LOS ANTIGUOS TELÉFONOS DE PREVIO PAGO

 

LOS TELÉFONOS DE PREVIO PAGO (O PAGO PREVIO)

Los denominados aparatos telefónicos de "Previo Pago" (P.P.) fueron los precursores de los más modernos teléfonos de monedas públicos de cabinas (teléfonos que se alojaron en una especie de cabinete cerrado ubicados en lugares públicos), telefonos que también se pueden considerar que son P.P. Tuvieron su auge durante la expansión de la automatización del servicio telefónico en España en los años 1930-70's, y quedaron obsoletos y en desuso con la aparición de los teléfonos públicos de cabina, si bien las primeras cabinas telefónicas en vía pública, instaladas en España a partir de 1966, fueron equipados con estos aparatos de P.P. Incialmente los aparatos de P.P. se ubicaban en locales públicos (locutorios, bares, hospitales, etc...), con el objeto de facilitar el uso del servicio telefónico al público en general mediante el abono de una módica cantidad, siendo el aparato propiedad del propietario del local.

Hay que dejar bien claro que los teléfonos de uso público siempre han existido desde la primera época de la telefonía, aunque estaban disponibles en los locutorios y oficinas telefónicas, así como en algún otro local. Eran aparatos telefónicos ordinarios para los cuales el servicio prestado se cobraba a posteriori. De hecho, en aquellas primeras décadas de la telefonía (finales del siglo XIX - principios del siglo XX), este tipo de teléfono público era el disponible para la mayoría de la población, ya que el teléfono particular o privado durante muchos años sólo estuvo al alcance de muy poca gente, que podían permitírselo.

El origen de los teléfonos públicos tiene lugar en Connecticut (Estados Unidos) en 1889 (unos 13 años después de la invención oficial del teléfono por Graham Bell) cuando William Gray tuvo la necesidad urgente de contactar con un médico para su mujer porque su familia no estaba abonada en aquél tiempo al servicio telefónico. Tuvo que recorrer almacenes, establecimientos, buscando un teléfono desde el cual le permitieran realizar esa llamada por teléfono. A raíz de este hecho, William planteó la necesidad de crear un lugar donde hubiera disponible un teléfono desde el que se pudieran realizar llamadas telefónicas, y además a cualquier hora del día. Desarrolló el primer aparato de teléfono público operado por monedas, cuya patente obtuvo el 13 de agosto de ese año (Patente US nº 408709).

Básicamente, el sistema ideado por William Gray era un adosado a un teléfono mural de la época (típicamente de batería local y llamada mediante magneto) cuyo mecanismo se limitaba a bloquear mecánicamente la manivela de la magneto del aparato), impidiendo que pudiera realizarse una llamada a la operadora de la central local correspondiente. Este mecanismo se se desbloqueaba y liberaba la manivela de la magneto al introducir una moneda.

La iniciativa de William Gray tuvo tanto éxito, que rápidamente se fue extendiendo a todos los rincones de Estados Unidos.

En España, tras la constitucitución en 1924 de la C.T.N.E. (Compañía Telefónica Nacional de España) y tomar el monopolio de la telefonía en España, a partir de 1928 comenzó la instalación de estos teléfonos públicos de "Previo Pago" (o de "Pago Previo"), ya que se buscó en este tipo de teléfonos públicos una solución paliativa para dar servicio telefónico a los potenciales usuarios ante la imposibilidad de tener éstos un teléfono propio, tanto por su alto coste inicial (algo no permisible para la mayoría de la población) como por la larga demora en su instalación. Con ello, los aparatos de P.P. cumplieron una importante función social al permitir el acceso al servicio telefónico no sólo a los usuarios que no estaban abonados al servicio y por ello no disponían de un teléfono en sus hogares, sino a cualquiera que, estando fuera de su domicilio lo necesitase, permitiendo prestar el servicio en cualquier población donde no se justificaba la instalación de un locutorio desde donde poder realizar llamadas.

Los primeros teléfonos públicos de P.P. se instalarorn en 1928 en Madrid, y se considera que el primero fue el instalado en el "Viena Park" (actualmente Florida Park) en el parque del Retiro de Madrid. Este aparato, al estar al aire libre, estaba alojado en un pequeño armario-vitrina, por lo que podría considerarse también como la primera cabina telefónica. Otro de aqueños primeros aparatos de P.P. fue instalado en el interior del Bar Regio, en la Carrera de San Jerónimo nº7 (bar desaparecido hace muchos años), aparato que obviamente no se precisaba de mayor protección (no requería estar alojado en una vitrina) y en el que se destacaba la posibilidad de realizar desde allí llamadas a otros países, tal y como se indicaba en el cartel colocado por encima del aparato y que decía: "Desde este teléfono puede Vd. celebrar conferencias con toda España, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Francia, Suiza, Portugal y Países Bajos".

