The
leprosy still exists... and where is the vaccine ???
La lepra todavia existe.... y donde esta la vacuna ???
Data-Medicos
Dermagic/Express No. 9-(125)
04 Febrero 2.007 / 04 February 2.007
The
Lucio`s Fenomenon, El fenomeno de Lucio !!!
Hansen
Forever ???, Lepra para siempre ??? !!!
The
Leprosy 2.000 years after.... La lepra 2000 años despues !!!
Leprosy
and vaccines... Lepra y vacunas !!!
(hot links)
EDITORIAL ESPANOL
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Si usted lee con detalle estos articulos se encontrara
evidentemente que la LEPRA es una enfermedad que todavia existe en el
mundo, y LO MAS ASOMBROSO es que EN VENEZUELA DONDE tienen años
vendiendonos la idea de que FUE INVENTADA UNA VACUNA CONTRA ESTA
ENFERMEDAD, la incidencia de la LEPRA HA AUMENTADO EN LOS ULTIMOS AÑOS
UBICANDOSE EN EL segundo LUGAR DE LAS AMERICAS EN CASOS NUEVOS
REPORTADOS CON 768 CASOS, (primero Brasil), para comienzos del 2.006.
Y le preguntamos a los venezolanos intelectuales,,, donde estan los
adalides, de la lucha contra la lepra, donde esta la vacuna ??? cual
laboratorio la comercializo ??, cuanto es su precio ?
..... el precio del engaño !!!! LA LEPRA AUN EXISTE....y la VACUNA
???... preguntenle a los adalides que dicen que en venezuela no hay
lepra...porque inventaron una vacuna, mientras otros paises como Mexico
disminuyeron la incidencia en los ultimos años usando tratamientos
convencionales...
Estrellas de la cuarta republica, que prefieren publicar que las particulas volcanicas protegen contra la leishmaniasis !!!
... en VENEZUELA hay Leishmaniasis tambien...PERO NO HAY VOLCANES...
Dr. Jose Lapenta
EDITORIAL ENGLISH
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If you read with detail these articles you will learn
evidently that the LEPROSY is an illness that still exists in the world,
and THE MOST ASTONISHING are that IN VENEZUELA WHERE they have years
selling us the idea that A VACCINE was INVENTED AGAINST THIS ILLNESS,
the incidence of the LEPROSY has INCREASED IN THE PAST YEARS being
LOCATED IN THE second PLACE OF THE AMERICAS IN REPORTED NEW CASES WITH
768 CASES, (first Brasil), for beginnings of the 2.006.
And do we ASK TO the intellectual Venezuelans ?, where the leaders are,
of the fight against the leprosy,??? where is the vaccine??? which
laboratory markets it??, which is its price?
..... the price of the deceit!!!! THE LEPROSY STILL EXISTS.... and the
VACCINE???... ask to the leaders that say that in venezuela there is not
leprosy...because they invent a vaccine, while other countries like
Mexico diminished the incidence in the past years using conventional
treatments...
Stars of the fourth republic that prefer to publish that the volcanic
particles protect against the Leishmaniasis!!!......in VENEZUELA there
is also Leishmaniasis... BUT there are not VOLCANOS...
Dr. Jose Lapenta R.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS / BIBLIOGRAPHICAL REFERENCES
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1.) 690 casos en 2004 demuestran que la lepra Sigue activa en Venezuela
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2.) 55 casos de Lepra han localizado en Lara
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3.) REGISTRADOS Y CONTROLADOS CINCO DE CASOS DE LEPRA EN
MONAGAS
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4.) Lepra: Situación regional, Américas, principios de 2006
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5.) Caracterización socio-económica de los leprosos atendidos en la
unidad de dermatología anitaria de Maracaibo, Venezuela: un estudio de
casos
A socioeconomic characterization of leprosy patients at the dermatology
clinic in Maracaibo, Venezuela: a case study
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6.) 29 DE ENERO DE 2006 “DÍA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA LA LEPRA”
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1.) 690 casos en 2004 demuestran que la lepra Sigue activa en Venezuela
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Source:
http://www.globovision.com
Aunque no se efectuó una búsqueda exhaustiva, en el año
2004 se registraron 690 casos nuevos de lepra en todo el territorio
nacional, según lo informó el Dr. Rafael Borges, Epidemiólogo del
Instituto de Biomedicina, a su vez Centro Panamericano para la
Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades Tropicales (CEPIALET)
de la Organización Panamericana de la Salud (OMS).
La lepra es una enfermedad infecciosa causada por el Mycobacterium
leprae, agente bacteriano que provoca severos daños epidérmicos y
neurológicos al ser humano.
Desde 1997 este mal dejó de ser un problema de salud pública en nuestro
país, porque la tasa de detección cayó al 1% por cada 10 mil habitantes.
En este sentido, el Dr. Borges recordó que para 1999, y gracias a una
búsqueda activa, 791 personas fueron diagnosticadas como víctimas del
bacilo, cifra que aumentó a 863 en el año 2000, debido también a una
minuciosa pesquisa.
En 2001, el número de casos nuevos disminuyó a 721, y siguió bajando a
659 en el año 2002 y 598 en el año 2003.
