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protesta,
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nuestro mundo sea cada día más justo.
Santa Sede
Juan Pablo II pone la paz del mundo en manos de María
El Papa propone el ayuno como «arma» para vencer al odio y la violencia
Un fraile capuchino dirige una meditación al Papa sobre el 11 de
septiembre
El Vaticano denuncia el uso de la religión con fines políticos y
terroristas
El Papa pide reanudar «inmediatamente» las negociaciones en Oriente
Medio
Los voluntarios, «signo de esperanza» para el mundo; según el Papa
Santa Sede: La droga no se combate con la droga
Juan Pablo II pide una mejor distribución de la riqueza en Honduras
Mundo
Patriarca de Jerusalén: Adviento, tiempo para hacer la paz con los
enemigos
El Ayuntamiento de Belén no festejará la Navidad
Peregrinación de minusválidos por la paz en Tierra Santa
La confianza en la UE depende de la fidelidad a sus valores originarios
Perú: Desenmascaradas las calumnias contra el cardenal Cipriani
Colombia: Arzobispo pide a la guerrilla liberar al padre de niño
moribundo
La aventura espiritual de Chiara Lubich en un nuevo libro
Histórico: Un cardenal rezará en el palacio real de Inglaterra
Sor Lucía explica en un libro las revelaciones de Fátima
Obispo de San Cristóbal: Siguen los problemas de fondo en Chiapas
Entrevista
«Bombardear Somalia no serviría de nada», afirma monseñor Giorgio
Bertin, obispo de Yibuti y administrador apostólico de Somalia.
Informe Especial
Navegar en la biblioteca católica... ¡sin estar conectado a Internet!
Santa Sede
Juan Pablo II pone
la paz del mundo en manos de María
Homenaje en el día de la Inmaculada Concepción
ROMA, 9 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II
pronunció palabras preñadas de tristeza y preocupación al poner este 8 de diciembre la
paz del mundo en manos de la Inmaculada Concepción.
«Nubes obscuras se condensan en el horizonte del mundo --constató--. La humanidad, que
ha saludado con esperanza la aurora del tercer milenio, siente ahora que se abate sobre
sí la amenaza de nuevos y desconcertantes conflictos».
Estas palabras del pontífice formaban parte de la conmovedora oración que pronunció de
rodillas ante la histórica imagen de la Inmaculada Concepción, que se encuentra en la
céntrica plaza de España, en Roma.
«La paz en el mundo se encuentra en peligro», constató el pontífice al dirigir su
súplica a la Virgen. Por eso, añadió, «nosotros venimos ante ti, Virgen Inmaculada,
para pedirte que obtengas, como Madre comprensiva y fuerte, que los espíritus, liberados
del humo del odio, se abran al perdón recíproco, a la solidaridad constructiva y a la
paz».
Las conmovedoras palabras del Papa Wojtyla fueron seguidas por más de diez mil personas,
que participaron junto a las máximas autoridades del Ayuntamiento de la ciudad, en una
ceremonia celebrada al aire libre en un sugerente atardecer romano.
Como respuesta a la grave situación actual, el pontífice propuso el compromiso cristiano
como elemento de esperanza.
De este modo, dijo, la vida de «todo creyente, en las propias condiciones de vida» se
convierte en un signo «para que todos vean con claridad que la fidelidad a Cristo cambia
la existencia personal y plasma un futuro de paz, un porvenir mejor para todos».
ZS01120906
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El Papa propone el
ayuno como «arma» para vencer al odio y la violencia
Recuerda la jornada convocada para el 14 de diciembre, final del Ramadán
CIUDAD DEL VATICANO, 9 diciembre 2001 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II presentó este domingo el ayuno y la oración como «armas» para superar el
odio y la violencia que en estos momentos ensombrecen el escenario internacional.
«La paz o la violencia brotan del corazón del hombre, sobre el que sólo Dios tiene
poder --explicó--. Convencidos de ello, los creyentes adoptan desde siempre contra los
más graves peligros las armas del ayuno y de la oración, acompañándolos con obras de
caridad concreta».
El pontífice pronunció estas palabras a mediodía al saludar desde la ventana de su
biblioteca a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro para rezar la
oración mariana del «Angelus».
«En la compleja situación internacional actual --dijo el Santo Padre--, la humanidad
esta llamada a movilizar sus mejores energías para que el amor prevalezca sobre el odio,
la paz sobre la guerra, la verdad sobre la mentira, el perdón sobre la venganza».
Por este motivo, reconoció, ha tomado la iniciativa de invitar a todos los católicos del
mundo a observar un día de ayuno y oración el 14 de diciembre «para implorar de Dios
una paz estable, fundada sobre la justicia».
Tras constatar con satisfacción que la iniciativa ha recibido la adhesión de judíos y
musulmanes y de fieles de otras religiones, explicó que el creyente, con el ayuno se
compromete «a convertir el corazón y las acciones hacia una mayor justicia con Dios y
con el prójimo».
«Al ayunar, se reconoce con confiada humildad que una auténtica renovación personal y
social sólo puede venir de Dios, del que todos dependemos radicalmente --insistió el
obispo de Roma--. El ayuno permite, además, compartir el pan cotidiano con quien no lo
tiene, más allá de todo pietismo o asistencialismo engañoso», añadió.
Por último, el Papa Wojtyla reveló que ha escogido la fecha del día de ayuno en
coincidencia con el final de Ramadán con el deseo de que «la actitud de religiosa
penitencia acreciente la comprensión recíproca entre cristianos y musulmanes, llamados
más que nunca, en la época actual, a ser juntos constructores de justicia y de paz».
ZS01120904
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Un fraile capuchino
dirige una meditación al Papa sobre el 11 de septiembre
Una mirada a la actualidad desde los ojos de la eternidad
CIUDAD DEL VATICANO, 7 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La
eternidad permite comprender en profundidad lo que sucedió el 11 de septiembre, aseguró
este viernes un fraile capuchino al preparar espiritualmente a Juan Pablo II y a sus
colaboradores para vivir la Navidad.
Como todos los años, el Papa Karol Wojtyla dejó a las 9,00 de la mañana sus ocupaciones
para sentarse como cualquier otro fiel a escuchar una meditación de preparación para el
nacimiento de Jesús ofrecida por el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa
Pontificia.
