Los Premios Darwin

Sólo dos cosas son infinitas, 

el universo y la estupidez humana, 

y de lo primero no estoy seguro. 

Albert Einstein

El ser humano no es —algunos dicen incluso que por suerte—, inmortal. Por lo tanto, morimos. Por diversos motivos.

La mayor parte de las causas de muerte del ser humano obedecen a la estupidez de la especie como tal: hambre, guerras, enfermedades evitables, mala distribución de los recursos, violencia innecesaria, accidentes, etc. Otras provienen de la Madre Naturaleza: cáncer, infecciones, venenos...

Por último, las causas que nos interesan en este caso: la estupidez humana individual, no imputable a la especie ni a nadie más que al fallecido. Nos referimos a esos casos en que alguien hace algo tan, pero tan estúpido, que es prácticamente inevitable que se mate. Y lo hace. Y lo entierran. Y listo.

Wendy Northcutt es bióloga molecular de la Universidad de Standford, y mantiene desde hace años un sitio llamado The Darwin Awards que otorga los Premios Darwin. Los premios Darwin, según sus propias palabras, "premian a los individuos que protegen nuestro patrimonio genético a través del sacrificio máximo: eliminándose a sí mismos de modos extraordinariamente idiotas, mejorando por lo tanto las posibilidades de la raza humana para sobrevivir a largo plazo. Para decirlo más claro: son cuentos morales acerca de gente que se ha matado a sí misma de las maneras más estúpidas, y, al hacerlo, han mejorado significativamente el patrimonio genético, eliminando sus propios genes del proceso evolutivo".

Autora de varios libros y webmaster de su propio sitio, Northcutt lo encabeza con una cita de Einstein que reza: "Hay solo dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana. Aunque del universo no estoy tan seguro".

La teoría de la evolución de Darwin postula que solo los mejores genes son transmitidos a la siguiente generación. Por cierto que los de la estupidez no debieran estar entre ellos. Es por ello que Wendy Northcutt ha establecido estos reconocimientos (casi siempre póstumos) a aquellos que, siendo estúpidos como lo eran, han evitado, al matarse a sí mismos, que sus genes defectuosos lleguen a nuestros hijos o nietos. ¿Humor negro? De ningún modo. Hay un peñasco frente a un precipicio en cierto sitio, preferido por los suicidas que suelen saltar de él. Allí puede verse un grafitti que dice: "Aquí se ve la evolución en acción". Es cierto. Los Premios Darwin están allí, según la doctora Northcutt, para que veamos las fuerzas de la evolución en acción, en vivo y en directo, seleccionando a individuos de nuestra especie para mejorar y mejorarnos. Aunque muchos crean que reírse de un tipo que muere jugando a la ruleta rusa con una mina terrestre está mal o es inmoral, todos convendremos en que una persona que procede de tal modo no tiene en realidad ninguna posibilidad de llegar a vieja, y que lo interesante es la forma en que decidió probar si podía irse al cielo prematuramente.

En definitiva, un Premio Darwin es un premio irónico que toma su nombre del creador de la teoría de la evolución Charles Darwin. Se basa en el supuesto de que la humanidad mejora genéticamente cuando ciertas personas sufren accidentes, muertes o esterilizaciones por un error absurdo o un descuido. Se desechan los bulos o historias inventadas para recibir el premio, sólo se admiten historias que hayan ocurrido realmente.

Los Premios Darwin se conceden desde 1991, generalmente de forma póstuma, al individuo o individuos que se elimina del acervo genético de la manera más espectacular. Sin embargo, hay una excepción respecto a la condición de que deben morirse para recibir el premio. Si un individuo no muere, pero queda incapaz de tener hijos (se ha castrado a sí mismo), se hace acreedor para el dudoso honor de recibir el "honorífico" premio mientras aún esté vivo (siempre y cuando no tenga semen congelado en alguna parte).

Este curioso premio ha motivado la publicación varios libros y una película dirigida por Finn Taylor titulada "Darwin Awards: muertes de risa" (2006).

 


Candidato al Premio Darwin en plena faena

Historia

Los Premios Darwin han circulado en Estados Unidos desde 1985 a través de e-mail y en discusiones en grupo en USENET; en el archivo de Google USENET están registradas las primeras concesiones de los Darwin. El 7 de agosto de 1985 apareció un artículo sobre una absurda muerte relacionada con una máquina de escribir (Vending Machine Tipover) y el 7 de diciembre de 1990 otra acerca de un coche al que se le añadió el motor de un cohete (JATO Rocket Car). Esta última historia se difundió a través de correo electrónico entre 1995 y 1997.

Se han sido distribuidas listas anónimas por correo electrónico con títulos como Premios Darwin 1999, que han aparecido anualmente desde 1991. Hay varios sitios web que recogen información sobre los premios, uno de ellos es darwinawards.com que fue creado en 1994. Su actualización esta a cargo de Wendy Northcutt, su creadora, que también ha escrito varios libros sobre este tema.

 

Requisitos para ganar el premio

Northcutt ha establecido 5 requisitos:

 

"Imposibilidad de reproducción"

"El candidato debe terminar su experiencia muerto, estéril o incapaz de reproducirse de cualquier modo"

A veces esto puede ser motivo de disputa. Los candidatos pueden ser rechazados debido a la edad o por haberse reproducido antes de su muerte. Para evitar debates acerca de la fecundación in vitro, inseminación artificial, o clonación, el libro original de los Premios Darwin aplica el criterio de la "isla desierta" a sus candidatos: Si la persona es incapaz de reproducirse en una isla desierta con un miembro fértil del sexo opuesto, él o ella será considerado estéril. En general, los ganadores del premio suelen estar muertos, quedándose sus órganos sexuales inútiles de por vida.

Si alguien sobrevive a un acto increíblemente estúpido y permanece en capacidad de reproducirse, la Teoría de la Evolución nos dice que sus genes deben tener algún valor o capacidad oculta que les autoriza a sobrevivir. Así que si alguien juega a la ruleta rusa con una pistola (y no con un revólver) y sobrevive con su pene y sus testículos intactos, sus genes, capaces de sobrevivir a semejante inmbecilidad, tienen una voluntad de vida tan indomable que excluyen de factoal candidato, que no merece, entonces, un Premio Darwin.

 

"Excelencia"

"Asombrosa falta de sensatez."

La imprudencia del candidato debe ser única y sensacional porque el premio pretende ser gracioso. Un gran número de imprudencias pero a su vez de actividades comunes, como fumar en la cama, están excluidas de ser apreciadas. A pesar de ello, una muerte causada por fumar después de haber recibido un ungüento inflamable en un hospital cuando se había especificado que no fumase puede ser motivo de nominación. Una 'Mención Honorable' (un hombre que intentó suicidarse tragando píldoras de nitroglicerina, y luego intentó hacerlos detonar chocándose contra una pared) suele estar en esta categoría, a pesar de actuar intencionadamente, lo que normalmente descalificaría al candidato.

En todo caso, el candidato debe haber manifestado una inconcebible falta de juicio. No se trata de estupideces comunes, como quedarse dormido con un cigarrillo encendido. Se trata de estupideces de alto vuelo, idioteces de marca mayor, como la de un ganador del premio que intentó reparar la instalación eléctrica del hidromasaje del jardín en una noche de tormentas eléctricas...

 

"Autoselección"

El candidato debe ser causante de su propia muerte

Con esta exigencia, el Premio Darwin intenta desalentar a aquellos que, con un acto sublimemente imbécil, asesinan a otros inocentes, aunque sean sus propios parientes y lleven, por lo tanto, sus mismos genes. El que atropella a alguien por conducir borracho no merece de ningún modo un Premio Darwin, ni tampoco su víctima, porque ella sólo ha tenido mala suerte. Ni tampoco matar a un amigo con una granada de mano le hace candidato, pero matarse uno mismo fabricando un dispositivo casero que lanzando una granada limpia la chimenea podría ser elegido. O bien, si usted muere en Bilbao, despachurrado por un toro furioso, mientras estaba usted montado desnudo en un carrito de supermercado conducido por un amigo borracho que azuzaba a los toros —como ha sucedido en la realidad—, entonces usted sí es candiada a un Premio Darwin. Aunque no lo crea, tal episodio es cierto.

Por tanto, el premio no se concede a alguien que mate a otra persona o haga que esta quede estéril, a no ser que el responsable esté directamente implicado.

 

"Madurez"

La persona debe estar en su sano juicio.

El candidato debe ser capaz de un juicio maduro y preciso. Esto excluye, como es natural, a los niños, a los enfermos mentales y a aquellos cuya inteligencia ha demostrado sufrir un proceso patológico o padecer algún retraso mental. Para ser claros: el feliz candidato a un Premio Darwin debe ser una persona normal, que ha llevado a cabo una acción que cualquier adolescente de inteligencia promedio hubiera sido capaz de evitar por sentido común. El candidato debe tener la edad legal para conducir y no padecer retraso mental.

