“LA VENGANZA DEL SAMURAI”

 

 

 

“LA VENGANZA DEL SAMURAI”

El principio

 

 

“LOS 5 FANTASMAS DE KYOTO”

 

 

 

 

Todos en el Dojo Kamiya estaban corriendo de un lado a otro mientras el doctor Genzai atendía a la niña, que estaba en coma. Se la llevaron inmediatamente al hospital, donde esperaban, que de alguna manera, no muriera la niña. Kaoru estaba con Yahiko, escribiendo a Kyoto para pedir ayuda, ya que el hospital cobraba muy caro, y necesitaban el dinero para salvar a la niña. Kenshin se encontraba en la habitación, llorando sin que nadie lo viera. Le dolía mucho, ya que era su única niña, y la más pequeña. No quería perderla. No ahora, cuando apenas estaba viviendo. Quería verla viva y despierta, tan siquiera, antes de morir el mismo, para poder hacerlo en paz. Porque el ya sabía que pronto iba a morir. Pero no quería irse, sin saber que su princesa estaría bien.

 

-Kenshin…- Kaoru se le acercó y se sentó a su lado, abrazandolo. Kenshin se recargó, aún llorando, en el pecho de Kaoru, la cual, lo abrazó con más fuerza, comenzando a llorar también.

 

-Yo se que Cynte-chan es fuerte- murmuró Kenshin- se que estará bien.

 

-Es mi culpa… si no la hubiera dejado…- Kenji estaba destrozado. Era su hermanita y él la había dejado y por su culpa iba a morir. Comenzaron a salir las lágrimas de sus ojos y las secó rápidamente con la manga de su gi. Kenshin lo vió y negó con la cabeza.

 

-No hay que culpar a nadie Kenji… tu hermana estará bien… anda, ven…

 

A pesar de que Kenji era de carácter fuerte, no resistió mucho y fue a sentarse al lado de Kenshin, el cuál lo abrazó también y Kenji se soltó casi toda la noche. Parecía que no dejaría de llorar nunca, hasta que se quedó dormido en el regazo de su padre, que se le quedó observando por mucho tiempo, hasta que él también se quedó dormido en el hombro de Kaoru, no sin antes darle una última mirada a la niña, que estaba pálida como la luna de invierno…

 

……………………………………………………………………………

 

 

 

Cyntella entró en una habitación con varios fantasmas y anotaron sus nombres en una larga lista. El que recogía los nombres, se detuvo al recoger el de la pequeña y se sorprendió.

 

-Hey Tomoe-san, ven a ver quién está aquí!!!... es la hija de Himura!!!

 

La mujer de cabello negro que la niña había visto antes entró en la habitación y le dirigió una cálida sonrisa. Cyntella la vió y la mujer se puso a su nivel.

 

-Hola pequeña… dime ¿Cómo te llamas?

 

-Cy- Cy- Cyntella Himura…- respondió un poquito asustada, después de todo (y no se lo digan a nadie) Cyntella tiene 3 puntos débiles: las arañas (punto débil también de nuestro querido Destajador), los niños (como Soujiro) y por último: los fantasmas. Tomoe debió notarlo porque inmediatamente volvió a sonreír y acarició su cabecita.

 

-Y… ¿Qué haces aquí?... eres muy pequeña aún para morir

 

-es que… me caí de un árbol

 

-¿Y que hacía una señorita como tú, arriba de un árbol?

 

-Kiyosato no baka!!! Déjala en paz

 

-De acuerdo, de acuerdo- el tipo se veía agradable- creo que podré vengarme, después de todo…

 

-¿Qué quieres decir?...- preguntó asombrada Tomoe

 

-Que así como Battousai me quitó primero la vida, y luego a mi novia, ahora yo le quitaré a su hija- esto último lo dijo con una sonrisa, mientras sacaba una katana y la levantaba. Inmediatamente Tomoe tomó a la niña y la puso detrás de ella.

 

-¡¡Ni te pase por la cabeza ponerle un dedo encima a esta niña!! ¿Me oyes?... esta niña es hija del hombre al que yo ame alguna vez, así que bien pudo alguna vez ser hija mía, en realidad, los hijos de Kaoru-chan son como si fueran míos, porque ella me prometió cuidar a Ken-san y ahora, yo cuidaré a su hija!!!

 

Tomoe realmente estaba decidida a proteger a Cyntella y puso el puñal enfrente suyo, para defenderla. Kiyosato la vió y soltó un suspiro cansado.

