La Organización Miss Venezuela afianza su política de rastrear beldades por la provincia, fuera de las agencias de modelaje capitalinas y la delicada presión de las grandes familias. Su última incursión exploratoria fue en los Andes venezolanos, donde halló la que constituye la mejor camada dentro de la actual ronda de pesquisas

"No tendremos pozos petroleros, pero apostamos al talento de nuestra gente", confesó William Dávila Barrios, gobernador de Mérida cuando el animador César Granados le pidió que subiera al escenario en el que la belleza merideña se disputaba un puesto para el Miss Venezuela 2000. En medio de una gran ovación la máxima autoridad merideña alabó la belleza de su estado y luego, sentado al lado de Osmel Sousa, evaluó el desempeño de las 60 candidatas que, sobre la improvisada pasarela dispuesta en un discreto salón del Hotel La Pedregosa, desfilaban sus atributos ante el zar de la belleza.

Nuevamente Javier Gómez y Eleazar Spinetti -también encargados de llevar a cabo el casting de Barquisimeto- tuvieron a su cargo la producción del evento. Repitieron en cuanto a la estructura del espectáculo: un opening en el que participó el Ballet de Venevisión, grupos de danzas regionales, cantantes locales y de nuevo la celebrada actuación de Jesús Enrique "Divine'.

En el casting merideño hubo más organización pero, igualmente, demasiados números musicales. En cuanto a las chicas, lucieron más desenvueltas y mejor organizadas que en Barquisimeto. Y tanto Gómez como Spinetti se encargaban de dejar constancia de que "estas muchachas lucen mejor", como en reiteradas ocasiones repitió Javier Gómez.

De que hubo más talento lo hubo. Y si algo hay que destacar es la presencia de muchachas, en su mayoría universitarias, bastante preparadas y dadas a la buena conversación. Había reinas de feria (Yorelbys Gutiérrez), chicas venidas de lejanos pueblos como Chacontá (María Teresa Molina), de pudientes familias merideñas (Luisana Pratto) o nacidas en otras regiones del país pero estudiantes en Mérida (Carla Ramírez). Lo novedoso de este casting resultó la presentación de las candidatas: ellas mismas decían nombre, edad y nivel de estudios, hecho que hizo más ameno el desfile para las personas que pagaron 15.000 bolívares por entrada.

Del total de 60 candidatas, 15 resultaron semifinalistas. De éstas sólo 7 fueron aprobadas por el ojo clínico de Osmel Sousa y un jurado integrado por distinguidas personalidades merideñas. Las escogidas: Andrea Fargier, María Delia Rangel, Carla Ramírez, Luisana Pratto, María Teresa Molina, Gianna Troissi y Carolina Romero. Para ellas la carrera por alguna banda comienza desde ahora.

Fantasía tachirense.

Fue distinto en San Cristóbal, a las 8:30 pm del pasado viernes, donde todo estaba a punto y sin retrasos. Porque el casting Táchira 2000 Camino al Miss Venezuela fue transmitido por la Televisora Regional del Táchira desde el Castillo de la Fantasía, pintoresco hotel tachirense, para toda la región andina y parte del Departamento Norte de Santander (Colombia), territorios que cubre la señal de TRT.

Hoy Nestor Díaz y Golfan Sánchez deben de estar muy satisfechos con el éxito alcanzado, porque de todos los castings celebrados en el interior del país, el de Táchira es el que mayor acogida ha recibido por parte de la Organización Miss Venezuela. Bellas y esbeltas mujeres, un espectáculo impecable y excelente organización marcaron la noche en la que la belleza de la frontera fue apreciada por la plana mayor del Miss Venezuela.

La inversión de Díaz (publicista) y Sánchez (médico cirujano) ascendió, aproximadamente, a 10 millones de bolívares para llevar a cabo el casting. Quienes en su momento decubrieron a Veruska Ramírez -la beldad adorada por la mayoría tachirense- también rindieron homenaje en su espectáculo a las mujeres de la región que han engrosado las filas del Miss Venezuela. Así, hicieron acto de presencia en la pasarela Carol Ann Useche (Miss Táchira 1999), Laura Fazzolari (Miss Táchira 1986 y primera finalista en el Miss Venezuela), Dulce Leonor Porras (Miss Táchira 1981) y Celina Pabón (Miss Táchira 1977 y Reina Bolivariana), entre otras. La iniciativa sirvió para que la Corporación Tachirense de Turismo creara la Galería de la Belleza Tachirense.