Las estadísticas más recientes indican que en el año 2004 se registraron
690 infectados, que si bien constituye un indicador de que la lepra en
Venezuela se mantiene estable en 0,27%, también representa un incremento
considerable con respecto al año anterior: es decir, la enfermedad sigue
activa y latente.
El Dr. Borges explicó que la lepra está asociada fundamentalmente a
condiciones de pobreza extrema, insalubridad y hacinamiento, y se
complica porque la enfermedad es asintomática y con un período de
incubación largo, hechos que facilitan su transmisión de persona a
persona. Asimismo, dio a conocer que las zonas más vulnerables continúan
siendo Cojedes, Portuguesa, Barinas y Apure.
“Por ahora no hay una vacuna curativa efectiva, porque el bacilo no se
cultiva aquí, sólo en cachicamos de Luisiana (EE.UU.)”, informó el Dr.
Borges, quien además señaló que desde la década de los años 80 se emplea
como tratamiento la poliquimioterapia, es decir, una combinación de
varios medicamentos, los cuales son donados por la OMS.
Si la lepra es de tipo pauci-bacilar o tuberculoide (significa que tiene
poca presencia de bacterias), el tratamiento es de seis meses; pero si
la lepra es multi-bacilar o lepromatosa (que posee gran cantidad de
microorganismos), el tratamiento debe prolongarse durante 12 meses.
Transcurrido ese lapso, el paciente se cura.
Vanessa Ortiz Piñango
Globovisión/Netsaluti.com Publicado el 17-02-2006
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2.) 55 casos de Lepra han localizado en Lara
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Iraida Mendoza, dermatólogo sanitarista
Source: Http://.www.elinformador.com
Yliana Duque
En el 2006 se verá un incremento de los casos de Lepra en la región
larense, de acuerdo a las investigaciones previas de la Dra. Iraida
Mendoza, Coordinadora del Programa de Leihsmaniasis y Lepra, adscrito al
Ministerio de Salud y Desarrollo Social y el Instituto de Biomedicina.
En tal sentido en lo que va de año se han localizado 55 personas
infectadas, que ya están bajo supervisión y en tratamiento
poliquimioterápico (PQT) supervisado y antibióticos específicos.
Según la Dermatólogo sanitarista la creciente cifra de casos de lepra se
debe a las investigaciones hechas por los especialistas del área con el
objeto de buscar y registrar los casos existentes para poder controlar
la enfermedad.
Destacó la doctora Mendoza que “la lepra es hoy una enfermedad curable
que representa apenas un episodio transitorio en la vida de la persona
afectada”, que se transmite a través de las vías respiratorias o por
contacto prolongado con una persona enferma, “pero no todos los enfermos
son contagiantes”, igualmente lo indican los boletines informativos
emitidos por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización
Mundial de la Salud.
Agregó además que es preciso difundir una campaña informativa al
respecto, porque se hace imperativo erradicar el estigma de que “quien
padece lepra debe estar aislado o discriminado”, ya que existe la cura
para dicha enfermedad de tipo contagiosa.
El tratamiento PQT fue concebido al inicio de los años 80 como una
terapia que además de curar al individuo de la infección por el
Mycobacterium Leprae previene el desarrollo de las discapacidades, al
lado del diagnóstico oportuno de los casos, y con esto cerrar las
fuentes de infección, tornando imposible interrumpir la cadena de
transmisión del M. Leprae.
Difusión
Dentro de las especificaciones sobre los casos de lepra detectados,
confirmó la coordinadora del programa que esta enfermedad no respeta
razas, sexos, rangos ni colores, por lo tanto se iniciará una campaña,
próximamente, en el círculo profesional y equipo de salud de las
clínicas y centros asistenciales públicos, con la finalidad de ampliar
los conocimientos acerca de la forma detectar y realizar un diagnóstico
a tiempo.
Concluyó reafirmando que una forma fácil para detectar la enfermedad, es
que en caso de verificarse en la piel formaciones como exemas, máculas o
manchas, placas o nódulos y micosis, entre otros, se debe efectuar una
prueba de sensibilidad en el área afectada, debido a que la pérdida de
sensibilidad es una característica 100% factible de padecer la
mencionada infección.
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3.) REGISTRADOS Y CONTROLADOS CINCO DE CASOS DE LEPRA EN
MONAGAS
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Source: Http://www.msd.gov.ve
Aseguró Jacinto Convit
El Ministerio de Salud afina las estrategias para el control y
suministro gratuito del tratamiento de pacientes con lepra en Venezuela,
el anuncio lo hizo Jacinto Convit, director general del el Servicio
Autónomo Instituto de Biomedicina, al ser consultado sobre cinco casos
de lepra aparecidos en el estado Monagas.
Al respecto recalcó que estos casos fueron registrados desde el mes de
junio de este año, los cuales están siendo tratados con medicamento
adecuado, por un período de dos años y al término del mismo se
consideran como curados. Por otro lado, señaló que estos medicamentos
son donados por la Organización Mundial de la Salud.
