En un pequeño gabinete allá en la tierra del norte, Tú me prometiste este niño.

Padre, que Tus bendiciones descansen sobre él. José, mi niño, yo te entrego a Dios. Y que tu vida sea una bendición. Que tú seas un profeta, José. Que la gracia de Dios descanse contigo.

Y que el Dios de tu padre, el Señor Jesucristo, siempre te bendiga y haga tu vida una bendición para otros. En el Nombre de Jesucristo yo lo bendigo. Amén.

Espíritus Seductores pg.7

24.Julio.55

Yo quiero criar a mi muchachito que está allá atrás, Joseph. Yo quiero verlo en el púlpito, cuando yo pueda tomar esta Biblia. . cuando yo llegue a un punto en que yo vea a Joseph en el púlpito predicando como un-como un joven lleno con el Espíritu Santo, ungido con el Espíritu de Dios sobre él. Y yo creo que él va a ser un profeta. El día en que yo-en que yo-en que yo lo vi seis años antes de que naciera, Uds. recuerdan que yo les dije que él iba a venir. Recuerdan lo que lo llamé, allí al lado del altar, no sabiendo lo que yo estaba diciendo, dedicando bebés, yo dije: "Joseph, tú eres un profeta".

Y el otro día parado afuera en el patio, él vino hacia mí, y él dijo: "Papá, ¿tiene Jesús una mano como la tuya?"

Y yo dije: "Pues, sí, hijo. ¿Por qué?"

El dijo: "Yo estaba sentado en mi bicicleta, esperando a que Sarah", (ésa es su hermanita), "viniera a casa de la escuela". Estaba sentado allá afuera. Yo no lo dejo andar en el camino, él estaba sentado atrás así. Y dijo: "Yo miré hacia arriba, y", dijo, "cuando lo hice, había una mano como la tuya, con una manga blanca suspendida sobre mí". Y dijo: "Se fue hacia arriba". Dijo:

"¿Era ésa la mano de Jesús subiendo?" Yo miré a la madre, la madre me miró a mí. Fuimos adonde la Sra. Woods. Dondequiera que ella esté, sentada aquí. Lo interrogamos, de arriba abajo, y de toda forma que pudimos. Fue una visión. El la vio. Cuando yo pueda ver el tiempo del pequeño Joseph parándose. Yo espero que yo viva para verlo casado, si Jesús tarda.

Adopción pg.154

22.Mayo.60

Y lo que he esperado largamente que acontezca, es ver a las asambleas, iglesias de Dios, Peregrinos y diferentes clases de... yo estaría listo de decir esta mañana así como Simón: "Señor, deja a Tu siervo partir en paz". Cuando pueda verles en un corazón y en un acuerdo, reunidos. Satanás los tiene peleando el uno al otro, él no tiene que pelear para nada, Uds. sólo se golpean así mismos. Cuando yo vea esa gran Iglesia de Dios redimida venir juntos en una gran unidad, yo cerraré el libro entonces y se lo daré a mi hijo José y diré, "Billy, cárgala hijo". Ese es mi otro hijo, mis hijos se moverán y permanecerán así. Cuando eso acontezca será el milenio.

Desde Aquél Tiempo p.19

15.Abril.61

Ahora, yo tengo mis hijos. Está mi pequeño José y Billy, Sara, Rebekah. Bueno, yo quiero ver a cada uno de ellos como un trabajador en el Evangelio, haciendo algo. Yo quiero verlos salvos y llenos del Espíritu Santo.

Tu Casa p.23

8.Agosto.61

Y hoy hicimos un viaje y subimos a la montaña del sur que está por encima de la ciudad y fuera de la atmósfera de ella. Estábamos sentados allí hablando acerca del Señor y cuán bueno ha sido El con nosotros. Y el Espíritu Santo sólo se movió tan suavemente dentro del carro y sólo... y miré hacia abajo del valle a donde el pequeño José y yo, no hace mucho, descendimos cuando estuve aquí, cuando él y yo nos sentamos allí y nos tomamos de las manos uno al otro y oramos (mi muchachito) y le pedí a Dios cuando partí de allí, "Déjame ser capaz de poner mi Biblia en sus manos, y deja que El permanezca con ella -sólo con la Palabra, y que sea una contribución a..." que El respalde mi vida y me ayude.

Insignia pg.4

19.Enero.62

Me duele la espalda y yo...Cada día...Ya tengo cincuenta, y cuatro años de edad. Uds. saben, uno obtiene otro dolor cada día. Mi oración es: Dios, manténme. Manténme para poder predicar la Palabra y pararme en la Verdad hasta que vea a mi hijo José con suficiente edad y lleno del Espíritu Santo, y pueda tomar esta Biblia gastada y colocarla en sus manos y decir: "Hijo, llévala hasta el fin de tu vida. No te comprometas con ninguna otra cosa."

