Este tema
lo he agregado a la página sobre diexismo debido a que un conocido leyó en
una revista una noticia según la cual, un joven había escuchado en su
receptor mensajes provenientes de una nave espacial. Después de haber leído
tal noticia, este me preguntó que si con mis antenas y radios yo también
podría sintonizar a los “marcianitos”.
Considero que otros diexistas, especialmente aquellos que en su casa
tienen varias y diversas antenas pueden verse en situaciones similares –no de
sintonizar a los platillos voladores, sino de recibir preguntas hechas con
buenas intenciones o no-, y agrego esta sección esperando que les sea útil o
al menos de un interés mínimo, considerando la cada vez mayor frecuencia de supuestas
comunicaciones con entidades extraterrestres.
No, no
se trata de escuchar como lo hizo la Dra. en astronomía Arroway a quien Jodie Foster interpretó en la
película “Contacto”, empleando nada más que 27 grandes antenas conectadas en serie;
tampoco se
trata de sintonizar los 1320 MHz del proyecto Ozma, para el cual
requeriríamos usar una antena parabólica
de 26 metros de diámetro; por supuesto que menos podríamos en pensar
en tener en casa un “platito” como la antena del radiotelescopio de Arecibo,
Puerto Rico, que mide tan solo 305 metros de diámetro. Tenemos la frecuencia de precesión del hidrógeno neutro, 1 420.40575 MHz, el elemento más abundante en el universo y si se
emite en esa frecuencia una señal de tonos regulares (por ejemplo, podría ser algo tan sencillo como emitir una serie impulsos contados en números primos 1,3,5,7,11,13,17,23,... este patrón no es producido por ningún fenómeno natural),
se supone que esta frecuencia por su universalidad podría ser conocida por seres pensantes con cierto avance tecnológico de todos los barrios del Cosmos, que también podrían deducir de la citada secuencia de números primos una actividad intelectual. Aunque esta frecuencia esta por ahora al menos,
fuera de nuestro alcance, además necesitaríamos equipos de recepción y computación
avanzados más otros aparatitos “ligeramente” costosos.
Aunque
claro, no hay diexista serio que se
resistiera al menos a emplear alguna vez una antenita de estas y un
sofisticado receptor, si tuviera en mente algún experimento y la
oportunidad de usar este pequeño
equipo. En caso de que el diexista
llegase a tener la oportunidad de buscar señales de radio espaciales usando
una gran antena parabólica, debe estar preparado para responder una pregunta
de sus amigos: si está buscando vida inteligente enfrente o detrás de su
antena, hi hi hi.
La Galaxia
(cuando se escribe con mayúscula la palabra se refiere a nuestra galaxia,
también llamada Vía Láctea) emite ondas de radio como resultado de la
radiación de sincrotrón de electrones de rayos cósmicos que se mueven dentro
de su débil campo magnético. La emisión en línea de 21 cm del hidrógeno
neutro también se observa en toda la Galaxia. Los pequeños cambios en la
longitud de onda de 21 cm son producidos por el movimiento de nubes de
hidrógeno desde o hacia un observador. Estos cambios (desplazamiento hacia el
rojo) son un ejemplo del fenómeno conocido como efecto Doppler.
Existen varios registros de contactos o
escuchas con presuntas entidades extraterrestres, y conviene al diexista
interesado en estos casos conocer en detalle algunos elementos de los mismos,
por los fraudes y bromas que se dan al tratar estos temas, y que estos hechos
son más abundantes de lo que se piensa –los fraudes, no los contactos-, y de
la confusiones que podrían darse al clasificar como extraterrestre un
fenómeno perfectamente natural o artificial
de este mundo, situación que se da analógicamente en la mayoría de los
casos del delirante fenómeno OVNI, el
cual además siempre está cargado de amarillismo y exageraciones.
Particularmente, en la radio, al tratar
algún caso suele narrarse algo así como “un radioaficionado envió con su
radio mensajes a un OVNI usando la banda de los 15 000 metros...”, o bien “el
radioaficionado escuchaba en su radio de Banda Civil, una fuerte señal del
platillo volador que estaba enfrente de su ventana, en los 21 140 KHz.
