Y si un hombre está en error, vaya con él y reconcíliense. Y si Ud. no puede reconciliarse con él, tome alguien con Ud. Con razón Dios no puede disciplinar Su iglesia, porque Uds. no lo están haciendo bien. En lugar de ponerse en el teléfono y estar hablando de alguien, de lo que está sucediendo, y pequeños rangos y demás, y cosas como esas. En lugar de hacer eso, ¿porqué no hace Ud. lo que la Biblia dice? Si algún hermano ha sido tomado en una falta, vaya a él y vea si Ud. puede reconciliarse con él. “¡Bueno, él me hizo esto!” A mí no me interesa lo que él hizo, ¡vaya a él de todas maneras! No dice que él tiene que venir a Ud. Ud. vaya a él si él está errado. Ud. puede decir; “Bueno, él estaba errado, él debió de venir conmigo.” Eso no es lo que la Biblia dice. La Biblia dice que Ud. vaya a él. Si él está errado, Ud. vaya a él.

Y si él no lo escucha a Ud., entonces lleve a alguien con Ud. como testigo. Y si él no acepta ese testigo, entonces, lleve a su pastor. Y entonces se le dice a él: “Voy a decírcelo a la iglesias, y en treinta días, contando desde hoy, si Ud. hermano no ha hecho esto bien...Este hermano aquí, está dispuesto a ser reconciliado. Pero Ud. no quiere y si Ud. no hace esto bien dentro de un período de treinta días, entonces lo que va a suceder es que Ud. ya no es uno de los nuestros.”

La Biblia dice: “Si él no escucha a la iglesia sea él considerado como un pagano y republicano.” Ud. ve que mientras es un hermano él está bajo la protección de la iglesia, la Sangre de Cristo lo está protegiendo. Esta es la razón por la que nosotros no dejamos de que la iglesia se conduzca en la manera que lo hace. Ahora, yo no...Esta no es la doctrina de los Bautistas...de la iglesia Bautista, o aquí del Tabernáculo Branham, si Ud. la hiciera. ¿Ve? porque no...

Por ejemplo, dos hombres de aquí, digamos Leo y yo. Bueno, Ud. dice, yo digo: “bueno, él me hizo el mal.” Eso no tiene nada que ver se supone que yo debo ir a él. Bueno, él es un

 

miembro de esta iglesia. El es un cristiano. El pasa a tomar la comunión aquí en el altar conmigo y ambos hemos sido bautizados en el Nombre del señor Jesús. Hemos caminado íntegramente uno delante del otro como hermanos, y de pronto, algo sucedió.

No es la persona, en el noventa por ciento de los casos, es el Diablo que se mete entre las personas. No son las personas, es el Diablo. Y mientras Ud. deje al Diablo hacer esto, Ud. está dañando a su hermano. Esto es correcto.

Bueno, algo está mal entre Leo y yo, y lo vamos a corregir. Y si Ud. ve que hay algo, es su deber de venir a nosotros y decirnos: “Uds. hermanos vengan y reúnanse aquí, vamos enderezar esta cosa. Y entonces vamos allá y nos reunimos aquí, la primera cosa que sucede es que no podemos reconciliarnos, entonces lo siguiente es acudir a la iglesia.

Y mientras Ud. no haga nada al respecto, oh, la Sangre de Jesucristo nos protege. ¿Ve? Pero entonces ese cáncer iniciará otro cáncer. Y toda la cosa estará enferma por toda la iglesia. Entonces Ud. llegará a un punto tal que cuando Ud. entre a la iglesia, estará tan fría, que Ud. tendrá que llamar al conserje para que venga a romper el hielo antes que entre la congregación. Ahora, Ud. sabe que esto es correcto.

¡ Y frío! Alguien se sienta en seguida, Ud. sabe y no dice nada. “Nosotros éramos tan espirituales.” Bien, ¿que sucedió? Ud. iba caminando bien, ¿cuál fue el problema? ¿Ve? Sus pecados lo separaron a Ud. Dios lo hace a Ud. responsable por esto, hermanos. Ahora haga bien estas cosas.

