PORTADA
CATECISMO SOBRE EL MODERNISMO

CAPÍTULO VII
 EL MODERNISTA REFORMADOR

   Preg. 360. — ¿Qué resta decir para acabar de caracterizar al modernista?

   Resp. — "Resta finalmente añadir algunos pocas cosas acerca del modernista en cuanto reformador".

   Preg. 361. — ¿No podemos suponer ya en los modernistas una fuerte manía de reformas?

   Resp. — "Ya, por todo lo expuesto por Nos hasta aquí, es manifiesto de sobra de cuan vehemente y grande prurito de novedades están animados estos hombres".

   Preg. 362. — ¿Esa manía de reformas se extiende a muchos objetos?

   Resp. — "Y este afán se extiende absolutamente a todas las cosas que se dan entre los católicos".

   Preg. 363. — ¿Cuál es la primera reforma que reclaman los modernistas?

   Resp. — "Quieren renovar la filosofía, sobre todo en los seminarios eclesiásticos".

   Preg. 364. — ¿Qué género de reforma reclaman para la filosofía, sobre todo en los seminarios?

   Resp. — "De modo que, relegada la filosofía de los escolásticos a la historia de la filosofía, entre los demás sistemas ya envejecidos, se enseñe a los jóvenes la filosofía moderna".

   Preg. 365. — ¿Por qué quieren que se enseñe en los seminarios la filosofía moderna?

   Resp. — Porque consideran que la filosofía moderna "es la única verdadera, la única conveniente para nuestra época".

   Preg. 366. — Después de esta reforma de la filosofía ¿qué otra reforma reclaman?

   Resp. — "La reforma de la teología".

   Preg. 367. — ¿Qué genero de reforma reclaman para la teología?

   Resp. — "Quieren que la teología que llamamos racional tenga por fundamento a la filosofía moderna, y exigen principalmente que la teología positiva se apoye- en la historia de los dogmas".

   Resp. — "Pretenden que también la historia se escriba y se enseñe según sus métodos y principios modernos".

   Preg. 369. — ¿Qué reforma reclaman para los dogmas?

   Resp. — "Ordenan que los dogmas y su evolución se pongan en armonía con la ciencia y con la historia".

   Preg. 370. — ¿Qué reforma pretenden en los catecismos?

   Resp. — "En cuanto a la catequesis, exigen que en los libros de catecismo sólo se consignen los dogmas que hubiesen sido reformados y estén al alcance del vulgo".

   Preg. 371. — ¿Qué reforma para el culto?

   Resp. — "Acerca del culto sagrado dicen que hay que disminuir las devociones exteriores o prohibir su aumento".

   Preg. 372. — ¿Algunos modernistas no se muestran indulgentes respecto de las ceremonias litúrgicas?

   Resp. — "Aunque por cierto otros más inclinados al simbolismo se muestran más benévolos en esta materia".

   Preg. 373. — ¿Qué reformas más graves reclaman los modernistas en el gobierno de la Iglesia?

   Resp. Andan clamando que el régimen de la Iglesia sea reformado bajo todo concepto, pero principalmente en el aspecto disciplinar y dogmático. Por lo tanto, en lo interno y en lo externo se debe armonizar con lo que llaman la conciencia moderna que tiende toda a la democracia; por lo cual débese conceder al clero inferior y a los mismos laicos su parte en el gobierno; debe repartirse la autoridad, demasiado concentrada y centralizada".

   Preg. 374. — ¿Qué otras reformas reclaman aún?

   Resp. — "Asimismo quieren la reforma de las Congregaciones Romanas para los asuntos eclesiásticos, sobre tolo las del «Santo Oficio» y del «índice»".

   Preg. 375. — ¿Qué reforma piden en el ejercicio del poder eclesiástico en el ámbito social y político?

   Resp. — "Pretenden asimismo que se debe variar la acción del gobierno eclesiástico en las cuestiones políticas y sociales, para que al mismo tiempo se independice de los ordenamientos civiles, adaptándose sin embargo a ellos para impregnarlos con su espíritu".

   Preg. 376. — Y ¿en cuanto a la moral?

   Resp. — "En materia de costumbres, adoptan aquélla sentencia de los americanistas de que se han de anteponer las virtudes activas a las pasivas, promoviendo el ejercicio de las primeras antes que de las segundas".