En Carola Studio's, agencia de modelaje, las chicas recibieron durante meses clases de pasarela y mejoramiento personal; mientras que Golfan Díaz se encargó de esculpir algunos cuerpos. 39 chicas fueron evaluadas por un jurado presidido por Osmel Sousa e integrado, entre otros, por Gladys Calderón, primera dama de Táchira: 8 muchachas llegaron de Mérida (algunas ya habían participado en el casting merideño); 2 procedían de Barquisimeto, 1 de Valencia y otra de Cúcuta.

Kelyn Peña, Omaira Herrera, Isis Durán, Omerlys Rivera, Gabriela Contreras y Lilia Moreno fueron las candidatas aprobadas por el jurado seleccionador de entre un grupo de 30 y luego entre 15.

Presencia gocha.

- Kelyn Peña: tiene 17 años, pesa 57 kilos y mide 1,76 m. Estudia quinto año de bachillerato y es casi seguro que sea Miss Táchira. Ha rebajado 18 kilos en 3 meses y en un mes debe estar en 54 kilos. Posee una negra, larga y cuidada cabellera. Se hizo la liposucción y debe repetirla en sus pómulos. Hay que hacerle la nariz y debe broncearse en un solarium.

- Omaira Herrera: tiene 18 años, pesa 58 kilos y mide 1,70 m. Viene de la población El Piñal, estudia primer semestre de Administración y es Analista y Programadora de Sistemas. Se hizo la liposucción. Debe rebajar 10 kilos en un mes si quiere estar en el Miss Venezuela. No es disciplinada en cuanto al cumplimiento de las dietas pero promete que de ahora en adelante está dispuesta a cualquier sacrificio por representar a algún estado del país.

- Isis Durán: tiene 20 años, pesa 54 kilos y mide 1,70 m. Estudia cuarto semestre de Ingeniería y desde pequeña ha vivido entre Ureña y Cúcuta. Este año se inscribió en el Miss Colombia pero no la aceptaron por ser venezolana. Es presentadora del segmento de espectáculos en una televisora cucuteña. Hay que trabajarle mucho el acento, operarle la nariz y tiene que estar en 50 kilos en un mes. Se dice que es una de las mejores amigas del Príncipe Alberto de Mónaco.

Talento merideño.

- Andrea Farqier Paoli: tiene 17 años, pesa 55 kilos y mide 1,77 m. Tiene pensado estudiar Diseño Gráfico aunque quizá el Miss Venezuela retrase sus aspiraciones. Es la virtual Miss Mérida, pero debe trabajar mucho para alcanzar un cuerpo estilizado, fajarse en el gimnasio. Su dentadura será rediseñada por Moisés Kaswan. Es bastante tímida.

- Carla Ramírez: tiene 20 años, pesa 50 kilos y mide 1,69 m. Es oriunda de Valle de la Pascua y estudia 2 carreras en Mérida: cuarto año de Ciencias Políticas y segundo de Derecho. Debe rebajar 2 kilos, hacer ejercicios cardiovasculares para reducir sus muslos y evitar que le toquen el cabello. Le esperan largas sesiones de bronceado. Una chica segura y bien preparada a quien le gustaría llevar la banda de Miss Guárico.

- María Delia Rangel: tiene 20 años, pesa 57 kilos y mide 1,70 m. Estudiante de Diseño Gráfico pero cantante por vocación. Se ha presentado en diversos locales merideños y en el Hotel Eurobuilding. Tiene que rebajar 7 kilos, hay que colocarle mentón, corregirle la dentadura y operarle la nariz. "Sólo un retoque para que no se vea tan artificial", acotó Osmel Sousa.

- Gianna Troissi: tiene 20 años, pesa 51 kilos y mide 1,70 m. Estudia Contaduría Pública y posee uno de los cuerpos más proporcionados de los que ha evaluado la Organización Miss Venezuela. Debe broncearse mucho, trabajar para ensanchar sus hombros y dejar su dentadura en manos de Moisés Kaswan. Su cabello debe permanecer tal como está.

"Prospectos de reina en Mérida y San Cristóbal. La belleza andina vista por Osmel Sousa",
en El Nacional.
Caracas, Martes 28 de Marzo de 2000.