Nada malo me ha pasado a mí, nada malo le ha pasado a Leo; es el Diablo que se metió entre nosotros. Esto es correcto. Haga la cosa bien, vaya con él. Entonces si él no escucha, o yo no escucho, de cualquier manera que sea, entonces dígalo a la iglesia. Si él no viene a reconciliarse con la iglesia en treinta días, entonces se le quitará de la protección de Jesús. Y le negamos el compañerismo. Esto es correcto. Y entonces observe lo que sucede. Deje que Dios haga la disciplina. Ud., quite sus manos del asusto. Ud. hizo lo mejor que pudo. Deje a Dios que lo tome por un momentito, El lo entregará al Diablo. Entonces él vendrá. Y si no, su vida no durará mucho.

¿Recuerdan Uds. en la Biblia en donde hubo un hermano que no estaba bien delante de Dios? ¿Cuántos de Uds. recuerdan el caso? El vivía con su madrastra y no podían hacerlo que se enmendara. Pablo le dijo: “Denlo a Satanás, para su destrucción.” Esto lo encuentra en II de Corintios, en donde él fue disciplinado.

Yo tengo un hermano, un buen amigo, quisiera decir su nombre aquí. El es un hermano predicador, y este hermano predicador, su nombre es hermano Rasmussen. Muchos de Uds. ministros sentados aquí en esta noche, notarán que el nombre de él está en sus publicaciones. Es Interdenominacional procedente de Chicago. Y él tenía un hijo, ministro, que se casó con una muchacha Católica, empezó de esta manera, e iba a ser esto, eso y lo otro. Y con todas estas cosas, se metió en un lío. Su padre fue y le dijo: “Mira hijo, ¿te quieres reconciliar con tu padre?” El joven le había dicho a su padre que su iglesia era un bonche de Santos Rodadores. El padre le preguntó: “¿Mira, vas hacer las cosas bien con la iglesia?”

El le contestó: “Mira papá, tú eres mi padre, yo no quiero meterme en ningún problema contigo.”

Muy bien, fueron ellos y tomaron un diácono y regresaron a la casa de él. Y le dijo: “Wesley, quiero hablar contigo. ¿Vas a hacer las cosas bien con la iglesia? Y él le contestó, dándole una respuesta imprudente. El le dijo: “Recuerda Wesley que yo soy el pastor de esta iglesia. Yo soy tu padre, pero yo voy a hacer lo que Dios me diga que haga. Te voy a dar treinta días para hacer eso bien con esa iglesia, o sino te vamos a excomulgar de la Presencia de Dios. Tú eres mi propio hijo, El es mi Salvador.” Y le dijo: “Yo te quiero. Y tú sabes que te quiero, Wesley, yo podría morir en estos momentos por ti, pero tú tienes que ponerte bien con la Palabra de Dios,” ¿ve? Le dijo: “Yo soy el pastor, yo soy el pastor de esa manada, y si tú eres mi hijo o lo que seas, tienes que alinearte con la Palabra de Dios. Si tú no lo haces, entonces yo no soy digno de ser pastor de El.”

¡Hermano, ése es un pastor! ¡Ese es un hombre! ¿No lo cree Ud. así? Ese es un hombre. El dijo a su hijo eso, y lo hirió. Pero él se preguntó esto. “¿A quién vas a herir, al hombre o a tu Salvador?” Así que él dijo: “Entonces proseguimos adelante.”

Y dijo que su hijo no lo quiso hacer...”Yo le dije a la iglesia lo siguiente, “Mi propio hijo, Wesley, rehusa escucharme en este asunto. El rehusa escuchar al diácono, Uds. son testigos de esto, hermano fulano y zutano... ‘Si , nosotros somos'. Muy bien, a las ocho de la noche en punto el próximo Domingo, cuatro semanas contando desde hoy, si él no hace esto bien con esta iglesia, entregamos a Wesley, mi hijo, a Satanás, para la destrucción de su carne, y esta sangre, la Sangre de Jesucristo y esta iglesia no lo protegerá ya más.”

