"LA VEGANZA DEL SAMURAI"

 

 

"LA VEGANZA DEL SAMURAI"

"El principio"

Todo en este mundo tiene un inicio y así también esta historia. Esta empieza un 2 de Noviembre, bajo una lluvia torrencial y helada en el callejón más obscuro y lúgubre de Kyoto, donde los gemidos adoloridos de una mujer se hacen escuchar. Y no faltaba mas: un bebé estaba por venir al mundo.

-¡¡Tranquila, tranquila, respira hondo y aguanta a ver que lleguemos al hospital...!!

-¡¡KENSHIN NO BAKA!! ¡¡NO AGUANTO NI UN MINUTO MÁS!!


-¡¡Pero yo no sé traer bebés!! ? @?#060;/P>

-¡¡KENSHIN HAZ ALGO Y DEJA DE SALTAR QUE ME MAREAS!!

Kaoru agarra del gi a Kenshin y lo empieza a agitar.

-¡¡ORORORORORORO...!!

-¡¡KENSHIN...!!

Kaoru lo suelta emitiendo un leve quejido y tomando aire.

-Ke... Ken... shin........

La lluvia cae con fuerza opacando el fuerte llanto de un bebé recién nacido, que grita a todo pulmón. Kaoru lo carga suavemente y Kenshin (que ya se había recuperado del susto) se sienta a su lado, tapando con su gi a su agotada esposa y al bebé.

-Me alegro de no haber traído a Kenji con nosotros o de lo contrario, no hubiera sabido que hacer

-Kenshin... no supiste lo que hiciste

Kenshin la miró receloso.

-digo, REALMENTE, no hubiera sabido que hacer...

-Bien, ¿y ahora que hacemos?... los albergues de seguro ya están cerrados, ¡mira! Son las 3:00 am, y yo no puedo estar en la calle en este estado tan delicado...

-Bueno- Kenshin voltea a todos lados- podríamos ir a la casa del maestro, de seguro que el nos ayudara... creo que el sabe como tratar a una persona que acaba de tener un bebé...- esto último lo dijo algo inseguro

-Tienes razón, yo no creo que a Hiko-sama le importe- dijo Kaoru con una ligera sonrisa

Kenshin levantó la cara de Kaoru y le besó los labios suavemente. Luego, la cargó y Kaoru se recargó en él, algo somnolienta por el tiempo que había pasado adolorida. Media hora después, llegaron a la choza del antiguo samurai, dueño de la técnica del Hiten Mitsurugi Ryu y tocaron.

-Adelante estúpido pupilo- dijo ante la asombrada mirada de Kenshin- ya sabía que eras tú, eres el único que aporrea mi cabaña de esa manera.

-Maestro... Kaoru acaba de tener un bebé...

-¿Otro?- preguntó acercandose rápidamente a Kaoru. Se la quitó a Kenshin de los brazos y la recostó en su futón y colocó al bebé en una caja con soporte que bien podría pasar por una improvisada cuna, al lado de una estantería llena de cuchillas de cocina.- ¿Ahora que es?

-Bueno, yo creo que es niña- dijo Kenshin con un suspiro

-Yo creo, yo creo... ¡Claro que es niña, estúpido pupilo, cualquiera podría verlo a mil leguas de distancia!- sonrió sarcástico- pobre inocente, sacó tu mirada

-Humm- Kenshin observó de soslayo que la pequeña abría los ojos y los mantenía fijos en Hiko-sama, quién le devolvió la mirada. Así estuvieron unos segundos, hasta que Hiko los apartó, aunque no sabía por qué.

-Esta niña... esta niña será alguien muy especial- sentenció Hiko preparando un poco de té en una lata vieja y haciendole una seña a su alumno para que le pasara más leña.

-¿Porqué lo dice maestro?

-Porque tiene tu brillo en los ojos- respondió como si fuera cosa de todos los días- lo más probable es que también tenga tu problema de doble personalidad

-¿Porqué dice eso?

-Tu y battousai se dividieron cuando le confesaste tus sentimientos a la chiquilla- dijo entregándole una taza de té- tu mismo me dijiste que Battousai te visitó en sueños y dijo que no volvería a aparecer nunca más.... como sea, creo que eres demasiado tonto como para entenderlo.

Un relámpago iluminó más la habitación... la pequeña emitió un leve "snif" y siguió durmiendo. Kenshin observaba a Kaoru y de vez en cuando iba a revisar que todo estuviera bien.