 

"Veracidad"

El evento en cuestión debe poder ser comprobado

La historia que nomina a un candidato al premio Darwin debe estar documentada por fuentes fiables como artículos de periódicos serios, reportajes en televisión, policía, atestados judiciales, o testigos presenciales. Si se descubre que una historia es falsa será descalificada. Algunas historias bastante curiosas han pasado a los anales como meras leyendas urbanas.

 

Cualquiera que cumpla con las cinco condiciones (y sólo entonces) se hará acreedor al Premio Darwin.

 

A continuación se exponen unos cuantos ejemplos de premios Darwin y de posibles candidatos para estos premios (algunas son la noticia del suceso publicada en algún medio).

 


 

Las armaduras no flotan

El emperador del Sacro Imperio Federico I "Barbarroja" se embarcó en la Tercera Cruzada para recuperar Tierra Santa de manos infieles.

En 1190, luego de cruzar cientos de millas de desierto, sus tropas llegaron por fin a un río muertas de sed. El emperador, primer sediento del ejército, se arrojó de cabeza a las aguas sin medir la profundidad y sin quitarse la armadura. El río era tan profundo que el muy menudo Rey de los Romanos no hacía pie, y, por supuesto, la pesada armadura lo arrastró de inmediato al fondo, donde murió ahogado. Muerte muy poco elegante y menos heroica para quien había soñado con reconquistar Jerusalén. Fue premio Darwin de sangre azul.

 


 

La historia del Chevy Impala JET

3 de mayo de 2000: Un transportista del estado de Arizona probó un motor a reacción instalado en su propio vehículo, un Chevrolet Impala. La Patrulla de Carreteras de Arizona (E.E.U.U.) tropezó con un montón de metal derretido empotrado en la ladera de un precipicio junto a una curva de la carretera. Los restos se parecían a los de un accidente aéreo, pero tenían aspecto de automóvil y no se había informado de ningún accidente aéreo en la zona.

Un laboratorio reconstruyó la historia. Parece ser que el conductor había conseguido de alguna manera una unidad JATO (Jet Assisted Take Off - en realidad un cohete de combustible sólido) que se utiliza para dar una "empuje" extra a los aviones militares de transporte pesado para despegar desde aeródromos cortos.

Condujo su Chevy Impala al interior del desierto y encontró un largo tramo recto. Entonces enganchó la unidad JATO a su coche, entró dentro, cogió velocidad y encendió el dispositivo de motor a reacción. Los policías estimaron que el conductor del coche encendió el cohete a una distancia de 3 millas (5 km.), aproximadamente, del lugar del choque. Allí, el asfalto estaba quemado y derretido.

Alcanzó el empuje máximo en menos de 5 segundos, con lo que el Chevy alcanzó velocidades de más de 350 mph (560 km./h.) y continuó a máximo empuje durante unos 20-25 segundos adicionales. El conductor, que no era piloto, habría experimentado lo más parecido a las fuerzas gravitatorias que normalmente están reservadas a los pilotos de cazas F-14 bajo una post-combustión completa, básicamente le provocó quedar inconsciente durante el resto del suceso.

El individuo siguió sobre la carretera durante aproximadamente 2,5 millas (4 km.) (15-20 segundos) antes de que el conductor aplicara y quemara completamente los frenos, reventara los neumáticos y dejara marcas de goma sobre la superficie de la carretera.

Tras esto, llegó a volar durante otras 1,4 millas (2,3 km, unos 25 segundos), impactando en una gran roca en la ladera del precipicio a una altura de 125 pies (40 m.), dejando un cráter negro de tres pies de profundidad en la roca. La mayoría de los restos del conductor no fueron recuperables; no obstante, se extrajeron fragmentos pequeños de hueso, dientes y cabellos del cráter y se quitaron fragmentos de una uña en un trozo de escombros que parecía ser un trozo del volante.

Aunque este premio es el más popular de todos los recopilados, está clasificado como leyenda urbana ya que no hay pruebas de su existencia.

 


 

La silla reposera voladora de Larry Walters

En 1982 Walters flotó tres millas sobre el sur de California en una silla de jardín equipada con 42 globos sonda llenos de helio. Walters, entonces un camionero de 33 años de Hollywood Norte, no tenía experiencia en aviación pero siempre había querido volar. Armado con un radio de dos vías, un paracaídas, una escopeta de perdigones y unas botellas de agua como lastre, esperaba elevarse grácilmente hacia cielo desde el patio trasero de la casa de su novia en San Pedro, Calif., y después disparar a los globos para hacer un aterrizaje suave.

Este inconcebible caso mereció una Mención Honorífica en 1982, y está confirmado por el escritor Charles Downey, los cables periodísticos de la United Press y los informes de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.

Larry Walters, camionero de Los Angeles, tomó un buen día la decisión de cumplir sus sueños de infancia: ser aviador. Larry había intentado ser piloto militar, pero sus problemas de vista ocasionaron que la Fuerza Aérea norteamericana lo rechazara por incapacidad física.

En 1982, compró 45 globos sonda meteorológicos de 10 metros cúbicos de capacidad y 1,22 metros de diámetro cada uno en una tienda de la Marina. Compró además varios tubos de gas helio, y se preparó para su gran hazaña.

Tomó su confortable silla reposera de jardín construida de aluminio y la ancló mediante una cuerda a la defensa de su camioneta todo terreno. Ató los globos al armazón de la silla de jardín y los llenó con 450 m3 de helio. Luego, contento con la aventura que estaba a punto de emprender, bautizó a su reposera voladora con el soñador nombre de "Inspiración I" y se proveyó de los avíos que consideró necesarios, a saber: un equipo de radio de 27 megaciclos, múltiples latas de cerveza, algunos emparedados y un rifle de aire comprimido. Su plan era sobrevolar el valle a unos cómodos 9 metros de altura. Cuando se cansara de viajar, rompería algunos globos disparándolos con su arma para descender lentamente hasta la seguridad del suelo.

Tomadas todas sus inteligentes previsiones, Larry Walters se subió a la reposera, se ató a ella con unas correas y soltó la cuerda que lo unía al todo terreno.

Las cosas no salieron como Walters había previsto. Recordemos que no había sido admitido en la Fuerza Aérea, por lo que asuntos como la fuerza ascensional, la flotabilidad de los globos y el empuje aerostático estaban totalmente fuera de su capacidad de comprensión.


Increíble foto de Larry volando

Por ello, cuando cortó amarras, en lugar de ascender suavemente hasta unos 9 metros de altura, Walters salió disparado hacia arriba inesperadamente, como si la silla repostera hubiera sido disparada con un cañón, mientras el desesperado Larry Walters se aferraba a sus correas. Sólo se estabilizó y detuvo su ascenso a los 4.800 metros de altura (16,000 pies).

En este preciso momento, Larry se percató de que todo el asunto había sido una mala, espantosamente mala idea. La previsión de reventar los globos a balinazos no era ya posible: se encontraba suspendido a casi 5.000 metros de altura en una posición de equilibrio sumamente inestable, y no podía arriesgarse a disparar a su formación de globos por miedo a alterar ese equilibrio y precipitarse a tierra. Recordemos que el aspirante a aeronauta se hallaba atado con cinturones a una reposera de playa.

Para colmo de males, Larry no se hallaba estacionario sobre un lugar cualquiera, sino en medio del corredor de aproximación primaria a las tres pistas principales del Aeropuerto Internacional de Los Angeles.

A esa altitud, los vientos fríos del Océano Pacífico lo congelaban a él, a sus sandwiches y a sus cervezas Miller Lite. En ese momento, los aviones de línea comenzaron a pasar junto a él, precisamente en la misma cota. Dos comandantes, uno de TransWorld Airlines y otro de Delta, transmitieron al despachador de la Torre de Control sus preocupaciones acerca de estarse volviendo locos. Podemos imaginar el diálogo:

—Torre LAX, Torre LAX, este es TWA 225. No va usted a creerme, pero le aseguro que es cierto.

—TWA 225, proceda con su informe.

—Aproximo a cabecera de Pista 1 en ruta primaria, rumbo 220, velocidad 400 nudos, altitud 16.000. Junto a mi ala de babor veo a un hombre armado, amarrado a una reposera marca "Sears" , suspendido de varias decenas de globos meteorológicos. Rumbo: estacionario, velocidad cero, altitud, 16.000 pies. Está en medio de la ruta primaria, y Delta 761 se dirige directo hacia él. ¿Torre? ¿Torre? ¿Me copia...?

