PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Guerra interimperialista que, entre 1914 y 1919, confrontó los intereses económico-políticos
de los viejos y los nuevos Estados imperialistas.
Causas
Para que este conflicto se desatara, fueron determinantes los acontecimientos del entronque entre siglos, que a continuación se expresan:
Política colonialista de las grandes potencias.
Para la primera década del siglo XX, los países imperialistas habían
terminado con el reparto territorial del continente africano y asiático, lo
que hacía más tensas sus relaciones mutuas, producto del deseo unánime de
aumentar sus ganancias y controlar nuevos mercados. En esta década se
manifestó una nueva correlación de fuerzas entre las potencias industriales,
ahora sobresalían: Alemania, Estados Unidos, Japón y seguían en ese orden,
Inglaterra y Francia.
Al término de ese reparto, los objetivos de las grandes potencias se
perfilaron sobre puntos estratégicos:
Alemania pretendía las colonias
de Inglaterra y someter a Rusia; Inglaterra, a su vez, se interesaba en
debilitar a Alemania y dominar el Cercano Oriente; Francia quería recuperar
sus provincias de Alsacia y Lorena; Rusia buscaba una mayor influencia sobre
el Imperio turco y, de manera especial, el control de los Estrechos de los
Dardanelos y del Bósforo, y Austria-Hungría deseaba fortalecerse en los
países Balcánicos y, de manera concreta, sobre las regiones de Serbia y
Montenegro.
Desarrollo de Alemania. Una vez lograda la unificación del Estado alemán, se impulsó notablemente el proceso de industrialización del país, que lo convirtió en la primera potencia europea de principios de siglo, con una necesidad inaplazable de controlar más colonias donde depositar su producción; hecho que sólo le era posible por la vía armada, para lo cual, en 1914, había terminado de construir el puerto de submarinos de Heligoland y el canal Kaiser Wilhem; de tal manera que estaba ya en posibilidades de botar grandes barcos de guerra.
Organización del sistema de alianzas. Para la defensa de sus intereses, los países europeos se organizaron a través de alianzas. La competencia entre los países europeos se transformó en la formación de dos bloques: por un lado, la Triple Alianza integrada por Alemania, Austria-Hungría e Italia (1879-1882), y por otro, la Triple Entente formada por Francia, Rusia e Inglaterra (1891-1907). Esta rivalidad tensó más las relaciones entre los países, por lo que cualquier incidente podía desencadenar la guerra.
Período de paz armada. Con este nombre se denominó el periodo comprendido entre 1870 y 1914 y que se caracterizó por la carrera armamentista emprendida por cada , país imperialista; en medio de una paz aparente, se pensó que sólo con las armas podían defender sus colonias y conseguir otras.
Crisis Balcánica. En esta región, estratégica para
los intereses de las grandes potencias, fue donde prácticamente se incubó la
primera guerra: Rusia deseaba una salida al Mar Mediterráneo por el Mar
Negro; Austria-Hungría buscaba también una salida al mar por la península de
los Balcanes y de paso someter a los pueblos eslavos, los que por su parte
intensificaron su espíritu independiente y nacionalista; el Imperio Otomano
intentaba, a su vez, reconquistar los pueblos Balcánicos, Crimea y el
Cáucaso.
Por otro lado, Alemania obtuvo la concesión para construir la línea del
ferrocarril de Berlín a Bagdad, la que cruzaría por Estambul; esto alarmó a
los inversionistas franceses, al tiempo que frustraba las aspiraciones
inglesas de controlar el Imperio turco.
Entre los sucesos particulares anteriores a la guerra, dada
su importancia, podemos considerar los siguientes:
La anexión de Bosnia-Hersegovina por el Imperio Austro-Húngaro en octubre de 1908. Estas regiones estaban bajo el control de los turcos, y Serbia protestó por la agresión y solicitó ayuda a Rusia, que se había convertido en la protectora de los países eslavos; sin embargo, ésta no pudo acudir al llamado, por encontrarse debilitada por el fracaso con Japón (1905); los otros países europeos sólo brindaron ayuda diplomática para no verse comprometidos; esto exaltó los ánimos independentistas de la región y propició la alianza entre los países Balcánicos: Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro.
