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AUTOFONICAS

L. U. 1. -C. S. -E. V.

Paz y tranquilidad, hermanos. Si el progreso no hubiera tenido otro fin que este rodar y cruzar campos y provincias para cultivar los sembrados del Padre, habría cumplido bien alto fin para el que los espíritus de progreso se adelantaron a traerlo. "Vengo contento" has dicho: falta completar la oración: falta que puedas decir que estoy satisfecho; entonces, la alegría nuestra será como la alborada de una bella aurora que anuncia un día esplendoroso, sin nubes ni borrascas que entristezcan a los que por el progreso, por el bienestar, por la fraternidad de los hombres, trabajáis al unísono de los Consejos que gobiernan el universo. Mas aún hay días de lucha, porque los aberrados no se conforman a salir en paz del mundo que han envilecido y quieren arrastrar en su caída, no sólo a los que ciegos los siguen, sí que también a todos los que odian porque les descubren sus falacias y por sus audacias e insolencias los ponen en el trance duro de tener que defenderse, creyendo que aún los obligan a empuñas las armas fratricidas, con las que mancharían sus almas, nuevamente. No; ya prevenimos a tiempo y dijimos: "basta de cruz y espada" que bien has traducido para que el pueblo lo comprenda, "basta de trono y altar"; con lo que, los provocados, los obligados a defenderse, no existiendo odio y deseos de venganza en ellos, no quedan deudas en ellos y sí se cargan con nueva deuda los provocadores, sean estos civiles o religiosos. Provoca esta declaración de justicia, la vibración de campanas que por la línea autofónica llegan aquí de unos palmos cerca donde escribes las vibraciones que del C. S. te llegan y que sirven de acusación esas lenguas de metal a los provocadores, que se extienden por todos los pueblos y caseríos que haz cruzado, soliviantando a las conciencias, comprometiendo a los débiles para romper con los prejuicios religiosos y sacándoles los centavos que deberían ser pan de los pequeñuelos. No es tolerable tal audacia, cinismo e insolencia, y los encargados de la justicia, reciban órdenes que cumplirán. No será; no puede ser burlada la Justicia y para ello se puso el "Cúmplase" omnímodo a las sentencias que han de quitar todos los estorbos y, caen las torres que creían inconmovibles y están aplastando las madrigueras del dragón y la bestia. Miren aquel histórico Miguelete o centinela de San Andrés que vio las hogueras y mazmorras; ya no es: sus bases sólidas no han sido tanto que resistieran a un simple empujón de las fuerzas naturales y elementales. ¿A cuáles les caerá ahora si ese gallardo y fuerte monumento de la supremacía provocativa del falaz Dios católico, si dijeran sus creadores que tenían base insuficiente, aunque haya resistido siglos y huracanes cien veces superiores al que lo derribó?...

Dejamos el interrogante abierto, esperando que los juicios de los embaucadores nos den ocasión de contestar. Basta de Trono y Altar de los dioses, para hacer trono a la justicia en las leyes y altar al Dios Amor, al Padre, al espíritu su hijo consubstancial y como El y en El eterno, en el eterno progreso. No quedará templo ni torre provocativo que sirva de mira a los que por la aberración caminan al abismo, representando en la penumbra y oscuridad de esos templos, cuyas piedras piden ser purificadas, lavadas de los miasmas de la lascivia y de las imprecaciones que en ellas se han adipado y que sin ser purificadas, ni aún estas piedras podrían ser devueltas a la madre tierra. Dura, tremenda es esta declaración que habían que hacer y esperábamos oír del Maestro esa palabra: "vengo contento"; que quiere decir, la Escuela y sus causas triunfan.

Sí; sin ser purificadas esas piedras que a la tierra robaron para levantar sus templos del fatídico dios religioso que señalaban con sus provocativas torres el orgullo, la imposición y supremacía, no pueden ser devueltas a la madre tierra ni empleadas en la higiénica morada de los hombres de progreso, de los que hacen el progreso, de los que saben amar al hermano y en el hermano aman al Padre en Espíritu y verdad.

