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AUTOFONICAS

L. U. 1. -C. S. -LA BALANZA

Espanto se ve en toda la tierra, hermano Maestro. Los mundos se asoman a sus balcones mirando a la tierra, espantados también, como en otrora en el circo romano a presenciar la lucha feroz del hombre con la fiera, o de los más fieros gladiadores, donde, solo la muerte terminaría el horroroso espectáculo. Mas entonces era solo en el circo. Hoy, el circo, es todo el mundo. Entonces, solo era la fiereza bruta del hombre obligado a defender su vida de la fiera o del hombre feroz. Hoy la lucha es más fiera, pero miles de veces más cobarde, porque buscan obrar escondidos sin el cuerpo a cuerpo que, aun algo tenía de dignidad, cifrada en el valor y, rendía homenaje el vencedor al vencido. Hoy no basta la ferocidad del bruto, del cruel por supremacía; está en juego la traición cobarde, fruto de la hipocresía y el fanatismo de cualquier idea enseñado por la religión en nombre de cualquier Dios y, obligan a la ciencia al crimen nefando, sin nombre, no soñado, sino nacido de la impotencia del déspota del mundo que ve rodar su tiara, como los dioses sus tronos y altares; y, muerte, muerte, exterminio sin piedad humana desde el niño al viejo sin respetar el sexo, es la consigna del odio, religioso siempre, salga de quien saliere, Dolfuss, Mussolini, Hitler, Machado o el papa, siempre es la misma orden encubierta o descarada. Muerte, muerte, exterminio, en nombre de un menguado dios, requerido por solo las pasiones, por la crueldad del odio religioso, que jamás perdona. Tratamos de buscar en la historia, una sola guerra, una persecución, una tiranía y aún una simple dictadura, que no esté promovida, mantenida o inspirada, por una u otra religión y no nos la ofrece la historia. En cambio, se ve, que las persecuciones más brutales y crueles, las guerras más criminales y feroces son, las mantenidas directamente, descubiertamente, por la religión católica, y hoy, por medio de los más feroces caudillejos, que a la vez de sus venganzas personales a pueblos y hombres que los hacen sus enemigos para excusarse de sus pasiones, también buscan vengarse del plutócrata  déspota pontífice, porque, como religiosos, se odian a muerte ellos mismos y, de esta emergencia, ha surgido el presente espantoso caos, preconizado como advertencia y llamado a la cordura por nuestra Escuela, en la sentencia; "La guerra mata a la guerra". ¿Pero viviría la religión sin la guerra? ¿Y cómo en estos tiempos que el progreso de la mayoría de los hombres y la luz descubierta adquirida cercioró a todos de que, la causa única de las guerras y de todo el caos mundial, es aquel "buzón de crímenes" que Juan y otros señalaron en el trono pontificio, se descubriría éste, para acusarse el mismo?... Aun le quedaban algunos, muy pocos, pero los bastantes y más fieros de los adoradores de la crueldad del dios sanguinario y.. obedientes hasta la muerte por sus ansias de venganza, de sangre, de crueldad de fieras, se levantaron de sus guaridas y por su fiereza cruel se impusieron y, ahí los tenéis, espantando ya a todos con sus solos preparativos de exterminio ¿Mas cuantos son?... ¡Oh!... en medio del dolor tremendo que la visión horrible de la catástrofe enseña. hay el consuelo de que esos hombres fieras son muy pocos; y aun cuando hoy tienen en sus manos los instrumentos todos de destrucción, de muerte, de aniquilamiento, no tienen sustitutos, porque con ellos, también cae y termina la causa que los creó; los dioses; las religiones; sus sostenedores; que al comprenderlo los trabajadores, en un acto de justicia, ni dejará piedra sobre piedra del buzón de crímenes y sus factorías en todo el mundo. He ahí el final del caos, para cuyo desenlace del drama, el escenario está listo y los tramoyistas con las cuerdas en la mano para levantar el telón y, un grito de horror darán los espectadores.

No quitemos valor a ésto; no distraigamos la mente de los lectores con otros puntos halagüeños que para los adherentes de nuestra Escuela hay, pues no debemos ahora hablar de paz y amor, porque la consigna es, Justicia, Justicia, Justicia, y esa su pregonero en Justicia también.

LA BALANZA.

MEDIANIMICAS

Lázaro Ramos
DE LA CÁTEDRA CENTRAL
Por la medium del Consejo.

Buenas noches hermanos míos. Que la paz y el amor sea entre vosotros.

Muchas encarnaciones de los seres, son, según la creencia de los hombres, más o menos dolorosas, y aunque hay evocaciones tristes, no lo son siempre, por cuanto se ha cumplido la misión que se traía y lo que se vino a hacer, y entonces, cumplido este deber, necesario es retirarse.

No son tristes las evocaciones cuando en su época se evoca un pasado que inicia un progreso mayor, un pasado que os viene a ayudar y dar aliento en la misión más dura y más dolorosa, un pasado que es necesario evocarlo, para dar cima a la obra empezada, y en el presente ganarlo todo.

Por eso, en el aniversario del Maestro, no habéis de evocarlo con lágrimas, y no habéis de llorar, aunque fueron muy amargos los sinsabores y muy sabios en el mal los enemigos; y era necesario pasar de la misma manera que el soldado que, para pasar por una emboscada, trae todo lo necesario para ver si es posible no caer en ella.

Por esto, la obra del Maestro fue el mayor acto que podía realizarse en aquellos tiempos. Necesitaba librarse de la emboscada que le tendían por la maldad de aquellos que pretendían ser sabios, y estar en medio de esos mismos enemigos.

Por eso, no es este aniversario de lágrimas, pero sí es de recuerdos para los que, vinieron a sembrar el amor, con la abnegación tan grande como la causa que tenían que enseñar a los hombres.

Sin embargo, vosotros sois los continuadores de aquella obra, como buenos obreros que mañana han de ser Maestros de la creación.

¿Y qué hablaréis de aquellos soldados en los desiertos de la India víctimas de la persecución?

Es necesario que lo sepan los hombres que no tienen que luchar cuerpo a cuerpo, pero sí, que la tarea que llevan por delante es muy ardua, y es muy terrible lo que se presenta a vuestros ojos, porque es lo que se llama la lucha social, pero estáis seguros que vais por el camino cierto, porque no ignoráis la causa que la empuja, y aunque en muchos casos no veis la razón que la mueve y solo veis que tenéis que luchar y sufrir las consecuencias.

Sin embargo, muchos no la sufren pero la presienten, y se levantan y luchan contra la razón.

Por ello es preciso estudiar el Espiritismo y por el análisis de nuestro estudio, debéis saber, que os espera algo, mayor, algo sublime detrás de estas negras y crueles pruebas y tendréis después la compensación material también, porque el régimen en que vivís cada día ha de empeorar más.

Lo demás es solo consecuencia de los detractores de la verdad.

¿Pero no es una gran satisfacción para vosotros que triunfe vuestra causa y vuestra obra, que es la causa del Creador mismo? No os digo que sea mañana pero estad seguros que llegará pronto.

Pero ya lo sabéis; es necesario que estéis en la brecha, sin odios ni rencores, sin cuitas ni egoísmos desmesurados y os digo, porque algunos no podéis arrancar la ambición.

Habéis de tenerlo todo en el deseo del bien, la confianza en vuestros afines y el amor a vuestros semejantes, siguiendo siempre el camino de la verdad.

Más no os puedo decir. Os traigo a todos el recuerdo del hermano Maestro, y os traigo su luz y su bendición.

Mi amor os dejo. Buenas noches.

LÁZARO RAMOS.

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