Convit subrayó que en todo el país, el índice de prevalecía bajó a 0,6
por 1000 habitantes y el estado Monagas está incluido en esta cifra. Sin
embargo, informó que el índice de casos nuevos por año no ha disminuido,
existiendo aproximadamente 700 casos nuevos en todo el país.
En ese sentido, reiteró que esta cantidad nos indica la necesidad de
reforzar los Servicios de Dermatología Sanitaria del país, a objeto de
establecer la detección activa de los casos. Por lo que consideró que el
objetivo a mediano plazo sería integrar las actividades de lucha
antileprosa en los programas generales de los servicios de salud.
Con respecto a los supuestos casos de niños indígenas afectados por la
enfermedad en Barrancas del Orinoco, municipio Sotillo, Aclaró el
especialista “los únicos indígenas diagnosticados con lepra son lo de la
Sierra de Perijá y pocos en el estado Amazonas y de acuerdo a su
experiencia se ha demostrado que un número muy pequeño de indígenas
padece esta enfermedad, puntualizó.
Por Rosa González
Enviado el Monday, 04 September a las 14:30:50 por igonzalez
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4.) Lepra: Situación regional, Américas, principios de 2006
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Source: Organizacion Panamericana para La Salud
Lepra: Situación regional, Américas, principios de 2006
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|
País/
Territorio |
Prevalencia registradaa |
Detección de casos nuevosb |
Casos nuevos, MBc |
Casos nuevos,
mujeres |
Casos nuevos,
niños |
Casos nuevos,
Dis. G 2 |
Recaídase |
Argentina |
775 |
484 |
348 |
198 |
5 |
8 |
11 |
Brasil |
27,313 |
38,410 |
19,515 |
17,796 |
3,259 |
1,890 |
1,433g |
Bolivia |
- |
114 |
41 |
47 |
11 |
2 |
1 |
Chile |
- |
1 |
0 |
1 |
0 |
0 |
0 |
Colombia |
1,017 |
585 |
402 |
0 |
19 |
57 |
35 |
Costa Rica |
33 |
11 |
8 |
6 |
0 |
3 |
0 |
Cuba |
226 |
208 |
173 |
93 |
8 |
7 |
5 |
Ecuador |
178 |
116 |
73 |
41 |
0 |
0 |
3 |
El Salvador |
10 |
6 |
4 |
3 |
0 |
4 |
0 |
Estados Unidos |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Guatemala |
6 |
3 |
3 |
0 |
0 |
0 |
0 |
Guyana |
- |
28 |
19 |
13 |
5 |
4 |
0 |
Honduras |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Jamaica |
19 |
9 |
6 |
2 |
1 |
3 |
2 |
México |
776 |
289 |
218 |
108 |
8 |
32 |
43 |
Panamá |
9 |
3 |
2 |
0 |
0 |
0 |
1 |
Paraguay |
735 |
480 |
373 |
187 |
19 |
38 |
0 |
Perú |
26 |
26 |
19 |
12 |
2 |
1 |
55 |
República Dominicana |
301 |
155 |
99 |
78 |
25 |
5 |
2 |
Santa Lucía |
- |
5 |
3 |
2 |
0 |
0 |
- |
Surinam |
37 |
42 |
22 |
12 |
7 |
3 |
0 |
Trinidad y Tabago |
46 |
31 |
15 |
11 |
7 |
1 |
2 |
Uruguay |
8 |
6 |
6 |
1 |
0 |
2 |
2 |
Venezuela |
1,389 |
768 |
496 |
261 |
56 |
47 |
32 |
Total |
32,904 |
41,780 |
21,845 |
18,872 |
3,432 |
2,107 |
1,627 |
a Casos prevalentes para finales del 2005.
b Casos nuevos registrados durante el 2005.
c MB = Lepra multibacilar.
d Casos nuevos, Dis. G 2 = Casos de discapacidad grado 2
entre los casos nuevos.
e Recaídas que ocurren durante el año. (Nota: Las
recaídas para Brasil son sin confirmación de laboratorio.)
f (-) Sin informaciones.
g Las recaídas para Brasil son sin confirmación de
laboratorio.
|
|
===================================================
5.) Caracterización socio-económica de los leprosos atendidos en la
unidad de dermatología anitaria de Maracaibo, Venezuela: un estudio de
casos
A socioeconomic characterization of leprosy patients at the dermatology
clinic in Maracaibo, Venezuela: a case study
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Source: Http://www.scielo.br/
Cad. Saúde Pública vol.12 n.2 Rio de Janeiro Apr./June 1996
Esta investigación fue auspiciada por el Programa de Pequeñas Becas para
Investigaciones en Aspectos Sociales y Económicos de las Enfermedades
Tropicales del Laboratorio en Ciencias Sociales, Universidad Central de
Venezuela, con apoyo financiero del Programa Especial de Investigación y
Entrenamiento en Enfermedades Tropicales UNDP/Banco Mundial/OMS.
2 Universidad del Zulia. Av. 20, no 68-63, Edificio Piacoa, apto 9,
Maracaibo, Venezuela.
