Las vías de acceso al conocimiento de Dios



"Aún cuando todas las posibles preguntas de la ciencia alcazasen su respuesta, ni siquiera rozarían los verdaderos problemas de nuestra vida."

Wittgenstein

Las vías de acceso al conocimiento de Dios

Creado a imagen de Dios, llamado a conocer y amar a Dios, el hombre que busca a Dios descubre ciertas 'vías' para acceder al conocimiento de Dios. Se llama también 'pruebas de la existencia de Dios', no en el sentido de las pruebas propias de las ciencias naturales, sino en el sentido de 'argumentes convergentes y convincentes' que permiten llegar a verdaderas certezas.

Estas ' vías' para acercarse a Dios tienen como punto de partida la creación: el mundo material y la persona humana.

El mundo a partir del movimiento y del devenir, de la contingencia, del orden y la belleza del mundo se puede conocer a Dios como origen y fin del universo.

S. Pablo afirma refiriéndose a los paganos: ' Lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios de lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su y su divinidad' ( Rom 1, 19-20; cf. Heb 14, 15.17; 17, 27 - 28; Sb 13, 1-9). Y S. Agustín: ' Interroga la belleza de la tierra, interroga a la belleza del mar, interroga a al belleza del aire que se dilata y se difunde, interroga a la belleza del cielo... interroga a todas estas realidades. Todas te responden: Ve, nosotras somos bellas, . Su belleza es una profesión ("confesión"). Estas bellezas sujetas a cambio, ¿quién las ha hecho sino la Suma Belleza (Pulcher), no sujeta a cambios?' (serm 2441,2).







El hombre: Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios. En estas aperturas, percibe signos de su alma espiritual. La 'semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreducible a la sola materia' (GS 18, 1; cf 14, 2), su alma, no puede tener origen más que en Dios.

El mundo y el hombre atestiguan que no tienen en ellos mismos ni su primer principio ni su fin último, sino que participan de Aquel que es el Ser en sí, sin origen y sin fin. Así, por estas diversas 'vías', el hombre puede ascender al conocimiento de la existencia de una realidad que es la causa primera y el fin último de todo, ' y que todos llaman Dios'(SS, Tomás de A., S.th 1, 2, 3).

Las facultades del hombre lo hacen capaz de conocer la existencia de un Dios personal. Pero para que el hombre pueda entrar en su intimidad, Dios ha querido revelarse al hombre y darle la gracia d poder escoger en la fe, Sin embargo, las pruebas de la existencia de Dios pueden disponer a la fe y ayudar a ver que la fe no se opone a la razón humana.



El amor humano como intuición del Amor Divino

A partir de esta evidencia de la razón se puede construir todo el sistema lógico y racional del que se seguirían (por demostración o evidencia) el resto de verdades y certezas.

En este punto se debería considerar si la Validez de la Razón (aceptada por evidencia y no por razonamiento o deducción) es la única evidencia posible como punto de partida. Seguramente esta sea la cuestión donde pueden aparecer mayores diferencias...

Seguramente si entre todos buscamos otras evidencias, podríamos hablar también de una evidencia del "amor" (que no se encuentra necesariamente dentro del plano racional). De este modo, se podría decir que la capacidad de amar en el ser humano es por lo menos tan característica como el uso de la razón (¿o acaso existe alguien incapaz de amar a nada ni a nadie?) ...Podríamos tener certeza de un determinado comportamiento por amor, que incluso nos resultara irracional (por ejemplo, el comportamiento de algunos novios o el autosacrificio, en lugar del instinto de autoconservación). Cuando innumerables filósofos como Hume o Nietzsche han reivindicado el sentimiento o la pasión ¿por qué ha de ser la Razón la única evidencia válida? ¿Mas aún cuando en tantas ocasiones no es lo que nos mueve a actuar?

Si de la razón tenemos evidencia por introspección,por nuestra propia experiencia, y la colocamos como punto de partida para conocer la realidad de lo que las cosas son, ¿por qué no íba a ser lícita como punto de partida la evidencia del amor, también cognoscible por introspección, por experiencia de nuestro propio ser?

¿Y qué pretende la teología sino desarrollar un conocimiento verdadero a partir de la evidencia de ese Amor, al que llama Dios? ...Por partir de lo que considera otra evidencia ¿Es por ello menos cierta? ¿Son por ello menos lícitos sus razonamientos? ¿Pretende acaso por ello negar la validez de la razón? ¿No es cierto que en cualquier demostración se puede partir de 1, 2 o más axiomas, con tal de que todos sean verdaderos? ¿Por qué pretender reducir la justificación de toda la realidad a un único axioma: la validez de la razón?