11 de septiembre, «un fin del mundo»
De los mosaicos modernos de la capilla «Redemptoris Mater», en las estancias vaticanas,
donde se encontraban reunidos el pontífice y sus más cercanos asistentes, la reflexión
se dirigió a la tragedia de las Torres Gemelas de Nueva York.
«En el Evangelio del domingo pasado, el primero de Adviento --explicó el padre
Cantalamessa--, Jesús decía que en la hora en que menos lo esperáis vendrá el Hijo del
hombre. Esto no se refiere sólo a su venida final, sino también a esas venidas que san
Bernardo llama "intermedias", es decir, mientras dura la historia».
«Nosotros vivimos hoy una de estas venidas intermedias que hacen época, con lo que
sucedió el 11 de septiembre, que recuerda un poco a lo que acaeció con la destrucción
de Jerusalén, que para Jesús era por así decir el final del mundo, de un mundo: el
mundo judío», añadió.
«San Agustín --siguió explicando el predicador--, con su obra "De Civitate
Dei" nos ayuda a superar esta crisis, pues los cristianos vivieron también algo
parecido a lo que estamos viviendo nosotros, en el año 410, cuando Alarico conquistó
Roma y la arrasó. Dado que la Roma de entonces era la garante de la estabilidad del
mundo, se pensó que quizás era el fin del mundo, como lo hemos pensado nosotros ante
ciertos hechos recientes».
«Agustín mostró sin embargo que la fe de los cristianos debe resistir pues Dios no es
el garante de nuestro bien aquí abajo, sino del bien que dura eternamente», añadió el
predicador pontificio.
De este modo, dijo, san Agustín nos ayuda a superar este momento recordando la actitud
justa del cristiano: «ver las cosas desde el punto de vista de la eternidad, una palabra
de la que nos hemos olvidado bastante».
Dios saca del mal bien
«Esta palabra nos puede ayudar también a ver el bien que se da en esta situación»,
constató: «debemos permitir a Dios sacar el bien de este mal».
«A nadie se le ocurre aprobar el terrorismo --aclaró--, pero nadie aprueba tampoco la
situación anterior como si fuera la ideal. Había situaciones que debemos reconocer como
intolerables. El Señor nos quiere empujar quizá a cambiar. Se quiere servir de estos
acontecimientos para cambiar, por ejemplo, nuestra actitud hacia la pobreza del mundo, una
situación ciertamente intolerable».
Hablando de estas visitas a través de la historia, Jesús preguntaba: «cuando venga el
Hijo del hombre, ¿encontrará todavía fe sobre la tierra?».
Nada te turbe...
El padre capuchino concluyó, por ello, sugiriendo a cada persona repetir las palabras de
santa Teresa de Ávila: «Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta».
El padre Cantalamessa predicará al Papa otras dos meditaciones de preparación a la
Navidad el 14 y el 21 de diciembre.
ZS01120709
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El Vaticano denuncia
el uso de la religión con fines políticos y terroristas
Intervención del «ministro» de exteriores vaticano ante la OSCE
BUCAREST, 6 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La Santa Sede
denuncia que en estos momentos se está utilizando «con demasiada frecuencia» la
religión con motivos políticos y terroristas, pero al mismo tiempo confirma que las
convicciones religiosas ofrecen una contribución indispensable a la creación de una
cultura de la paz.
«En este momento en el que la religión es utilizada con demasiada frecuencia con fines
políticos, o peor aún para matar en nombre de Dios, es de primera importancia proclamar
claramente que las convicciones religiosas libremente aceptadas y traducidas en la vida
personal y colectiva son una riqueza y una oportunidad para cada uno y para toda la
sociedad», ha afirmado el «ministro» de Asuntos Exteriores del Vaticano, el arzobispo
Jean-Louis Tauran.
El secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados hizo estas
declaraciones al intervenir en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), institución de la que
forman parte 55 Estados, celebrada en Bucarest entre el 3 y el 4 de diciembre.
El prelado francés comenzó alabando el papel que en este año de presidencia ha
desempeñado Rumania, precisamente en el campo religioso: promoción de la libertad
religiosa y de respeto entre creyentes.
«Hoy más que nunca, después del 11 de septiembre --siguió diciendo el representante
papal--, la comunidad internacional necesita reflexionar sobre la manera en que hay que
promover eficazmente una cultura de la paz».
«La violencia --añadió--, los conflictos sin resolver, el miedo al otro, la
reivindicación de una identidad construida frecuentemente en oposición al otro, el
rechazo del diálogo hacen que hoy día las reinvidicaciones de minorías étnicas, la
suerte de los refugiados, el papel de la ley y de los valores de la democracia se hayan
convertido en algunos países en cuestiones por resolver».
Por tanto, explicó el delegado vaticano en la reunión de la OSCE, «se impone una
cooperación sin desfallecimiento para eliminar los factores que engendran frustración
entre las personas, que minan la seguridad internacional y obstaculizan el buen
funcionamiento de las instituciones internacionales».
«No faltan instrumentos jurídicos para actuar con éxito --añadió--; lo que falta con
frecuencia es la voluntad política para ponerlos en práctica».
En este contexto, la delegación vaticana pidió a la OSCE fortalecer «la dimensión
económica y ecológica de la organización».
La reunión de la OSCE en Bucarest concluyó con una declaración de los países miembros
contra el terrorismo.
Al comentar el documento, el presidente de la reunión, el ministro de Asuntos Exteriores
de Rumania, Mircea Geoana, afirmó: «La OSCE no es la organización que dirige la lucha
contra el terrorismo, pero puede afrontar algunas de sus causas, las desigualdades
políticas y sociales que ofrecen un terreno fértil para las ideologías extremistas».
«Comenzando por la idea de que ninguna circunstancia o causa puede justificar el
terrorismo, el plan de acción de Bucarest identifica y afronta varios factores sociales,
económicos, y políticos que engendran condiciones que sirven a las organizaciones
terroristas para reclutar individuos y para ganar apoyo», explica en un comunicado la
OSCE.
En este contexto, la OSCE «ofrecerá a los Estados participantes asistencia en la
implementación internacional de las convenciones y protocolos contra el terrorismo,
aumentará su actividad para promover los derechos de las personas que pertenecen a
minorías nacionales, y actuará para prevenir y suprimir las actividades terroristas de
financiación».