¡"Vengo contento"!... Han vibrado con tal timbre en el Autófono esas dos palabras, que en verdad sonora salió a recorrer los autófonos de la cosmogonía. "Vengo contento", dicha cuando los esquilones del dios religioso, suenan cual los cencerros del guión del rebaño que lo conduce al matadero, revelan, que la seguridad de las promesas del Padre, borran el pesimismo y la duda y que la justicia impera soberana en la conciencia. Al vengo contento" que no es porque del penoso surcar campos y provincias lleve el Maestro caudales metálicos, pero sí el tesoro supremo de ver frutos sazonados y frutos en flor del árbol doctrina, la justicia requiere completar la oración con el "estoy satisfecho". Sí; invito a los convictos; pido a los Concejos de las Cátedras y ruego a la Justicia del Padre, que se agregue, por amor y compensación, el motivo material necesario, para que oigamos pronto: "Vengo contento y estoy satisfecho". Este es el justo deseo y querer de los Consejos Superiores y, por todos lo deseo y quiero yo.

E. V.

Aún, el traqueteo y el rodar sientes en tu cabeza y no se da a otra línea el Autófono. Hasta luego.

F. X.

MEDIANIMICAS

Lázaro Ramos.
De la Cátedra Provincial de Durango, México.
MÉDIUM: PEDRO SOLANO

Que la luz infinita emanada del Centro Vibratorio, llegue a vosotros la mayor cantidad posible, para asimilaros lo que podáis, haciendo luz y verdad dentro de vuestra propia conciencia, mis queridos hermanos.

El rigor del Simoún extiéndese por toda la tierra, como como clarines anunciando la próxima regeneración de la misma, y en tanto las Cátedras de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, deben estar ajustadas al "Laudo de Rigor", a la "Circular Clara" y a los Reglamentos internos y demás disposiciones de la misma Escuela, efectuando sus trabajos reglamentarios, con el ansia de alcanzar el mayor éxito dentro de los mismos, y ante ese tronar unísono de las manifestaciones de la vida, ir buscando las fuerzas dinámicas del hombre, o fuerza moral o psíquica. El fenómeno va crugiendo por todas partes, y el hombre rehuye de la justicia del Creador. ¿Es el Creador el culpable del poco progreso de los hombres? No, mis queridos hermanos, es el hombre el que haciendo uso de su propio dinamismo, y con el derecho que le asiste dentro de su libre albedrío, deja que su pensamiento obre dentro del egoísmo del mismo hombre, y en cada una de las acciones que verifica durante las 24 horas del día, va atrofiando su cerebro, cerebro del hombre que no descansa ni en el sueño, porque en ese mismo sueño se repiten sus acciones, sus deseos y sus obras. Luego el pensamiento del hombre, como os digo antes, dentro de su libre albedrío,  va creando las formas poderosas y magnéticas, que los espíritus permiten para que el hombre pueda palpar este efecto, efecto de origen espiritual mostrado en el efecto físico. Los detractores de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, piden a grandes voces las manifestaciones del espíritu; no las ven porque sus ojos están ciegos; no las oyen porque sus oídos están sordos; no las palpan porque está anestesiado su tacto; no las perciben por ninguno de los sentidos, porque cada uno de esos sentidos están atrofiados, porque el hombre en el transcurso de la vida diaria, ha ido emponzoñando sus acciones y envenenando su conciencia.