   Preg. 377. — ¿Qué piden al clero?

   Resp. — "Al clero así preparado le piden que restablezca la humildad y pobreza antiguas, y que en sus ideas y acciones se conforme con los preceptos del modernismo".

   Preg. 378. — Si quieren en el clero tanta virtud ¿exaltan sin duda el celibato eclesiástico?

   Resp. — "Finalmente, hay quienes ateniéndose de bonísima gana a la enseñanza de los maestros protestantes, desean se suprima el celibato eclesiástico para el sacerdocio".

   Preg. 379. — Considerando todas estas reformas reclamadas por los modernistas ¿qué pregunta viene naturalmente a los labios?

   Resp. — "¿Qué dejan pues intacto en la Iglesia, que no deba ser reformado por ellos y conforme a sus principios?". 

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CAPÍTULO VIII
CRÍTICA  DEL MODERNISTA.
COMPENDIO DE TODAS LAS HEREJÍAS,
CAMINO DEL ATEÍSMO

   Preg. 380. — ¿Por qué se ha hecho una exposición tan extensa de las doctrinas modernistas?

   Resp. — "Alguien pensará quizá que Nos hemos detenido demasiado tiempo en exponer toda esta doctrina de los modernistas, pero era absolutamente necesario".

   Preg. 381. — ¿Por qué era tan necesaria una exposición tan extensa?

   Resp. — "Tanto para que no nos echen en cara, como suelen hacerlo, el ignorar sus ideas".

   Preg. 382. — ¿Por qué otro motivo también?

   Resp. — "Como para poner de manifiesto que cuando se trata de modernismo no se trata de doctrinas vagas y totalmente inconexas, sino de un como cuerpo definido y compacto, en el cual si se admite una cosa se siguen las demás necesariamente".

   Preg. 383. — ¿Ese doble motivo explica el modo casi didáctico de la exposición que hemos hecho del modernismo?

   Resp. — "Por eso hemos procedido de un modo casi didáctico, sin rehusar algunas veces los bárbaros vocablos que usan los modernistas".

   Preg. 384. — ¿Cómo puede definirse en una palabra el sistema modernista?

   Resp. — "Ahora bien, abarcando como de una sola mirada todo el sistema, nadie se extrañará si lo definimos llamándolo el compendio de todas las herejías".

   Preg. 385. — ¿Por qué definís al modernismo como el compendio de todas las herejías?

   Resp. — "Pues a la verdad, si alguien se hubiera propuesto reunir en uno solo, el jugo y como la savia de todos los errores cuantos existieron contra la fe, nunca lo hubiera hecho mejor de lo que lo han hecho los modernistas".

   Preg. 386. — Afirmar que los modernistas, por sus errores acumulados, destruyen la religión católica, ¿es suficiente?

   Resp. — "Más aún, tan lejos han avanzado éstos que no sólo han destruido la religión católica sino, como ya hemos indicado, absolutamente toda religión".

   Preg. 387. — ¿Los racionalistas deben pues felicitar a los modernistas?

   Resp. — "De aquí, en efecto, los aplausos de los racionalistas, de aquí quienes hablan más Sincera y francamente entre los racionalistas, se felicitan de no haber encontrado auxiliares más eficaces que los modernistas".

   Preg. 388. — Demostradnos de qué manera los modernistas son los auxiliares más eficaces de los racionalistas.

   Resp. — "En efecto, volvamos un momento, Venerables Hermanos, a aquella perniciosísima doctrina del agnosticismo".

   Preg. 389. — Después de haber cerrado toda apertura hacia Dios mediante el agnosticismo ¿cómo pretenden los modernistas ir a Dios?

   Resp. — "Por lo cual, se cierra al hombre todo camino a Dios por parte del entendimiento, mientras afirman que se halla abierto a cierto sentimiento espiritual y a la acción".

   Preg. 390. — Esta tentativa ¿tiene alguna posibilidad de éxito?

   Resp. — "Pero ¿quién no ve cuan absurdo es esto?".

   Preg. 391. —¿Por qué?

   Resp. — "Porque el sentimiento espiritual es una respuesta a la impresión de la cosa propuesta por el intelecto o por los sentidos externos".