ZS01120604
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El Papa pide
reanudar «inmediatamente» las negociaciones en Oriente Medio
Dura condena de los actos de violencia entre palestinos e israelíes
CIUDAD DEL VATICANO, 5 diciembre 2001 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II condenó este miércoles con duras palabras la violencia que tiene lugar en
Oriente Medio y pidió a la comunidad internacional que ayude a israelíes y palestinos a
reanudar las negociaciones.
«Siento la necesidad de expresar mi más sentido pésame por las nuevas víctimas de la
absurda violencia que sigue ensangrentado la región de Oriente Medio», dijo el
pontífice antes de despedirse de los 10 mil peregrinos de todo el mundo presentes en la
audiencia general.
«Una vez más repito con ánimo afligido que la violencia nunca resuelve los conflictos
--añadió--, sino que por el contrario aumenta sus dramáticas consecuencias».
A continuación, el obispo de Roma lanzó «un nuevo y apremiante llamamiento a la
comunidad internacional para que con determinación y valentía cada vez mayores ayude a
israelíes y palestinos a romper este inútil torbellino de muerte».
Y alzando la voz, concluyó: «que se reanuden inmediatamente las negociaciones para que
se pueda llegar finalmente a la paz tan deseada».
ZS01120504
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Los voluntarios,
«signo de esperanza» para el mundo; según el Papa
La caridad, «la forma más elocuente» de evangelización
CIUDAD DEL VATICANO, 5 diciembre 2001 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II considera que los hombres y mujeres voluntarios constituyen «un signo de
esperanza» para nuestro tiempo y para los pobres del mundo, en un mensaje escrito al
concluir el año internacional dedicado por la ONU al voluntariado.
«Ya sea que trabajéis individualmente o agrupados en asociaciones --afirma el Papa--,
representáis para niños, ancianos, enfermos y gente en dificultad, refugiados y
perseguidos, un rayo de esperanza, que inunda las tinieblas de la soledad y alienta a
vencer la tentación de la violencia y del egoísmo».
El mensaje pontificio fue hecho público por la Sala de Prensa de la Santa Sede este
miércoles. Constituye una de las numerosas iniciativas con las que la Iglesia católica
se ha sumado a la convocatoria de las Naciones Unidas.
El 1 de diciembre, por ejemplo, concluyó un congreso internacional sobre voluntariado y
sanidad, convocado en el Vaticano por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.
En su mensaje, el pontífice alienta a los miembros este «ejército» de paz para que
«allí donde emergen situaciones de malestar y de sufrimiento», hagan fructificar «los
insospechables recursos de entrega, de bondad, e incluso de heroísmo, que se encuentran
en el corazón del hombre».
El voluntariado, sigue diciendo el Papa, como demuestran hombres y mujeres como
Maximiliano Kolbe o la madre Teresa de Calcuta, constituye una forma eminente del
compromiso del cristiano.
«Por medio del amor a Dios y a los hermanos, el cristianismo libera toda su potencia
liberadora y salvífica --constata--. La caridad representa la forma más elocuente de
evangelización, pues respondiendo a las necesidades corporales, revela a los hombres el
amor de Dios, padre providente, siempre solícito para cada uno»
«No se trata de satisfacer únicamente las necesidades materiales del próximo, como el
hambre, la sed, la carencia de casa, las atenciones médicas --explica el obispo de Roma a
los voluntarios y voluntarias cristianos--, sino de llevarle a experimentar de manera
personal el amor de Dios».
«A través del voluntariado --concluye--, el cristiano se convierte en testigo de este
amor divino; lo anuncia y lo hace tangible con intervenciones valientes y proféticas».
ZS01120508
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Santa Sede: La droga no se combate con la droga
Publica un manual de ayuda para afrontar la toxicomanía
CIUDAD DEL VATICANO, 4 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La
droga no se combate con la droga, sino con la prevención y, por tanto, con la educación.
Es la propuesta que hace la Santa Sede en un documento sin precedentes publicado este
martes.
Se trata de un manual dirigido a hombres y mujeres de Iglesia en el que se ofrecen
criterios para la asistencia de personas afectadas por las substancias estupefacientes. El
documento, que ha requerido cinco años de trabajo y que ha sido redactado en respuesta a
una petición expresa de Juan Pablo II lleva por título «Iglesia, droga y
toxicomanía».
La elaboración del texto se puso en marcha en 1997, explicó al presentar a la prensa el
volumen, el arzobispo Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la
Pastoral de la Salud, autor del libro, con un encuentro mundial en el Vaticano.
En esa ocasión, aclaró, representantes de 45 países particularmente afectados por el
problema se reunieron para afrontar el problema que para las Naciones Unidas representa
«una amenaza que puede poner en peligro el porvenir de poblaciones enteras».
De hecho, como recordó Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano durante la rueda de
prensa de presentación del documento, según datos de la ONU en estos momentos doscientos
millones de personas en el mundo recurren regularmente a la droga.
«El Papa nos habla de tres acciones particulares para realizar una pastoral capaz de
afrontar el problema de la droga --aclaró monseñor Lozano--: prevención, tratamiento, y
represión».
«En el manual --dijo-- se contemplan las dos primeras: la prevención y el tratamiento.
No se afronta la represión, a la que el Santo Padre hace referencia afirmando que todos
tenemos que luchar contra la producción, elaboración y distribución de la droga en el
mundo».
«Es un deber particular de los gobiernos afrontar con valentía esta lucha contra los
traficantes de la muerte», aclaró Lozano citando intervenciones pasadas del pontífice.
Un capítulo del texto, que lleva por título «No a la liberalización de la droga» se
confirma con claridad la oposición de la Santa Sede a su legalización.
En varios encuentros con comunidades de recuperación de toxicómanos, Juan Pablo II ha
afirmado que «la droga no se vence con la droga; la droga es un mal y ante el mal no se
admiten concesiones».
El psicoanalista y catedrático de psicología francés, Tony Anatrella, uno de los
redactores principales del documento explicó que, en realidad, la juventud recurre a
estas sustancias sobre todo para llenar un vacío cultural y espiritual.
Esta cuestión es decisiva en el volumen, cuyo primer capítulo se dedica al tema
«Hacerse libres» para demostrar cómo el primer desafío que plantea la droga es la
carencia de valores propia de la cultura dominante.