Abstract This paper presents the socioeconomic characteristics of
leprosy patients treated at the Dermatology Clinic in Maracaibo,
Venezuela (U.D.S). The characteristics were obtained from a closed
questionnaire given to 40 patients. Results indicate that this is mainly
an adult male population, with a reasonable level of schooling who both
work and belong to apparently well-established, stable family groups;
their family income levels correspond to a lower or medium-low social
class groups. In addition, the patients are mainly non-disabled, and
clinical diagnoses are mostly of the lepromatous and borderline types.
Any educational program targeting this group should take these
socioeconomic characteristics into account in defining the kind of
patients who receive treatment at U.D.S.
Key words Leprosy; Socioeconomic Characterization; Family; Social Class;
Gender
Resumen El objetivo del trabajo es presentar las características
socio-económicas de los leprosos que reciben tratamiento en la Unidad de
Dermatología Sanitaria de Maracaibo (UDS), obtenidas a partir de un
cuestionario de preguntas cerradas administrado a una muestra de 40
pacientes (aproximadamente 5% de la población). Los resultados indican
que se trata de una población mayoritariamente masculina, de edad
madura, con relativo grado de instrucción, ocupada y perteneciente a
grupos familiares aparentemente constituidos y estables; su ingreso
familiar corresponde al de clase baja o clase media baja; además estos
pacientes son en su mayoría no incapacitados y la forma clínica de su
enfermedad está concentrada en los casos Lepromatosa y Borderline
Lepromatosa. Los programas educativos que se planifiquen deben partir de
esta caracterización socio-económica que aclara quiénes son los enfermos
atendidos en la UDS.
Palabras clave Leprosos; Caracterización Socio-Económica; Familia; Clase
Social; Género
Introducción
Después de más de un siglo de haber sido descubierto por Hansen, el
bacilo de la lepra, esta enfermedad sigue ocupando un lugar importante
en la temática de la salud y enfermedad de las regiones tropicales y sub-tropicales.
Su prevalencia, sobre todo en los países subdesarrollados, se ha
convertido en acicate para que los organismos internacionales se
propongan la meta, a lograr para el año 2.000, de su eliminación como
problema de salud pública. En Venezuela, aunque se ha evidenciado una
disminución exponencial de la enfermedad, desde 1951 (Zuniga &
Castellazi, 1982), todavía encontramos, según cifras del año 92, 8.342
casos registrados y una tasa de prevalencia de 4.04/ 10.000 (U.N., The
State of World Population, 1992). De éstos un total de 774 individuos
leprosos (aproximadamente 9,2%) reciben atención médica en el Servicio
de Dermatología Sanitaria del Estado Zulia, constituyéndose esta región
del país en la cuarta de mayor prevalencia de lepra, después de Apure y
los Estados Andinos. Sin embargo, la gravedad del problema no radica en
el número de casos, pocos si consideramos otras enfermedades endémicas,
sino en las consecuencias sociales que de ella se derivan, en tanto
enfermedades incapacitantes, asociadas a un estigma social cuyas raíces
se encuentran en lo más remoto de la historia de la humanidad.
De allí que los organismos encargados de los programas de salud
promuevan investigaciones que apuntan a conocer las características
socio-económicas de la población enferma, así como sus nociones,
creencias y actitudes, elementos constitutivos de las representaciones
que de la lepra tienen los leprosos y sus comunidades.
Este es el contexto en el cual, con el auspicio de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), se planteó la realización de una
investigación que permitiera aprehender la representación social que el
leproso, bajo control de su dolencia en la Unidad Sanitaria de Maracaibo
(Estado Zulia, Venezuela), en el período comprendido entre diciembre de
1993 y febrero 1994, tiene de su enfermedad, así como determinar el
papel que juegan la incapacidad física y la inhabilitación social en la
mencionada representación.
Ello requirió de una metodología que, en un doble movimiento, permitiera
obtener una visión tanto cuantitativa como cualitativa de las nociones,
las creencias y otros aspectos subjetivos de la enfermedad, así como de
las características personales, familiares, educacionales y
ocupacionales de los individuos afectados.
En este sentido, el objetivo de este trabajo es dar cuenta de tal
caracterización, toda vez que el análisis de los aspectos subjetivos es
objeto de otro artículo, de próxima publicación.
Poblacion y método
Al efecto, de una población de 774 enfermos ambulatorios atendidos en la
UDS, se seleccionó una muestra aleatoria simple, ya que no se disponía
de información adicional previa, que permitiese conocer la variabilidad
interna de los grupos por grados de incapacidad. Se determinó el tamaño
de la muestra con un Intervalo de Confianza = 95% y un Error = 5 años -
considerando la variable años en el tratamiento - y se distribuyó el
total (40 pacientes) de acuerdo con las proporciones del número de
enfermos, según su grado de incapacidad. Para la recolección de
información se utilizó la técnica de la encuesta, siendo el cuestionario
de preguntas cerradas el instrumento seleccionado para obtener los datos
de carácter cuantitativo. Así mismo debe aclararse que, dadas las
dificultades para contactar a los enfermos en sus hogares o sitios de
trabajo o estudio, se escogieron entre los que acudían a recibir su
tratamiento en la propia Unidad Dermatológica.
