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AUTOFONICAS

L. U. 1. -C. S. -E. V.

Temprana es la llamada de hoy, según las horas de la tierra. Aún no asoma el sol en los lares de LA BALANZA. Es que no sé si Vulcano se antepuso a Febo y con 37 grados en el termómetro sobre mi cabeza... Ya lo vemos; aprovechemos pues; hablemos de similitudes.

Todos piden paz y nadie, fuera de nuestra Escuela, hace nada en favor de la paz; por lo cual hablan de la guerra; y la guerra misma, acobardado el espíritu de la guerra, también juega al escondite. No hay paz ni hay guerra. Ni dejáis de tenez pazs ni deja de haber guerra. La ofuzcación; el aferramiento a la supremacía; el odio de clases; el agnizar de las castas; la ambición por lo que escasea; el miedo a la vida del trabajo; el temor a la pena del Talión de los causantes de todos vuestros males, no da lugar a un estallido que, de una vez por todas, la guerra mate a la guerra. Por esto todo es narquía en todos los hombres individualmente, a cada cual en su posición; hasta en los desocupados.

Se ha dicho al mundo que "la Ley es una", y la misma la ley la comprueba. ¿Qué dará la atmósfera, sino lo que en ella se siembra?... Hay demasiado calor en las pasiones de toda índole, y la atmósfera os lo devuelve acrecentado. La frialdad en el cumplimiento de los deberes de los gobernantes, os es devuelta en olas de frío no comunes a las latitudes templadas; los hombres todos, en su anarquía de todos los órdenes, desde el pontífice y el jefe de estado hasta el oprimido obrero y el desocupado, llenan la atmósfera, y la tierra y os lo devuelve arrasando o hundiendo territorios y ciudades. Los hombres todos hacen zigs-zags caprichosos por sus incertidumbres y culebrean los rieles y las corrientes subterraneas y contáis las catástrofes de tierra y mar. "La ley es una". Mas el caso es que está llegando el fin de la espera que la ley de amor dio, y el zig-zag de LA BALANZA no anuncia que pueda estar cercano el instante de quietud que la majestad de la justicia busca para obrar el mandato, y tendrá que obrar en la confusión también y guardar fuerzas de rigor para desués. ¡Pero hermanos!... ¿No es todo eso lo razonado en mo balance de 1913?... Sí, y habían hecho bien la ecuación matemática; pero se ha ganado un 40% de la humanidad que estaba fuera del acatamiento del decreto que impone el régimen de la fraternidad, dado en la sentencia del juicio de mayoría, y es un gran haber a la cuenta de los misioneros. Ahora deberemos ver qué se puede ganar de esa pequeña, casi ínfima minoría, que aun queda sin acatar; y si el benificio es menor al prejuicio del sufrimient de la mayoría, no habrá ya espera, ni día, ni hora fija para obrar la justicia, en definitiva. Mas repito y prevengo. Todo cuanto se diga de hora, día, año o lustro, es una superchería. Yo mismo, el Consejo Superior en Pleno, no lo sabemos. Sabemos que hemos presentado el juicio hecho; el pedido de justicia de la mayoría y que se  nos ha contestado: "Será hecja la justicia". Por la división convencional del tiempo, podemos aproximarnos al tiempo en que se debe ser obrado el todo; pero el tiemo eterno no tiene segundos, minutos, horas y días. Es sólo el tiempo y el día. Por tanto el año, el día, la hora de retirar y quitar todo lo que estorba a la implantación del régimen de fraternidad, la Comuna de Amor y Ley, con la majestad que corresponde a las cosas de la creación, operando el cataclismo como otro igual no hubo en la tierra, es sólo del secreto del Padre; y ... mienten los Dioses religiosos, sus santos, sus pontífices y los supercheros espiritualistas, teosofistas, bracmanes y cualquiera que señale hora, día, año ni lustros en que será la renovación de todo con el golpe fatal, del que la humanidad fraternizada tendá, por firma y recuerdo, el segundo hijo de la tierra; el nuevo satélite.