—Er... ¿Un hombre amarrado a una silla de jardín? ¿Comprada en "Sears"?

—LAX, LAX, este es Delta 761. El hombre que dice TWA 225 se agita en su reposera. Solicito instrucciones.

—TWA 225, Delta 761, esperen instrucciones. Instruc...ciones. ¿Una reposera?

El incrédulo despachador de la torre de control comenzó a escanear todas las frecuencias posibles para comunicarse con el extraño personaje volador, y lo mismo hicieron todos los comandantes de las aeronaves que aproximaban para aterrizar en LAX.

Finalmente, descubrieron a Walters en el canal 9 de la frecuencia de 27 MHz, la banda ciudadana de 11 metros de longitud de onda. Es el canal exclusivo para la Red Nacional de Emergencias.

Como es natural, se le ordenó enfáticamente que descendiera, a lo que Walters respondió explicando que no tenía medios para hacerlo.

Cuando la Torre de LAX impetra a Walters para que descienda, el hombre explica su situación. No puede. Los pilotos y el despachador piensan que ni siquiera lo intenta.

Como una visión fantasmagórica de una mente alcoholizada, todos los aviones que pretenden aterrizar en LAX reportan la sobrecogedora aparición de la "Inspiración I" en medio de sus rutas.

Han pasado catorce horas del inusual "despegue", y Larry Walters está ahora en un estado próximo a la hipotermia. Le cuesta pensar con claridad, pero aún conserva la lucidez suficiente como para no atreverse a disparar contra los globos que lo sustentan.

De pronto, dos reactores Douglas F4-D Phantom II de la Guardia Nacional aparecen como por arte de magia frente a Larry Walters y lo conminan a descender por las buenas... o por las malas.

Lo que ha sucedido es que el despachador de la torre ha denunciado el increíble caso a la Junta de Accidentes Aéreos de la Fuerza Aérea y a la Administración Federal de Aviación. Los funcionarios aéreos, conscientes del peligro que representa la presencia de un hombre en una reposera en medio de las rutas comerciales del aeropuerto de Los Angeles, uno de los más transitados del mundo, han puesto el asunto en manos del 114° Grupo de Combate Aéreo de la Guardia Nacional. Los pilotos de Phantom han despegado hace pocos minutos de su base en Fresno e increpan a Walters por la banda de 11 metros, exigiéndole que despeje el área.

El hombre se niega, aterrorizado por la muy concreta posibilidad de precipitarse a tierra aferrado a su reposera.


El improvisado aeronauta en el momento del despegue. Obsérvense la "alta tecnología" y aviónica del aparato

Con la poca paciencia que los caracteriza, los pilotos militares le informan que han recibido órdenes de derribarlo en caso de renuencia, por lo que es mejor que coopere. Si no consigue bajar, ellos lo ayudarán con los cuatro cañones automáticos de 20 mm que lleva cada Phantom II en las alas.

Ante la irrefutable lógica de los aviadores, que ahora orbitan a su alrededor como halcones ante un gorrión particularmente gordo y sustancioso, Larry decide obedecer. Y es que no le quedaban demasiadas opciones.

Honrando la amable invitación de los dos Phantom, Larry consiguió reunir el valor suficiente como para apuntar con cuidado a sus globos y comenzar a reventarlos. El mareado "globista" disparó aproximadamente a 10 de los globos sonda antes de que su arma cayera al mar. Su embarcación quedo entonces a la deriva volviendo hacia tierra.


Globos, cuerdas, reposera y Premio Darwin

El descenso no fue, tampoco, tan suave como el aeronauta había planeado. Se precipitó a tierra atado a su reposera, y sus globos se engancharon en una línea de alta tensión cerca del aeropuerto de Long Beach, provcando cruces en los cables. El apagón subsiguiente dejó a Long Beach entera sin luz durante 20 minutos.

Cuando Walters consiguió desengancharse de la silla playera y bajar a tierra por una de las torres eléctricas, encontró a un ansioso destacamento del Departamento de Policía de Los Angeles esperándolo con los brazos (y las esposas) abiertos. Mientras se lo llevaban amarrado, un periodista destacado para cubrir el extraño rescate se acercó a Larry, le puso un micrófono bajo la nariz y preguntó claro y directo: "¿Por qué lo hizo?". Walters, ya recuperado del susto, respondió tranquilamente: "¿Qué quieren? ¿Qué me pase toda la vida sentado en mi casa?". Evidentemente, había preferido pasarse catorce horas a casi cinco mil metros de altura, en medio de una ruta comercial, muerto de frío, con ocho cañones apuntándole.

La Administración de Aviación no estaba contenta con Walters. Como cualquiera puede imaginar, presentó cargos contra él y solicitó su procesamiento, condena y prisión. Todo quedó finalmente en una multa de 1.500 $ que tuvo que pagar a la Administración de Aviación Federal (FAA), acusado de volar de un modo temerario, operar demasiado cerca del aeropuerto y no ponerse en contacto con la torre de control. Y también con una reputación de imbecilidad que lo persiguió el resto de su vida. No obstante, batió con su descerebrada hazaña el récord mundial de altitud para formaciones de globos de helio.

Hasta aquí llega la historia que provocó la candidatura a los Premios Darwin, haciendo de Walters uno de los pocos ganadores del Darwin que pudo sobrevivir a su hazaña. Pero la parte más triste de la historia estaba todavía por llegar. [Nota del editor: Éste no podía ser un ganador del Premio Darwin, porque sobrevivió ileso, haciéndolo inelegible para el premio.]

Tras la aventura, Walter debió abandonar su trabajo en la empresa de camiones donde estaba empleado (¿pondría usted un camión en manos de un hombre como este?) y se dedicó durante cierto tiempo a dar conferencias acerca de la vocación y las iniciativas. Walter disfrutó de un breve periodo de fama, incluyendo apariciones en programas nocturnos y en un anuncio de relojes Timex. Pero nunca compensó con el dinero que ganó con estas conferencias la pérdida de su empleo ni la multa de la FAA. La fortuna le eludió, y en unos meses había declarado la quiebra. Así que empezó una prolongada lista de desengaños.

Once años después de su único vuelo, solo, pobre y desesperado, Larry Walters comprendió por fin que su vida era un desastre y él un pobre fracasado. Nunca se había casado; nadie se había enamorado de él; no tenía hijos; no conocía la felicidad; ni siquiera había conseguido cumplir su sueño de ser piloto.

En 1993 trabajaba esporádicamente como guardia de seguridad y servía como voluntario para el Servicio Forestal de los EE.UU. El 6 de octubre de ese año se adentró en un cañón apartado del Angeles National Forest con su escopeta. Apoyó la culata en el suelo y la boca del cañón en su pecho y se mató de un tiro. Tenía sólo 44 años.

Con la muerte de Walters (esperable, dada su mentalidad), la Mención Honorífica de 1982 se convirtió en un Premio Darwin de 1993. La autoeliminación de "Reposera Larry" (como se lo conoció desde el incidente) libró a nuestro acerbo genético de sus peligrosos fragmentos de ADN.

 


 

¿Dónde está el paracaídas?

Ivan, un paracaidista deportivo experimentado, tenía más de 800 saltos en su haber. En 1987 decidió filmar en vídeo una lección de salto impartida por un instructor a uno de sus alumnos. Como es costumbre, Ivan adosó su cámara al casco a fin de tener las manos libres, y colocó el grabador de vídeo y las baterías de repuesto en una pesada mochila que se colocó a la espalda.

Durante todo el día filmó la enseñanza en tierra. Por la tarde, instructor, alumno e Iván abordaron el avión para llevar a cabo la parte práctica.

El camarógrafo saltó de la escotilla posterior, mientras que maestro y estudiante lo hicieron de la anterior. Se observa claramente en la cinta que ambos tiran de las cuerdas, sus paracaídas se abren y pronto se pierden espacio arriba, a medida que el aire los frena, pero el camarógrafo persiste en caída libre...

...Y en caída libre...

¡Y en caída libre!

Habiendo estado todo el día con la mochila a la espalda, Iván sencillamente olvidó colocarse, además, ¡su paracaídas!. La filmación permite ver su mano dirigiéndose al pecho para encontrar que no hay cordel, y la danza desesperada de la cámara, para finalmente dirigirse al suelo, que asciende, como era de esperar, rápidamente a su encuentro. Las mochilas llenas de baterías y magnetoscopios no parecen ser elementos adecuados para frenar una caída desde unos seis mil metros de altura.

Parte de la filmación pudo ser recuperada tras el impacto. La historia fue confirmada por periodistas de United Press, Associated Press y el Washington Post, y obtuvo un Premio Darwin en 1994.

 


 

Dos casos de terroristas secuestradores y paracaídas

Estas dos historias ganaron en conjunto el Premio Darwin 2000, y, si no fueran tan trágicas, serían graciosas.

