El próximo 12 de mayo la soberana bolivariana buscará convertirse en la quinta reina universal venezolana. Asume su condición de emergente pero no por ello se considera "una segundona". Quien fuera sexta finalista en la pasada edición del Miss Venezuela confiesa estar satisfecha con el triunfo y asegura que de Martina Thorogood ha recibido el mejor de los apoyos. Por ahora, en su agenda no está prevista una reunión con el presidente Hugo Chávez.

Claudia Moreno sabe que es una reina de ocasión. No es una Miss Venezuela. Lo tiene claro. La emergencia, las exigencias de la Organización Miss Universo y la postura de la Organización Miss Venezuela la convirtieron en un soberana distinta. De hecho, lleva una banda que la cataloga como Miss República Bolivariana de Venezuela y sobre su cabeza reposa una corona, réplica de la del Miss Universo, que sólo la usará ella y tendrá vigencia sólo este año. Pero no se siente incómoda. Al contrario, está satisfecha con lo que le ha tocado vivir.

Se despertó un poco tarde. "Es que dormí más de lo que debía", confesó Claudia apenas apareció ante los medios de comunicación, ataviada en un ceñido traje, en la Terraza Aragua del Hotel Tamanaco. Quien en la pasada edición del certamen Miss Venezuela resultara electa sexta finalista es hoy la flamante beldad que representará al país en el certamen Miss Universo, que se celebrará en la Isla de Chipre, el próximo 12 de mayo. "Para mí esto ha sido inesperado. Estoy clara que no soy Miss Venezuela. Pero pienso que puedo hacer un papel excelente en el Miss Universo. No me consideró una segundona así que voy a luchar como toda una reina".

Mucho se comenta del triunfo anunciado de Claudia. Pero ella aclaró que llegó al concurso como el resto de sus compañeras y que en ningún momento se le aseguró la victoria. "Sé que se ha dicho mucho y es verdad que algunas de mis compañeras ni siquiera salieron a saludarme luego que gané. Eso me hizo sentir bastante mal, no pensé que iban a tomar esa actitud", dejó saber Moreno.

Al contrario de lo que podría esperarse, fue Martina Thorogood una de las primeras personas que llamó a Claudia para felicitarla. "Nunca ha habido roces. En todo momento recibí el apoyo de Martina y ahora creo que más porque me va a dar detalles de lo que significa representar a Venezuela en el exterior. Ella ya lo hizo muy bien en el Miss Mundo. Yo espero hacerlo igual en el Miss Universo".

Hace 4 años que esta espigada estudiante de Odontología en la Universidad Santa María ingresó al mundo del modelaje. Su rostro y su cuerpo -considerado el mejor en la pasada edición del Miss Venezuela- adornan muchas vallas de la ciudad y también se han dejado ver en uno que otro comercial de televisión. "Debe de estar por salir el último que hice para Chevrolet". Sin titubear aseguró que del espectáculo le apasiona el modelaje pero enfatizó que ni la televisión ni el cine ni la animación entran entre sus planes futuros.

No podía faltar la pregunta: "Siendo la Miss República Bolivariana ¿te reunirás con el presidente Chávez?". "Todavía no sé nada de eso. Quizá sí. Si me dan la oportunidad me imagino que hablaremos de la situación del país, de la tragedia de Vargas, del futuro de los damnificados", comentó Claudia ante la mirada fija de Osmel Sousa. Se define apolítica y acata la decisión de las mayorías.

A la nueva y única soberana bolivariana le espera trabajo y más trabajo. Tiene apenas 2 meses para prepararse física e intelectualmente con miras a traer la quinta corona universal. "Estoy dispuesta a trabajar muy duro. Voy a tomar curso de conversación de inglés para no fallar al momento de la respuesta y saldré con la misma seguridad que la noche del sábado. Eso fue una de las principales razones del triunfo", acotó.

Claudia recibió fuertes críticas en relación con el vestido con el que apareció en el concurso, un traje color naranja de la más reciente colección de Angel Sánchez. "Nosotros -confesó Claudia- no escogimos a los diseñadores. El día del casting nos dijeron quien nos iba a vestir y ya. Lo que pasó fue que mi traje no estuvo hecho para la ocasión. Era parte de la colección de Angel Sánchez y ése fue el que me dio".

Apacible, serena y espontánea, Moreno comentó estar a favor de las operaciones que tienen como objetivo realzar la belleza de la mujer. "A mí sólo me aumentaron los senos. De resto, estoy igual que antes".

Entre familia.

Rafael y Gladys Moreno no dejaban de observar a su hija. Mucho menos, Cristóbal Lander, el feliz novio, también modelo. Hace 2 años y 8 meses que están juntos. Se conocieron trabajando y dentro de dos o tres años tienen prevista la boda.

Cristóbal no es tímido pero sí se sonroja cuando sobre se aproximan los fotógrafos para retratar al novio de la soberana bolivariana, a quien ésta pretende convencer para que este año ingrese al certamen Mister Venezuela. "Este triunfo de Claudia no cambia para nada nuestra relación. Es una victoria de los dos pero no es fácil llevar una relación en estas condiciones porque nos quita mucho tiempo como pareja", dice Lander, un apuesto joven de 22 años, estudiante de derecho en la Universidad Católica Andrés Bello.

Cristóbal afirma que en el mundo del modelaje es muy difícil mantener una relación "porque hay mujeres muy bellas y hombres bastante atractivos. No son muchos los romances que perduran pero Claudia y yo hemos logrado afianzar nuestra unión cada día más".

El próximo 12 de mayo estará con su flamante reina en Chipre, la isla de cuyas aguas nació Afrodita, según el mito griego. "Si la acompañé en el Miss Venezuela, ¿cómo no voy a estar en Chipre".

Los fotógrafos hacen posar juntos a Claudia y a Cristóbal. Piden el consabido "besito, besito, besito". Cuando ya van muchos, el padre sonrojado dice: "Está bueno ya". Pero, en medio de tanta emoción, nadie lo escuchó.

Una chica testaruda.

Claudia es la segunda de una familia de tres hermanos, dos varones y ella única hembra. Nació el 8 de noviembre de 1977 en Caracas. Tiene 22 años y creció amando los deportes. Sobre todo la natación, disciplina que practicó durante 7 años y "sin llegar a ser federada, me gané muchas medallas", dice.

Como buena representante del signo escorpión se considera testaruda. "Pero es porque todo me gusta bien hecho y uno tiene que hacer las cosas de la mejor manera posible para conseguir lo que se ha propuesto. Yo puedo decir satisfecha que he logrado todas las metas que me he trazado".

Le gusta comer bien y abundante. Pero no se somete a rígidas dietas porque "toda mi vida he sido bastante delgada y, además, hago mucho ejercicio".

Es adicta a la música instrumental, más si es venezolana; y también escucha mucho a Jamiroquai. De la lectura habla poco porque no es mucho lo que lee. "Acabo de terminar un libro de John Grishman que me gustó bastante. Pero no tengo un autor favorito. Cuando leo, leo de todo". La lectura del periódico tampoco le agrada mucho. "Prefiero ver las noticias por televisión".

Es poco el tiempo libre del que dispone. Cuando lo tiene, se lo reparte entre su familia, el novio y los amigos. Pero también entre sus pacientes. "De hecho, la primera llamada que recibí luego de coronada fue la de un paciente. El señor José Gámez, de Transportes Mil Ruedas".

"Claudia Moreno: "Sé que no soy una Miss Venezuela"",
en El Nacional.
Caracas, Lunes 28 de febrero de 2000.