   Preg. 392. — Puesto que, para ir a Dios, el sentimiento está guiado o por la inteligencia o por los sentidos ¿qué sucede fatalmente si los modernistas le quitan la guía de la inteligencia?

   Resp. — "Suprimida la inteligencia, el hombre, naturalmente inclinado hacia los sentidos externos, los seguirá con mayor propensión".

   Preg. 393. — Esta tentativa de ir a Dios mediante el sentimiento agnóstico ¿no es vana desde otro punto de vista?

   Resp. — "Nuevamente absurda; pues cualesquiera fantasías acerca del sentimiento religioso no destruirán el sentido común; y este sentido común nos enseña que cualquiera perturbación o preocupación del ánimo, no es ayuda, sino más bien obstáculo para investigar la verdad".

   Preg. 394. — ¿De qué verdad habláis al decir que las emociones del alma obstaculizan su descubrimiento?

   Resp. "Hablamos de la verdad como es en sí".

   Preg. 395. — ¿No hay, acaso, un simulacro de verdad cuyo hallazgo favorecen las emociones del alma y qué debemos pensar al respecto?

   Resp. — "Pues esa otra verdad subjetiva, fruto del sentimiento interno y de la acción, si es apta para jugar, no aprovecha absolutamente nada al hombre, al cual le interesa en grado sumo saber, si fuera de él, existe o no Dios, en cuyas manos caerá alguna vez".

   Preg. 396. — El sentimiento religioso carece de fundamento al tener como punto de partida al agnosticismo; para darle una base, ¿a qué recurren los modernistas?

   Resp. — "Y en verdad, introducen como auxiliar para obra tan grande a la experiencia".

   Preg. 397. — La experiencia ¿qué añade al sentimiento?

   Resp. — "Pero, ¿qué añade ésta a aquel sentimiento del alma? Absolutamente nada, excepto aumentar la vehemencia; de la cual vehemencia se origina, proporcionalmente, una más firme persuasión sobre la verdad del objeto. Mas estas dos cosas no consiguen, a la verdad, que aquel sentimiento del ánimo deje de ser sentimiento, ni cambian su naturaleza, siempre expuesta al engaño mientras no sea gobernada por el entendimiento; más aún, la confirman y ayudan; pues el sentimiento, cuanto más intenso, es sentimiento con más justo título".

   Preg. 398. — En materia de sentimiento y de experiencia religiosa ¿no hace falta mucha prudencia y ciencia?

   Resp. — "En materia de sentimiento religioso y de la experiencia en él contenida, sabéis bien, Venerables Hermanos, cuánta prudencia sea necesaria en esta materia, e igualmente cuánta doctrina que gobierne a dicha prudencia. Lo sabéis por el trato de las almas, principalmente de algunas en las cuales domina el sentimiento; lo sabéis por el uso de los libros que tratan de ascética".

   Preg. 399. — Pero, esos libros ascéticos ¿son buena guía en estas materias?

   Resp. — "Los cuales, aunque ninguna estimación merecen a los modernistas, presentan, no obstante, una doctrina mucho más sólida y una sagacidad de observación mucho más sutil, que la que ellos se atribuyen".

   Preg. 400. — Entonces, ¿hacéis poco caso de las experiencias religiosas modernistas?

   Resp. — "A la verdad, a Nos nos parece locura, o, por lo menos, una soberana imprudencia, tener por verdaderas, sin ninguna investigación, a las experiencias íntimas, tales como las propalan los modernistas".

   Preg. 401. — ¿Cómo, "planteando una cuestión al pasar", se puede argumentar "ad ho-minem" contra los modernistas y hacer darse vuelta contra ellos la prueba que pretenden sacar de la experiencia religiosa?

   Resp. — "Pero, dicho sea de paso, si tanta es la fuerza y firmeza de estas experiencias ¿por qué no le reconocen la misma a aquélla que muchos miles de católicos declaran tener acerca del camino equivocado que siguen los modernistas? Por ventura, ¿sólo ésta sería falsa y engañosa?".

   Preg. 402. — Retomando la argumentación ¿qué piensa la mayoría de los hombres de este sentimiento y de esta experiencia?