El cuestionario constó de 104 preguntas estructuradas en función de
distintos temas de indagación: a) caracterización del entrevistado, b)
nociones y creencias sobre la lepra, c) aspectos subjetivos de la
enfermedad y d) estigmatización. En este trabajo sólo será analizada la
información referida a la caracterización socio-económica del enfermo,
substrato en el cual se afincan las dimensiones subjetivas de la
enfermedad. Esta caracterización aporta un conocimiento cuantitativo y
descriptivo de una muestra de la población enferma, además de
proporcionar con precisión la información mínima necesaria acerca del
perfil socio-económico de los leprosos que son asistidos en la Unidad
Sanitaria de Maracaibo, de tal manera que, como lo sugiere la
Organización Panamericana de la Salud (OPS, 1988), todo programa de
prevención y tratamiento de la enfermedad parta del conocimiento de
quiénes son los enfermos, y no de información estimada.
Resultados y discusión
Los datos recogidos fueron agrupados de acuerdo a si se trataba de
información personal, tales como: edad, sexo, estado civil, grado de
instrucción y ocupación; datos familiares, tales como: número de hijos,
composición familiar e ingreso familiar y datos de la enfermedad: forma
clínica, grado de incapacidad y antecedentes familiares con lepra.
Datos personales
Con relación a la edad, se detectó que el 65% de los enfermos de la
muestra se encuentran en las edades comprendidas entre los 30 y los 59
años y, de éstos, el mayor porcentaje se ubica entre los 40 y los 49
años. Esta información podría producir varias interpretaciones. En
primer lugar, que el promedio de edad de los pacientes indica que el
grupo más afectado se encuentra en el período más productivo de la vida,
tanto desde el punto de vista físico cuanto intelectual y emocional; en
segundo lugar, que, dado el alto promedio de años que estos pacientes
han pasado en el servicio (6, 8 años), aunque hayan sido infectados en
edades más tempranas, su permanencia en el tratamiento podría significar
desarreglos importantes en términos de su rendimiento cotidiano, lo
cual, tratándose como ya se dijo de grupos de edades más productivas,
podría contribuir a acentuar los elementos socio-culturales asociados a
la lepra.
En tercer lugar, se constata lo que en los últimos años se ha venido
observando en Venezuela, con relación a la reducción de la participación
infantil (menores de 15 años) entre los casos de lepra registrados
(Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, 1986). Esta información
coincide con la que aportan Rojas et al. (1993), en el sentido de que en
las regiones de baja prevalencia, la mayor proporción de enfermos se
encuentra entre los individuos de mayor edad.
Sin embargo, conviene acotar que tal patrón de distribución etaria no
coincide con lo observado en países tales como, Burma, India, Noruega y
Filipinas, donde "las tasas de incidencia generalmente aumentan hasta un
máximo entre los 10 y los 20 años de edad y después declinan" (OMS,
1988:20-21); aunque el hecho de la ya mencionada larga permanencia en el
tratamiento pudiera, entre otras cosas, explicar tal fenómeno, por lo
menos en el caso de estos pacientes.
Al comparar los grupos de edades de acuerdo con el grado de incapacidad,
de los casos cuyas edades están comprendidas entre los 10 y los 19 años,
la mayoría (80%) se encuentra en el grado 0. Ello podría deberse a una
detección más temprana de la enfermedad, aunque también pudiera
vincularse con la permanencia del contacto, sobre todo si éste se asocia
a la presencia de otros enfermos en el entorno familiar. Llama también
la atención que, en el grado 2 de incapacidad, la edad de los enfermos
se encuentra concentrada en los grupos que van de 40 a 60 y más años. El
cálculo de estadísticos, tales como el Coeficiente de Contingencia
(0,45), Gamma Condicional (0,38) y Kendall's Tau C (0,25), señala que la
asociación entre las variables edad y grado de incapacidad tiende a ser
baja.
El 60% de los enfermos de la muestra es de sexo masculino, lo cual
refuerza lo que al respecto se ha encontrado en Latinoamérica, donde la
prevalencia de la lepra es de cerca de 1,8/1,0 en hombres y mujeres,
respectivamente (Ulrich et al., 1993), al igual que en la mayoría de las
regiones del mundo, con excepción de algunas zonas de África (OMS,
1988). Aunque en un estudio reportado en 1990, se detectó, en una región
del Brasil, que la tasa de prevalencia por sexo fue de 0,99 hombres por
mujeres (Andrade et al., 1990), otras investigaciones reportan para
países como Cuba (Rojas et al., 1993) y Venezuela (Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social, 1986), que en la distribución por sexo hay un
ligero predominio de los hombres, señalando, en el caso de Venezuela,
una proporción de casos del sexo masculino, expresada en una tasa de
2:1. Sin embargo, en una investigación más reciente, Vivianne de Rojas
et al. (1994) señalan, para la ciudad de La Habana, 51% de enfermos del
sexo femenino. Esto podría sugerir que no hay relación estrecha entre
sexo y lepra, aunque no ha sido descartado que pueda existir entre
género y la mencionada enfermedad.
