¿POR QUÉ LA DEFENSA CIVIL...?

La DEFENSA CIVIL nace con el hombre mismo. Es el recurso instintivo de preservar su propia integridad, la de su especie, la de su ambiente. El ser humano tan pronto nace a la vida, se siente amenazado por la naturaleza y por su propia manera de introducirse en el misterioso mecanismo del ambiente que los rodea.

El hombre debe enfrentarse entonces y desde sus primeros días al rigor del clima, las leyes desconocidas que lo forman; las dificultades para encontrar su subsistencia y su abrigo; la protección de los ataques de los animales.

Así mismo está obligado a pagar los errores que necesariamente comete en la búsqueda de la más indispensable, y poco a poco también, a disponer para la competencia, muchas veces destructoras con sus semejantes.

La historia contiene referencias sobre individuos, grupos y comunidades cuyas acciones se encaminaron para protegerse del hambre, las inundaciones, el fuego y contra uno de los más grandes desastres de la humanidad: La Guerra. Las últimas guerras en escala mundial no han distinguido entre combatientes y no combatientes, sino que por igual, azotaron a civiles y soldados, a hombres y niños, ancianos y mujeres. Los ejemplos de la guerra del 40 y las guerras civiles, al estilo Biafra, comprometieron la vida de millares de personas y condenaron a toda una generación inocente, al aniquilamiento, ya padecer defectos físicos por alimentación deficiente.

Fue durante el desarrollo de la segunda Guerra Mundial, con sus amenazantes y destructores ataques aéreos en gran escala contra ciudades y centros industriales, que la planificación y la organización de la DEFENSA CIVIL alcanzó su posición notable como una responsabilidad organizada de los gobiernos.

En su concepción original, La DEFENSA CIVIL fue concebida como el medio por el cual una sociedad organizada que tuviese recursos ofensivos y defensivos totalmente comprometidos mantuviese en alto la moral de combate y de existencia de su población pasiva, por medios propios, autogenerados, sin constituir una carga especial y adicional al esfuerzo bélico, o de supervivencia en el cual se encontraba comprometidos los diversos órganos del Estado.

El advenimiento de los armamentos nucleares y termonucleares junto con los sistemas de lanzamiento teledirigidos proporcionaron una fuerza dramática para su posterior desarrollo de la DEFENSA CIVIL. Paralelamente, apartando la problemática de la guerra, la actual era de veloz desarrollo tecnológico, trajo como inevitable secuela, una gran cantidad de desastres llamados sociológicos, originados por el hombre.

Es una forma quizás menos dramática, pero de una gran peligrosidad, se encuentran los problemas que ha creado en el medio ambiente en el cual desenvolvemos, descollando la situación creada por la contaminación y el ruido.

A medida que los aviones aumentaban su capacidad, así mismo aumentaban las cifras de víctimas como consecuencia de los accidentes que sufren dichos vehículos de transporte, aumentando así mismo, la magnitud potencial de desastres sociológicos. Los trenes por ejemplo, alcanzan mayores velocidades, disminuyendo el tiempo pata tomar medidas correctivas en caso de fallas.

Es indispensable entonces dentro de la acción de la DEFENSA Y PROTECCION CIVIL, las medidas preventivas. La acción preventiva radica en la preparación individual, la predicción de un determinado desastre, su control; la adecuada y oportuna información y alerta a las poblaciones, la educación, formación y capacitación de expertos, de funcionarios y de profesionales especializados. La instrucción de toda la ciudadanía en una capacitación básica que le permita actuar en los momentos en que se requiere.

La industria química con su diversidad, complejidad y volumen, ha contribuido a aumentar el porcentaje de peligrosidad en la comunidad. Los accidentes de tránsito terrestre ocasionan día a día pérdidas considerables de vidas y bienes materiales de la sociedad moderna.

Los desastres naturales no se quedan atrás, principalmente los habitantes de la aéreas tropicales oceánicas, pueden decirnos los estragos y daños materiales a la población, que ocasionan los huracanes o tormentas tropicales, las inundaciones, los terremotos y otros.

Los efectos de las calamidades públicas no sólo se sienten en las personas, sino que afectan los recursos naturales y económicos de una nación, destruyendo sus fuentes de subsistencia y de progreso, empobreciendo las naciones y limitando el progreso del hombre como ser social.

Algunos pensarán o dirán: "¿ Esto ha sido siempre el precio del hombre por su razón de vivir en el globo terrestre. Por qué apurarnos ahora, mal que bien no las arreglamos sin la necesidad de la DEFENSA CIVIL, que es lo que ha cambiado..?"

Nuestro medio ambiente está cambiando en forma acelerada, las poblaciones se han multiplicado, desde el comienzo del actual siglo. Las ciudades han crecido a una tasa fantástica durante la pasada década. En investigaciones realizadas acerca de este problema, leímos no hace mucho que a comienzos de este siglo, un volcán de Las Antillas, en la Isla de Martinica, originó la total destrucción de la ciudad de Saint Pierre, cuya población se contaba en el orden de los 10.000, habitantes, al igual que la población de Armero en Colombia con 23.000 habitantes, destruida por él deslave de una inundación de agua y lodo resultados evidente de los efectos de una situación parecida a la ocurrida anteriormente, "la erupción de un volcán".

Esto es sólo un ejemplo. Durante la edad media, el mayor desastre lo represento la muerte negra, que mató sólo en Europa unos pocos millones, que representaban para aquella época, un tercio de la población. Hoy en día, en general, las enfermedades han sido contenidas, pero de ocurrir una situación incontrolada, ya sabemos muy bien que bajo ciertas circunstancias, ello puede suceder, pensamos en el incalculable desastre que representaría la pérdida de un tercio de la población de Europa o de otro Continente.

Estas son sólo alguna de las razones indiscutibles de la necesidad de la DEFENSA CIVIL. "DEFENSA CIVIL", "PROTECCION CIVIL", "MEDIDAS DE EMERGENCIA", llámesele como se quiera, es una condición obvia e ineludible en el mundo en el cual nos encontramos. No se trata de una organización con miras exclusivas a enfrentarse a condiciones de guerra. Admitimos que la DEFENSA CIVIL como consecuencia de las guerras, concebida, nacida y alimentada en dicho ambiente; pero en la actualidad, es un adulto saludable que juega un importante papel en la mitigación, alivio y supervivencia de la comunidad en caso de desastres, no solamente a través de medios físicos de rescate, auxilio médico, alimentación, viviendas, de emergencia, atención de damnificados y otros, sino también mediante medios psicológicos para mantener el apoyo y lograr un elevado nivel de la moral de la población afectada, así como con la adopción de un adecuado sistema de prevención.

En este sentido, la DEFENSA CIVIL, no solo cumplen una función de alivio de una situación de desastres, sino que es una actividad capaz de mantener una Nación, aún en las condiciones más críticas, sus instalaciones y servicios destruidos, pero en el "espíritu de lucha" que animó a la frase de "sí la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca", exclamada en Caracas por nuestro Libertador Simón Bolívar sobre las ruinas del catastrófico terremoto del 26 de marzo de 1.812.

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