   Resp. — "La inmensa mayoría de los hombres mantiene y mantendrá siempre firmemente que nunca se podrá llegar al conocimiento de Dios con solos el sentimiento y la experiencia, sin ninguna guía ni luz de la razón".

   Preg. 403. — Entonces, ¿qué queda?

   Resp. — "Resta otra vez, pues, el ateísmo y la negación de la religión".

   Preg. 404. — Si la doctrina de los modernistas sobre la experiencia religiosa conduce al ateísmo ¿conjurarán el peligro apelando a su doctrina del simbolismo?

   Resp. — "Tampoco podrían los modernistas esperar mejores resultados con la doctrina que afirman del simbolismo. Pues si todo elemento intelectual, como dicen, no es sino un símbolo de Dios, ¿por qué no sería un símbolo el propio nombre de Dios o de la personalidad divina? Pero, si así es, podrá dudarse de la personalidad divina y queda abierto el camino al panteísmo".

   Preg. 405. — ¿La doctrina modernista del simbolismo es la única que conduce al panteísmo?

   Resp. — "Pero, al mismo término, a saber, a un puro y descarnado panteísmo, conduce  aquélla otra doctrina de la inmanencia divina".

   Preg. 406. — Demostradnos esa consecuencia por medio de un argumento irrefutable.

   Resp. — "Y en efecto, preguntamos si aquélla inmanencia distingue a Dios del hombre o no. Si lo distingue ¿en qué se diferencia entonces de la doctrina católica, o por qué rechaza la doctrina de la revelación externa? Si no lo distingue, tenemos el panteísmo. Pero esta doctrina de los modernistas de la inmanencia, pretende y admite que todo fenómeno de conciencia procede del hombre en cuanto es hombre. Luego, por legítimo raciocinio se infiere de allí que Dios es una misma y sola cosa con el hombre, de donde se sigue el panteísmo".

   Preg. 407. — ¿Esta conclusión panteísta deriva de alguna otra doctrina de los modernistas?

   Resp. — "Por último, la distinción que proclaman entre la ciencia y la fe no permite otra consecuencia".

   Pero esta desproporción nunca podría suprimirse ni aun en la doctrina de los modernistas. Por consiguiente, lo incognoscible permanecerá siempre incognoscible tanto para el creyente como para el filósofo. Por lo tanto, si habrá alguna religión, ésta será de la realidad incognoscible; la cual no vemos, en verdad, por qué no podría ser también el alma del mundo, al que algunos racionalistas admiten".

   Preg. 409. — ¿Qué conclusión última tenemos el derecho de deducir?

   Resp. — "Pero por ahora baste lo dicho, para mostrar claramente por cuántos múltiples caminos la doctrina de los modernistas conduce al ateísmo y a la abolición de toda religión".

   Preg. 410. — ¿Cuáles son las etapas de esta caída del espíritu humano en la negación de toda religión?

   Resp. — "Y, por cierto, el error protestante dio el primer paso por este camino; le siguió el error modernista; pronto avanzará el ateísmo".

   Preg. 408. — ¿Querríais demostrarlo por un argumento riguroso?

   Resp. — "En efecto, ponen el objeto de la ciencia en la realidad de la cognoscible; el de la fe, en cambio, la de lo incognoscible. Ahora bien, lo que constituye en general lo incognoscible es que no haya ninguna proporción entre el objeto y el entendimiento. Pero esta desproporción nunca podría suprimirse ni aun en la doctrina de los modernistas. Por consiguiente, lo incognoscible permanecerá siempre incognoscible tanto para el creyente como para el filósofo. Por lo tanto, si habrá alguna religión, ésta será de la realidad incognoscible; la cual no vemos, en verdad, por qué no podría ser también el alma del mundo, al que algunos racionalistas admiten".

   Preg. 409. — ¿Qué conclusión última tenemos el derecho de deducir?

   Resp. — "Pero por ahora baste lo dicho, para mostrar claramente por cuántos múltiples caminos la doctrina de los modernistas conduce al ateísmo y a la abolición de toda religión".

   Preg. 410. — ¿Cuáles son las etapas de esta caída del espíritu humano en la negación de toda religión?

   Resp. — "Y, por cierto, el error protestante dio el primer paso por este camino; le siguió el error modernista; pronto avanzará el ateísmo".

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SEGUNDA PARTE
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