El 24 de noviembre de 1971, un hombre que se identificó como Dan Cooper abordó un avión de Northwest Orient Airlines en Portland. En medio del vuelo, el hombre expuso sus exigencias: quería doscientos mil dólares norteamericanos y cuatro paracaídas, so pena de hacer explotar la aeronave. Se le explicó que, por muy buenas razones, los aviones comerciales no llevan paracaídas. Cooper insistió. Se le ofreció aterrizar en Seattle (Washington), para conseguir el dinero y los paracaídas, siempre y cuando él dejase desembarcar a los demás pasajeros. El terrorista accedió.

Una vez más en el aire, el hombre pidió explicaciones acerca de cómo abrir la puerta de popa, y luego exigió a la azafata que saliera de la cabina de pasajeros. Cuando el avión aterrizó en Reno, la escotilla estaba abierta y tanto Cooper como el dinero habían desaparecido.

La iniciativa del terrorista fue del todo equivocada. Sus genes imbéciles ya habían decidido autoeliminarse del patrimonio de la especie humana en el instante mismo en que Cooper tuvo la idea de secuestrar el avión y saltar después en paracaídas.

Nunca más se supo del aspirante a bin Laden, pero no crea el lector que pudo haber salido con bien del asunto.

Fuera del avión rugía una tormenta tremebunda: la temperatura exterior era de 51°C bajo cero, Cooper había saltado provisto sólo de su ropa de calle y el avión sobrevolaba en ese momento un bosque helado en medio de la noche.

La investigación oficial del FBI dictaminó que D.B. Cooper tuvo que haberse congelado mientras flotaba en medio de la tormenta colgado de su paracaídas y vestido con su traje liviano. Si no fue así, cayó en el bosque o en el río Columbia, de modo que murió de hambre y frío o se ahogó. Algún día se encontrará su cadáver.

¿Todas las provisiones que previsoramente llevaba? Una bolsita de maní, gentileza de Northwest Orient Airlines.

 

 

Davao, Filipinas. Un tipo llamado Augusto sube a un avión de Philippine Air con destino a Manila. A medio vuelo, se coloca una máscara de ski y un par de lentes de natación, saca un arma y una granada y anuncia que ha secuestrado el avión.

Acto seguido, exige que el aparato dé media vuelta y regrese a Davao. Los pilotos tratan de razonar con él, le muestran los indicadores de combustible y le juran que no disponen del suficiente como para volver. Su única alternativa es seguir adelante y aterrizar en Manila. El terrorista acepta. El tal Augusto roba a los pasajeros un total de 25.000 dólares y, sin evidenciar miedo, ordena al piloto que baje a 6.500 pies (unos 2.000 metros) y que se estabilice allí.

Con el cañón del arma de un demente apoyada en su cráneo, el comandante obedece.

Para alegría de la tripulación, Augusto saca una bolsa que parece una mochila. Le preguntan de qué se trata, y responde gozoso que se ha construido su propio paracaídas. Obliga a una de las azafatas a abrir la compuerta y despresurizar la cabina de pasajeros. Se coloca su "paracaídas" a la espalda y trata de saltar. Sin embargo, el viento de crucero es tan fuerte que el frustrado paracaidista es impulsado de nuevo dentro del avión. Como no puede salir, el desesperado secuestrador tira de la anilla de seguridad de su granada pero, justo antes de que pueda arrojar la granada dentro de la cabina, una de las azafatas, deseosa de ayudarlo, le da una soberana patada en salva sea la parte y lo envía, aullando, hacia la oscuridad que lo espera fuera del avión.

Augusto cae con el paracaídas cerrado y una granada a punto de explotar en la mano... ¿Se abriría el "paracaídas casero"?

Recuerde que Augusto ganó un Darwin, por lo que la pregunta deviene improcedente.

Imagen de una caricatura del genial Charles M. (Chuck) Jones: el coyote, en una de sus tretas para atrapar al correcaminos, cae por un muy profundo barranco, con un paracaídas plegado y una granada de mano a la que ya había quitado la anilla de seguridad, y cae directamente hacia la roca del fondo del barranco. Al impactar, hace un pozo de 90 centímetros de profundidad. Luego del aterrizaje, por supuesto, el paracaídas hace "plop" y se despliega, y cae flotando sobre el pozo donde está el coyote para ocultar misericordiosamente a los ojos de los niños lo que sucederá a continuación...

Un segundo más tarde, llega la granada al pozo y hace lo suyo, y esta vez no es un "plop" lo que hace, sino un "¡¡¡KA-BOOOOOOM!!!".

Ambos Premios Darwin fueron verificados por periodistas de la Associated Press, la agencia Reuters y el The Australia Age.

 


 

El Premio Darwin 1995 se concedió a un hombre que fue aplastado hasta morir por una máquina de Cola de la que intentaba sacar un refresco gratis, y que volcó encima suyo durante su manipulación.

¿Y porqué es esto tan extraordinario? Al parecer, según la policía e informes del depósito de cadáveres, el caballero en cuestión tenía aproximadamente 3 $ en monedas y aproximadamente 25 $ en billetes en su bolsillo.

 


 

Una trituradora es siempre peligrosa

Todos sabemos que las máquinas industriales son peligrosas y que, al trabajar con cualquiera de ellas, es necesario seguir al pie de la letra las normas y reglas de seguridad previstas para el caso.

Usted y yo lo haríamos. Es por eso que casi con seguridad nunca ganaremos un Premio Darwin.

Pero Michael, dueño de los Aserraderos Carrier de Bangor, Maine (la ciudad donde vive el escritor Stephen King) es el orgulloso poseedor de un premio Darwin, por lo que no se le pasó por la mente algo tan simple y para tontos como respetar las normas de operación.

Michael tenía una máquina trituradora de troncos en su empresa, cuyo objeto era desmenuzar troncos de abedul o arce de hasta 60 centímetros de diámetro para reducirlos a astillas de 2 cm.

La máquina, conocida cariñosamente por el personal como "La Chancha" a causa de la arrobadora elegancia de su diseño, había estado sufriendo problemas técnicos. En pocas palabras, La Chancha se trababa con la propia madera que ingería en grandes cantidades.

El 1 de marzo de 2000, La Chancha se trabó una vez más. Y Michael decidió destrabarla.

En su primera colección de cuentos, "El umbral de la noche", Stephen King incluye uno titulado, precisamente, La trituradora. Relata la historia de una máquina planchadora y plegadora industrial, de esas que pliegan miles de sábanas con vapor de alta temperatura, que está poseída por un demonio y tiene la desagradable costumbre de tragarse a las operarias de la lavandería. Como corresponde, una vez atrapadas, consciente de su deber, las plancha, las alisa... y las pliega.

A la Chancha de Michael no le fue preciso esperar a que un diablo se apoderara de ella. Le alcanzó con la estupidez de su propietario.

Al fallar la máquina, Michael hizo algo que, si no estuviese probado por los recortes periodísticos del Kennebeck Journal y de la agencia noticiosa Blethen Maine Newpapers, nadie en su sano juicio podría creer: se subió a la cinta transportadora que llevaba los troncos hasta la tolva de la trituradora. "Bueno", podrá decir el conmiserativo lector, "No hay problema. Con la máquina apagada...".

Permítaseme interrumpir: los ganadores de Premios Darwin jamás apagan las máquinas. ¿Para qué? Eso es para cobardes y pusilánimes.

No señor. Michael caminó haciendo equilibrio por la cinta transportadora con la máquina funcionando. Fue hasta la tolva con un rastrillo e intentó desatascar la corteza trabada en el conducto. De pronto los rodillos dentados se destrabaron y le agarraron el rastrillo, y nuestro Premio Darwin 2000 perdió el equilibrio y se cayó de cabeza dentro del embudo.

Michael pasó a través de La Chancha como las lavanderas de King pasaban a través de La Trituradora. Y así como a estas la planchadora/plegadora las planchaba y las plegaba, La Chancha hizo con Michael lo que se suponía debía hacer: redujo su corpulento organismo a... astillas de 2 cm de largo.

Las susodichas astillas fueron puestas en una pequeña bolsa y trasladadas a la oficina del forense en Portland a fin de ser identificadas por medio del análisis de ADN.

El Jefe de la Policía local Butch Asselin, encargado de recoger lo que quedaba de Michael, declaró al día siguiente: "Espero no tener que volver a ver algo como esto nunca, nunca jamás en mi vida. Le aseguro que anoche tuve problemas para dormir".

No lo dudamos. Es lo que sucede cuando alguien mira a un titular del Premio Darwin apenas lograda su hazaña.