Y esa noche al fin vino él se paró detrás del púlpito y dijo: “Mi hijo todavía tiene dos minutos más.” El tiempo vino a su fin, y dijo: “Bien, como hijo mío, Wesley Rasmussen, te digo a ti y a esta congregación. Dios Todopoderoso, nosotros hemos hecho todo lo que hemos podido hacer, de acuerdo a tus Palabras e instrucciones que Tu Hijo, nuestro Salvador, nos ha dejado, en estos momentos nosotros...Yo entrego a mi hijo y esta iglesia conmigo, en las manos de Satanás, para la destrucción de su carne, para que su alma sea salva.” Eso fue todo lo que él dijo. Nada sucedió por una semana o dos, tal vez un mes o dos.

Pero una noche Wesley se enfermó. Y ya enfermo, él continuó empeorándose más. Y llamó al doctor. El tenía una fiebre de 40.5 ºC , y no podía encontrar una razón que la explicara. El siguió poniéndose más enfermo. El doctor dijo: “Muchacho, yo no sé que es lo que te pasa a ti.” El no sabía que hacer. Y le dijo: “Voy a consultar con un especialista.” Llamaron a un especialista y el especialista lo fue a ver allí. Ordenó que lo hospitalizaran, lo examinó de nuevo y demás cosas y dijo: “Yo no sé que decirle a Ud., pero la apariencia del muchacho es de moribundo.” La esposa de él, estaba allí, llorando y esas cosas. Y los hijos de él estaban parados alrededor de la cama, y todos llorando. El doctor les dijo: “Se está muriendo, este es su fin.” “Su pulso y su respiración se están menguando cada vez más.”

El muchacho exclamó: “Llama a mi padre.” Oh, si, esa es la manera de hacerlo. Esta es. “Llama a mi padre.” Y su padre salió al hospital apresuradamente para verlo. El muchacho al verlo dijo: “Papá, yo no puedo hacerlo en estos momentos, pero Dios escucha mis palabras, yo haré todo bien. Yo lo haré bien. Si, lo haré.” Si, señor, hermano, en ese momento, su respiración empezó a regresar normal.

Y el siguiente Domingo, él se paró delante de la iglesia y dijo esto: “Yo he pecado ante Dios en la presencia de esta iglesia. Yo rehusé escuchar las palabras del pastor. Yo-yo rehusé escuchar las del diácono.” Y continuó diciendo: “Yo estoy pidiendo a esta iglesia que me perdone por la maldad que hice.” Y añadió: “Y Dios me ha prolongado mi vida.” Déjeme decirle a Ud., él se alineó derechito. ¡Si Ud. tan solo lo hiciera a la manera de Dios! ¿Ve?.

Porque Nosotros No Somos Una Denominación pgs. 54, 55, 56, 57 , 58, 59

27.Septiembre.58

 

Y ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que esto así ha cometido,

En el nombre del Señor Jesucristo, juntados vosotros y mi espíritu, con la facultad de nuestro Señor Jesucristo,

El tal sea entregado a Satanás para muerte de la carne, porque el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

Dios, aquí diciéndole a la Iglesia santa, la cual es el Cuerpo aquí en la tierra, (fíjense que esto es después del Antiguo Testamento, es en el Nuevo), le estaba hablando a un hombre que estaba entre el pueblo, un hombre tan corrupto y sucio, que aun vivía con la esposa de su propio padre. Y les dijo: “Tal cosa en el Cuerpo de Cristo...Tú, Iglesia, entrégalo al diablo para la destrucción”. ¿Ve? Dios permite...Y cuando El tiene algo que quiere ver que se haga en alguien, El lo azota, El envía a un espíritu malo para que atormente a esa persona y lo traiga otra vez. Bien, nos damos cuenta que este hombre después...

Ese es el problema con las iglesias de hoy día. Cuando un hombre entra al Cuerpo de Cristo y viene a ser un miembro y empieza hacer lo malo, en lugar de todos Uds. juntarse y hacer esta misma cosa...Y Uds., Tabernáculo Branham, háganlo también. Pues mientras Uds. lo esté tolerando, él está bajo la Sangre. Y él estará haciendo la misma cosa una y otra vez, lo estará haciendo siempre. Uds. júntense y entréguenlo a Satanás para la destrucción de la carne, para que su espíritu sea salvo en el día del Señor. Y Ud. observe el azote de Dios venir. Observe al diablo echarle mano. Es un espíritu malo tomándolo.