Estos dos aparatos aparecen en el artículo publicado en el número de setiembre de 1928 de la Revista Telefónica Española (órgano informativo de la antigua C.T.N.E.) bajo el epígrafe de "otras facilidades del servicio", donde se daba noticia de la instalación de los primeros teléfonos públicos de P.P. El articulo explica el funcionamiento de los nuevos aparatos dispuestos para su uso, y se ilustra con dos de las primeras "estaciones" madrileñas, las dos ya mencionadas. El artículo completo se reproduce en las siguientes dos hojas de la revista: Hoja 1 , Hoja 2

En 1966 se comenzaron a instalar en la vía pública en Madrid y Barcelona las primeras "cabinas" aisladas, lo que permitió su uso en cualquier momento del día, al margen de los horarios comerciales de los establecimientos o domicilios particulares concertados donde inicialmente se albergaban los teléfonos públicos.

Los aparatos telefónicos de P.P. funcionaban con una especie de ficha metálica (de latón) especial de Telefónica, con forma de moneda de cobro (con una o dos señaladuras en la última época). Se adoptó que el cobro de las comunicaciones efectuadas fuera por fichas, y no por monedas, porque, como se indica en el mencionado artículo de 1928, las monedas pueden tener diferente grado de deterioro por su uso. Por lo cual, el usuario debía previamente cambiar monedas de curso legal por fichas telefónicas.

Normalmente cada ficha telefónica permitía establecer y mantener un determinado periodo de conversación en llamadas urbanas o metropolitanas. En aquellos primeros años de los aparatos P.P., cada ficha tenía un valor de 30 céntimos de peseta (moneda oficial de España anterior al euro) y daba derecho a 3 minutos en llamadas locales, o a menos tiempo si la llamada era a distancia mayores (interurbanas), requiriéndose la introducción de nuevas fichas al final de cada periodo si se quería proseguir la comunicación establecida.

Posteriormente se restringió el uso de estos teléfonos sólo para llamadas locales, y más adelante, cuando estos aparatos se empezaron a instalar en las primeras cabinas públicas (ya en la década de 1960), pasarían también a funcionar con monedas de una peseta, cuyo tamaño era muy similar al de las fichas telefónicas.

Los primeros teléfonos de P.P. no eran mas que teléfonos ordinarios de la época (típicamente un modelo de la operadora norteamericana Bell Telephone), a los cuales se asoció una caja recaudadora de fichas telefónicas separada (fabricada por la tembién norteamericana Western Electric), y a la cual estaban unida por un cordón de conexión. La caja recaudadora incluía el dispositivo de cobro y la hucha recaudadora de monedas.

Por entonces la red telefónica tenía un bajo grado de automatización, y los teléfonos P.P. de la época estaban conectados a centralitas manuales, atendidas por señoritas operadoras. Eran las operadoras las que controlaban los tiempos de conversación y la aplicación de las tarifas correspondientes en las llamadas establecidas en aparatos P.P.

Posteriormente, conforme aumentó el grado de automatización de la red telefónica española, los aparatos de P.P. pasaron a ser automáticos, siendo conectados a líneas de centrales telefónicas automáticas, en las cuales habían circuitos de adaptación de la línea telefónica para las funciones de cobro de monedas. La línea, antes de conectarse al equipo automático de la central, debía pasar por un "circuito adaptador de previo pago", que es el que controlaba los tiempos de conversación y el envío de orden de cobro de monedas (este equipo podía estar integrado en el propio equipo automático). Además, las líneas de P.P. automáticas tenían la consideración de "líneas restringidas", por lo que sólo podían realizar llamadas de tarificación local (el propio control del equipo automático rechazaba los intentos de llamadas a numeraciones interurbanas o nacionales, mediante el análisis de las primeras cifras del número marcado por el usuario).