 

-Bueno, igual que todos, tendrá que luchar por su vida… - colocó unos papeles en orden y luego las vió- Tomoe, quiero que lleves a la niña a la plataforma, ya comenzarán a luchar, el que gane, se irá con vida; luego, quiero que me llames a Sagara, a Jinei, a Ookita y a Megumi-san, tengo algo importante que anunciarles.

 

-Bien…- Tomoe se llevó a Cyntella por un largo pasillo, hasta una habitación muy grande y la dejó ahí- Espera a que digan tu nombre- dijo dándole una katana pequeña y ligera- y defiéndete, porque tienes que vivir ¿entiendes?- esto último lo dijo con suma preocupación- tienes que vivir…

 

-Lo sé- dijo la niña, con una ligera sonrisa- viviré, no te preocupes tía Tomoe- Tomoe sonrío a la niña. Era un encanto- Sayonara- se despidió la niña yendo hacia el frente, donde ya la habían llamado. Tomoe sonrió mientras varios pétalos de Sakura caían como lluvia detrás de la pequeña, que desapareció al entrar en la habitación de la plataforma…

 

 

………………………………………………………………..

 

 

Kenshin despertó y vió por la ventana. Aún era de madrugada. Se podía escuchar a varios policías pasando, para vigilar al gobernador que en esos momentos, se dirigía a atender un asunto urgente. Entre las voces reconoció una: Saitou, que no paraba de dar órdenes. Era gracioso, pensó, que hace muchos años, la voz de Saitou era un claro indicador de muerte y ahora, era más por vigilar que por nada. También reconoció la voz de Chou, que se quejaba de que la lluvia le entumecía los huesos y de que como era posible que Saitou fumara aún en esas condiciones, que porque era malo para su salud. Sano alguna vez le había dicho que Saitou y Chou se habían hecho pareja, cosa nada más improbable, ya que Saitou era un viudo, que aún respetaba a su mujer y hasta donde lo conocía, completamente normal, pero Sano aún lo aseguraba. Qué cosas.

 

Kenshin seguía en esos pensamientos cuando un movimiento llamó su atención. Cyntella tenía los ojos abiertos, y miraba a Kenshin fíjamente. Kenshin no se podía mover estaba totalmente sorprendido, hasta que Cyntella habló:

 

-Voy a estar bien papi- para luego, volver a cerrar los ojos. En la siguiente media hora, todos escuchaban a Kenshin decir que la niña había despertado, para que luego el doctor, les llevara una buena noticia: Cyntella había salido del coma y solo estaba inconsciente, pero aún no se descartaba la posibilidad de una recaida, pero no importaba… Cyntella estaba mejor y para Kenshin, eso era suficiente.

 

…………………………………………………………………..

 

 

Cyntella parpadeó. Se había quedado dormida durante un segundo y había soñado (muy lejanamente), que veía a su papito y eso la hizo sentir fuerte. Su primer oponente era un gorilota de 2 metros, que empuñaba un mazo enorme. Cyntella recordó a su tío Yahiko. Ventaja uno: Cyntella más pequeña y más rápida. Bien, no tardaría mucho. Comenzó el round y tal y como Cyntella lo pensó, mientras más grande, más lento, y la niña, después de quince largos minutos, logró marear a su oponente corriendo de un lado a otro esquivando el mazo, y, con un ligero empujoncito, tirarlo de la plataforma (no me maten, se me hizo más sencillo de esta manera, al estilo Dragon Ball con una plataforma, que masacrando a todo el mundo ¿no?... además, esto le daba más posibilidades a una niña de escasos 4 años).

 

En otra parte, dentro de una habitación, Kiyosato hablaba seriamente con 5 fantasmas, a los cuales les encargaba una misión.

 

-Bien, estuve hablando allá abajo (en la tierra) con Katsura (ese tipo se las trae en contra mía y Tomoe, no me mires así, por favor), y me dijo que ya se ha predicho el destino de esta niña… la pobre niña… Tomoe, recordarás como Battousai te contaba sobre el temible Dracorus Tigre ¿no?

 

-Si… lo contaba como una vieja leyenda del Ishin Shishi

 

-El caso es que nunca llegó a salvarlos- agregó Ookita sonriendo amablemente a Tomoe- pero sin embargo, nos las tuvimos que ver duras y maduras con Battousai

 

-bueno, no me interrumpan por favor… bien, como dije antes, se predijo que el samurai Dracorus Tigre llegaría a salvar a los últimos samurai que resistieran a la guerra ¿no?... bueno, pues algunos cálculos estaban equivocados y no se refería la leyenda a la guerra entre Tokugawas y Patriotas sino de otra…

 

-¿Va a haber otra?- preguntó una voz desde las sombras- vaya, vaya, que raro es el destino…

 

-Kurogasa, por favor déjame continuar… como decía, una nueva guerra se avecina, entre los Meiji y una antigua familia del Clan Tokugawa… y… ya nació el Dracorus Tigre…

 

-¿Ya nació?- preguntaron todos a la vez- ¿Pero quién es?