Sorprende la portada del libro, obra del artista Irio Fantini, en la que aparece Cristo
salvando a los drogadictos del barrizal de la toxicomanía. Jesús lleva un manto rojo,
símbolo de la sangre que redime. Su rostro ilumina el nuevo camino de su existencia.
ZS01120409
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Juan Pablo II pide una mejor distribución de la
riqueza en Honduras
Recuerda la opción preferencial por los pobres, «no exclusiva ni excluyente»
CIUDAD DEL VATICANO, 4 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La
pobreza y la injusticia social en Honduras es la gran preocupación que confesó Juan
Pablo II al recibir este martes a los obispos del país centroamericano.
El pontífice constató que la situación económica de Honduras constata con la cantidad
de recursos materiales y la fertilidad de las preciosas tierras del país, algo que «hace
pensar en la necesidad de mejorar el orden social, promoviendo una mayor justicia».
En especial, dijo, hay que crear «estructuras que favorezcan una más equitativa
distribución de los bienes» para «evitar que unos pocos ciudadanos detenten tantos
recursos en detrimento de la gran mayoría».
El saludo de los prelados de este país de casi seis millones y medio de habitantes, en un
97% católicos, fue dirigido al pontífice por el primer cardenal hondureño de la
historia, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la
Conferencia Episcopal.
La gran preocupación del pontífice, es que en la situación de injusticia propia de la
sociedad hondureña, «la penuria económica se añade el aislamiento de los más pobres
que, encerrados en su propio mundo, pierden la esperanza de una sociedad mejor».
«Por eso el país sufre cuando los campesinos se sienten marginados, las etnias
indígenas olvidadas y abandonados a su suerte los ciudadanos más necesitados de
protección, como son los niños y los jóvenes», afirmó.
Por este motivo, el Santo Padre consideró que en Honduras, país que visitó en 1983,
«es urgente promover la justicia verdadera, ya que no atender a dicha exigencia podría
favorecer el surgir de una tentación de respuesta violenta por parte de las víctimas de
la injusticia».
«La Iglesia ha de estar atenta al clamor de los más necesitados. Escuchando su voz, la
Iglesia debe vivir con los pobres y participar de sus dolores», dijo a los obispos.
«No se ha de olvidar --aclaró-- que la preocupación por lo social forma parte de la
misión evangelizadora de la Iglesia y que la promoción humana forma parte de la
evangelización, pues ésta tiende a la liberación integral de la persona».
Por este motivo, el Papa invitó a los obispos hondureños a «insistir en una opción
preferencial por los pobres, no exclusiva ni excluyente, programando también actividades
pastorales en las aldeas y zonas rurales».
«La gente pobre y marginada tiene derecho a sentir la cercanía especial de sus
pastores», concluyó.
Honduras se encuentra preparando en estos momentos la conmemoración de los quinientos
años de la primera misa celebrada en tierra firme del continente americano, que tuvo
lugar el 14 de agosto de 1502.
ZS01120411
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Mundo
Patriarca de Jerusalén: Adviento, tiempo para
hacer la paz con los enemigos
Ver en todo hombre una «criatura de Dios» llamada a la «salvación»
JERUSALÉN, 6 diciembre 2001 (ZENIT.org-Fides).- Adviento, el período cristiano de preparación
a la Navidad, tiene que ser un momento para aprender a hacer las paces con el enemigo,
afirma Su Beatitud Michel Sabbah, patriarca Latino de Jerusalén.
En un Mensaje con motivo del Adviento, el patriarca asegura que Adviento, período de
ayuno y penitencia, nos invita «a purificar nuestras relaciones con todos nuestros
hermanos, tanto con los que pertenecen a una religión diversa de la nuestra, como,
incluso, con los que estamos en conflicto político y militar».
El objetivo, según el líder católico de Tierra Santa, debe ser el recordar una «verdad
fundamental: cada ser humano, cercano o lejano, amigo o enemigo, es ante todo una criatura
de Dios, objeto de su amor y, como nosotros, está llamado a la santidad y a la
salvación».
En medio del torbellino de violencia que sacude Israel y los Territorios palestinos, el
Sabbah afirma que «la existencia de las fuerzas del mal» no debe «llenar los corazones
de amargura y odio, de desconsuelo o dolor, sino renovar la fe en Dios, Señor de la
historia».
El mensaje recuerda por último a los cristianos de los santos lugares tres decisivas
iniciativas convocadas por Juan Pablo II: el encuentro de obispos y patriarcas de Tierra
Santa en el Vaticano (13 de diciembre); la jornada de ayuno universal por la paz en el
mundo, en coincidencia con el fin del Ramadán (el 14 de diciembre); el encuentro de
oración con los líderes de otras religiones en Asís (24 de enero).
ZS01120609
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El Ayuntamiento de Belén no festejará la
Navidad
Se mantienen sólo las celebraciones religiosas
JERUSALÉN, 3 diciembre 2001 (ZENIT.org).- El
Ayuntamiento de Belén ha decidido anular los festejos de Navidad a causa de la violencia
que sacude los Territorios Palestinos.
La decisión fue anunciada el 25 de noviembre por el alcalde de Belén, Hanna Naser, antes
de que tuvieran lugar los atentados de este sangriento fin de semana.
El alcalde reconoció que la medida tiene un marcado sentido político. En declaraciones a
la prensa, explicó que la suspensión de los festejos «es responsabilidad de Israel»
debido a sus operaciones contra la población palestina.
Por segundo año consecutivo, el Ayuntamiento de la ciudad en que nació Jesús toma esta
decisión. Sólo se mantendrán en pie las ceremonias religiosas tradicionales --la Misa
del Gallo será retransmitida por televisión a todo el mundo--, pues, como aclaró Naser,
«no hay nada que festejar».
Como todos los años, el patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabah
--palestino oriundo de Nazaret-- peregrinará como es tradicional desde su sede en la
ciudadela de Jerusalén para oficiar la misa de medianoche en la iglesia franciscana de
Santa Catalina, junto a la Plaza del Pesebre.
Belén, situada a seis kilómetros al sur de Jerusalén, se ha convertido en centro de
hostilidades desde que tuviera lugar la «Intifada de la mezquita de Al Aqsa»
(sublevación palestina), a finales de septiembre de 2000, contra la ocupación israelí
en Cisjordania y Gaza.
