En una discreta velada celebrada el jueves en el hotel Pipo Internacional, 6 de 74 aspirantes fueron seleccionadas por el ojo de Osmel Sousa para continuar en la batalla por el máximo trono de la hermosura criolla. El de la capital aragüeña fue considerado el casting más flojo de los que se han celebrado en el interior del país.

Cuentan que una joven no precisamente dotada de los encantos de Venus insistía, una y otra vez, en desfilar en uno de los casting populares que la Organización Miss Venezuela ha celebrado en el año 2000. Ante las repetidas sugerencias que se le hacían acerca de sus escasas posibilidades de éxito, la dama respondió de manera categórica: "Estoy consciente de no voy a ganar nada, porque soy espantosamente fea. Pero yo lo que quiero es que Osmel Sousa me lo diga en la cara, ése es mi gran sueño".

La anécdota verídica correspondió a una de las preselecciones que la OMV organizó recientemente en varias ciudades del interior del país, no necesariamente a la velada del jueves en el hotel Pipo Internacional de Maracay. Pero retrata a la perfección lo que ocurrió en el casting popular del estado Aragua: un grupo excesivamente grande de candidatas (74) se lanzó a la pasarela, la gran mayoría con la certeza de que su aventura no iba a durar más de una noche. Pero para muchas féminas, lo más parecido al éxtasis es erguirse ante el ojo examinador más riguroso de la belleza venezolana.

El casting de Maracay no llenó las expectativas de una región que ha aportado reinas como Alicia Machado, Miss Universo 1996. "Seleccioné estas 74 de un total de 808 muchachas que se presentaron al llamado. Iban a desfilar sólo 45, pero no quería quitarle a ninguna la ilusión de participar", explicó Kathy Pulido, directora de la agencia de belleza más afamada de Maracay y coordinadora del evento, y quien ostenta en su récord el descubrimiento de Machado. Según Giselle Reyes, profesora de pasarela de la OMV, la reunión fue la más floja de las que se han organizado en la provincia, inclusive inferior a la de Barquisimeto (17 de marzo).

Adorada estatura.

En una velada amenizada por el grupo juvenil salsero Caribay, que ejecutó armónicas coreografías al ritmo del playback, las 74 aspirantes pasearon con variopintos trajes de baño negros, muchas de ellas contraviniendo las normas de oro que ha suplicado la OMV en reiteradas ocasiones: nada de sandalias de plataforma ni de nalgas demasiado descubiertas. De este grupo sobrevivirían 15 jóvenes: Dora Gómez, Melby Rodríguez, Jean Arias, Norbellys Caldera, Joanna Malavé, Adriana Steinkopf -a la postre, las seis triunfadoras del casting-, Analicia Balbi, Daisy Mirabal, Exel Rondón, Andry Arcila, Tamara Viloria, Merlys Rojas, Carleny Rodríguez, Erudith Camero y Ana Bengoechea.

Como es sabido, en este tipo de casting no triunfan las más hermosas, sino aquellas que muestran -a juicio de Sousa- mayor potencial para convertirse en futuras reinas, previa bendición del bisturí y otros mecanismos de intervención de la carne. En tales lides, la estatura resulta una herramienta inestimable, lo que signó la suerte de chicas como Carolina Aguilar, radiante joven que mostraba cierto parecido con Alicia Machado, pero sólo medía 1,68 metros. El desconcierto de los periodistas maracayeros aumentaba a medida que iban revelándose los nombres de las seis ganadoras, todas muy espigadas, pero en su mayoría, con mucho trabajo corporal y quirófano por delante en su porvenir inmediato.

Seis en carrera.

- Joanna Malavé. Dentro de los parámetros "normales" de la belleza, la más esplendorosa de las seis ganadoras. Esta escultural rubia tiene sólo 16 años y mide 1,72 metros de estatura. Nació en Caracas, vive en Maracay, estudia cuarto año de bachillerato y trabaja en la agencia de modelaje Retos. "He participado en concursos de la Fuerza Aérea Nacional y el Miss Teen Model. Quiero estudiar arquitectura. Me han dicho que tengo que adelgazar, pues sufro de gordura en el pompi".

- Adriana Steinkopf. Proveniente de Valencia, Carabobo, esta espigada morena de 18 años y 1,85 metros de estatura decidió probar suerte en Aragua, donde la competencia era menor. Es prima de una reconocida ex miss, Carla Steinkopf. Dueña de un rostro muy hermoso, deberá trabajar con sus extremidades inferiores. "Desde que nací he soñado con esto de participar en el Miss Venezuela. Me han dicho que tengo que rebajar unos 5 kilos".

- Dora Gómez. Estudiante de la Escuela de Artes Visuales Rafael Monasterios, esta espigada nativa de Maracay (23 años y 1,77 metros) ya había participado sin éxito en un casting del Miss Venezuela 1999. "Creo que lo logré este año porque venía mucho más segura, con todos los hierros. Mañana me voy a la playa, a relajarme, y ya me preocuparé más adelante por todas las cosas que tengo que mejorar".

- Melby Rodríguez. Entró de manera sorpresiva entre las ganadoras, ya que en principio sólo se iban a escoger cinco candidatas. Esta futura abogada de 19 años y 1,75 metros nació en El Sombrero, estado Guárico. "No me resignaba a quedar fuera. Este era el primer casting de mi vida. Por los momentos, lo que más tengo que aprender a controlar son los nervios".

- Norbellys Caldera. Estudiante de publicidad en el ISUM de 21 años y 1,78 metros, esta modelo de Maracay fue una de las más apoyadas por su barra de seguidores en el hotel Pipo. "El año pasado fui a un casting en la Quinta Miss Venezuela, pero me rechazaron. Mi papá falleció con la ilusión de que yo participara en un concurso de belleza. Tengo que seguir adelgazando como seis kilos más y rebajar la cintura".

- Jean Arias. Una rubia maracayera muy hermosa de cintura para arriba, adolece del defecto conocido como "piernas de portuguesa", por lo que le espera un trabajo muy arduo con sus extremidades inferiores. Estudia publicidad y mercadeo, tiene 17 años y mide 1,83 metros. "No pensaba que iba a quedar. Era mi primera vez y nada más quería vivir la experiencia. Lo que más me cuesta es lo de las dietas, como demasiado chocolate.".

"La búsqueda del Miss Venezuela en Maracay. La belleza de Aragua no llenó expectativas",
en El Nacional.
Caracas, Martes 18 de Abril de 2000.