En 1955 CTNE saca el modelo 5536A, un modelo de P.P. que incluía una carcasa metálica (resistente contra manipulaciones indebidas por parte de terceros) dotada de una larga ranura o ventanilla de cristal para ver las fichas depositadas. La caja recaudadora, también metálica, era aparte, pero se situaba justo debajo del aparato. Este aparato fue el más moderno aparato telefónico de previo pago, y permitía introducir hasta 7 fichas telefónicas seguidas, que se podían ver a través de la ranura alargada de cristal en el frontal del aparato, con lo que el usuario podía ver en todo momento las fichas de que aún disponía si quería mantener una conversación larga, o introducir nuevas fichas a medida que éstas iban siendo cobradas por el aparato.

Este modelo se equipó en las primeras cabinas en vía pública, instaladas a partir de 1966, y pronto se sustituyó para este cometido por el modelo 5536M, similar al anterior, pero con un mayor blindaje de su carcasa, y que aceptaba tanto fichas telefónicas como monedas de peseta (moneda oficial de España de la época).

El sistema de cobro de estos teléfonos públicos se basaba en el envío de una señal de cobro desde el adaptador de P.P. asociado en la central telefónica. Una vez iniciada una llamada saliente desde el teléfono de P.P. (asegurándose previamente el mecanismo de cobro del teléfono de que hay una ficha o moneda introducida), el adaptador de la central iniciaba una temporización, tras la cual, al vencer ésta, se enviaba una señal de cobro sobre la línea telefónica, que es la que hacía que el dispositivo de cobro del teléfono cobrara la moneda o ficha y pasara ésta a la hucha de la caja recaudadora. Esta señal de cobro era al principio un impulso de batería de 110 voltios, y posteriormente, se empleó una inversión de la polaridad de la línea telefónica. No obstante, en los sistemas de P.P. más modernos, unos segundos antes al envío de la señal de cobro se enviaba una señal intermitente de 400 Hz (una especie de tono de ocupado), como aviso de que la comunicación se iba a cortar si no se introducía una nueva moneda o ficha.

Con estos adaptadores de P.P. la señal de cobro se enviaba a los 3 minutos de iniciada la comunicación, ya que durante muchos años fue el tiempo asignado para cada periodo de cobro de una llamada urbana (éstas tarificaban en las centrales telefónicas automáticas antiguas enviando un "paso de contador" cada 3 minutos, que era recibido en un contador electromecánico de 5 o 6 cifras asociado en la central a cada línea telefónica). El circuito adaptador no permitía enviar señales de cobro con otras cadencias, por lo que no podía tarificar llamadas interurbanas, de ahí que los teléfonos de P.P. automáticos sólo estuvieran habilitados para realizar llamdas locales o urbanas.

En los aparatos antiguos, la señal de cobro hacía que se cobrara la ficha depositada en la caja recaudadora de fichas, y se cortaba la comunicación, por lo que si el usuario deseaba continuar con la conversación, debía introducir otra ficha y proceder a llamar de nuevo al número con el que estaba hablando. Sin embargo los aparatos más modernos (modelos 5536), capaces de almacenar hasta 7 fichas o monedas, permitían proseguir indefinidamente la conversación, mientras hubiera fichas o monedas para cobrar (cada tres minutos era cobrada una ficha). El dispositivo de cobro devolvía las fichas o monedas no cobradas al final de la conversación o en caso de no establecerse la conversación con el número llamado, al colgar el aparato.

Los aparatos de uso público modelos 5536, tanto de titularidad de C.T.N.E. alojados en cabinas como los ubicados en locales públicos o privados concertados, sólo permitían llamadas urbanas, ya que el cobro de las fichas o monedas era a intervalos de 3 minutos (utilizando como orden de cobro la inversion de la polaridad de la línea), que era la tarifa asignada a las llamadas urbanas (un paso de contador cada tres minutos). Esto excluía las llamadas interurbanas y nacionales.

Pero a mitad de los años 1970's Telefónica firmó un contrato de licencia con la empresa danesa GNT A (Great Nordic Telephone Automatic), la cual estaba ligada a otra gran empresa de telefonía europea, Ericsson LM, para el suministro y fabricación de unos aparatos telefónicos públicos de pago mucho más modernos, que sustituirían a los teléfonos de fichas ubicados en cabinas en vías públicas y en recintos semivigilados, que sólo permitían llamadas locales.

Estos aparatos de monedas públicos, conocidos en Telefónica como aparatos GNT, fueron un gran avance, ya que admitían varias de las monedas de distinto valor en circulación en España de la época (monedas de 5, 25 y 50 pesetas), lo cual posibilitaba realizar todo tipo de llamadas: urbanas o metropolitanas, interurbanas, nacionales e internacionales, además de llamadas a centros aún manuales (no automatizados). Fabricados por ELASA (Electrónica Aragonesa SA) con licencia de GNT A para Telefónica, estos aparatos fueron ubicados en cabinas públicas, sustituyendo rápidamente a los anteriores teléfonos públicos de Previo Pago, siendo los primeros teléfonos públicos de cabina modernos de Telefónica.