ZS01120301
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Peregrinación de minusválidos por la paz en
Tierra Santa
Trescientos peregrinos harán un llamamiento a palestinos e israelíes
ROMA, 6 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Cincuenta
peregrinos minusválidos formarán parte de una peregrinación a Tierra Santa cuyo
principal objetivo será rezar y testimoniar la paz.
«No somos ni queremos convertirnos en mártires, no vamos a hacer de diana. Queremos ser
testigos de un llamamiento a la paz», explica Antonio Diella, presidente de Unitalsi, la
organización italiana que organiza los trenes de enfermos a Lourdes.
Hasta septiembre de 2000, cuando comenzó la segunda Intifada, junto a la Obra Romana de
Peregrinaciones, Unitalsi era el primer «tour operator» en Israel y Palestina.
La peregrinación llevará del 14 al 20 de diciembre a trescientos peregrinos a Tierra
Santa. Los cincuenta minusválidos del grupo contarán con la ayuda de asistentes
especializados y con la del resto del grupo de peregrinación.
La iniciativa ofrecerá también ayuda material a familias pobres de Israel y los
Territorios autónomos palestinos.
Según el administrador delegado de la Obra Romana de Peregrinaciones, «todo se hará con
la máxima seguridad y tranquilidad».
Guiarán la peregrinación el cardenal Ersilio Tonini, arzobispo emérito de Ravenna.
Participará también Elio Toaff, hasta el mes pasado rabino jefe de Roma.
El programa prevé encuentros con minusválidos en Belén y Jerusalén y dos conciertos
con artistas italianos, palestinos e israelíes.
ZS01120601
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La confianza en la UE depende de la fidelidad a
sus valores originarios
Los obispos y la cumbre de Laeken, donde se perfilará el futuro europeo
BRUSELAS, 6 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Obispos del
viejo continente han pedido a los líderes políticos de la Unión Europea (UE) recuperar
los valores que dieron origen a esta institución para «Construir la confianza de los
ciudadanos en el futuro de Europa».
Este es precisamente el título de la declaración publicada este miércoles por la
Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) en vísperas de la
cumbre de la UE que tendrá lugar en Laeken (Bélgica) del 14 al 15 diciembre.
En la reunión los líderes políticos europeos establecerán la agenda y calendario de
una Convención destinada a poner las bases de la reforma fundamental de la Unión
Europea.
«La Declaración de Laeken será el punto de partida de un proceso que deberá aportar
respuestas, de aquí a 2004, a un cierto número de cuestiones fundamentales», recuerdan
los prelados.
Las preguntas a las que los líderes europeos deberían responder, según los obispos,
son: «¿Qué debe hacer la Unión Europea?; ¿Cómo debería organizarse para cumplir
más efectivamente y responsablemente su papel?; ¿Cuáles son los principios y los
valores sobre los que se debería fundar la Unión?».
Los obispos constatan que los principios y valores que dieron origen al proceso de la
integración europea --«el carácter central de la persona humana, la solidaridad, la
subsidiariedad y la transparencia»-- son apoyados por la doctrina social de la Iglesia.
Estos principios, dicen los obispos europeos, deben ser aplicados para que los ciudadanos
puedan recuperar la esperanza «en los valores y objetivos de la integración europea, en
los procedimientos de las instituciones europeas y en las personas responsables de
realizarlos».
De este modo, añaden los prelados, la integración europea será algo más que «una
simple opción económica y política» para convertirse en «sinónimo de paz duradera
tanto desde el punto de vista interno, que resulta de nuevas fórmulas de cooperación
social y política, como del exterior, a través de la contribución de la UE al
desarrollo global y a la resolución de los conflictos».
«Los recientes acontecimientos dramáticos demuestran la importancia de una Europa unida,
capaz de expresarse con una sola voz en la escena mundial y de contribuir al bien común
global, aportando su propia experiencia en la resolución de los problemas por medio del
diálogo, la cooperación, la solidaridad y la promoción de los derechos humanos, antes
que mediante el uso de la fuerza», constata la declaración.
Los obispos recuerdan al mismo tiempo que la Declaración de Laeken no puede olvidarse de
los Estados «que actualmente negocian para convertirse en miembros de la UE,
invitándoles a participar en los trabajos de la Convención».
Por último la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) pide
a «las Conferencias Episcopales y a las diversas instituciones católicas locales» que
promuevan «la reflexión y el debate sobre el futuro de la UE, y a los miembros de las
comunidades católicas a buscar los caminos oportunos para hacerse participantes de los
trabajos de la Convención».
ZS01120603
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Perú: Desenmascaradas las calumnias contra el
cardenal Cipriani
El presidente Toledo pide al purpurado dar por terminado el caso
LIMA, 3 diciembre 2001 (ZENIT.org).- El presidente del
Perú, Alejandro Toledo, se reunió este sábado con el cardenal de Lima, Juan Luis
Cipriani, y el nuncio apostólico, monseñor Rino Passigato, para evitar que las calumnias
avaladas contras sus personas por hombres cercanos al Gobierno afecten a las relaciones
Iglesia Estado.
El domingo anterior, el cardenal Cipriani había denunciado que un personaje del Gobierno
había viajado a Roma para intentar «desprestigiarlo» ante la Santa Sede presentando
documentos falsos.
Posteriormente, el Ejecutivo admitió que el ministro de Justicia, Fernando Olivera,
había acudido a la Santa Sede para hacer unas consultas sobre unas cartas que contenían
graves acusaciones sobre la conducta del cardenal de Lima y confirmó que eran falsas.
El Gobierno de Perú se ha negado, sin embargo, a informar quién le entregó los
documentos falsos y remarcó que siempre trató el asunto «en reserva».
La persona que hizo circular las informaciones falsas quería acusar de manera totalmente
desleal al cardenal primado y al nuncio apostólico de mantener lazos con Vladimiro
Montesinos, ex asesor presidencial del Gobierno de Alberto Fujimori, recluído en la Base
Naval del Callao desde finales de junio.
Los documentos en los que se basaban las acusaciones para comprometer al cardenal eran
sumamente toscos: no tenían ningún tipo de sello oficial y presentaban incluso errores
obvios de redacción.
Se trata de sistemas de descalificación de personas utilizados por el antiguo régimen de
Fujimori y que ahora han sido adoptados por alguna persona cercana al gobierno de Toledo.