E. V.

L. U. 2. -S -Seim Seim

Recibo el autófono, y casi avergonzado hablaría si los hombres de la tierra tuvieran razón. Sí. El Maestro Superior lo ha dicho: todos están anarquizados y, ni aun con el Sol, los hombres están contentos. ¿Pero acaso el Maestro de la Tierra también no les ha dicho a los hombres "que las tempesades, que el granizo, que las olas de calor y frío, que las tormentas, son sólo a causa de los pensamientos torvos de los hombres que llenan la atmósfera, y, por lo tanto, los hombres mismos son la tormenta y el tormento?... ¿Qué más se puede hacer en favor de los hombres y aun de los perversos?...

Y el caso es que, a pesar de estas anomalidades, los enfáticos "énticos", pseudosabios, por no confesar su vanidad y banalidad, dicen: "siempre han sucedido estas cosas"... Eso es una superchería científica, y no de la ciencia sino de la "encia".

Los mismos grados de calor tiene el sol hoy hace cien mil millones de siglos, y desde que existe, y los tendrá hasta su fín, que no será por combustión, sino por disgregamiento; pero que aun no se ve en la cinta de la vida aquel momento. Las mismas vibraciones da hoy que ayer a sus mundos y se convierten en frío o en calor, en lluvia o sequía, en tempestad o en bellas auroras, según las cargas de nitrógeno que los hombres expelen a la atmósfera y que los hermanos directores de los elementos y la naturaleza los utilizan donde es preciso demostrar la acción justiciera.

Sed más conscientes, hombres. Ya es hora.

Seim Seim.

L. U. 3. -M. N. -Amor y Dicha

Tenía una deuda. Allá, en la cazuela que forma lo que era Cacheuta, dijiste hace algunos años: "En cualquier momento aquí no quedará nada; o se convierte en una escombrera o en una laguna". Ya está hecho. Ha costado, porque debían caer las menos vidas posibles; y si fueran más atentas, no costara ninguna; pero como los confiados en los milagros esperan del milagro, éste no llegó, porque tenía razón Isaías: "Piden a un palo seco que le han formado orejas y ojos y no oyen ni ven". Como no pueden formarles corazón para sentir, son insensibles; pero son insensatos los que les piden y en ellos se confían.

Yo hacía tronar las aguas con voces de amenaza; no todos oyeron, y oyeron algunos que debían ser sordos, y debiendo ser arrastrados, se libraron; y las aguas arrastraron y las piedras molieron algunos que debían salvarse y no quisieron por su espera del milagro; lo digo para ejemplo.

Corrí pronto a los lares del fanatismo Budista, y un pueblo menos existe en sus dominios; y... "son cosas que siempre pasaron"..., dicen. Falacia de los dioses y de los pseudo-científicos, que ya me están dando bronca, digo yo. Seguiremos con los grandes avisos, porque hasta nosotros nos estamos ya cansando y anarquizando por la espera que nos hace trabajar demasiado para contener las fuerzas acumuladas para el momento terrible y feliz que a los buenos les será y se les desean.

Amor y Dicha.

MEDIANIMICAS

José de San Martín

COMUNICACIÓN MEDIANÍMICA RECIBIDA EN LA CÁTEDRA "ENTEREZA" No. 98 EL MARTES 2 DE ENERO DE 1934.

Médium: Juan Antonio Pérez.

Que la paz y la unidad fraternal os una, hermanos míos.

Estamos en el fragor de la batalla final, donde en lucha noble, la luz de la sabiduría disipa las tinieblas de la ignorancia; donde el amor, el trabajo, la virtud y el progreso sepultarán para siempre a las brumas belicosas de la perversidad, del parasitismo y la ignorancia que esclaviza.