 


 

La policía informó que un abogado, mientras demostraba la seguridad de las ventanas en un rascacielos del centro de la ciudad de Toronto, se estrelló con el hombro contra el cristal y cayó 24 pisos hasta encontrar la muerte. Hoy (nombre del interfecto), de 39 años de edad, cayó dentro del patio de la Torre del Banco de Toronto la pasada tarde del viernes mientras explicaba la firmeza de la construcción de las ventanas a unos estudiantes de Derecho que estaban de visita.

Hoy previamente había dirigido demostraciones de resistencia de las ventanas, según informes de la policía. Pedro Lauwers, socio gerente de la firma Holden Day Wilson, dijo al periódico Sun de Toronto que Hoy era "uno de los mejores y más brillantes" miembros de los 200 de la asociación. He aquí alguna información adicional de un caballero de Toronto sobre este abogado brillante.

 


 

Robert Puelo, de 32 años de edad, estaba al parecer causando problemas en un mercado de San Luis. Cuando el dependiente amenazó con llamar a policía, Puelo cogió un perrito caliente, lo introdujo dentro de su boca, y se alejó sin pagar.

La Policía lo encontró inconsciente delante de la tienda: los médicos sacaron una vienesa de seis pulgadas (15 cm.) de su garganta, donde le había ahogado hasta producirle la muerte.

 


 

Deje la granada en casa si va de copas.

Tres personas murieron y otras 10 resultaron heridas cuando un hombre borracho, que llevaba una granada, tropezó mientras subía a un autobús en un pueblo del centro de Albania causando una explosión, informó ayer la agencia estatal ATA. El hombre, un lugareño, estaba entre los muertos de la explosión del lunes cerca de Rogozhine en el distrito Kavaje. - Reuter

 


 

Un muchacho de 17 años se mató en la estación de ferrocarril de Siebnen-Wangen, Cantón Schwyz, Suiza, durante la tarde del 27 de abril de 1997. El caballero se electrocutó cuando subió encima de un tren y se agarró a los cables eléctricos. Quería probar a un amigo que no había corriente en los cables eléctricos del ferrocarril durante la noche.

 


 

Dos estudiantes universitarios de Houston fueron arrollados por un tren el 28 de marzo de 1997 (Viernes Santo). Habían puesto monedas en la vía del ferrocarril para verlas despachurrase en una forma alargada. Después de colocar las monedas en la vía, se alejaron para ver desde una "distancia segura" como llegaba el tren. Desgraciadamente, se alejaron y esperaron sobre otro juego de vías en el que llegaba otro tren desde la dirección contraria. La policía encontró sus alargadas formas más tarde.

 


 

Dispara fuera colega

En Dinamarca hubo una guerra bastante violenta entre los Angeles de los Infiernos y el grupo Banditos, incluyendo entre otras pequeñas cosas disparar desde coches, y otras cosas más rotundas como granadas de mano y proyectiles antitanque.

Un miembro fue a su discoteca un sábado por la noche, pero pensó en llevar una escopeta de caza, sin seguro, por si acaso. Llevar tal arma en público aquí es ilegal, de hecho también es ilegal poseerla. Pensando, correctamente, que el portero no le dejaría entrar, decidió esconder el arma dentro de sus pantalones, al auténtico estilo del oeste. Desgraciadamente cometió un error dejando dispararse ambos cañones en el proceso de colocar el arma dentro de sus pantalones, así que efectivamente se ha eliminado del acervo genético.

Más tarde fue perseguido por la policía, porque dejó un rastro fácil de seguir, hasta la casa de su novia. En su detención se negó ardientemente a ser atendido en un hospital.

 


 

Existen razones para utilizar dispositivos seguros.

Estaba un partido del hockey en Telford, Inglaterra aproximadamente en 1987/8 viendo un partido de los Tigres, cuando uno del equipo contrario hizo un salvaje disparo de la pastilla hacia arriba elevándose aproximadamente a seis pies de altura y pasando sobre la barrera. No hay ningún problema normalmente, ya que esa zona se cubre con plástico reforzado. Sólo que uno de los jueces de línea se hallaba allí fuera de lugar. Recibió el golpe justo donde no quería y cayó como una piedra. Un castigo justo por estar fuera de lugar cuando hay personas que golpean trozos de goma a más de 100 mph. (160 km./h.)

 


 

Paciente se mata encendiendo un cigarrillo

Un paciente de un hospital provocó una explosión cuando se quitó su máscara de oxígeno para encender un cigarrillo, decía una noticia ayer.

Ronald Eynon, de 50 años de edad, que murió después de recibir graves quemaduras, había sido admitido en el Hospital Príncipe Philip, Llanelli, con una dolencia de pulmón. El médico anotó en el dictamen fallecimiento por desgracia.

Hay que aclarar que la historia acerca del hombre que se mató mientras fumaba un cigarrillo cuando llevaba puesta una máscara de oxigeno es muy verídica. Conocí al tipo, estaba en un hospital próximo a donde yo vivo. En realidad murió alrededor un mes después del suceso todavía fumando- literalmente. Pensé que les gustaría saberlo.

 


 

Coma peces de colores vivos para cenar

Un hombre que se metió un pez tropical de un amigo, de 6 pulgadas (15 cm.), dentro de su boca como una broma murió cuando el pez quedó obstruido en su garganta.

Steven Hill Epperson, de 36 años de edad, estaba muerto cuando llegó al hospital Sunday. Colocó el pez "Jack Dempsey" dentro de su boca en la casa de su amigo, y éste se le encajó en sus vías aéreas, dijo el forense.

 


 

Un herrero de Rusia había utilizado una bala grande (como las de los tanques) como yunque durante diez años. ¡Un día, se enteró de que estaba dándole un mal uso a la bala mientras todavía estaba vivo! Murió por la explosión.

 


 

Espectáculo aéreo de crack en Des Moines

Cuatro personas se mataron en la ciudad suburbana de Des Moines, WA, en torno a las 3:30 de la mañana del lunes 17 de marzo, cuando su Oldsmobile 1988 sedan de cuatro puertas que circulaba "a altas velocidades" hacia el oeste de la calle 240, se estrelló contra un guarda rail, y voló literalmente 60 pies (20 m.) en el aire y aterrizó en Puget Parece, sobre aproximadamente 4 pies (120 cm.) de agua. El límite de la velocidad era de 25 mph (40 km./h.) y había una señal de aviso de "Calle cortada" cerca del guarda rail. Los dos hombres y una mujer fueron hallados ahogados. La segunda mujer murió siete horas más tarde en el Centro Médico Harborview en Seattle.

La oficina médica dijo que la identificación fue muy difícil debido a las numerosas direcciones y números de seguridad social que estaban asignadas a las víctimas. Ninguno llevaba identificación; y fueron identificados a través de las huellas digitales. Dos tenían un historial de detenciones por droga. La policía encontró cuatro botellas de vino y una pipa de crack dentro del coche. Se bebieron dos de las botellas parcialmente (no hay información acerca de la marca o si éste era tinto o blanco). El laboratorio de Toxicología examinó los resultados la semana que viene para comprobar si la cocaína y el licor fueron los causantes del accidente.

La policía no dio información acerca de quien conducía el coche. Los peritos del departamento policial de reconstrucción de accidentes de Des Moines fueron incapaces de determinar la velocidad a la que viajaba el coche cuando se estrelló contra el guarda rail.

 


 

La próxima vez, una linterna eléctrica más pequeña.

En febrero de 1997, Santiago Alvarado, de 24 años de edad, se mató en Lompoc (California), cuando se cayó de bruces atravesando el techo de una tienda de bicicletas donde estaba tratando de entrar para robar. La muerte fue produjo cuando la linterna eléctrica grande que se había colocado en la boca (para dejar las manos libres) se clavó en la base de su cráneo cuando se golpeó contra el suelo.

 


 

En West Palm Beach, una pareja que había gozado de una buena posición tuvo serios problemas financieros. No viendo la solución, decidieron matarse ellos y a su hijo de 8 años mediante envenenamiento por monóxido de carbono. El hijo se despertó, los despertó y les rogó que le dejaran vivir. El muchacho faltó un día al colegio y no se lo dijo nunca a nadie.

Diez semanas más tarde, los encontraron en la cama, el padre había disparado y matado al muchacho, a la madre, y luego a él mismo. Una larga nota de los padres estaba cerca explicando porqué lo había hecho y que no sería justo para el muchacho vivir como una carga para alguien y tener que recordar que sus padres se habían matado.

 


 

El joven Kent supuestamente ahogado

Tony Ackerson supuestamente ahogado "deja un hueco muy grande en esta escuela," dijo el Director de la escuela de secundaria Kentwood Tom Watson.

"Era la clase de chico americano que hace de ésta una escuela americana", dijo Watson la noche pasada.