Los teléfonos públicos de GNT son mucho más sofisticados que los anteriores aparatos de P.P., ya que incluían mecanismos para detección y reconocimiento de distintos tipos de monedas, detección de monedas falsas, etc... y disponían de un sistema electrónico que llevara un cómputo del dinero cobrado en cada momento (en función de los distintos tipos de monedas cobradas), mas un sistema distinto de envío de las señales de cobro desde la central telefónica, basado en el envío de impulsos de 12 kHz (en líneas de longitudes normales) o de 50 Hz (en líneas más largas). La cadencia de envío de los impulsos de cobro (de 12 kHz o de 50 Hz) dependía del tipo de llamada efectuada, y no queda limitada al envío de un impulso cada 3 minutos, correspondiente a las llamadas urbanas. En lugar del adaptador de previo pago, estos aparatos requerían en la central telefónica de un dispositivo asociado a su línea, el Adaptador de Teletax, el cual se encargaba de transformar los impulsos de cómputo generados por las llamadas (los "pasos de contador") que eran enviados al contador de la línea en la central, en las señales de impulsos de 12 kHz o 50 Hz que se envían por la propia línea hacia el aparato GNT.

A continuación se describirán técnicamente el funcionamiento de los antiguos aparatos de previo pago.

 

PRIMER SISTEMA DE PREVIO PAGO

Este primer sistema de P.P. estaba constituido por un aparato telefónico mural convencional de la época, y una caja recaudadora especial externa, que estaba conectada al aparato telefónico a través de un único hilo (conectado al hilo a de la línea) y conectada a una toma de tierra mediante otro hilo. Las señales de cobro enviadas por la operadora (al principio los teléfonos P.P. estaban conectados a una central manual atendida por operadoras telefonistas) o por el circuito adaptador de P.P. (si estaban conectados a una central telefónica automática) eran tensiones de batería de 110 voltios continuos.

La caja recaudadora, del tamaño aproximado de un teléfono, por su parte exterior tenía, en el lado frontal, dos ranuras, una en la parte superior y otra en la inferior. La de la parte superior servía para introducir una ficha telefónica, mientras que la de la parte inferior servía para devolver al usuario dicha ficha cuando no se había completado la comunicación.

En el interior de la caja existía un electroimán de dos bobinas, con núcleos de hierro, cuyos arrollamientos (de 510 ohmios) en serie estaban constituidos por hilos de cobre aislado; uno de los extremos de este arrollamiento es conectado a la borna L (línea) y el otro a la T (tierra) por intermedio de dos resortes metálicos que se accionan por medio de la ficha depositada.

Dichos núcleos y bobina están montados en un sistema similar al timbre telefónico de corriente alterna o polarizado (timbre de campanas), teniendo también su correspondiente armadura, pero sin equipar el mazo ni las campanas. Mediante dos fuertes muelles en espiral se mantiene la armadura en una posición de reposo, sin tocar ningún polo, y de forma tal que, cuando bascula hacia un lado, la ficha sale al exterior de la caja por la ranura exterior, y cuando la armadura bascula hacia el otro lado, dicha ficha cae en un depósito que para este efecto tiene la caja recaudadora.

Las dos bornas de conexión de la caja deben conectarse una a tierra y otra en derivación del hilo A de la línea.

Estos aparatos exigen para su funcionamiento el efectuar ligeras modificaciones en el equipo de la central (intercalar el adaptador de P.P. adecuado en la línea), ya que para el establecimiento de una llamada, tanto si era manual como automática, era necesario enviar una tierra por el hilo B de la línea a través del aparato de P.P. cuando se descolgaba el microteléfono.

 

Esquema del aparato previo pago
Esquema del aparato.
(Clic en la imagen para ampliarla).

