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AUTOFONICAS

L. U. 1. -C. S. -Servio Tulio.

"Omnibus Omnia est Lex" fue el lema de Servio Tulio. Omnibus Omnia está escrito en todo el universo porque es la Ley de fraternidad de Eloí, Padre único de todos los espíritus del infinito universo.

Shet en el sánscrito escribió: "Los hombres rodos de la tierra toda hermanos son" y se deriva del "Todo para todos" que es la ley total. ¿Se cumple esta Ley?... Pese a los pontífices de todos los tiempos excepto uno; pese a todos los césares y magnates de siempre que en contra del "Todo para todos" proclamaron y aun quieren hoy que "todos para uno" siendo el "Uno" el déspota máximo, entre el agobio, entre el sufrimiento, entre el dolor, entre la miseria más espantosa que en estas jiras confirma, el Lema-sentencia "Omnibus Omnia" se cumple por parte del autor de la Ley y de sus misioneros y legisladores de cada mundo.

"Omnibus Omnia" está escrito en todo espíritu con caracteres indelebles y, aun que los aluviones pasionales de los retrógrados pongan grandes capas de sedimentos sobre el grabado que todo espíritu lleva, a todos les llega el momento en que estalla su propia conciencia produciéndose el mismo rompimiento de esa caparazón sedimentos de largos siglos de pasiones y, como un terremoto abre bocas de corrientes de agua que en lágrimas candentes arrastran esos pegajosos y putrefactos sedimentos y la escritura indeleble "Omnibus Omnia" queda al descubierto y brillante de luminosidad.

Para la tierra llegó el cumplimiento del "Omnibus Omnia" y, ya ves.

Aun hay quienes se asustan de la vida de fraternidad comunal de las colonias que en cumplimiento del "Omnibus Omnia" estableces y entregas donde "todos para todos" sean y donde no hay el "Uno" déspota que acapare y se apropie de lo de "todos para uno", ley del Supremático que el "Omnibus Omnia" impone porque "Los hombres todos, de la tierra toda, hermanos son" se ha derivado para la tierra, como para cada mundo. Queda, pues, materializada, la Ley , la doctrina de la Escuela y la promesa del hombre-Juez y "Omnibus Omnia" grávese en la mente de todos los hombres, y si son lo que en sus palabras dicen los que llegaron a la Escuela, demuéstrenlo en obras, porque "sólo obras recoge LA BALANZA". Buen día, hermano; gentes esperan y otros graves deberes me llaman a mi también.

Servio Tulio.

L. U. 1... Secretario... No, no hay por ahora más Autofónicas por otros.

L. R.

MEDIANIMICAS

L. de V.
Cumaná, Septiembre de 1934
Médium T. T.

Hermanos: Son cuatro las causas primordiales por las que el espiritista racionalista debe luchar: la paz en todos los actos de su vida; amor para toda la humanidad; justicia para todo el que la necesite y libertad para vosotros y para todos aquellos que luchen con el escudo del raciocinio y la lógica. El hombre que por prejuicios no cuenta con ninguna de estas cuatro causas, no debe contarse como tal, pues, sin ellas, no es un buen ciudadano. no es un hombre perfecto como lo exige el Creador y más si este hombre pertenece a esta Escuela, por lo que con más razón debe regirse por los cuatro puntos ya citados: no hacer como aquellos que solo con palabras lo hacen todo y luego lo eliminan con sus hechos. Hermanos: esta comunicación va dirigida a todos los hermanos espiritistas y empezaré diciendo: otorgar no es consentir; verdad que el hombre, por su libre albedrío, tiene el horizonte despejado para que obre a su antojo, pero no por eso vaya a creer que al darle el Creador su libre albedrío es para hacer todo cuanto quiere, pues entonces superaría a su Hacedor. El libre albedrío en el hombre es como la balanza de la Ley. El hombre piensa en la maldad, al momento recapacita y ve su error; ya la balanza está en nivel, obra del libre albedrío; así tiene dos caminos a su vista: el del mal y el del bien; al hombre le toca obrar. Si ese hombre oye la voz de su espíritu y sigue hacia el bien, ¡cuál no no será su recompensa! y viceversa. Pues bien, hermanos, entre los espiritistas racionalistas hay hombres que al ver que la Doctrina no impone, quieren hacer todo lo que quieren sin mirar hacia atrás. Muchos de ellos, sin interpretar bien las leyes de afinidad, creen que la doctrina acepta en su seno a los hombres partidarios de la poligamia y olvidando su deber con la mujer legítima, engañan a otras infelices para así empezar con el primer grado de la inmoralidad; otros, llaman hermanos a todos los hombres que habitan el planeta tierra sin empezar llamando y tratando como hermanos a aquellos que unen a él los lazos consanguíneos; que hacen como aquellos que militan bajo la bandera religiosa, que estiran la mano en público para que todos vean que arroja una moneda al que la necesita; es decir, son los primeros en todo en la calle, pero en su casa, donde nadie los ve, son los principales verdugos, y, aquellos que no conocen los pormenores, les tienden la mano como hermanos, pero, como a nosotros no nos puede nadie embaucar, les decimos: conócete a ti mismo y corrígete; hay otros que son peores todavía: son ellos, esos que por prejuicios sociales olvidan sus deberes fraternales y aun más, sus deberes de militantes y adherentes de esta Escuela; son esos aquellos que empujan a sus hermanos con un valor fingido a la lucha, siendo ellos los principales cobardes; hermanos que por el temor al que dirán, olvidan sus promesas y  deberes; hermanos que se encabritan por el grito de un cobarde, y ellos, los pobres, desde ese momento, pertenecen a ese núcleo. Hay otros que viven la vida del holgazán, hermanos que llevan el nombre de racionalistas y una vez que alguien los grite, tiemblan y se alejan y no abandonan ese hombre porque les atacaría su amor propio, pero en cambio, abandonan a sus hermanos y a la Doctrina y cuando les tocan es en falso y con  manos enguantadas. Sólo pido a Eloí, Padre Creador, que en este siglo XX no suceda lo que sucedió a Moisés: se enfrentó al Fararón y prohibió el mal uso de esta misma Doctrina a los que quizá o sin quizá sean los mismos de hoy. Acordaos de las palabras de Jaime el menor: "Muéstrame tu fe por tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras", y si vosotros, espiritistas racionalistas, hacéis todo lo contrario de las palabras de Jaime, imitáis a esos falsos sacerdotes: "Verba non res" darán prueba de vuestra fe. Mas dignos de aprecio son aquellos no llamados espiritistas que cometen sus errores, que vosotros los que así lo hacéis. Aquellos lo hacen en su ceguera y vosotros?...

Adelante, hermanos, y oíd muy bien lo que os voy a decir: la petición de las credenciales  la haréis directamente a la Argentina, al Maestro, ampliamente le explicaréis sobre vuestras dudas y entusiasmos y le enviaréis todo lo de la Cátedra "Alba de la Justicia", y, decidle, que yo os autorizo para ello: él me conoce muy bien y sabe muy bien la verdad de cuanto acontece.

L. de V.