranía, no tuvieron suficiente fuerza de voluntad para oponerse a los supremáticos.

No penséis que está la anarquía en la conciencia de todos aquellos que se sublevan, porque se subleva la conciencia humana, al ver los hechos y las obras de los seres, que se ejecutan en forma que va retardando el disfrutar de la obra del progreso, por los mismos que debían de dejar el lastre de su conciencia en la hora de la justicia.

Pensáis vosotros que sois los que más sufrimientos tenéis, que aún siendo muchos no sabéis cuanto más terribles son los sufrimientos, el dolor y la agonía moral, orgullosa en espíritu, porque no quieren comprender los perversos que la verdadera sabiduría está en el principio espiritual.

Otros supremáticos se anarquizan y odian, porque no quieren comprender el amor fraternal. Odian porque están en ese estado de maldad y de rencor y no quieren comprender el amor entre hermanos.

Ya sabéis lo que dijo Juan el Solitario, “No aprendieron a amar y sí sólo a odiar porque son esa raza de reptiles que se arrastra por el suelo, pero también como las serpientes.

Es necesario estar prevenidos y ser leales y firmes y ya se dijo que todo ha de tener su recompensa, lo mismo aquel que daño hizo, como el que sembró el bien, todos, han de recibir su compensación.

No es el espiritismo la corrupción que pensaron los perversos, porque creyeron solamente que eran adivinanzas, curanderismo y milagros, cuando es en verdad la luz, la potencia y la sabiduría.

Somos eternos estudiantes, porque en el progreso infinito siempre hay que aprender. Tomamos conocimientos eternamente en las ciencias, en la doctrina universal, y en las leyes que rigen el universo, todo lo cual demuestra que no sois polvo que al polvo vuelve, sino que sois seres creadores de las formas y las cosas, creadores secundarios del Creador y ejecutores de su eterno pensamiento.

Me despido de vosotros dejando a todos mi amor y mis recuerdos. Buenas noches.

Francisco Ferrer

Juan el Solitario

Por el Médium M.M.

Hermanos míos, estad atentos a los cambios que se producen en la política de los distintos pueblos. Veréis el pánico que se apodera de aquellos gobiernos sean republicanos o monárquicos. Pero aún no es nada comparado al día en que palpen la realidad de lo que hoy creen una utopía. ¡Pobres hermanos¡ Cuánto van a sufrir cuando vean que en sus manos estuvo el evitar los males o por lo menos el atenuar la fuerza de ellos; ¡cuánto arrepentimiento demasiado tarde por desgracia cuando recuerden que estaban avisados desde Isaías...”Y llegará la sangre a la boca de los caballos”.

Para ese entonces no olvidéis que en la mesa de mis hermanos debe de haber un asiento para los muchos necesitados que famélicos se librarán de la hecatombe, porque no es posible que los hermanos que acatáis la Ley obréis bajo el impulso de rencores. No, vosotros estáis obligados a ser nobles de corazón, y debéis olvidar los perjuicios de los prejuiciados y las maldades de los aberrados; si ellos no quisieron marchar por el camino de la luz suya es la culpa y de la Ley es el hacer Justicia, mas vosotros cumplid en amor para ellos y mirad sólo vuestras propias faltas.

Hermanos, descansad en la esperanza que os den vuestras propias obras para que recibáis la bendición del Padre, lo que os desea vuestro hermano que os ama.

Juan el Solitario

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