 

Como se ve en la figura anexa, al caer la ficha por la ranura superior de la caja, actúa sobre los dos resortes metálicos, cerrando su contacto (que normalmente está abierto), y entonces la tierra que está conectada en la borna correspondiente (T) pasa, a través del contacto establecido por la ficha, a los arrollamientos del electroimán, y de aquí a la borna L1 (de la línea). Por tanto, en posición de reposo del microteléfono y con una ficha ya introducida, la tierra está conectada sobre el hilo A de línea, pero al descolgar el aparato, esta tierra, a través del primario de la bobina de inducción, gancho conmutador, micrófono y contactos en reposo del disco de marcar, cierra el circuito por el hilo B de línea, señalizando a la central que se quiere establecer una llamada. Si la central es automática, ésta enviará entonces el tono de marcar, mientras que si la central es manual, se provoca la activación de una señal de atención para poner en alerta a la operadora del intento de llamada para que la atienda.

Al colgar el microteléfono por haber terminado de utilizar el aparato, si la comunicación se completó y se estableció conversación con el usuario llamado, la central, sea manual o automática, envía por el hilo A de línea el polo positivo de una batería de 110 voltios, cuyo otro polo lo tiene conectado a tierra en la central. Esta batería positiva circula por el electroimán de la caja recaudadora, y, a través del contacto que hace la ficha, pasa a tierra, cerrándose así el circuito, y, como consecuencia, se produce la imanación en los núcleos del electroimán, que atraen la armadura, haciendo que bascule en el sentido que haga caer la ficha al interior de la caja recaudadora.

Si la comunicación no se completó, o fue con un servicio especial, conferencias, etcétera, la central manual o automatica envía, por el mencionado hilo A, el polo negativo de la batería de 110 voltios, teniendo ahora su polo positivo conectado a tierra. Con ello se cierra el circuito en forma similar a la anterior, pero la distinta polaridad de la batería de 110 V aplicada imana las bobinas del electroimán con campo magnético opuesto al caso anterior, y la armadura basculará en sentido contrario, con lo que la ficha cae hacia la ranura inferior de la caja, saliendo al exterior de ésta, siendo así devuelta al usuario.

 

APARATO DE PREVIO PAGO CON CAJA RECAUDADORA 5901

Este aparato es un aparato telefónico automático convencional de los modelos 5522 A-C-E y 5523 A-C-E (modelos de baquelita negra mural y de sobremesa respectivamente, típicos de los años 50-60's), y del cual sale un cordón de cuatro conductores conectado a las bornas MR, M, C y L2 del teléfono, que va a una caja recaudadora (modelo 5901).

El aparato recaudador consta fundamentalmente de una corredera que sirve para soltar un botón que acciona un bloque de contactos y para el desplazamiento de la ficha, y que al ser oprimido un botón, la expulsa al interior del depósito para fichas. Dispone también de un muelle que sujeta la ficha hasta que es oprimido dicho botón.

En la caja recaudadora 5901 existen dos bloques de contactos: uno accionado por la corredera, que interrumpe la continuidad de la línea telefónica (conectada a las bornas L1 y L2 del aparato) cuando la corredera está hacia atrás. Y el otro bloque de contactos, que es accionado por la ficha, y que pone en cortocircuito o bien el contacto del disco marcador (impidiendo la marcación), conectado entre las bornas M y C del aparato telefónico, o bien el micrófono del aparato telefónico (impidiendo poder hablar), conectado entre las bornas M y MR del aparato. En reposo este bloque pone en cortocircuito el contacto del disco, mientras que al ser actuado por una ficha, quita el cortocircuito al disco y pone en cortocircuito el micrófono. Cuando se expulsa la ficha se vuelve a poner el cortocircuito del disco y se quita el cortocircuito del micrófono.

 

Esquema del aparato P.P. con caja recaudadora 5901
Esquema del aparato P.P. con caja recaudadora 5901
(Clic en la imagen para ampliarla).

 

En este tipo de aparatos las llamadas del exterior se reciben normalmente, y para hablar es necesario que la corredera esté hacia adelante (con lo cual da continuidad al hilo L2 de línea al aparato telefónico).

Para llamar es necesario introducir la ficha (con lo cual se quita el cortocircuito del disco, habilitando su uso, pero pone en cortocircuito el micrófono), y después marcar con el disco. Cuando el usuario llamado contesta, es preciso pulsar el botón que deposita la ficha en la caja de recaudación para poder hablar. Al caer la ficha, se quita el cortocircuito del micrófono, habilitando éste para poder hablar, a la vez que se vuelve a poner en cortocircuito el disco marcador.

A los tres minutos se recibe una señal intermitente (un tono intermitente), procedente del equipo automático, como aviso de que la comunicación se va a cortar, y cuando esto ocurre no se puede reanudar la conversación, y si esto se deseara, es preciso introducir otra ficha y proceder a llamar de nuevo al número deseado.