En la homilía de la misa de este domingo, el arzobispo de Lima perdonó a quienes le han
calumniado e hizo un llamado a serenar los ánimos, y no utilizar los hechos sucedidos con
otros fines que no sean «la reparación, el deseo de unidad entre todos los peruanos, y
la unidad alrededor de una fe común».
En días pasados, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal de Perú, presidido
por el obispo Luis Bambarén, mostró su solidaridad al cardenal Cipriani, «cuyo honor y
buen nombre han sido gravemente mellados en forma denigrante».
ZS01120306
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Colombia: Arzobispo pide a la guerrilla liberar
al padre de niño moribundo
La guerrilla le capturó hace casi dos años
BOGOTÁ, 4 diciembre 2001 (ZENIT.org).- El arzobispo
de Medellín, monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, se unió este fin de semana a la
petición nacional dirigida a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para
liberar al policía José Norberto Pérez, padre del niño Andrés Felipe enfermo de
cáncer en estado terminal.
En declaraciones a la Cadena Radial Colombiana (Caracol), el presidente de la Conferencia
Episcopal de Colombia pidió a la guerrilla que libere cuanto antes a Pérez y afirmó que
«siento un tremendo dolor, como el que sienten todos los colombianos y el mundo entero».
El policía fue secuestrado en marzo del 2000 durante un ataque en el departamento de
Risaralda.
El arzobispo explicó que este caso «pasa por encima de todo lo político y todo lo
ideológico y es una situación humanamente muy difícil para este niño. Me uno al clamor
de todos los colombianos para que las FARC escuchen este llamado humanitario que les
estamos haciendo».
Asimismo, el prelado se solidarizó con la familia del menor y le pidió mantener la
esperanza.
ZS01120406
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La aventura espiritual de Chiara Lubich en un
nuevo libro
Una de las protagonistas del cristianismo contemporáneo a corazón abierto
ROMA, 4 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Con los ojos de
la fe, hecha amor, es posible esperar a pesar de tragedias como las que vive la humanidad
en estos momentos. Esta es una de las conclusiones a las que llega el último libro
escrito por Chiara Lubich, la fundadora del Movimiento de los Focolares.
El volumen, «Chiara Lubich Doctrina espiritual» («Chiara Lubich La dottrina
spirituale»), publicado en Italia por Mondadori, fue presentado este lunes a la prensa
internacional en Roma. El espíritu con que está escrito quedó bien reflejado por la
intervención de su misma autora en el encuentro.
Ante la actual crisis internacional y la guerra, Lubich explica: «Hay dos modos de
verla».
«Uno humano --explica--: miles de muertos, una justicia necesaria pero estando atentos a
que no provoque otra violencia...».
«Luego está el otro modo --añade--. Un chico de Nueva York me ha escrito para decirme:
"desde aquel día aquí los muros de la indiferencia están cayendo, en esta ciudad
ha renacido la solidaridad". San Pablo nos dice que todo contribuye al bien para
quien ama a Dios. Todo, todo... Jefes de Estado que antes no eran capaces ni siquiera de
mirarse ahora colaboran. Quién sabe si mañana no miren al mundo como una fraternidad».
«Si no se hubiera producido la segunda guerra mundial, cuando todo se derrumbaba, no
habríamos comprendido que todo es vanidad. Y ha nacido esta revolución cristiana. La
guerra fue un signo de la Providencia», constata.
Precisamente en los escombros de los bombardeos, en el Trento de 1943, Chiara con sus
primeras compañeras redescubrió el Evangelio. Comenzaron a vivirlo cotidianamente,
comenzando por los barrios más pobres de la ciudad. Aquel grupo pronto se convirtió en
un Movimiento que alienta la espiritualidad de más de cuatro millones y medio de
personas, de las cuales 2 millones son adherentes y simpatizantes, en 182 Países.
Fue aprobado por la Santa Sede desde 1962 y, con los sucesivos desarrollos, en 1990. Ha
recibido reconocimientos oficiales de las Iglesias Ortodoxa, Anglicana y Luterana; de las
distintas religiones y de organismos culturales e internacionales.
El nuevo libro de esta mujer, una de las más influyentes en la historia de la Iglesia
contemporánea, recoge los escritos de todo su camino espiritual, ofreciendo una
presentación
orgánica de su doctrina.
En la presentación, Chiara recuerda los inicios: «Dios llama a personas débiles para
que triunfe su potencia. Pero las prepara. Yo era pequeñita cuando las monjas me llevaban
a la adoración eucarística. A aquella hostia pedía: dame tu luz. A los 18 años, tenía
un hambre tremenda de conocer a Dios. Quería ir a la Universidad católica. No pude.
Luego providencialmente sentí una voz: seré tu maestro».
¿Por qué no se hizo religiosa? es la pregunta del periodista que la acompañó en la
presentación, Sergio Zavoli. «No tenía la vocación», responde con sencillez.
En el libro hay dos grandes temas: la unidad y el ecumenismo. En este sentido, la autora
recuerda una anécdota. «El patriarca Atenágoras me confió su gran deseo de celebrar
todos en torno al mismo cáliz».
¿Y las divisiones teológicas?, le objetó Lubich. «Me dijo: cojamos a todos estos
teólogos y metámoslos en una isla. Sin comer hasta que no hayan resuelto todo».
«¿No corre el riesgo del sincretismo?», se le preguntó a la fundadora de los Focolares
en la presentación del volumen: «No nunca. Los otros nos estiman por la fidelidad a
nuestra Iglesia».
ZS01120404
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Histórico: Un cardenal rezará en el palacio
real de Inglaterra
Invitación sin precedentes de la Reina Isabel
LONDRES, 5 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La Reina de
Inglaterra, máxima autoridad de la Iglesia anglicana, ha hecho un gesto sin precedentes
de buena voluntad hacia la Iglesia católica en Inglaterra y Gales invitando a su máximo
líder a rezar por la familia real en su palacio de Sandringham.
«La invitación al cardenal Cormac Murphy-O'Connor marca el final formal de 500 años de
antagonismo y sospechas entre el monarca, como supremo gobernante de la Iglesia de
Inglaterra, y la Iglesia católica», constataba este miércoles The Telegraph.
El cardenal Murphy-O'Connor será el primer arzobispo católico de Westminster huésped de
la Reina en su estancia de Norfolk y rezará en el servicio dominical.