Yo pensaba que quizás Billy predicaría el Evangelio; Dios nunca lo llamó, pero creo que José, aun el muchachito malo que es, yo creo que Dios lo ha llamado. Por eso es que los muchachos no pueden entenderse con él. El es un líder. Y yo sé que Dios lo ha llamado. Deseo entrenarlo en el camino de la Palabra, el camino de la Palabra del Señor, que así él no se aparte de esa Palabra. Yo mismo lo deseo hacer, Dios mediante. Y cuando yo sea viejo y esté sentado y pueda verlo parado en el púlpito y que diga: "Este mismo Evangelio por el cual se mantuvo firme mi Papá, allí está sentado esta noche, ya viejo y acabado, pero yo quiero tomar su lugar y andar en sus zapatos." Y que se pare así.

Entonces miraré hacia arriba y diré: "Señor, despide a Tu siervo en paz." Eso es lo que más deseo ver. Hasta que llegue ese tiempo...

¿Es la Vida Suya Digna del Evangelio? pg.58

30.Junio.63

Y leí en la Biblia que estaba ese hombre contra el cual no había nada. Abraham, Isaac, Jacob, y todos ellos tenían algo en contra, pero nada contra José. ¡Qué hombre, un hombre perfecto, un perfecto tipo de Cristo!

Cuando leí aquello, me puse a llorar ese día, allí en mi cuarto de hotel. Y me metí en el ropero donde tenía la ropa colgada; y cerré la puerta, y dije: "Dios, quiero darte gracias por un hombre como José, un hombre que una vez vivió en esta Tierra, un hombre en carne como yo, un hombre que pudo creer en ti y tomar Tu Palabra". El fue odiado por sus hermanos. El no podía evitar ser espiritual. El vio una visión. El podía interpretar sueños. Todos ellos le odiaban por eso. El no podía evitar eso, simplemente eso es lo que él era.

No era para los demás. Ellos deberían haberle amado, pero en lugar de eso... Cuando él algunas veces les decía cosas en contra de ellos, "Oh", ellos decían, "aquí viene ese soñador". ¿Ven? Y ellos lo odiaban sin causa.

Yo dije: "¿Por qué hicieron eso"? Y aún con todo eso aquel hombre nunca se movió, él se quedó quieto. ¿Ven? Yo dije:

"Gracias Señor. Oh Dios, gracias por tal hombre".

Y en ese momento el Espíritu Santo me reveló y dijo: "Tú tendrás un hijo y lo llamarás José". Me levanté de allí y le di gracias al Señor.

Becky, sentada allá atrás, tenía poco de haber nacido... Y para entonces tenía como de un año de edad. Ella nació por cesárea, eso ocurre en la familia de mi esposa, dar a luz por cesárea; porque ellas no funcionan como debe la mujer, los huesos son sólidos como los del hombre; y ella tuvo que ser cortada y sacada de su madre. Y el doctor me dijo: "Hermano Branham, nunca tenga otro hijo por esta mujer". Dijo: "Su matriz está tan delgada como un globo". El dijo: "Mejor déjeme ligar esos conductos".

Yo le dije: "No, yo no lo haría... Doctor, ni esté pensando en hacer eso".

El dijo: "Pero Uds.. . . Ella no debe tener otro hijo". Dijo:

"Ud. la va a dañar", dijo: "ella morirá". Dijo: "En esta tuvimos un tiempo terrible". Dijo: "Uds. apenas... Ella apenas lo logró esta vez".

Y luego el Señor me dijo que yo iba a "tener un hijo" y su nombre sería "José". Yo nunca tuve temor de eso. Todos Uds.... Muchos de Uds. lo recuerdan.

Yo continué adelante anunciando: "Voy a tener un hijo, y su nombre será José". ¿Cuántos lo recuerdan? ¡Seguro! Por todos lados, por todo el país, en todas partes, diciendo a la gente: "Voy a tener un hijo, y su nombre será José".

Obras es la Fe Expresada pg.33

26.Noviembre.65

Y recuerdo que cuatro años después, mi esposa, sabíamos que íbamos a tener un bebé. Todos decían: "¿Es José que viene ahora"?

Yo dije: "Me imagino que sí, yo no sé, pero voy a tener a José".

Obras es la Fe Expresada pg.34

26.Noviembre.65

Cuando nació, era Sara. Entonces un hombre me llamó, y se burló abiertamente, dijo: "¿Sabe qué? ¡Ud. quiso decir Josefina"! (El hombre murió. El hombre murió.)

Yo dije: "¡Señor, yo dije que Dios me dijo que yo iba a tener un hijo, y que llamaría su nombre José"!

Hubieron tres personas que dejaron cierta iglesia denominacional y vinieron a nuestra iglesia, y me escucharon decir eso. Cuando nació Sara, dijeron: "Pues, ~ es un profeta falso

Yo dije: "Damas, esperen un momento, yo no dije cuándo, ni Dios dijo cuándo. El me dijo que iba a tener un... El le dijo a Abraham que iban a tener un Isaac; pero Ismael nació entre ese tiempo, pero eso no lo canceló". Yo dije: "Dios dijo que yo tendré este niño y llamaríamos su nombre José".