 

APARATOS TELEFÓNICOS DE PREVIO PAGO MODELOS 5536

 

Aparato de PP 5536A, versión con carcasa de hierro pintada de negro Aparato de PP 5536M, versión con carcasa de hierro gris.
Aparato de PP 5536A, primera versión con carcasa de hierro pintado de negro. Sólo aceptaba fichas telefónicas. (Nota: Ver aquí la etiqueta en la parte superior del aparato). (Clic en la imagen para ampliarla)- Aparato de PP 5536M, siguiente versión con carcasa de hierro gris, y más robusto para prevenir posibles actos vandálicos. Este modelo también aceptaba monedas de peseta. (Clic en la imagen para ampliarla).

 

Estos modelos de aparato de PP incluyen en un único equipo los circuitos de telefonía y el dispositivo de cobro, todo ello bajo una carcasa metálica blindada. Justo debajo del aparato se disponía una caja recaudadora, también metálica blindada. Se comenzaron a instalar en 1955 y CTNE lo mantuvo en servicio desde 1955 a 1976.

El primer modelo fue el modelo 5536A, caracterizado por estar realizada su carcasa blindada en acero pintado de negro. Para el cobro de las llamadas funcionaba con fichas telefónicas de latón. Inicialmente (desde 1955) se instaló en locales públicos (comercios, bares, locutorios, hoteles, etc...) e incluso en domicilios particulares. En 1966 CTNE instala los primeros teléfonos públicos en cabinas públicas instaladas directamente en la vía pública (fuera de recintos cerrados), y se equipa este modelo de teléfono PP en dichas cabinas. Pronto se modificó para aceptar también el pago con monedas de peseta de la época (de tamaño similar a las fichas telefónicas), y surge así el modelo 5536M, de apariencia muy similar al anterior, pero realizado en hierro gris y más robusto frente a actos vandálicos (caja más robusta, cordón del microteléfono blindado con tubo metálico coarrugado,...).

 

Fichas telefónicas Fichas telefónicas
Fichas telefónicas de latón. (Clic en la imagen izquierda para ampliarla).

 

Las monedas o fichas se depositan en el aparato a través de una ranura situada en la parte superior del bastidor metálico del aparato, y éstas se deslizan a través de un largo canal, con capacidad de almacenamiento de hasta 7 fichas. Parte de este canal de acumulación de monedas es visible desde el exterior, en el frontal del aparato, a través de una ventana de cristal que sigue la forma del canal de almacenamiento de fichas. Con ello el usuario que efectúa una llamada puede ver en cada momento las fichas que hay dentro del aparato.

La primera ficha introducida por el usuario que quiere realizar una llamada cae a lo largo del canal de acumulación y queda retenida al final de este canal por dos topes móviles: Uno de ellos está acoplado mecánicamente al gancho de colgado del teléfono, de tal manera que al colgar el microteléfono en el gancho (finalizando cualquier comunicación), éste hace mover lo suficiente el tope en cuestión como para dejar paso a la ficha (y todas las demás que sigan detrás de ésta) hacia una rendija de devolución de monedas, recuperando el usuario las fichas que aún quedaban en el aparato sin cobrar al colgar el microteléfono.

El segundo tope está asociado al circuito de cobro del aparato, de manera que al activarse éste por una señal de cobro enviada desde la central telefónica, retira el tope lo suficiente para que la primera ficha depositada caiga en otra dirección, hacia el fondo del bastidor del aparato, que actúa como caja recaudadora. En realidad antes de caer la moneda al fondo de la caja recaudadora, se encuentra con un tercer tope, también asociado al circuito de cobro, que sirve para verificar que la moneda o ficha ha sido cobrada realmente, antes de dejarla caer al fondo del aparato.

Estos aparatos han de ser conectados a líneas de funcionamiento restringido y con un adaptador de P.P. en la central telefónica automática. Funcionamiento restringido significa que sólo les está permitido realizar llamadas urbanas y locales, las cuales en su época tenían una tarificación de un "paso de contador" cada tres minutos, siendo la unidad de control de la central automática la que discriminaba, en función de la numeración marcada por el usuario, si la llamada era local, y por tanto permitida, o si era interurbana o nacional, y por tanto no permitida.