...”. Bien, pues la mencionada
longitud de los 15 000 metros –rara vez se indica una frecuencia exacta-
equivaldría casi a los 20 KHz., y es de importancia anotar que los radioaficionados
comúnmente no tienen transceptores ni siquiera receptores para esta
frecuencia –es más, con el perdón de los amigos radioaficionados, simplemente la
mayoría de ellos apenas conocerá por referencia la existencia de
frecuencias tan bajas, si es que saben que exiten estas frecuencias-; y respecto al segundo caso, los 21 140 KHz
no están comprendidos dentro de la Banda Civil, como lo sabrá quien haya
profundizado un poco en esta cuestión del uso de frecuencias. Si así se
inicia el texto, entonces está de más anotar que el resto del artículo tendrá
más que errores y no merece ser tratado seriamente.
Sin embargo, considerando que en nuestra
galaxia existen entre 200 y 400 mil millones de estrellas –no se ponen de
acuerdo los estudiosos de tema aún-,
que en el universo existen algo así como 50 mil millones de
galaxias, y que la radio por su
naturaleza es un modo de comunicación universal usado por todas las hipotéticas
civilizaciones, al menos en alguna etapa de su desarrollo tecnológico, entonces sí cabe la posibilidad de escuchar y porqué no, establecer
comunicación bilateral con entidades extraterrestres. Con algunos comentarios personales, aquí
tenemos algunos casos notables, son enlistados principalmente por que se
nombran en ellos a personajes notables en el desarrollo de la radio, o porque
se citan frecuencias que están disponibles en los receptores de los
diexistas.
-Nikola Tesla, inventor del primer sistema
de generación y transmisión de corriente alterna y del generador de alta frecuencia,
en 1899 dijo estar convencido de que en ese año había sido el primero en
sintonizar “un saludo proveniente desde otro planeta”.
-En 1919 y 1921,
Guillermo Marconi, padre de la telegrafía inalámbrica, afirmó haber sintonizado señales que posiblemente
habían provenido de “algún otro lugar situado en el Sistema Solar”, según
dijo el mismo al Nueva York Times.
-En 1924 Francis
Jenkis, pionero en la transmisión de fotografías por radio, inventó un
aparato que incluía una película cinematográfica con el que podía recibir y
registrar cualquier mensaje que llegara desde el espacio, logrando grabar un
mensaje el día 21 de agosto de ese año.
En todos los casos anteriores los
protagonistas comentaron sobre la poca posibilidad de que los mensajes fueran
de origen terrestre.
Existe un caso particular, el del muy
poco creíble George Adamsky, muy conocido en los círculos ufólogos por ser
tan detallados y vívidos sus numerosos encuentros y avistamientos. Según este
personaje, el 25 de noviembre de 1954 en un desierto de oeste de EUA, escuchó que los supuestos extraterrestres
le hablaban a través de su receptor de ondas cortas -este es uno de los pocos casos en que se menciona claramente
a las ondas cortas- y mediante el Código Morse.
Para finalizar cabe mencionar el caso que en Chile resonó a
mediados de la década de los 80, el denominado FriendShip, en el que según los investigadores los altos mandos
de seguridad del país tomaron cartas en el asunto. En este caso cebeístas chilenos contactaban con tripulantes de
objetos voladores no identificados y según fuentes existen grabaciones de algunas de esta charlas –creo que en
ciertas grabaciones que ya escuché, las voces monótonas y sin acento de los
supuestos alienígenas son producidas por computadoras-, en frecuencias
ubicadas entre los 27 217 y los 27295 KHz, iniciando los contactos los
cebeístas terrícolas con un llamado consistente en un tono musical de 4
notas, RE-MI-DO-DO y según éstos los
alienígenas, con nombre de ángeles, daban ayuda técnica y espiritual a sus
contactados, y que de paso, los extraterrestres tenían potentes transmisores,
“las agujas del VU meter se sitúan al +30...” según un radio operador, y añaden que interferían también a otros
equipos de telecomunicaciones.
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