Ordenes son órdenes, así que Osmel Sousa y la Organización Diego Cisneros tuvieron que ceder ante las directrices impuestas por la familia Morley, propietaria del Miss Mundo, y Donald Trump, presidente del certamen universal. A partir de este año se celebrarán dos ceremonias, una en julio y otra en septiembre, en las que se escogerán las dos reinas que participarán en los máximos concursos internacionales.

Capítulo I: La exigencia Morley.

Hasta el año 1997, 15 representantes venezolanas habían figurado entre las semifinalistas del certamen Miss Mundo, propiedad de la familia Morley. Christina Dieckman quedó fuera de competencia ese año y al siguiente correría la misma suerte Verónica Schneider. ¿Qué estaba sucediendo? Era la pregunta que se hacía Osmel Sousa. En Londres algo cuestionaban los Morley. No querían primeras ni segundas finalistas: deseaban una Miss Venezuela. Sousa, luego de varias conversaciones con los dueños del elitesco concurso, accedió ante la petición de éstos de llevar a la reina coronada como Miss Venezuela. Martina Thorogood fue entonces al certamen en diciembre pasado, en representación del país, y resultó electa primera finalista. Si se hubiera llevado el título mundial, la primera finalista del Miss Venezuela 99, Norkis Batista, la sucedería en el trono. De lo contrario, Thorogood podía asistir, como ya se tenía acordado, al concurso Miss Universo.

Capítulo II: ¿Quién quiere la franquicia?.

A decir de Osmel Sousa, la opción de Martina era bastante buena en el Miss Mundo, pero en ningún momento se esperaba que la esbelta valenciana quedase como primera finalista. "Era una muchacha que no tenía experiencia en la pasarela y el Miss Mundo servía como preparación para el Miss Universo", comenta Sousa. El resultado fue otro y, a partir de esto, la Organización Miss Universo cambió las señas. A finales de este año, un hecho sorprendió a la Organización Miss Venezuela. Maureen O'Really, la presidenta ejecutiva de del Miss Universo INC, estuvo en el país para visitar diversas locaciones, conocer los teatros más importantes y adelantar conversaciones sobre la posible realización del Miss Universo en el país. Fue recibida, entre otros, por Irene Sáez, gobernadora de Nueva Esparta y Carlos Enrique Tinoco, presidente de Corputurismo.

A Osmel Sousa nunca le notificaron la visita, mucho menos a la Organización Diego Cisneros. Para Joaquín Riviera es muy sencillo: "Hay alguien que está detrás de la franquicia del concurso. Por eso nos mantuvieron al margen. Ustedes saben quiénes son", comentó a la prensa.

Luego del incidente, que fue interpretado como una descortesía por parte de la Organización Miss Universo, Sousa intentó varias veces comunicarse con dicha empresa y no obtuvo respuesta. Viajó hasta Miami, ya al tanto de lo ocurrido, y se entrevistó con O'Really. Después de resolver el incidente, entran en materia: la organización que preside Donald Trump rechaza la participación de Martina Thorogood por considerarla ventajosa, luego de haber llegado como primera finalista en el Miss Mundo. "Si a la chica Miss Mundo le ocurre algo, ella tiene que sucederla", le comentaron a Osmel.

Capítulo III: Miss República Bolivariana de Venezuela.

La Organización Miss Universo dio la orden y va a cumplirse: "Queremos una nueva Miss Venezuela coronada en televisión". Pero, ¿no es ceder ante Donald Trump? Joaquín Riviera es enfático al decir que "de ninguna manera. Es una franquicia que no queremos perder y, por lo tanto, tenemos que acatar sus principios".

Surgió un nuevo dilema: ¿qué hacer con Martina? "Sería injusto hacerla renunciar porque ha sido una muchacha muy entregada", agregó Riviera. De haber renunciado ésta, Norkys Batista sería la nueva Miss Venezuela, tampoco aceptada por el Miss Universo porque ya fue coronada en pantalla como primera finalista. ¿La solución? Un nuevo certamen, que se celebrará el 26 de febrero, en un programa de dos horas y media de duración que les serán robadas al maratónico Sábado Sensacional. ¿Las concursantes? Diez muchachas entre los 18 y los 26 años que han participado en el Miss Venezuela en ediciones anteriores, que hablen inglés, con capacidad para someterse a una intensa preparación y las cualidades necesarias para convertirse en una nueva reina universal.

Esta reina será coronada por Osmel Sousa y llevará la banda de Miss República Bolivariana de Venezuela. Claudia Moreno, Aurimar Vicent, Bárbara Pérez, Angélica Guvernez, son algunos de los nombres que se mencionan. "Esto fue totalmente circunstancial. Cuando discutíamos lo del nuevo certamen, estábamos comentando sobre la nueva constitución y así fue", comentó Joaquín Riviera. ¿Lo curioso? Justo en el momento en que se recogen firmas en contra del cambio de nombre del país.

Capítulo IV: Solución salomónica.

Martina Thorogood seguirá siendo Miss Venezuela hasta septiembre de este año. El concurso que se celebrará en febrero es totalmente eventual, dadas las exigencias de la Organización Miss Universo. Ahora bien, a partir de este año y para cumplir con los parámetros establecidos tanto por la Organización Miss Mundo como por el Miss Universo, se celebrarán dos certámenes: el primero, el 15 de julio. De un total de 30 candidatas se escogerá a la Miss Mundo Venezuela, que luego irá a Londres. La elección cambiará de escenario. No será en el Poliedro. Tampoco el estudio 1 de Venevisión. "Queremos que sea en un teatro no muy grande para no restarle importancia", acota Joaquín Riviera. En septiembre, como todos los años, se llevará a cabo el Miss Venezuela, en el Coso de la Rinconada. Allí, entre las 29 restantes candidatas, se elegirá a la sucesora de Martina Thorogood, coronada en una ceremonia al mejor estilo Riviera.

Capítulo V: Conclusión.

Muchos países celebran dos concursos para atender las solicitudes de los dos certámenes de belleza más importantes del mundo. Venezuela, por el contrario, era uno de los pocos donde se celebraba una ceremonia en la que se coronaban las dos reinas que nos representarían en el mundo. Ordenes son órdenes y hay que cumplirlas.

La Organización Miss Venezuela no debería ceder ante tantas exigencias. No hay que dejarse imponer directrices que otros no cumplen. Por ejemplo, la actual Miss Mundo, la india Yukta Mookhey, resultó primera finalista en el concurso celebrado en su país. ¿No va en contra de los Morley aceptar candidatas "de segunda"? Mpule Kwelagob, flamante reina universal, había participado anteriormente en el Miss Mundo, quedando de semifinalista. ¿Por qué no consideró la Organización Miss Universo su participación como ventajosa? ¿No habría que leer bien los estatutos de cada concurso?

"Se realizará nuevo concurso para participar en el Miss Universo",
en El Nacional.
Caracas, Miércoles 26 de Enero de 2000.