Y aquí este muchacho fue corregido. Y él regresó. Lo vemos en Segunda de Corintios en donde él realmente quedó limpio delante de Dios. Mire a Job, un hombre perfecto, un hombre justo. Y Dios permitió que un espíritu malo viniera sobre él, y lo afligiera, y todo esto, para el perfeccionamiento de su espíritu. ¿Ve? Así que espíritus malos tienen...Dios usa espíritus malos en muchas ocasiones para obrar Su plan y Su voluntad.

Conducta, Orden y Doctrina pgs. 385, 386

19.Diciembre.59

 

Ahora, recuerden esto ahora, que si...Entonces si algo surge en la iglesia, entonces permitan que el pastor...y si Uds.-si Uds. tienen que venir a recoger al pastor, para llevarlo a la persona. Entonces si ellos no escuchan eso, entonces vengan ante la iglesia y díganlo ante la iglesia. Denles cierto tiempo para ser reconciliados, tal vez de un domingo al siguiente. Y si ellos no escuchan a la iglesia, entonces la Biblia dice: “Tenlos por gentiles y publicanos”.

Eso, ¿ven?, mientras ellos estén protegidos por la iglesia, Satanás no puede llegar a ellos. Pero cuando la iglesia los suelta de la protección de la iglesia y de la Sangre de Cristo, entonces Satanás se pondrá a trabajar en ellos. Eso los traerá directamente a reconciliación otra vez. ¿Ven? Ud. - Ud. entiende eso, ¿no es así pastor? Sí, señor.

Así que ésa es la cosa que debemos siempre recordar de hacer, es ser reconciliado, venir a Dios e ir por el camino de Dios. Nosotros tenemos ...

¿Qué nos prueba eso a nosotros? Dos o tres de nuestros hermanos que saben que yo fui víctima de esto otro por dos o tres años. Eso es correcto. Pero cuando llegué a un punto, yo pensé en esos hombres, y finalmente pude amar a esos hombres lo suficiente que ellos no pueden apartarse. Y tomé testigos pero eso no funcionó. Tuve que presentárselo a la iglesia. Y luego desde la plataforma el domingo pasado, yo dije: “Yo no quiero oírlo una vez más. Yo estoy libre de eso. Yo se lo entrego a Dios, ¿ven?, y se lo encomendé de regreso a El”.

E inmediatamente muestra que esas personas estaban ... Lo llamaron ... Ahora, si ellos no hubieran sido, cuando ellos llegaron a la corrección de la Escritura , se pone todo enojado y estalla, eso muestra que él no está bien con Dios. ¡Correcto! Pero un santo genuino de Dios será reconciliado a Dios por la Palabra. Eso es correcto. Y la Palabra es la manera correctiva. Esos hermanos deberían de estar muy agradecidos con Dios que ...

¿Ven?, la Biblia dice que “Falsos cristos se levantarían en los últimos días y engañarían aun a los escogidos si fuera posible. No, Señor. Los Escogidos fueron preordenados, así que ellos no serán engañados, ¿ven? Uds.?

Así que tan pronto como esos hermanos ... Ellos llegaron allá a la casa al día siguiente, ¿ven?, aun al grado que ellos tenían y empezaron a darme sus Escrituras. Y entonces el Espíritu santo por medio de la Escritura condenó todo lo que ellos estaban diciendo. ¿Ven Uds.? Así que allí estaba, ellos lo vieron, ese grupo escogido de gente salió en la Presencia de Dios. Eso me hace estar agradecido por gente como ésa. Sí, señor. esos son hombres verdaderos.

Cuando uno puede ver a un hombre que está errado, y se ha probado que está errado, entonces eso muestra que quiere ser un Cristiano, él se presenta y dice: “Yo estoy errado”. Ese es-ese es un Cristiano verdadero.

Pero ese sujeto que se enoja todo, y corre a un lado

y dice: “Oh, no hay nada de importancia en eso”, y de esta manera; cuidado, hermano, uno puede ver en ese momento que él salió bajo condenación porque él no era de nosotros. Pero siempre, pastor, venga a esa Palabra y Ella lo hará cada vez. Pero tiene que quedarse con la Palabra.

Apocalipsis Capitulo Cinco, Parte II pg.677

18.Junio.61

 

 

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