¡Venid, hermanos de la Cosmogonía! ¡Venid, hermanos del Planeta Tierra al seno de estas Cátedras! y ved las manifestaciones. ¡Venid y explicaos desde el punto de vista científico, ético, moral, filosófico y metafísico, los hechos que agobian nuestros sentidos! ¿Cómo llamáis a esas manifestaciones? ¿Queréis decir que son perturbaciones de la naturaleza? ¿Queréis decir que es la venganza del Dios Religioso? ¿Queréis decir que son las fuerzas esplendentes de los movimientos cósmicos? ¿Cómo queréis llamar a esas manifestaciones, que llegan a vosotros como el más grande de los sucesos? Vosotros no estáis preparados para hacer su estudio y mostrar  al mundo la razón. ¡Venid, mis queridos hermanos! ¡Venid también los negros de hollín! ¡Venid y escuchad la voz del espíritu, la verdad transmitida por el pensamiento eterno del Creador, que vibra también en vuestra psiquis o sea el espíritu, el cual trae el conocimiento de la verdad! Venid al seno de las Cátedras y veréis cómo dentro de las mismas, las elucubraciones humanas y la diversidad de criterio de los componentes de la Escuéla Magnético-Espiritual de la Comuna Universa, se debaten no pueden descifrar el sentido filosófico en que está escrito cualquier punto de ellos! Los adherentes de la Escuela sienten dentro de sí, esa fuerza, ese deber de desenvolvimiento intelectual con que han sido escritas cada una de las obras, y cada uno de los tópicos. El Maestro ve con todo placer, que aun cuando divergiendo desde un punto de vista distinto, tenemos la buena voluntad de llegar siempre al fondo de las cuestiones; y cada uno de esos esfuerzos en favor de la comprensión, es fuerza positiva, que va ganando puntos ascendentes, para llegar a la verdad. ¡Venid os digo, negros de hollín! ¡Venid, descreídos a escuchar, y veréis cómo es como se va por el camino recto, hacia el esclarecimiento de los puntos filosóficos de que se trata en esta Escuela!. En las religiones no encontraréis sino la falacia, la mentira, el engaño, el dolor y la miseria; se ve en lugar de flores, espinas; y la luz fenece para hacer la obscuridad. ¡Escuchar el rugir del simoún! Escuchar las voces de los clarines que van desgranándose como notas sonoras en el gran campo del Universo; así como un instrumento mal construido, que al aplicarle un sonido fuerte, se desgrana y deja que la nota se pierda por las hendiduras, carentes de pegadura con que han sido untadas, haciendo defectuoso el sonido. De la misma manera se desgranan esos aparatos delicadísimos de las mediumnidades, cuando han hecho mal uso de sus facultades, y cuando quieren dar una nota estridente, aguda y sonora, se hacen pedazos.

Los hombres que no se sujetan a las leyes de la vida, son hombres que dejan estancar su progreso; dentro de un grado limitado, vosotros tenéis siempre la rodilla puesta en tierra cubierta de polvo y la servís en el mismo polvo. Vosotros, que hacéis la caridad o sea la hipocresía, que es peor que los vicios, porque la hipocresía es superior a cualquiera de ellos, y preferís estar atados con tan débiles lazos, que buscar con la frente erguida la luz y la verdad.

A vosotros, Consejo Directivo, y a mi querido hermano y Director Material de la Cátedra N° 12, sólo os dejo el aprecio por el deseo ferviente de vuestra voluntad, en el trabajo de la gran Causa, que os da derecho para que recibáis, no de regalo, sino por vuestro esfuerzo y sacrificio, comunicaciones más altas en sabiduría y en amor, y cuyo sacrificio se expande al Consejo y adherentes de esta Cátedra, ya que la Justicia del Padre os trae a todos en acción, y en este el clarín del simoún para que el hombre haga conciencia de sus actos, y llegue a comprender la metafísica ley positiva, que se reasume en una sola palabra y en un solo pensamiento y mandato: Amor. Amor al prójimo y a estudiarse a sí mismo.

¡Mis queridos hermanos! Vuestro hermano y Director Espiritual de esta Cátedra.

Lázaro Ramos.

Versión taquigráfica de Justina Quinones.

V. B.

Anastasio Cisneros.

Director.

Nota del Capturista: Esta comunicación fue tomada del número 41 de esta publicación, toda vez que existen correcciones que por alguna razón la redacción consideró pertinente su re-edición. (vhac)

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