Se espera que el príncipe Felipe, la reina Isabel, la Reina Madre y otros miembros de la
familia real estén presentes en Sandringham en el mismo fin de semana del 12 al 13 de
enero
«El cardenal se siente muy honrado de la invitación de la Reina --dijo su portavoz este
martes--. Es un ulterior signo de la propia determinación de la Reina para promover las
relaciones ecuménicas dentro de la nación».
La invitación de la Reina al cardenal es la culminación de años de cuidadosa y gradual
construcción de amistad entre enemigos históricos.
La rama de olivo ofrecida por la Reina en 1982 fue la invitación al Papa Juan Pablo II a
Buckingham Palace. En noviembre de 1995, Isabel se convirtió en la primera monarca, desde
los tiempo de los Estuardo, que tomó parte en una ceremonia católica, cuando asistió al
rezo de vísperas en la catedral de Westminster.
La Reina era también admiradora del fallecido cardenal Basil Hume al que llamaba «mi
cardenal». En 1999, cuando estaba enfermo de cáncer, le concedió la Orden del Mérito.
El honor fue interpretado como un signo de su éxito en situar a la Iglesia católica en
el corazón de la vida pública británica.
Un portavoz de Palacio ha reconocido el significado histórico de la invitación. «Entra
dentro del espíritu de cooperación, unidad y amistad que Su Majestad ha siempre
practicado. Es un signo de la época ecuménica en la que vivimos».
ZS01120507
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Sor Lucía explica en un libro las revelaciones
de Fátima
Mensaje clave: «No ofendan más a Dios, que ya está muy ofendido»
MADRID, 5 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La hermana
Lucía, la única de los videntes de Fátima en vida, acaba de publicar un libro en el que
responde a los interrogantes e inquietudes que despierta en algunos el secreto de la
Virgen.
«Llamadas del mensaje de Fátima», este es el título del libro de 354 páginas, que
acaba de ser publicado en portugués y en español (Planeta+Testimonio), se presenta como
el libro definitivo para comprender el alcance de los mensajes marianos.
«Este volumen --explica el obispo de Leiria-Fátima, monseñor Serafim de Sousa Ferreira
e Silva, en declaraciones a Zenit--, surge de la iniciativa de la propia sor Lucía que
ante el aluvión de cartas remitidas por miles de fieles que buscaban respuestas a sus
interrogantes acerca de los misterios de Fátima se vio en la necesidad de pedir permiso
al Santo Padre para responder, de forma general pero cercana, a las preguntas de los
devotos de Fátima».
Sin embargo, la intención principal no es la de satisfacer únicamente la curiosidad de
un gran número de fieles sino «ayudar a profundizar a la luz de la fe la importancia
espiritual de las palabras de la Virgen María», como explica el padre Jesús Castellano
Cervera, consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la presentación de
este libro.
Estas «Llamadas...» se estructuran en torno a la idea que transmitió la Virgen a los
pastorcillos el 13 de octubre de 1917: «No ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya
está muy ofendido».
En la primera parte, explica en qué circunstancias se producen las apariciones: el
ambiente familiar de los pastorcillos, su vida sencilla y cristiana son recordados por sor
Lucía con gran cariño, especialmente, por el ideal de la familia cristiana y el papel
providencial de los ángeles que se les aparecieron.
En segundo lugar, habla de la búsqueda de la santidad, llamada dirigida a todo cristiano.
La tercera parte de las «Llamadas..." se dedica al mensaje moral de Fátima. Lucía
ilumina los Diez Mandamientos con su experiencia personal y las revelaciones que la Virgen
le hizo.
La cuarta está dedicada a la oración y de forma especial al Santo Rosario.
Lucía de Jesús nació el 22 de marzo de 1907 en Aljustrel, pueblecito perteneciente a la
parroquia de Fátima (Portugal). Tras las apariciones de la Virgen, entre 1915 y 1917,
ingresó en un asilo de religiosas. El 24 de marzo de 1948 ingresó en el Carmelo de Santa
Teresa de Coimbra, donde todavía hoy reside.
ZS01120503
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Obispo de San Cristóbal: Siguen los problemas de
fondo en Chiapas
Promueve la reconciliación con los cristianos protestantes
CIUDAD DE MÉXICO, 9 diciembre 2001 (ZENIT.org).- El
obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, monseñor Felipe Arizmendi
Esquivel, ha hecho pública su preocupación pues los problemas de fondo del Estado de
Chiapas siguen en pie.
«Los problemas de fondo subsisten, es decir, la marginación y la pobreza --afirma el
obispo en declaraciones publicadas este domingo por «El diario de Yucatán»--. Eso
realmente nos preocupa porque según datos del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (Inegi), esas regiones han pasado de una
"marginación" a una "alta marginación", que es la raíz de los
conflictos intercomunitarios».
El obispo reconoció que muchas empresas que querían invertir en Chiapas se han retirado
y hasta la fecha no se acaba de encontrar el clima de tranquilidad suficiente, para que
los interesados en invertir en el Estado lo hagan sin miedo a perder su capital.
Asimismo el prelado reveló que Chiapas tiene el porcentaje de fieles católicos más bajo
de la República Mexicana, con un 64% de la población.
Entre 1980 y 1990, informó, el número de los católicos en el Estado descendió en un 11
por ciento. En su mayoría, los fieles abandonaron la Iglesia para pasar a formar parte de
confesiones cristianas de origen protestante. En la última década del siglo la
disminución fue de un 3%.
El gran crecimiento de comunidades protestantes y la tensión armada que estalló el 1 de
enero de 1994 ha provocado en años pasados enfrentamientos entre comunidades, en muchas
ocasiones indígenas.
Por este motivo, monseñor Arizmendi explicó que está promoviendo encuentros con los
diferentes grupos religiosos de Chiapas como una muestra de que la religión es un factor
que ayuda a la paz y no a la destrucción.
Diversos grupos han retornado a sus lugares de origen, como es el caso de los indígenas
que volvieron a la comunidad de Justo Sierra, en el municipio de Las Margaritas, recordó
el obispo, gracias en parte a la labor de la Iglesia católica.
«El próximo 14 tendré un encuentro ecuménico en la comunidad de Yaxshemel para llevar
al cabo el acuerdo de reconciliación entre los retornados y los que ya vivían en el
lugar, y evitar con ello que se den situaciones que lleven a la expulsión de un grupo o
del otro», anticipó.