Las guerras Balcánicas de 1912-1913. Los países Balcánicos sostuvieron dos devastadoras guerras contra los turcos, a quienes con la ayuda de Rusia lograron expulsar de territorio europeo. En agosto de 1913, por el Tratado de Bucarest se puso fin al conflicto: Rusia seguía manteniendo su influencia sobre los países eslavos, Austria y Alemania veían lesionada su política expansionista y Francia e Inglaterra resultaron afectadas en sus intereses financieros y estratégicos.
El incidente de Sarajevo. Se produjo cuando el
príncipe heredero a la Corona de Austria, Francisco Fernando, fue asesinado
junto con su esposa, en Sarajevo, capital de Bosnia, el 28 de junio de 1914,
por Gabrilo Princip, un estudiante ligado a las sociedades serbias de tipo
nacionalista.
Con el apoyo de Alemania, el Imperio Austro-Húngaro aprovechó este
acontecimiento como pretexto para sojuzgar a Serbia. El 23 de julio del
mismo año le envió un ultimátum a través del cual le imponía una serie de
condiciones que atentaban contra su soberanía. A fin de evitar la
conflagración, Rusia le aconsejó su plena aceptación, pero esto no bastó, ya
que Austria-Hungría declaró la guerra al pequeño país, el 28 de julio del
mismo año. Ante esta acción, Rusia movilizó sus ejércitos a las fronteras
austro-húngaras. Alemania le declaró la guerra el 1 ° de agosto y dos días
más tarde lo hizo contra Francia. Alemania invadió Bélgica por lo que
Inglaterra, a su vez, le declaró la guerra al haber violado la neutralidad
de ese país.
Etapas de la guerra
Primera guerra de movimientos (1914-1915)
Con las declaraciones de guerra se inició la movilización de ejércitos a sus
respectivas fronteras con el enemigo. Alemania puso en práctica el Plan
Schlieffen, preparado quince años atrás, para iniciar una guerra corta y en un
solo frente. El plan consistía en distraer a Francia en su frontera común con
unas cuantas divisiones y enviar su mayor potencial a través de Bélgica, para
lograr derrotarla en un plazo no mayor de seis semanas.
El Plan Schlieffen fracasó, porque cuando los alemanes estaban a punto de vencer
a Francia, en la batalla del río Marne en septiembre de 1914, Rusia inició su
ofensiva contra Prusia abriendo el Frente Oriental, por lo que Alemania dividió
sus ejércitos con lo que disminuyó su poder en el frente belga. Dicho plan no
previó la decisiva participación inglesa.
Con la finalidad de arrebatarle sus colonias en el Océano Pacífico, Japón le
declaró la guerra a Alemania. Rusia invadió el Imperio Austro-Húngaro; éste a su
vez invadió Serbia ocupando Belgrado a fines de 1914. La guerra también se
extendió al mar en los océanos Pacífico, índico y el Mar del Norte, donde se
enfrentaron la marina inglesa y la alemana.
Guerra de Trincheras (1915-1917)
Como consecuencia del agotamiento humano y militar, las
fuerzas de ambos bandos se replegaron, y se estabilizaron los frentes Occidental
y Oriental. Esto convirtió al conflicto en una guerra de posiciones o de
trincheras, en la que a lo largo de miles de kilómetros se cavaron grandes
zanjas, protegidas por alambrados.
Esta situación modificó las condiciones de la guerra, porque a partir de
entonces el principal problema consistió en el abastecimiento. Por esta
circunstancia, tenía mayores posibilidades de triunfar quien tuviera mayor
capacidad industrial y económica.
Rusia no pudo cumplir con su programa de abastecimiento y empezó a mostrar
debilidad en el Frente Oriental, por lo que Alemania envió una poderosa ofensiva
en febrero de 1915, con la finalidad de derrotarla. Al no conseguirlo, permitió
que los países del Frente Occidental lograran superioridad al reagruparse y
proveerse de material bélico.
Italia, que hasta entonces había permanecido indecisa, declaró la guerra en mayo
de 1915 a sus antiguos aliados; Bulgaria, por su parte, combatió al lado de los
imperios centrales. Alemania inició la guerra submarina contra todo barco que
pretendiera llegar a Inglaterra y a Francia. En mayo de ese año, Estados Unidos
protestó ante el gobierno alemán por el hundimiento del Lusitania, barco inglés
en el que viajaban ciudadanos norteamericanos.