Una declaración cuidadosamente preparada, transmitió el mensaje a las clases ayer por la mañana, explicando porqué el extraviado Ackerson se había dado por muerto, y "en menos de media hora teníamos a estudiantes y maestros llorando en los vestíbulos y en mi oficina," dijo Watson.

Ackerson, de 17 años de edad, se arrojó de cabeza al Río Verde el lunes por la tarde mientras él y dos amigos de Kentwood estaban sentados en una orilla, discutiendo sobre cómo refrescarse. Al instante desapareció bajo el agua cerca del Parque Nacional del Geyser al sur de Diamante Negro.

La búsqueda de Ackerson, supuestamente ahogado en el rápido y crecido Río Verde, se interrumpió ayer por la tarde porque los buscadores eran incapaces de parar sus canoas lo bastante para rastrear a fondo. "El grupo de Rescate 1 volverá cuando la corriente del río aminore y el agua sea más clara," dijo Joanne Elledge, portavoz de la policía del Condado. El grupo de Rescate 1 es un grupo de voluntarios vinculado a los bomberos de Enumclaw, y están entrenados en salvamentos en ríos.

"Rastrearon tan bien como podían, donde podían, en los rincones pequeños y en los torbellinos," dijo Elledge.

El agua corría tan rápidamente que la búsqueda ponía en peligro las vidas de los buscadores, dijo. Se consideró incompleta cuando se suspendió a las 3:15 P.M.

"Los chicos que han conocido a Tony desde el jardín de infancia estaban llorando en mi oficina," dijo Watson. El director dijo que otros lo describían como alguien "que no nunca había tenido un momento de furia. Siempre decían que era un amigo de confianza."

En el aula Tony era un estudiante competente célebre por su empeño. "Tenía que trabajar duro para realizar cada cosa que hacía. Pero no tenía problemas de disciplina. No hay nada negativo en su expediente, sólo positivo," dijo Watson.

"Tony era muy espontáneo y los chicos nadaban allí siempre durante los veranos," dijo Watson sobre el área donde Ackerson desapareció.

En contra de algunos informes, no había indicios de que Ackerson fuera un temerario, dijo Elledge.

Watson dijo que la policía le contó que la temperatura del agua era de 38º F (3º C) y que se desplazaba a una velocidad de 14 a 16 mph (22 a 26 km./h.).

 


 

¡Asfixiado en su habitación con un equipo de submarinismo!

Un coleccionista de 29 años se asfixió con la máscara de un equipo de submarinismo ruso roto. El estudiante compró el equipo (según informaciones policiales) que fue construido originalmente para los hombres rana de la marina rusa de combate y quería repararlo por si mismo. Cuando se puso la ¿máscara de buceo? en su habitación simplemente se asfixió.

 


 

Un baño de sol tuvo consecuencias mortíferas para un hombre de 40 años en la costa Hastings (en el Sur del Reino Unido), fue encontrado vestido solamente con unos pantalones cortos y unos zapatos, y sufriendo dolores increíbles (según informaciones policiales). Murió en el hospital.

Causa de la muerte: Quemaduras causadas por un EXCESIVO BAÑO DE SOL.

 


 

Normalmente es el otro palo

Un caballero decidió que quería jugar al golf 18 hoyos, durante una tormenta. Jugó normalmente hasta el hoyo 8. La Madre Naturaleza le exhortó a hacer sus necesidades, por lo que se encaminó hacia un árbol. Se bajó la cremallera y se puso a la tarea. En ese momento un rayo chocó contra la tierra cerca de allí. Una descarga de electricidad fluyó hacia arriba a través de su chorro de orina y le envió volando hacia atrás, matándolo instantáneamente. Fue encontrado más tarde con su aparato tostado al aire por el guardián del campo.

 


 

De nuevo la ciencia triunfa sobre Budweiser

Tenemos muchas líneas de alta tensión cruzando el estado. Éstas líneas van sobre torres de diferentes tipos de construcción. Cerca de las áreas urbanas éstas son normalmente "Torres Decorativas de Metal" (deben ser más bonitas que las torres de madera).

A veces tenemos gente que piensan que sería agradable escalar estas torres y disfrutar del aire nocturno. La mayoría disfrutan de las vistas, permanecen lejos de los cables, y cuando se aburren, vuelven abajo.

Pues ésta es una historia de un tipo que estaba un poco abatido por una reciente pelea con una novia y decidió que necesitaba un poco de aire fresco para aclarar su cabeza. Pensó en subir a una torre. Procedió a escalar una torre al sur de Hartford al lado de la carretera I-91. Antes de llegar a su torre, decidió detenerse para comprar un pack de 6 botellas que le ayudara a despejar sus pensamientos.

Así que nuestro candidato al Premio Darwin se sentó a 60 pies (20 m.) por encima de la carretera, bebiendo su cerveza, consolando su dañado ego. Nuestro amigo llevaba 5 cervezas cuando se dio cuenta de que necesitaba un servicio de caballeros. Había un largo camino de bajada, así que se bajó la cremallera y decidió hacer sus necesidades hacia fuera de la torre. La electricidad es una cosa divertida. No necesitas tocar un cable para electrocutarte. En estas líneas de 115.000 voltios, dependiendo de las condiciones, se puede estar a una distancia de 6 pulgadas (15 cm.) y aun así resultar electrocutado. Pues, nuestro amigo procedió a orinar cerca del conductor (cable) cuando la corriente formó un arco con su "chorro" (el agua salada es un excelente conductor de la electricidad) alcanzó sus partes pudendas y le arrojó fuera de la torre.

Los tipos de mi trabajo tuvieron un corte momentáneo en esta línea y enviaron a unos operarios para que comprobaran si había alguna avería. Cuando nuestros chicos llegaron al escenario del accidente, encontraron a una persona muy muerta, con la cremallera bajada, qué tenía sus partes pudendas humeando y una única cerveza encima de la torre.

 


 

Premios varios

Un hombre decidió confeccionarse un traje que diera la ilusión de que tenía un cuchillo clavado en el pecho. Así que tomó un martillo y empezó a clavar el cuchillo en un tablero de modo que pareciese que tenía un cuchillo dentro del pecho cuando se pusiese la camisa. Por desgracia se clavó el cuchillo a través del tablero dentro de su pecho y se mató.

 

 

12 de junio de 1998: En marzo, tres hombres que habían estado excavando en una montaña por casi un año, supuestamente para encontrar y robar un sepulcro de la antigua Dinastía Han en la provincia de Shandong, en China, murieron por los gases tóxicos que había en la tumba.

 

 

28 de agosto de 1998: En julio, un hombre de 28 años se ahogó en Mount Clemens, Míchigan (EEUU), en una piscina de un complejo de apartamentos mientras jugaba un juego con amigos sobre quién podía contener el aliento bajo el agua por más tiempo. Y ganó.

 

 

30 de septiembre de 1998: William S. Burress, de 49 años, cayó y murió en Cincinnati (EE. UU.) en octubre, minutos después de haberse deslizado de una ventana del segundo piso de la cárcel del condado de Hamilton, donde estaba detenido bajo cargos de robo. La cuerda de seis metros que Burress había confeccionado con sábanas se cortó en dos, haciéndole caer al pavimento.

 

 

7 de mayo de 1999: En marzo en Bucarest (Rumanía), el futbolista profesional Mario Bugeanu y su novia murieron accidentalmente de envenenamiento por inhalación de monóxido de carbono en su automóvil mientras hacían el amor.

 

 

15 de julio de 1999: Tres jóvenes en Oklahoma (EE. UU.) estaban disfrutando los festejos del día de la independencia y aparentemente quisieron encender algunos fuegos artificiales. Se pusieron encima de un tanque de destilación de combustible de más de cien mil litros. Curiosamente, había una fuga minúscula, y al encenderse los juegos pirotécnicos se produjo una bola de fuego visible desde varios kilómetros a la redonda. Los amigos fueron lanzados varios centenares de metros y sus cuerpos fueron encontrados a 230 metros de sus respectivos asientos.

 

 

13 de mayo de 2008: (Suiza). Un joven suizo murió al caerse del balcón de su hotel durante una competición de escupitajos con un amigo. Tomó carrerilla desde el interior de su habitación para escupir más lejos, pero perdió el equilibrio y se precipitó a la calle desde una altura de 6,4 metros.

