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Nanotecnología vs.
VIH/SIDA
En un futuro no muy lejano, y
gracias a la nanotecnología, las abejas podrían ser la clave
en la cura del VIH/SIDA.
Por F.A. Horta Rangel y A.
González Arias
11 Junio, 2013
Según
un reporte de 2010, elaborado por el Programa Unificado de las
Naciones Unidas sobre el Virus de Inmunodeficiencia Humana
VIH/SIDA, el mayor número de casos reportados tuvo lugar en
1999. Diez años después, en 2009, a pesar de los esfuerzos
globales en el tratamiento y la prevención de la enfermedad,
ya habían fallecido 1.8 millones de quienes fueron infectados
en 1999; surgieron 2.6 millones de nuevos casos y 33 millones
de personas vivían con el virus.
Aunque en la
actualidad existen medicamentos capaces de controlar en alguna
medida el avance de la enfermedad, no logran erradicarla
totalmente. En muchos laboratorios a lo largo y ancho del
planeta se investiga activamente para encontrar fármacos más
efectivos. Uno de estos productos promisorios, reportado hace
poco, tiene que ver con la melitina, toxina que se encuentra
en el veneno de las abejas. Y puede ser que en un futuro no
muy lejano haya que agradecer a estos insectos no sólo el
importante papel que representan en la polinización y en la
producción de cera, miel y jalea real, sino también su
contribución a la cura definitiva del VIH/SIDA.
Investigadores de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Washington en St Louis, Missouri, han
comprobado recientemente a nivel de laboratorio que la
melitina es muy efectiva para destruir el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH-1). (1)
Combinada con las nanopartículas adecuadas, esta toxina es
capaz de destruir el virus sin dañar las células adyacentes.
Esto se debe a la diferencia de tamaños y al diseño particular
de la combinación toxina/nanopartícula, que no es simple (ver
imagen). La toxina se inserta en nanopartículas que poseen una
especie de ‘parachoques’ para impedir que entre en contacto
directo con las células del sujeto. Sin embargo, los
parachoques no impiden que la toxina entre en contacto con el
virus, mucho más pequeño que las células. La toxina es capaz
de fusionarse con la membrana que rodea al virus, para
rasgarla y destruir el virus por completo.
Representación del mecanismo
antiviral del complejo toxina/nanopartícula.(2)
Por el momento, los investigadores concentran
sus esfuerzos en desarrollar un gel vaginal que ayude a
prevenir la difusión del SIDA en aquellos lugares donde los
riesgos de infección son más altos. Los planes futuros son los
de instrumentar los ensayos clínicos lo antes posible. Joshua
L. Hood, Dr. en Medicina, PhD y autor principal del reporte,
ha expresado su esperanza de que el gel se pueda usar como una
medida preventiva contra la infección inicial.
(3) Según Hood, “...una ventaja de la toxina
es que ataca una parte esencial de la estructura del virus,
mientras que la mayoría de los fármacos contra el SIDA lo que
hacen es inhibir la habilidad del virus para replicarse, pero
no hacen nada para detener la infección inicial”. De ahí que
siempre queda la posibilidad de que algunos de ellos
encuentren la forma de evitar el fármaco y se reproduzcan
nuevamente. Con la toxina, “...no hay forma posible de que el
virus pueda adaptarse a su ataque” dice Hood.
La
habilidad de la toxina para atacar virus que posean una doble
capa protectora también sugiere un posible tratamiento para la
hepatitis B y C, cuyos virus poseen una envoltura protectora
similar (4). Además del tratamiento
preventivo del gel vaginal, también se piensa en la
posibilidad de inyectar alguna variante del producto por vía
intravenosa. En teoría, las nanopartículas serían capaces de
eliminar el virus del torrente sanguíneo en su totalidad.
Sin embargo, algunos son muy escépticos respecto a
estos resultados. Mitchell Warren, director ejecutivo de la
Coalición para Propugnar la Vacuna del SIDA (AIDS Vaccine
Advocacy Coalition, AVAC), una organización global fundada en
1995 para la prevención del VIH/SIDA, sin fines lucrativos,
(5) ha expresado que “siempre se debe
celebrar una noticia como ésta”, pero deben suceder muchas
cosas antes de que salga a la luz pública un producto que
tenga un impacto real sobre la epidemia. Y pone de ejemplo un
importante estudio realizado en fecha reciente en el
continente africano, donde la terapia TENOFOVIR mostró cero
eficiencia en reducir las infecciones de SIDA. Estos
resultados negativos, bastante definitivos, aparecieron 20
años después de los primeros trabajos promisorios que
surgieron sobre este producto.
NOTAS:
(1) Hood JL,
Jallouk AP, Campbell N, Ratner L and Wickline SA. Cytolytic
nanoparticles attenuate HIV-1 infectivity. Antivir Ther. 2013,
18(1), 95-103.
(2) Adaptado de un esquema del Dr.
Joshua Hood in ‘Nanoparticle Carrying Bee Venom Could Prevent
HIV Infection and Cure It’, MARCH 08, 2013 by Dexter
Johnson.
(3)
http://www.washingtontimes.com/topics/joshua-l-hood/
(4)
Nanoparticle Carrying Bee Venom Could Prevent HIV Infection
and Cure It - IEEE Spectrum. FRI, MARCH 08, 2013
(5)
http://En cachéSimilares
www.avac.org/ht/d/sp/i/195/pid/195