Tal apreciación pudiera reforzarse si observamos que el número de
pacientes del sexo masculino se distribuye entre los distintos grados de
incapacidad, mientras que para las pacientes hay una concentración mayor
en el grado 0. Así, el cálculo de algunos estadísticos permite apuntar
la posible existencia de cierto grado de asociación entre las variables
sexo y grado de incapacidad (Gamma Condicional = 0,62; Tabla 1).
Un porcentaje significativo de los encuestados (50%) es soltero, sin
embargo, 50% han mantenido o mantienen alguna relación que fue o es,
aparentemente estable, toda vez que el 32,5% son casados o unidos y el
17,5% son divorciados, separados o viudos. Esta información llama la
atención por el hecho de que, aun cuando la mayoría de los enfermos se
encuentra en edades en las cuales normalmente se mantiene una relación
de pareja, sin embargo sólo cerca de la tercera parte presenta esta
característica, lo cual podría estar asociado a las implicaciones
socio-culturales de la lepra. Además, si ello es así, coincidiría con lo
que otros autores han podido detectar, en el sentido de que el
diagnóstico de la enfermedad podría producir desequilibrios emocionales
que ocasionen problemas que puedan originar la separación de la pareja
(Rojas et al., 1993). Al respecto llama la atención, sin embargo, que el
porcentaje mayor de quienes han estado unidos alguna vez y ya no lo
están corresponde al grado 0 de incapacidad. Sin embargo, tal como los
cálculos estadísticos lo señalan, no existe asociación entre el grado de
incapacidad de estos enfermos y su estado civil.
En cuanto al grado de instrucción, se encontró que sólo un 15% es
analfabeto, mientras que el 75% tiene algún grado de instrucción (básica
o media), lo cual, aunque podría ser indicativo de una población
relativamente instruída, no coincide, pero se aproxima a lo que es la
tendencia general de la población del país, la cual presenta un índice
de analfabetismo relativamente bajo (OCEI, 1991). Ahora bien, si se
compara tal información, de acuerdo con el grado de incapacidad, se
encuentra que el 33,3% de los pacientes grado 2 son analfabetos, lo cual
pudiera vincularse al hecho de ser éste grupo el que presenta mayores
secuelas de la enfermedad que pudieran haber obstaculizado su
incorporación al sistema educativo, además de tratarse del que presenta
un promedio mayor de edad. La aplicación de las pruebas estadísticas
pertinentes señala que no hay asociación entre el grado de incapacidad y
el grado de instrucción para la muestra.
Otro dato importante para definir la caracterización socio-económica de
los sujetos era determinar su situación laboral, tanto al inicio de la
enfermedad como actualmente, ya que ello permitiría aproximarse a una de
las dimensiones sociales de mayor capacidad predictiva, en términos de
la estereotipización y el estigma asociados a la lepra y generadores de
los temores que los posibles empleadores le tiene a la enfermedad (OMS,
1988). La información obtenida indica que la mayoría, 57,5%, se
encontraba trabajando al detectarse la enfermedad. Y, aunque el
porcentaje de desocupados pasó de ser del 10,0%, al inicio de la
afección, al 12,5% al momento de recabarse la información, ello puede
deberse más a la situación de crisis económica por la cual atraviesa el
país, que a su condición de enfermos. No obstante, también podría
decirse que el 7,5% que aduce como razón de su situación de desempleo
actual, el estar incapacitado, apunta a reforzar la idea de que el
leproso, por su condición de "desacreditado" (Goffman, 1970), es más
susceptible de ser objeto de los efectos negativos propios de una
economía en recesión. Esto último podría ser complementado con los
resultados obtenidos en el cálculo del Coeficiente de Contingencia
(0,499; 0,469 y 0,441; Tablas 2, 3 y 4, respectivamente), que indican la
existencia de una cierta asociación entre el grado de incapacidad y la
situación laboral, antes y después de ser detectada la enfermedad, y la
razón para estar desempleado.
Datos familiares
Conocer las características del grupo familiar al cual pertenece el
paciente de lepra resulta prioritario, dado el papel que ello juega en
su vida social y la importancia de la familia en cualquier programa de
rehabilitación (Gershon & Srinivasan, 1992).
En este sentido, es interesante destacar que un número considerable de
los leprosos de la muestra (50%) tiene a su madre viva, lo cual, en una
sociedad profundamente matriarcal, debe ser tomado en cuenta, en tanto
la madre se constituye en el punto de referencia familiar.
Sin embargo, al precisar por grados de incapacidad, esta tendencia se
mantiene en los grados 0 y 1, pero difiere totalmente en el grupo de
pacientes grado 2, toda vez que este es el grupo en el cual la mayor
proporción se encuentra en las edades superiores a los 50 años. El
cálculo de los estadísticos señala que no hay asociación entre estas dos
variables.
La mayoría de los enfermos de la muestra (95%) tiene hermanos e hijos
(70%), lo cual podría indicar la existencia de vínculos de
consanguinidad que se ven reforzados en la medida en que se destaca que
el 52,5% de los encuestados son jefes de familia y el 27,5% son
familiares directos del jefe de familia, ya sea en calidad de cónyuge o
de hijo; en otras palabras, el enfermo pertenece a un núcleo familiar
establecido, compuesto mayoritariamente por 4 a 6 personas (47,5%) o 7 a
9 personas (20%).