También anunció que para los días 19, 20 y 21 los grupos religiosos protestantes
ofrecerán un concierto por la paz, para demostrar que la religión es un instrumento de
unión y no de destrucción.
ZS01120909
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Entrevista
«Bombardear Somalia no serviría de nada»
Habla el administrador apostólico del país en la mira de Estados Unidos
ROMA, 3 diciembre 2001 (ZENIT.org-Fides).- Bombardear Somalia no serviría de nada, al
contrario, se corre el riesgo de engrosar las filas del terrorismo; afirma monseñor
Giorgio Bertin, obispo de Yibuti y administrador apostólico de Somalia.
En estos momentos en los que, según algunas fuentes de Washington, la administración
Bush estaría pensando en extender el frente de la lucha contra el terrorismo de
Afganistán a Somalia con operaciones militares, el prelado somalí pide en esta
entrevista a los líderes occidentales que abandonen esa idea y utilicen otros medios para
combatir el terrorismo.
--Se presenta a Somalia como próximo objetivo de la guerra contra el terrorismo.
¿Qué piensa de una posible intervención militar? ¿Cómo es la fuerza y la presencia en
el país de grupos extremistas?
--Monseñor Bertin: A partir de 1985, ante la degeneración total de las instituciones
gubernamentales, se formaron algunos grupos islámicos que, frente al fracaso del Estado
laico, proponen crear uno islámico.
Algunos de estos grupos están armados, y han realizado acciones sobre todo en Etiopía,
en zonas habitadas por somalíes.
Se ha creado, pues, cierta confusión entre sublevación somalí e islamismo. Pero la
población somalí no merece ser bombardeada.
En primer lugar, porque los grupos islámicos no representan una amenaza para el mundo
occidental. Hace años que Etiopía los combate. Es difícil que puedan emprender acciones
a de amplio alcance.
En segundo lugar, porque los extremistas están aislados del resto de la sociedad somalí:
la mayoría de los ciudadanos no los reconoce. Una intervención militar impulsaría a la
gente de Somalia a solidarizarse con los islámicos, ampliando el problema. Los líderes
occidentales deben, pues, pensárselo bien y usar otros métodos para combatir el
terrorismo.
--¿Cuál es la situación de la comunidad cristiana en Somalia?
--Monseñor Bertin: No se puede hablar de comunidad cristiana. Hay sólo algunas personas
cristianas, incluidas algunas religiosas. Se trata en gran parte de extranjeros que
trabajan para organizaciones humanitarias. Hay también un grupo de jóvenes cristianos en
Mogadiscio. Estos jóvenes, en la situación de caos del país, viven aislados y en
auténticas «catacumbas». Yo mismo no puedo verme con ellos en grupo, pues debo respetar
algunas normas de seguridad: me encuentro con ellos de dos en dos.
Es importante que vuelva a implantarse una autoridad de Estado para garantizar a los pocos
cristianos la seguridad personal y, a la Iglesia, la posibilidad de llevar a cabo su
acción pastoral y caritativa. Caritas Somalia tampoco existe como estructura en el
territorio, pero apoya las iniciativas de otras organizaciones humanitarias.
--Somalia, desde 1991, no tiene un Estado central. ¿Cómo es hoy la situación
política del país?
--Monseñor Bertin: Somalia está dividida actualmente en al menos tres partes.
En el Norte está la República del «Somaliland», que se declaró independiente hace
diez años, pero que no está reconocida por la comunidad internacional. En la región hay
una cierta estabilidad, sobre todo en la parte centro-occidental.
En la parte nordoriental se ha creado hace tres o cuatro años una zona de relativa
seguridad que ha llevado a la fundación del «Puntland». Se trata de una administración
local provisional que no pretende la independencia. En los dos últimos meses, sin
embargo, la situación ha precipitado porque se han creado dos gobiernos en lucha entre
sí.
La parte del centro-sur, la más habitada y potencialmente la más rica, es la zona del
país que no ha conseguido nunca tener una administración estable. El gobierno de
transición, formado hace un año con la Conferencia de Yibuti, asentado en la capital
Mogadiscio, no controla el resto del territorio. El gobierno continúa, sin embargo, sigue
siendo reconocido por la comunidad internacional.
Recientemente, Hassan Abshir Farah formó un nuevo ejecutivo que ha establecido relaciones
con Etiopía. Mogadiscio y Addis Abeba han decidido convocar en los próximos meses una
Conferencia en Nairobi de todas las partes somalíes. Se trata de un paso importante,
porque Etiopía ha tratado siempre de debilitar al gobierno de Mogadiscio y este último
no había sido apoyado hasta ahora por las varias componentes locales.
--¿De dónde deriva la inestabilidad somalí?
--Monseñor Bertin: Los somalíes no tienen una cultura del Estado. Son poblaciones
ligadas sobre todo al clan y a la vida nómada. No hay que olvidar además que, después
de la independencia en 1960, los líderes de la nación robaron como rapaces los recursos
del país. En los últimos tiempos los diferentes jefes de clanes sólo han buscado sus
propios intereses. Todo esto disgrega el sentido de comunidad: la lógica del clan
prevalece por encima del bien común.
ZS01120309
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Informe Especial
Navegar en la biblioteca católica... ¡sin estar
conectado a Internet!
La Congregación para el Clero lanza un nuevo programa informático
CIUDAD DEL VATICANO, 7 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La
Congregación vaticana para el Clero lanza este 8 de diciembre un nuevo servicio
informático de vanguardia destinado a la formación permanente del clero.
«Missio clerus.org off line» es un programa que permite trabajar dentro de la
biblioteca electrónica de http://www.clerus.org sin
estar conectado a Internet.
Descargando Missio clerus.org off line e instalándolo en su
computadora, el usuario puede realizar las búsquedas, como lo hace en la página web, y
leer la ficha de cada documento, libro o artículo para ver si es realmente lo que desea.
Una vez encontrado el libro de su interés, puede conectarse por un breve tiempo a
Internet para descargar los títulos elegidos.
Esto permite abreviar la conexión a Internet --que en algunas situaciones puede ser lenta
o costosa-- sin disminuir las prestaciones del servicio clerus.org.
El programa también permite la actualización de los índices y de sus novedades, de
manera que usted pueda tener siempre al día una riquísima biblioteca personal.
Los miles de libros y documentos disponibles en cinco idiomas son totalmente gratuitos.
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