A principios de 1916, Alemania inició sus ataques contra Francia en Verdún,
después de violentos enfrentamientos que costaron casi un millón de vidas a
ambos países, la primera salió derrotada.
En junio del mismo año, se inició una cruenta batalla en los valles del Somme,
donde la artillería, la aviación y las fuerzas motorizadas inglesas y francesas
infringieron una nueva derrota a los alemanes.
A principios de 1917, en Rusia se inició una revolución, que la obligó a salir
de la guerra. En abril de este año, los Estados Unidos de América habían
declarado la guerra a Alemania, y se aliaron con los países de la Entente, pero
fue hasta 1918 cuando su ejército entró en acción.
Fin de la guerra (1918-1919)
Una vez
debilitada Alemania y excluida Rusia de la contienda, los países de Occidente
buscaron las mejores condiciones de paz. En enero de 1918, el presidente
norteamericano Woodrow Wilson, propuso los Catorce Puntos, que pretendían, entre
otras cosas, la supresión de tratados secretos entre países, la eliminación de
trabas aduanales, la autonomía de los pueblos que conformaban el Imperio
Austro-Húngaro y la creación de la Sociedad de Naciones.
En noviembre del mismo año se firmó, entre Alemania y los países vencedores, el
armisticio, en el que se establecieron los siguientes puntos: suspensión total
de las hostilidades, evacuación de países ocupados, derogación de tratados con
Rusia y entrega del armamento.
A principios de 1919, se iniciaron en Francia las negociaciones entre W. Wilson
de Estados Unidos, Lloyd George de Inglaterra y Georges Clemenceau de Francia,
quienes en junio de ese año signaron el Tratado de Versalles, en el que se
responsabilizaba a Alemania de la guerra y se le imponían severas condiciones
para la paz, entre las que destacaban las siguientes:
Renuncia de todas sus colonias en beneficio de los vencedores.
Reducción de sus ejércitos, a cien mil efectivos.
Desmilitarización del río Rhin y la anulación del servicio militar.
Francia recuperaba Alsacia y Lorena y se rectificaban las fronteras en beneficio de Bélgica, Polonia y Dinamarca.
Pago de indemnización por daños y gastos de guerra.
Creación de la Liga o Sociedad de Naciones.
Consecuencias
de la guerra
Económicas
El desarrollo de la guerra propició el declive económico de Europa, que sufrió fuerte deterioro de su infraestructura urbana y rural, pérdida de mano de obra y un gran endeudamiento para poder solventar su abastecimiento.
Se presentaron crisis agrícolas y de producción en general, que trajeron consigo pérdidas de mercado.
Las potencias europeas perdieron su preponderancia económica.
Los Estados Unidos de América se erigieron como la primera potencia mundial, ya que no sufrieron pérdidas materiales en su territorio y se enriquecieron con los financiamientos realizados.
Políticas
Ante los acontecimientos de la guerra, que exigían decisiones rápidas, los gobiernos concentraron mayor poder, práctica que atentó contra los principios del Liberalismo, cuyo sistema democrático liberal, ante las nuevas exigencias socioeconómicas, entró en crisis.
Con el triunfo de la Revolución Soviética, las relaciones internacionales se transformaron, en busca del aislamiento de Rusia.
Al término de la guerra, siguieron las fricciones entre los países vencedores, algunos quedaron inconformes con el reparto colonial, otros chocaron por el interés que tenían en las zonas petrolíferas del Medio Oriente.
Se manifestaron conflictos por la delimitación fronteriza entre Polonia y Alemania, Italia y Yugoslavia, entre Grecia y Turquía.
Surgió la Sociedad de Naciones, institución internacional que se propuso preservar la paz y la cooperación mundial.
Desmembramiento del Imperio Austro-Húngaro, que transformó la geografía política al aparecer nuevos países independientes como Yugoslavia, Austria, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania, Estonia y Finlandia.
Sociales
La pérdida de más de 10 millones de vidas, además de los lisiados y enfermos.
Las epidemias y condiciones de hambre y miseria que padeció la población.
Las propuestas del proletariado que, al demandar mejores condiciones de vida, fortalecieron el movimiento obrero.
La participación de la mujer, que reclamaba mejores condiciones laborales e igualdad de derechos sociales.