Esta tendencia se mantiene al comparar los tres grados de incapacidad;
sin embargo, en el caso de la prueba de asociación entre las variables
grado de incapacidad y la existencia de hermanos, el estadístico Gamma
Condicional señala una asociación negativa (-1; Tabla 5). En términos de
la situación del enfermo con relación al jefe del hogar, en los grados 1
y 2, es menor el porcentaje de los que manifiestan ser cónyuges o hijos.
Aquí conviene destacar la importancia de esta información para el
desarrollo de políticas de prevención, pero, sobre todo, de tratamiento
y rehabilitación, ya que está claro que, al tratarse de ser el enfermo
el jefe del hogar, la presencia de la lepra y sus secuelas
incapacitantes será más grave para el normal desenvolvimiento de la vida
familiar. Esta observación se ve reforzada por el hecho de que el
Coeficiente de Contingencia sugiere una leve asociación entre ambas
variables (Tabla 6).
En este orden de ideas, la información sobre el ingreso familiar indica
que 40% de los enfermos de la muestra perciben un ingreso de este tipo,
por el orden de los Bolívares (Bs.) 20.000,00 o más, lo cual, si bien no
es suficiente para garantizar una condición de vida medianamente
holgada, tampoco define una situación de pobreza extrema. Ello podría -
entre otros elementos no considerados aquí - sugerir que los enfermos de
lepra pertenecen a la clase social media baja. Al respecto conviene
señalar que en el grado de incapacidad 2, encontramos los enfermos
concentrados (66,6%) entre quienes tienen un ingreso que va desde menos
de Bs. 8.999,00 hasta Bs. 14.999,00, mientras que, en los grupos
conformados por los enfermos cuyo grado de incapacidad es 1 y 0, el
mayor porcentaje de ellos señala como ingreso familiar, la cantidad de
Bs. 20.000,00 a 24.999,00 (grado 1: 50%; grado 0: 32%). Este dato es
relevante porque, dada la precariedad del ingreso en una economía
inflacionaria, se puede concluir que los enfermos con mayor grado de
incapacidad añaden a ésto una situación económica que supone condiciones
de pobreza, lo cual, además, ratifica lo que parece ser una tendencia -
todavía no suficientemente demostrada - de que existe una estrecha
relación entre niveles socio-económicos de la población y lepra. En este
sentido, el cálculo de los estadísticos sugiere que hay definida una
posible relación (Coeficiente de Contingencia: 0,48; Tabla 7).
Datos sobre la enfermedad
Según han reportado algunos expertos, se sospecha que la lepra tiene la
tendencia a agruparse y a asociarse a factores genéticos que podrían
tener "un importante papel en la determinación de la susceptibilidad"
(OMS, 1988: 21). Al respecto, aunque 75% de los pacientes encuestados
manifestaron no tener antecedentes de presencia de lepra en su familia,
25%, si, lo tienen, lo cual es más relevante si se observa que la
mayoría de los antecedentes familiares incluye a padres, hermanos y
tíos. Tal información podría corroborar la tendencia - ya señalada - al
agrupamiento o bien a la debilidad inmunológica genéticamente
transmitida, lo cual potencia las posibilidades de contagio. Al
respecto, no se detectaron diferencias importantes entre los leprosos de
acuerdo con su grado de incapacidad, aunque para ambos casos (Gamma
Condicional= 0,409, para los que tienen antecedentes (Tabla 8);
Coeficiente de Contingencia= 0,491 para el parentesco con el antecedente
(Tabla 9)) sugieren la definición de una posible relación de estas
variables con el grado de incapacidad.
Finalmente, la caracterización de acuerdo con la forma clínica de la
enfermedad revela una concentración en Lepromatosa (35%), Borderline
Lepromatosa (30%), Borderline Borderline (12,5%); el resto presenta
Borderline Tuberculoide (5%), Indeterminada (7,5%) y un 10% del cual no
se pudo obtener información al respecto. Con relación al grado de
incapacidad, el 62,5% pertenecen al grado 0, el 15% al grado 1 y 22,5%
al grado 2.
Conclusiones finales
Las características propias de los grupos de individuos concretos,
ubicados en un espacio y un tiempo históricamente determinados, son el
substrato sobre el cual se constituyen los elementos subjetivos
asociados a la lepra, de allí que sea prioritario conocer de manera
sistemática quiénes son los leprosos.
De acuerdo con lo anterior se puede concluir que, si los enfermos bajo
tratamiento en la Unidad de Dermatología Sanitaria de Maracaibo
mantienen las características de esta muestra, entonces constituyen un
grupo conformado mayoritariamente por hombres, en plena edad productiva,
trabajadores y con relativo nivel educativo.
Con relación a la enfermedad, se trata de pacientes cuyo promedio de
permanencia en el tratamiento es bastante largo (6,8 años), aunque la
mayoría de ellos no tiene ninguna incapacidad. Ello puede deberse a
condiciones propias del Servicio, que podrían ser evaluadas en futuras
investigaciones.