-Ya ya, que no se va a morir sin que nos enteremos

-Maestro, no diga eso

-Dime... ¿ya pensaron como ponerle al bebé?... espero que no sea ningún nombre estúpido como el tuyo

-Maestro... si usted fue el que me puso Kenshin...

Hiko tosió un poco y tomó un sorbo de su té. En ese momento un trueno retumbó e hizo que la casa temblara desde sus cimientos. Hiko y Kenshin solo tuvieron el tiempo justo para ver que el armario con cuchillos caía directamente sobre la bebé. Todo sucedió en una fracción de segundo. Kenshin gritó horrorizado y quitó el armario ; su sorpresa fue grande, la niña no tenía ningún rasguño, al contrario, además de haber esquivado los cuchillos moviéndose de lado a lado (los cuchillos aún seguían clavados en la cuna) miraba a Kenshin con cara de reproche, como si hubiera sido culpa suya. Hiko estaba impresionado y ayudó a Kenshin a quitar las cosas.

-Gracias a Dios estás bien- Kenshin abrazó a la niña. En eso, vió otro relámpago, que centelleaba iluminando el exterior. Centella. Kenshin abrió mucho los ojos y vió a la niña. Realmente, los movimientos de ella debieron haber sido lo suficientemente rápidos como para esquivar los cuchillos...

-Una espada centella- murmuró Kenshin- si...

-Pardón????

-Sí, se llamará Cyntella, Cyntella Himura- sonrió Kenshin

-Cyntella... Hmm, no está nada mal...- dijo Hiko con un suspiro- solo espero que la criatura lo pueda superar...

Kenshin miró de reojo a Hiko y sonrió.

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Tokio, Japón... 4 años después...

-¡¡MOCOSA, NO MAS ESPERA QUE TE PONGA LAS MANOS ENCIMA!!

-¡¡GAAAAAAAAA!!

La niña corrió por las calles a toda prisa. La pequeña, rubia, de ojos azul eléctrico corre como alma que se lleva el diablo. Llega a un callejón sin salida.

-... ¿me atrapará?...Claro que no- la niña coje y arrastra un bote de basura contra el muro, y, subiéndose encima, brinca la pared; rápidamente sale del alcance del vendedor de frutas.

-¡Ah!... con que aquí estabas...

La chica volteo. Sanozuke se encontraba detrás de ella con los brazos cruzados y viéndola con cara sonriente.

-Bien, bien... tus padres están buscándote, Kaoru dice que ya es hora de cenar

-Hai...- respondió jadeando.

-¿Pero que te pasó?

-Este... yo

-¡¡Ajá!!- el vendedor alcanzó a Sanozuke y señalo a la niña que se ocultó detrás de las piernas de él.

-¿¿??

-Señor Sanza, que bueno que la atrapó, esta ladronzuela me robó una de mis mejores manzanas y luego destrozó el jardín de la señorita Takeda.

-Cyntella ¿tu hiciste eso?- preguntó Sano sorprendido

-Fue un accidente, yo no le robé nada ¡te lo juro!

-... bueno señor, cuanto le debe esta niña??

-Bueno señor Sanza.... mejor nada, solo denle su escarmiento a esa ratita

Mientras se alejan, Cyntella le enseña la lengua al vendedor y Sanozuke suelta la carcajada.

-Bueno, veremos que dirán tus padres de eso...

-Espero que no mucho- dijo Cyntella con un suspiro no muy convencido

Ya en el Dojo Kamiya...

-Hola enana, ya era hora- dijo su hermano dandole unas palmadas en la cabeza a lo que la niña respondió pateándole la espinilla




-No soy una enana-

-Claro- gruñó Kenji sobándose

-Hola Sano, gracias por traer a mi pequeña rebelde- ludó Kenshin con una de sus típicas sonrisas; Sano lo saludó y Cyntella abrazó las piernas de su papá.

-Hola papi...

-ya está la cena, tu mamá cocino algo delicioso



-¿Cocino ella? ? . ?#060;/P>

-Si...

-Hmm... Kenshin... tengo que hablar contigo de algo

-Si Sano...

-Oh, oh.... - suspiró la niña. Ya sabía que seguía a esa plática... solo esperaba que el regaño no fuera mucho...

 

Hola... se que este primer episodio esta algo flojo, pero ya verán el segundo, estará bueno... dudas, quejas, tomatazos a [email protected] Arigatto

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