 

 

20 de abril de 2008: El sacerdote Adelir Antonio de Carli, de 42 años, murió cuando intentó volar atado a mil globos de cumpleaños inflados con helio desde la ciudad de Paranaguá, estado de Paraná, al sur de Brasil, con destino a Dourados, Mato Grosso do Sul, cerca de Paraguay. El día estaba nublado y a poco de despegar se internó en las nubes y nunca más se le vio. Llevaba un transmisor para comunicarse con la gente de tierra y un GPS, pero las baterías del transmisor se le acabaron rápidamente porque había olvidado ponerlo a cargar la noche anterior y el GPS nunca aprendió a usarlo. En la última comunicación que se le recibió decía que no sabía como se usaba el GPS. El cuerpo del sacerdote fue encontrado el 3 de julio, más de dos meses después de su "despegue", en alta mar, por un remolcador de la empresa brasileña Petrobras a 100 kilómetros de la costa de la localidad de Maricá.

 

 

23 de diciembre de 2008: El profesor de literatura colombiano José Eduardo Jaramillo Zuluaga murió congelado en un arroyo de Gransville, Ohio, Estados Unidos, mientras intentaba salvar a su perro llamado Dante. El profesor, de 51 años y Ph. D., iba con su hijastro peruano, y al ver que el perro saltó inesperadamente al agua, quiso salvarlo, con la mala suerte de que a los pocos minutos lo mató la hipotermia. Los organismos de socorro llegaron al lugar media hora después, sacaron el cuerpo del profesor y recuperaron al perro, que sobrevivió a las buenas intenciones de su amo. Los escritores colombianos Mario Mendoza y Santiago Gamboa fueron alumnos de Jaramillo Zuluaga en una importante universidad de Bogotá, Colombia. El profesor de la Universidad del Valle, Hernando Urriago Benítez, lo había comparado con ensayistas de la talla de Baldomero Sanín Cano y Rafael Gutiérrez Girardot. El profesor Jaramillo Zuluaga formaba parte de la Asociación de Colombianistas.

 

 

27 Febrero de 2009: En Rusia, un hombre murió tras participar durante 12 horas en una maratón de sexo en la que usó Viagra para mantenerse activo. La víctima, de apenas 28 años, quería demostrar su capacidad viril en una apuesta. Sergey Tuganov ganó la apuesta pero perdió su vida – Este señor, mecánico de profesión, se le midió al reto que le plantearon dos amigas, estar con ellas durante 12 horas sin parar. El premio que se llevaría si lo lograba, sería una suma superior a los 4 mil euros. Tuganov sabía que sería difícil mantener una erección durante tanto tiempo así que se aprovisionó de una buena cantidad de las pastillitas azules y aguantó las 12 horas. Pero cuando lo estaba celebrando, su corazón falló y murió de manera inmediata de un ataque cardíaco fulminante. Cuando llegaron los servicios de emergencia no pudieron hacer nada, sólo certificar la muerte de este fogoso y apasionado campeón de la maratón de sexo.

 

 

Francia, 1989: Jacques LeFevrier quiso asegurarse de su muerte cuando intentó el suicido. Fue a lo alto de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga. Amarró el otro extremo de la soga a una roca grande. Bebió veneno y se pegó fuego a la ropa. Hasta trató de dispararse en el último momento. Saltó al precipicio y se disparó al mismo tiempo. La bala no lo tocó pero al pasar cortó la soga sobre él. Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar. El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador caritativo lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió... de hipotermia.

 

 

Associated Press de Cairo, Egipto, 31 de agosto de 1995: Seis personas se ahogaron mientras trataban de rescatar una gallina que se había caído en un pozo en el sur de Egipto. Un joven campesino de 18 años fue el primero en bajar al pozo de 20 metros de profundidad. Se ahogó, aparentemente después que la resaca lo sumergió, dijo la policía. Su hermana y dos hermanos, ninguno de los cuales sabía nadar bien, bajaron uno por uno para tratar de ayudarlo, pero también se ahogaron. Luego llegaron dos campesinos a ayudar, pero también ellos fueron víctimas de la resaca. Los cuerpos de los seis fueron sacados más tarde del pozo de Nazlat Imara, al sur de Cairo. También sacaron a la gallina. Ésta última sobrevivió.

 

 

Alemania, 25 de agosto de 1999. La policía de Bodenwerder hizo un espantoso descubrimiento el miércoles por la tarde. Dos agentes encontraron el cuerpo demacrado y en parcial estado de descomposición de una anciana de 75 años en su apartamento. Había muerto varias semanas antes. Según la policía, la señora había sido víctima de su propia manía de coleccionismo. Las habitaciones de su apartamento estaban repletas de aparatos domésticos, comida, ropa y folletos archivados. Una pila de artículos le había caído encima y la había parcialmente enterrado. Ella no había podido liberarse y murió de sed. Vivía sola y raramente hablaba con los vecinos, así que su ausencia no fue notada inmediatamente. La policía encontró 50 latas de pescado, pilas de tubos de pasta dental, 30 linternas, diez grandes maletas de cuero e hileras de publicidad cuidadosamente archivada. De su apartamento sólo quedaban unos cuantos metros cuadrados de espacio habitable en el pasillo.

 

 

Agencia Reuters, Londres, 1996: Un campesino polaco, Krystof Azninski, podría clasificarse como el hombre más "macho" de Europa al decapitarse él solo. Azninski, de 30 años, había estado bebiendo con amigos cuando alguien sugirió que se desnudaran y jugaran algunos "juegos de hombres". Comenzaron por golpearse uno a otro en la cabeza con carámbanos, pero luego un hombre cogió una sierra mecánica y se cortó la punta del pie. No queriendo quedarse atrás, Azninski tomó la sierra y gritó "¡Miren esto, entonces!" giró la sierra eléctrica hacia su propia cabeza y se la cortó. "Es raro" dijo un compañero "porque cuando era joven, le gustaba ponerse la ropa interior de su hermana. Pero murió como un hombre".

 

 

25 de marzo de 1993. Una dieta terrible y una habitación sin ventilación se han indicado como las causas principales de la muerte de un hombre a quien sus propios gases lo mataron. No había señal alguna en su cuerpo pero la autopsia reveló grandes cantidades de gas metano en su sistema. Su dieta consistía principalmente en legumbres y coliflor (y algunas otras cosas): una combinación perfecta de alimentos. Aparentemente, el hombre murió mientras dormía por haber respirado la nube venenosa que flotaba sobre su cama. Si hubiese estado fuera, o si hubiese tenido la ventana abierta, no habría sido fatal. Pero el hombre estaba herméticamente encerrado en su habitación aislada. Era "...un hombre obeso con una gran capacidad para crear (este gas peligroso)." Tres de los rescatadores se enfermaron y uno fue hospitalizado.

 

 

2 de septiembre de 1999. Un abogado y dos amigos suyos estaban pescando en el lago Caddo en Texas cuando se desató una tormenta eléctrica sobre el lago. Todos los demás barcos se dirigieron inmediatamente hacia la costa, pero no el del abogado y sus amigos. Sólo en la parte trasera de su botecito de aluminio, este individuo se puso de pie, alargó los brazos en forma de crucifijo y gritó "AQUÍ ESTOY, DIOS, ¡DISPARA!". Y Dios respondió. Los otros dos pasajeros del barquito sobrevivieron al rayo con sólo quemaduras menores.

 

 

Hickory Daily Record, 21 de diciembre de 1992: Ken Barger, de 47 años, se disparó accidentalmente y murió en Newton (Carolina del Norte, EEUU) cuando, al despertarlo el sonido del teléfono al lado de su cama, trató de alcanzar el teléfono pero en vez de eso cogió una (pistola) Smith & Wesson 38 Especial, la cual se disparó cuando Ken se la acercó al oído.

 

 

Un hombre de 38 años murió en Jenkins Township (Pennsylvania, EEUU), en noviembre de 1997, un par de horas después de haber visitado a un amigo para ver sus culebras. Según el amigo, el hombre había metido la mano en el tanque de una cobra y había tocado a la víbora, que luego lo había mordido. Negándose a ir al hospital, el hombre dijo "soy un hombre, yo me las arreglo", y se fue a un bar, donde tomó tres bebidas y les presumió a todos los presentes que una cobra lo acababa de morder. Una hora después, había muerto.

 

 

EEUU, 20 de mayo de 2000. Un motociclista de 30 años fue aplastado cerca de Phoenix (Arizona) en diciembre después de que aparentemente, queriendo vengarse del automovilista de una camioneta que lo había hecho disminuir la velocidad al encontrarse delante en el mismo carril, el motociclista aceleró, rebasó la camioneta y luego frenó bruscamente.

 

 

Memphis, Tennessee (EEUU), abril de 2001. Un hombre intentó ganarle al tren conduciendo su automóvil rodeando las barreras de seguridad del cruce y como resultado chocó violentamente contra otro vehículo que estaba ejecutando la misma maniobra desde el lado opuesto de los rieles. El otro conductor había tenido la misma brillante idea. El primer conductor murió en el impacto. El accidente ocurrió a un lado de los rieles, y el tren pasó sin ser obstaculizado por los vehículos.