 

En esos momentos, un griterío afuera los distrae y salen justo a tiempo, para ver a la pequeña luchar contra otro asesino que quiere volver a la vida, aunque sea en el cuerpo de otro: Lizuka. Todos están sorprendidos por el hecho, incluso Kiyosato se asusta un poco, ya que Lizuka es un asesino y Cyntella solo tiene cuatro años.

 

Lizuka (para los que no sepan y no estén enterados, Lizuka era un traidor en el Ishin Shishi, que estaba pasando info para los Miburos, listo el tipo, por su culpa, Tomoe está como está) embiste con todas sus fuerzas a la niña y esta a duras penas lo esquiva. Como quiera, ya tiene varias heridas, una de ellas grave que le duele mucho. Lizuka se ríe, y se prepara para darle un último ataque a la niña y acabarla, cuando un murmullo aumenta su volumen y Lizuka abre los ojos de par en par con horror. Un fuego semi-transparente envuelve lentamente la plataforma y la niña levanta los ojos…. Un resplandor frío y púrpura recorre ese par de ojos, antes azules, ahora lilas, que hace temblar al asesino. Tomoe y los demás fantasmas ven a Kiyosato y este asiente con la cabeza.

 

Cyntella coloca su katana en estocada horizontal y Lizuka se prepara. El ataque no se hace esperar, y Lizuka esquiva la estocada, pero la niña salta y desde arriba lanza su último ataque:

 

-¡¡ ITZUME BLODY!!

 

El golpe pudo ser mortal de no ser que la niña cambió el movimiento al llegar a Lizuka y cayó con las rodillas sobre él.

 

-¿Porqué… porqué no me mataste?...- preguntó un sorprendido Lizuka. Cyntella había recuperado el azul de los ojos.

 

-no tenía sentido… tu solo querías volver a vivir y además, ya estás muerto, así que no te puedo volver a matar ¿verdad?.

 

El hecho era tan obvio, que todos se cayeron de lado con una gota en la cabeza. Al poco rato, Kiyosato toma a la niña por los hombros.

 

-Pequeña Cyntella… el destino de Japón quedó en manos muy pequeñas- Cyntella no entiende nada- pero sé que harás lo que puedas… el resto de los fantasmas decidieron que tu debías regresar a la vida, ya que eres muy pequeña… ya los demás tendrán su segunda oportunidad…

 

-Oh… entonces adiós Kiyosato-sama- Cyntella estira a Kiyosato y le da un beso en la mejilla. Kiyosato sonríe mientras la niña se dirige hacia una puerta azul y la traspasa. Kiyosato voltea y Tomoe y los demás sonríen.

 

-Ya es hora… recuerden, protegan a la niña, no importa lo que pase, no debe morir… y ustedes, también cuídense, recuerden que si vuelven a morir en sus nuevos cuerpos, no existiran ni aquí ni en ningún lado, solo desaparecerán… Tomoe ya había reencarnado hace poco, así que ya sabe donde vive Himura… cuídense.

 

-Claro Kiyosato-san- se despide Megumi- usted cuídese también

 

Y diciendo esto, los 5 fantasmas desaparecen.

 

-¡¡Cyntella!!

 

-¡¡Princesita!!

 

Todos estaban celebrando en el Dojo Kamiya el regreso de la niña.

 

-Nos tenías muy preocupados amor- dijo Kenshin abrazando a la niña, que aún se veía convaleciente pero muy alegre

 

-Lo siento papi… te quiero mucho…

 

La fiesta duró toda la noche y fuera del Dojo, un lobo, un halcón, un zorro, una zorra (ya saben todos quién es) y una gata blanca con una cicatriz cruzándole el frente observaban la casa con alegría….

 

 

 

LA LEYENDA EMPEZABA

….. año Meiji… 31… la cuenta regresiva de 2 años para la guerra

comenzaba

 

 

HOLAAAA!!!

 

Este episodio se los dedico a Jime-chan, Dani y a Sukasa-chan, que está haciendo un fic de Cyntella (Oh vaya, quién lo diría que mi fic tendría un fic)… se que este episodio le va a encantar en especial, a Jime-chan. Bueno, dudas, quejas, comentarios, a: [email protected] …pronto lo voy a cambiar, así que no se impacienten ¿vale?

 

Arigatto

 

Atte. Cecilia… (Ashley Ketchum)

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