La tarificación por "pasos de contador" era uno de los sistemas antiguos de tarificación de las llamadas realizadas por los usuarios, donde cada línea telefónica tenía asociada en la central un contador mecánico, y donde la tarificación de las llamadas se realizaba enviando impulsos a intervalos regulares hacia el contador de la línea que efectúa una llamada, los cuales incrementan en uno su valor con cada impulso recibido (impulsos que se denominaron "pasos de contador" por este motivo). Cada "paso de contador" tenía un valor monetario dado, y, según el tipo de llamada efectuada (local, interurbana, nacional...), la cadencia de envío de los impulsos de tarificación o pasos de contador era más o menos rápida (lo que significa tarificar cada tipo de llamada con distinta tarifa monetaria).

En cuanto a los adaptadores de P.P., cada línea con un teléfono de este tipo debía pasar por un adaptador de P.P. en la misma central. Este adaptador se encargaba de enviar las señales de cobro al aparato de P.P., y la señal de cobro es una simple inversión de la polaridad de la línea. El adaptador estaba controlado por una señal periódica generada cada 3 minutos, si bien unos segundos antes de que ésta diera lugar al envío de la señal de cobro, el adaptador ponía un tono de aviso de 400 Hz entrecortado en la línea para avisar al usuario llamante que se iba a proceder a cobrar la siguiente ficha, o a cortarse la comunicación si no había ficha que cobrar (dando tiempo al usuario a depositar una nueva ficha si quería mantener la comunicación establecida).

Los aparatos de P.P. modelo 5536A contienen en su interior un circuito telefónico de conversación ordinario, un conjunto de dos resortes L y C con contactos asociados, un electroimán muy sensible de dos arrollamientos, encargado de las funciones de cobro de las fichas o monedas, y un diodo S en serie con el circuito de micrófono. Los resortes L y C están asociados a la función de cobro de fichas, el resorte L detecta la presencia de al menos una ficha en el canal acumulador de monedas, mientras que el resorte C detecta el cobro de las fichas.

El circuito de conversación telefónica es del tipo clásico utilizado en los teléfonos de la época, con un micrófono de carbón, receptor auricular sensible, bobina de inducción (que adapta el micrófono y el auricular a la línea, y garantiza un buen rechazo de las señales de micrófono sobre el auricular), gancho de colgado/descolgado mecánico (con su contacto abierto en situación de colgado), circuito de timbre de campana, y disco marcador por impulsos (con un contacto de marcación cerrado en reposo, y dos contactos adicionales abiertos que cortocircuitan al micrófono y al receptor auricular durante el giro del disco, para que los impulsos de marcación generados no afecten a éstos).

 

Circuito del teléfono Previo Pago 5536A
Circuito del teléfono Previo Pago 5536A
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FUNCIONAMIENTO

Cuando se descuelga el microteléfono del gancho para realizar una llamada, el contacto del gancho actúa y cierra el circuito de línea a través de los circuitos del teléfono, lo que es interpretado en la central telefónica como indicación de querer establecer una comunicación, tras lo cual la central enviará el tono de marcar (tono de 400 Hz continuo). El micrófono (de tipo micrófono de carbón) recibirá la alimentación enviada por la línea a través del diodo S en serie, y por ello es muy importante que los dos terminales de línea del aparato (L1 y L2), estén conectados correctamente a los dos hilos de la línea telefónica: L1 al hilo de línea de tensión positiva, y L2 al hilo de línea de tensión negativa. En estas condiciones, el diodo S1 está en conducción, y el micrófono estará alimentado.

Pero en estas condiciones, el contacto de marcación del disco marcador (cerrado en reposo), estará cortocircuitado por el contacto asociado al resorte L, impidiendo la marcación. Cuando el usuario introduce alguna ficha en el aparato, la primera de ellas cuando llega al final del canal de acumulación de fichas queda detenida por los topes mencionados anteriormente (Topes K y N), y además actúa sobre el resorte L, abriendo el contacto asociado a dicho resorte. Con ello desaparece el cortocircuito del contacto marcador del disco, y el usuario puede marcar el número de la línea a la que quiere llamar.

Cuando el usuario llamado descuelga su aparato contestando la llamada, el adaptador de P.P. en la central telefónica local invierte la polaridad de los hilos de la línea llamante, y ello da lugar a que el micrófono del aparato de P.P. quede sin alimentación, al quedar ahora el diodo en serie S con polaridad invertida, y por tanto, en no conducción. Pero ahora la corriente que debería circular por el circuito de micrófono circulará a través de los dos arrollamientos en serie del electroimán de cobro del aparato, siendo un arrollamiento de alta resistencia y el otro de baja resistencia. Debido al arrollamiento de alta resistencia, la corriente que circula por la línea se reducirá ostensiblemente.