Vosotros, mis amados condiscípulos de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal; vosotros, los valientes soldados de la Cátedra "Entereza", que amoroso guío; vosotros, repito, no dudéis jamás del éxito del progreso, que la augusta justicia os deparará, si es que en verdad os disponéis a cumplir con vuestro deber de convictos discípulos, levantando en alto el estandarte de la verdad, llevando con honor de soldados el emblema de la Escuela, con sus másimas y axiomas indestructibles y eternos, llevando cada uno en su pecho la bandera gloriosa que representa y cobija a los sostenedores de la verdad, de la vida y sus leyes que la rigen.

Vosotros, mis hermanos muy queridos, deberéis en todo momento tener presente en vuestras mamorias que sois más soldados materiales, que integráis la Cátedra que se me ha confiado para mi custodia y honor y que gustoso he de proteger en toda hora.

Os habla vuestro guía espiritual, José de San martín, quien os saluda y os llama al recogimiento y estudio sereno, y os pido como el Maestro, estudio, mucho estudio y unión, y que el verdadero amor fraterno os una en el "siempre más allá". Buenas noches.

José de San Martín.

Napoleón

COLONIA "JAIME", BELTRAN, F. C. C. A. DICIEMBRE 8 DE 1933.

Por el Médium Antonio Yuricich.

¡Oid, hombres! Que la paz sea entre vosotros.

Oid, hijos de la comuna, la voz de alarma de la Justicia. Oid mis últimas anales. Se me dice que hable al mundo de la paz; pero, hermanos míos, no es posible aún hablar de paz, porque aun la guerra ha de matar la guerra, para que renazca la paz eterna en el mundo. Es así, hermanos. Tened presente que aun se verán correr ríos de sangre en el mundo tierra, a causa de los hombres antropófagos, que ya no se les puede oír más; ya no hay más que decirles, sino que es acción de justicia y nadie la esquivará; lo que sí tenemos que velar para muchos regenerados y muchos de los juramentados que tendrán que sufrir, tendrán que llorar al ver caer víctimas a sus progenitores. hermanos; todos, todas las injusticias que veis que aun reina en el mundo tierra, a causa solamente son de la supremacía de las religiones, rebeldes siempre, que aun quieren tomar sangre humana; pero no se saturarán en sus instintos y desesperación del mundo tierra, porque se fijó ya; "basta de cruces y de espadas".

Hermanos; si bien os encontráis formando un lecho donde no podrá haber perversos; donde ha de reinar el amor, la verdad y la fraternidad universal; donde nace el progreso infinito, es vuestra misión. Seguid, seguid siempre hacia adelante, levantando la vista como hombres cumplidores y ayudando a muchos, porque de verdad os digo que este es vuestro deber, para que no digan de desamparo aquellos niños juramentados, para que podamos traerlos donde nada peligren, pues si bien es verdad que para todos velamos nosotros, también es nuestro primer deber velar por los juramentados. Viajamos continuamente por el espacio; venimos a comunicarnos para aconsejar a los hombres que no dejen despertar ya los instintos de fiera en las guerras que próximamente se sublevarán, y de verdad, hermanos, no quisiéramos que se derramara más sangre; pero es inevitable, porque así es de verdad, para que renazcqa una vez para siempre esa bendita paz, para que se quiten de una vez para siempre todos los que estorban, y quedarán, sí, todos los que sepan amar. Caerán forzosamente también muchos de los que han jurado cumplir su misión, como vosotros, hermanos; pero entre tantos malos que la justicia viene a quitar, tendrán que pasar algunos buenos; es inevitabole; no se pueden separar todos; pero no lloréis por ello, hermanos míos; pero sí buscar cumplir vuestros deberes y ensanchando vuestra obra , para que sigáis vosotros, y para que lleguen los que deben llegar con vosotros; pues bien, hermanos; os digo que no os lamentéis, porque sólo os digo la verdad y pronto veréis confirmadas mis palabras, que sabéis son la verdad. Os dejo, pues, mis palabras, para que sean pesadas por LA BALANZA de la Justicia, para que el mundo las oiga, como me opis vosotros. Mi amor os dejo. Vuestro hermano.

Buenas noches.

Napoleón.

(Versión taquigráfica de Pedro Marconi).

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