 


 

Asalto frustrado

3 de febrero de 1990. En EEUU, un hombre de Renton (Washington) trató de cometer un asalto. Probablemente se trataba de su primera vez, dado que no tenía antecedentes violentos y por las elecciones estúpidas que hizo:

- El objetivo fue H&J Leather & Firearms, un negocio de venta de armas.
- El negocio estaba lleno de clientes, en un estado donde un número considerable de la población adulta tiene licencia para llevar armas en lugares públicos.
- Para poder entrar al local, el ladrón tuvo que rodear un coche de policía aparcado frente a la puerta.
- Un agente de policía uniformado estaba de pie frente al mostrador tomando café antes de entrar en servicio.

Al ver al agente de policía, el presunto ladrón anunció el asalto y disparó un par de veces al aire. El policía y un empleado respondieron a los disparos inmediatamente, matándolo. Otros clientes también sacaron sus armas, pero no dispararon. Nadie más fue herido.

 


 

La muerte del actor David Carradine

4 de junio de 2009: El actor David Carradine (que interpretó en los años 70's al al monje shaolín chino-estadounidense Kwai Chang Caine en la serie Kung fu) fue hallado muerto en una habitación del hotel Park Nai Lert en Bangkok (Tailandia). Aunque los medios locales inicialmente informaron de que Carradine se había suicidado ahorcándose en la habitación de su hotel, más tarde su agente afirmó que la muerte del actor se habría producido por causas naturales. Informaciones posteriores indican que la muerte no fue por causas naturales ni tampoco un suicidio, sino una muerte accidental por asfixia autoinfligida o con el fin de aumentar su estimulación sexual durante una masturbación (asfixia autoerótica).

La policía de Tailandia no confirmó ninguna de estas versiones ni dio información oficial alguna, y la familia del actor solicitó formalmente al FBI que ayudara a esclarecer las circunstancias de la muerte. Las autoridades de Tailandia accedieron a que el FBI observara su investigación, sin intervenir en ella. Días más tarde, el periódico tailandés Thai Rath publicó una foto del cadáver de Carradine en el lugar donde fue encontrado, causando la indignación de los familiares del actor, quienes amenazaron con tomar acciones legales contra esa publicación.

Días después, el abogado de la familia Carradine, Mark Geragos, dio una entrevista a Larry King, donde planteó una nueva hipótesis sobre el fallecimiento del actor. Según Geragos, Carradine fue asesinado por los seguidores de una sociedad secreta relacionada a las artes marciales porque éste estaba a punto de revelar sus actividades clandestinas. Sin embargo, la teoría del juego erótico fallido cobró fuerza cuando un diario tailandés aseguró que Carradine fue encontrado usando una peluca de mujer y un portaligas, y que en la habitación del hotel se hallaron fotografías eróticas y lencería roja.

El 11 de junio y tras realizarle una segunda autopsia (la primera la hicieron las autoridades tailandesas), el médico forense contratado por la familia de Carradine, Michael Baden, confirmó que el actor no se suicidó, sin embargo, la falta de información por parte de la policía de Tailandia le impidió llegar a una conclusión sobre la causa de muerte.

Carradine, que tenía 72 años, estaba en el país asiático grabando su nueva película, Stretch, dirigida por el francés Charles de Meaux.

 


 

Atropellados por el tren

Durante el mes de mayo de 1998 en EEUU, las siguientes personas fueron atropelladas por un tren:

- El Sr. Heath Hess, en Hornell, N.Y.: No oyó el silbato porque estaba hablando con un teléfono móvil mientras se tapaba el otro oído para bloquear el ruido que no le permitía oír bien.

- Jesse Jones, en San Mateo, California: Intentó ganarle al tren, rodeando la barrera que le cerraba el paso.

- Brian McArdle, de 27 años, en Burlingame, California: sentado en el extremo de la plataforma de la estación, pensó que el tren pasaría sin tocarlo.

- David Flannery, de 22 años, en Berkeley Springs, Virginia Occidental: le ganó a un amigo en una apuesta de "Quién puede estar de pie por más tiempo en los rieles delante de un tren que se aproxima".

(Noticias publicadas en varios periódicos)

 


 

Premios Darwin del año 2014

Primer premio: un tren arrolla a dos aficionados al salir del fútbol en Rotterdam

A las 6 de la tarde del domingo 2 de marzo, tras la finalización del partido de fútbol que tuvo lugar entre el Ajax y el Feyenoord, unos 300 aficionados esperaban al tren en la estación de Zuid. Dos de ellos se bajaron a la vía y se desafiaban sobre quién de los dos se retiraría antes cuando llegase el tren. Uno se tumbó entre las vías con los brazos pegados al cuerpo, y el otro se quedó sentado al lado en posiciones en las que calculaban estar a salvo en el caso de que el otro no se retirase. Ninguno de los dos lo hizo, y aunque el tren frenó, resultó ser un poco más bajo y más ancho de lo que estos dos idiotas pensaron. Ambos murieron en el acto.

 

Segundo premio: preparativos sexuales

En mayo de 2014, el servicio de bomberos londinense fue llamado para realizar una intervención de emergencia en uno de los hospitales de la ciudad. Un hombre había introducido el pene y los testículos en un anillo de titanio grueso, pero la acumulación de sangre le impidió quitarselo. Dejó transcurrir 3 días antes de ir al hospital con la esperanza de que el problema se arreglase solo, cosa que evidentemente no pasó y lo único que provocó es que la zona se amoratase, se ennegreciese y se hinchase más aun. Tras tres intentos con la cizalla, los bomberos tuvieron que desistir y los médicos castraron al paciente. El hombre no murió, pero el efecto evolutivo será el mismo.

 

Tercer premio: Coitus interruptus

La noche del 10 de junio unos estudiantes celebraban una fiesta en un piso en la torre Knight de la calle Wharf, Londres. Un estudiante mexicano de 18 años y una atractiva joven rusa de 19, habían salido al balcón, pero no para refrescarse. Estaban entregados al amor a la vista de los vecinos, algunos de los cuales cambiaron el show de la televisión por el del balcón. En pleno acaloramiento, el joven Miguel levantó a Anastasia y la apoyó en la barandilla mientras que se dedicaba al laborioso frenesí de la cópula. Con tanto empujón la chica cayó a la calle y arrastró a Miguel. Ambos murieron.

 

Cuarto premio: resurrección fallida

17 de septiembre. En la aldea de Mubarakabad, en Pakistán, Muhammad Sabir, un reconocido guía religioso local, se propuso demostrar al público sus capacidades "milagrosas" matando a un hombre para resucitarlo después. Para tal experimento solicitó la ayuda de un voluntario que debía estar casado y tener hijos. Lo más insólito es que alguien se prestara a tal majadería. Fue Muhammad Niaz, de 40 años y padre de seis hijos. Delante de una muchedumbre, Muhammad Niaz se dejó atar sobre una mesa para que el sacerdote lo degollase. Muhammad Sabir, el sacerdote, después de asesinarle pronunció varias palabras mágicas en un intento de resucitar a su víctima, pero ante su sorpresa, el muerto no revivió. Al ver que no funcionaba, trató de huir corriendo, siendo detenido por los aldeanos y entregado a la policía. Para colmo, y después del grotesco y trágico espectáculo, la hermana de la víctima opinaba que su hermano será recompensado por su sacrificio y que Muhammad Sabir no debería estar arrestado.

 

Quinto premio: una momia en Tucson

El 19 de mayo y después de un corte en el suministro en Tucson (Arizona), los técnicos de una empresa eléctrica abrieron la tapa de un registro y encontraron en su interior los restos momificados de un hombre de unos 50 años de edad. El hombre aparentemente había tratado de robar cobre, ya que llevaba un cortador de cables. La electricidad le cocinó, eliminando la humedad de su cuerpo. La muerte debió de ocurrir un año o dos antes de ser encontrado el cadáver.

 

Sexto premio: el elefante al que no le gustaban los selfies

El 24 de abril, dos turistas que visitaban una reserva en Kenia, se fijaron en un elefante que parecía tranquilo. Se acercaron a él y empezaron a hacerse selfies tocándole la trompa y los colmillos. El paquidermo, molesto, los golpeó con la trompa y posteriormente los pisoteó hasta su muerte. Temiéndose lo peor, buscó ramitas para tapar los cadáveres, aunque eso no evitó que los guardas le matasen a tiros.

 


 

Más información (en inglés) en:

Premios Darwin

 


Tomado y recopilado de:
Rodrigo Díaz López (10-2005)
Marcelo Dos Santos, publicado en Zapping (12-2005)
Wikipedia en español, entrada referida a Premios Darwin (08-2009)
Informaciones posteriores añadidas.