Este electroimán antes estaba cortocircuitado por la baja resistencia del micrófono, ya que está en paralelo con él, y por tanto no se podía excitar. Ahora, al circular la corriente de alimentación del aparato por el electroimán, éste se excita, y al atraer su armadura, ésta desplaza el tope N que impide que la moneda o ficha caiga hacia la caja recaudadora. La ficha avanzará en esa dirección, pero quedará frenada por un segunto tope N' asociado al electro de cobro, quedando retenida en esta posición. En esta posición, la ficha presiona sobre el resorte C, el cual cierra su contacto, poniendo en cortocircuito el arrollamiento de alta resistencia del electroimán, y haciendo circular la corriente de alimentación de línea por el arrollamiento de baja resistencia.

 

Sistema de cobro del aparato P.P.
Sistema de cobro del aparato P.P.

 

Esto da lugar a que aumente notablemente la corriente de alimentación de la línea, manteniéndose excitado el electro por la circulación de la corriente de línea por su arrollamiento de baja resistencia. Este aumento de intensidad de la corriente de línea será detectada en el adaptador de P.P. de la central por un relé marginal en serie con los hilos de línea, el cual se excitará, indicando así que ha detectado el cobro de la ficha en el aparato de P.P.. Entonces, el adaptador, a través de otro relé, invierte de nuevo la polaridad de la línea (dejándola como al principio), con lo que se reestablece de nuevo el circuito del micrófono, y éste pone de nuevo en cortocircuito (por la baja resistencia del micrófono) al electro de cobro, con lo cual este se desexcita. Al reponer el electro de cobro, por un lado retira el segundo tope (N'), que retiene la ficha cobrada, la cual finalmente cae al fondo del aparado, y por otro lado, mueve el primer tope (N), que retiene la siguiente ficha del canal de acumulación, que ahora ocupará la posición de la ficha ya cobrada.

A partir de este momento, el adaptador de P.P. de la central asociado a esta línea generará una temporización de tres minutos, al final de la cual volverá a invertir la polaridad de los hilos de línea para así intentar cobrar la siguiente ficha. Si la cobra, volverá a repetirse el proceso, iniciando una nueva temporización de tres minutos, y así sucesivamente.

Siempre, unos 15 segundos antes de que finalice cada periodo de 3 minutos, durante unos segundos el adaptador de P.P. enviará por la línea un tono de ocupado (400 Hz intermitente) para recordar al usuario que si quiere seguir manteniendo la comunicación establecida, ha de depositar alguna ficha más en el aparato, caso de que no hubiera ninguna más en el canal de acumulación de éste. Si no se cobra ninguna ficha cuando vence el periodo de tres minutos y es enviada la orden de cobro en forma de inversión de polaridad de línea, el adaptador provocará la ruptura de la comunicación, abriendo durante un momento la línea (lo que equivale a un colgado del aparato telefónico).

En el circuito telefónico del aparato, dos diodos invertidos en paralelo con el receptor auricular minimizan los molestos "clips" que se escuchan en el auricular cuando se realizan los cambios de polaridad de la corriente continua que alimenta la línea desde la central telefónica al realizar los cobros de las fichas.

Cuando finaliza una comunicación y el usuario llamante cuelga el microteléfono del gancho (o actúa sobre éste), el gancho retira el tope asociado (K) que tiene al final del canal de acumulación de monedas, haciendo que las fichas o monedas depositadas y que no han sido cobradas caigan hacia la rendija de devolución de monedas, recuperando el usuario éstas.

Si el aparato recibe una llamada entrante, se comportará exactamente igual que cualquier otro aparato telefónico convencional, aunque mantendrá el contacto de impulsos del disco marcador en cortocircuito (por el contacto cerrado en reposo del resorte L), pero ello no es determinante para el funcionamiento del aparato en llamadas entrantes.

 

Introduciendo una moneda en un aparato de previo pago 5536M
Introduciendo una ficha o moneda en un aparato de previo pago 5536M. (Clic en la imagen para ampliarla).

 

Modelo de aparato de previo pago 5536M completo, con su caja recaudadora. Aparato de la colección de Fundación Telefónica (Madrid)
Modelo de aparato de previo pago 5536M completo, con su caja recaudadora. Aparato de la colección de Fundación Telefónica (Madrid). (Clic en la imagen para ampliarla).

 

 


 

Fernando Fernández de Villegas
Actualizado: 17-07-2022