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3ª. Asamblea de las F.F.M.M. de Valencia: Despedida anterior responsable

Plan Trienal 2001 -2004 FFMM Valencia

José Luis Pérez Sopena Responsable de zona

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu; y a tu prójimo como a ti mismo". (Lc 10,27, Dt 6,5 y Lev 19,18).

Amarás al Señor tu Dios..... vivimos en la sociedad de las cosas, de la prisa; lo material es lo que importa, nuestro mundo está descristianizado, sin referencias a lo espiritual.

Curiosamente en esta época del bienestar la felicidad es una experiencia fugaz marcada por acontecimientos puntuales, por cosas.

En mitad de esa vorágine nos encontramos los fraternos, acompañados por otros muchos creyentes. Sin darnos cuenta y contagiados por nuestro alrededor, estamos olvidando lo básico de la relación con Dios.

Para nosotros, al igual que para María, Cristo es el camino de la salvación y de la felicidad. Él nos ha dejado un medio privilegiado para estar en su compañía, la eucaristía. Su vivencia debe ser el momento de encuentro con nuestro Señor, momento que centre nuestra vida espiritual. Asimismo, el sacramento de la reconciliación es el regalo de la acogida y del amor misericordioso del Padre tras errar en el camino del amor.

Otro punto fundamental de nuestra vida espiritual es la oración, debe unirnos a Jesús todos los días en los actos cotidianos de la vida. Ha llegar a ser la base de cada jornada y el lazo que nos una a la fraternidad.

El lugar principal donde vivimos nuestra fe es la familia. Pondremos especial cuidado en transmitirla a nuestros hijos y en hacer de nuestro hogar una iglesia doméstica donde se experimente el amor de Dios y se rece juntos.

Amarás a tu prójimo.... Cristo está en el pobre, en el que sufre, en el enfermo, en el extranjero, en el necesitado. En esas personas está Jesús, lo que les hagamos a Jesucristo se lo hacemos. Es tan fácil quedarnos en nuestro mundo y no mirar al hermano sufriente que tenemos al lado. Todos los hombres son nuestros hermanos, pero los que sufren necesitan más desesperadamente de nuestra dedicación.

La misión es nuestra manera de mirarles y de darnos. En los primeros años de pertenencia a las Fraternidades Marianistas es imprescindible tener una experiencia con el que nos necesita para formar nuestra personalidad. En el resto de edades debemos trabajar porque la preocupación por los necesitados sea una de las características de nuestra personalidad individual y como movimiento.

María estuvo atenta a las necesidades de los demás en las bodas de Caná. Como ella tenemos que observar con mirada compasiva y actuar para acercar el amor de Cristo al hermano desamparado.

VIDA ESPIRITUAL

 

 

 

 

 

EUCARISTÍA

 

RECONCILIACIÓN

 

ORACIÓN

 

 

FAMILIA

 

 

MISIÓN

 

 

CON LOS MÁS NECESITADOS

 

 

MARÍA DE LOS DESAMPARADOS

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