En síntesis, se trata de una población potencialmente susceptible de ser
objeto de programas educativos que atiendan no sólo al propio paciente,
sino a su familia y a la comunidad.
Puede decirse, además, que los datos obtenidos pudieran confirmar la
sospecha, no confirmada, de la asociación entre las condiciones
socio-económicas y la predisposición a la enfermedad, de allí que el
mejoramiento de estas condiciones pareciera ser uno de los factores a
tomar en cuenta con relación al control y a la eliminación de la lepra.
Referencias
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6.) 29 DE ENERO DE 2006 “DÍA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA LA LEPRA”
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Source Http://.www.zapotiltic.net
Guadalajara, Jal., a 17 de Enero de 2006
“Jalisco ha eliminado la lepra como problema de Salud Pública, pero los
esfuerzos para su control serán continuados”
En Jalisco la Lepra es una enfermedad que constituye un problema
relativo de Salud Pública por su frecuencia y distribución irregular,
pero fundamentalmente por las deformidades que puede producir si los
pacientes no son atendidos en su fase temprana.
En 25 países vive el 92% de todos los enfermos de lepra, en Asia, África
y el Lejano Oriente (India principalmente), y en América en Brasil,
Venezuela y México.
Nuestro país en 1994 logró reducir la tasa de prevalencia a menos de un
caso por 10 mil habitantes.
En Jalisco durante los últimos 15 años, se ha reduido la tasa de
prevalencia de la Lepra de 6.2 a 0.08 por 10 mil habitnates. Durante
este periodo se ha consolidado dicha eliminación, al reducir de 72
municipios con tasas mayores en 1990, a 7 al finalizar 2005.
Los municipios son los siguientes: Valle de Guadalupe, Atengo, Unión de
Tula, Tomatlán, Antonio Escobedo, San Marcos y Chapala.
La lepra se manifiesta principalmente en la piel, con lesiones únicas o
múltiples, siempre asociadas a trastornos neurológicos como lo son
inflamación de los nervios periféricos, con disminución de la
sensibilidad, debilidad y parálisis muscular, entre otros. Los sitios
más comunes son, la espalda y parte externa de las extremidades; en la
cara afecta orejas, cejas y pómulos.
En 1990 se tenían registrados 3,177 casos, es decir 6.2 por 10 mil
habitantes; en 1994 el censo nominal contaba con 519 casos, 0.9 por 10
mil hab. Para el año 2001 el listado nominal de pacientes se encontró
con 165, 0.28 por 10 mil hab. 2002 cerró con 151 casos, con tasa de 0.20
por 10 mil hab. En 2003 con 116 con tasa de 0.15 por 10 mil habitantes,
en 2004 con 54 casos con tasa de 0.09 por 10 mil hab. En 2005 cerramos
con 60 casos con tasa de 0.08 por 10 mil hab.
En 2004 se realizaron estudios clínico epidemiológicos a 3,610 personas
en donde se encontraron 42 casos nuevos. En 2005 se realizaron estudios
clínico epidemiológicos a 4,103 personas en donde se encontraron 29
casos nuevos.
Este 2006 representa la mejor oportunidad para consolidar la verdadera
eliminación de la Lepra cimentando las bases para llegar al 2008 sin
municipios con tasas mayores a 1 por 10 mil habitantes. Todo lo anterior
mediante la intensificación de la búsqueda de casos principalmente entre
los contactos de los enfermos y replanteando algunas estrategias
exitosas que han servido para llegar hasta donde estamos hoy, por lo
cual en el sector salud, nos hemos trazado los siguientes desafíos:
Integrar una nueva cruzada de búsqueda activa de casos en los municipios
que han permanecido por más de 5 años sin casos;
Continuar con el ingreso a tratamiento al total de los casos nuevos
hasta su curación;
Reducir hasta eliminar el estigma que se tiene por los enfermos de lepra
entre los jaliscienses;
Continuar con el suministro regular de insumos para el diagnósticos y
tratamiento de los enfermos;
Estudiar anualmente al 100% de los contactos y convivientes de los
enfermos registrados;
Integrar y ejecutar un programa de capacitación, supervisión y
evaluación acorde a las necesidades de cada Región Sanitaria en el
Estado.
Los logros hasta el momento han sido satisfactorios pero estamos
concientes de que el problema no está resuelto, es necesario mantener la
búsqueda intensificada y sistémica de casos con énfasis en los
municipios de alto riesgo.
La imagen de la Lepra ha cambiado pero el estigma continúa.
Cabe mencionar que por iniciativa del filántropo francés Raoul Follereau,
hace 51 años se intituyó el Día Mundial de la Lepra el 31 de enero de
1954, quedando posteriormente el último domingo de enero.
“La lepra es curable, ayudemos a quien la padece”.
FICHA DEL ARTÍCULO
FUENTE: Comunicación Social De Ciudad Guzmán
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DATA-MEDICOS/DERMAGIC-EXPRESS No 9-(125) 04/02/2.007 DR. JOSE
LAPENTA R.
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