Cuando subió el doctor, dijo: "Reverendo, ahora sí voy a ligar esos conductos". Dijo, "Yo. Le dije: "¡No lo haga"!

El dijo: "Pues, quizás Ud. se case nuevamente y tenga ese niño

Le dije: "¡Lo tendré por ella! ¡Dios lo dijo"! Yo no podía leerlo en la Biblia, pero estaba escrito en mi corazón por revelación, por fe. ¡ Dios lo dijo! No quise dudar ante la promesa de Dios por incredulidad.

Algunos dijeron: "Ud. quiso decir Josefina".

Yo dije: "Quise decir José".

El doctor dijo: "Ella no puede tener otro bebé".

Yo dije: "Ella tendrá otro bebé".

Pasaron cuatro años, finalmente ella iba a ser madre de nuevo.

Entonces una mujer (una falsa profecía enviada por todo el país) escribiendo palabras duras, dijo: "Ahora, Meda va a morir, durante este tiempo, porque yo fui enviada para guiar a Billy". Y decía que: "El no me escucha a mi porque soy una mujer, y Dios ahora lo va traer a cuentas al matar a su esposa

Yo dije: "Dios envió a Jesucristo para guiarme". ¿Ven? Y yo dije: "Yo soy guiado por el Espíritu".

Pobrecita Meda. Teníamos una enfermera que había sido sanada en una reunión, todos Uds. conocen la Señora Morgan (una de las enfermeras de la Clínica Mayo, de los peores casos). Bueno, ella fue registrada como "muerta" hace como veinte años, con cáncer, cáncer sarcoma, en Lousville, allí mismo en el registro del hospital bautista. Ella está de enfermera ahora mismo en Jeffersonville, en el hospital. Ella ha estado allí por todos estos años, porque Dios dijo: "Ella vivirá

Y así que, Meda la ama, y dijo: "Billy, quiero que Margie venga conmigo, no tengo el sentir de ir al hospital".

Le dije: "No hagas... Nosotros amamos a Margie, pero Margie no es nuestro Dios, Margie es nuestra hermana". Y salí para Green's Mill. Ella me tenía todo nervioso, porque desde luego la amo, y me fui a Green's Mill. Y yo...

Y ella dijo: "Billy, ¿piensas que voy a morir"?

Y yo dije: "Yo no sé, pero de todas maneras el bebé nacerá. Tú vas a tener un José".

Ella dijo: "¿Será este"?

Dije: "Yo no sé, querida. Yo no lo puedo decir, pero Dios dijo, 'Tendrás a José', y tendremos a José. No me interesa lo que cualquier otro diga, vamos a tener a José. Y el mismo Dios que me ha dicho todas estas revelaciones, me dijo eso, El nunca falló en otras y no fallará en esa

Me fui allá al molino para orar. Y al entrar allí, vi esa Luz colgando entre dos árboles, y dijo: "Regresa a tu trabajo, y a tu libro". Yo regresé a este.

La Biblia estaba colocada allí en mi automóvil. Y cuando lo hice, el viento la había abierto a donde Natán estaba con David y le dijo: "Ve dile a Mi siervo David que Yo lo saqué de aquella majada, de alimentar aquellas pocas ovejas de su padre; y Yo hice un gran nombre como los hombres grandes". (No el nombre más grande, pero semejante a los hombres grandes; nunca lo hizo un Billy Graham, pero un... Le dio un nombre, Uds. saben.) Dijo: "Bueno, he hecho eso, pero" dijo: "No puedo permitirle construir el Templo, pero su hijo..." Y cuando dijo: "su hijo", oh, hermano, allí estaba.

Yo dije: "¿José"? Correcto.

Inmediatamente entré a la casa. Y cargando el niño, estaba tan enorme... Ella estaba hinchada, el muchacho estaba muy crecido. Ella escasamente podía caminar, allá por el prado. Yo corrí y la abracé, y dije: "¡Querida, José viene! ¡José está en camino"!

Cualquiera sabe, que con cesárea, no se puede permitir que el bebé descienda. Aquella noche el bebé descendió. [Cinta en blanco.] ... rompió, todo lo demás.

A la mañana siguiente, a las siete, fuimos al hospital, y el doctor dijo: "¡Oh, qué cosa"!

Yo la besé, me despedí, y le dije: "Querida, no falta mucho, José estará aquí". Subí por los escalones, y ella se fue sobre la mesa de operación.

En unos cuantos minutos, la enfermera volvió, diciendo:

"¿Reverendo Branham"?

Yo le dije: "Sí señorita".

Ella dijo: "Ud. tiene un hermoso niño de siete libras y tres onzas. [3 kilos 100 gramos].

Yo dije: "José, hijo, bienvenido".

Obras es la Fe Expresada pg.35, 36, 37

26.Noviembre.65

 

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