Orbe, Año XII, No. 22, 2010

 

La medida de las cosas

Osvaldo de Melo

 

He oído una historia (no sé si cierta) que cuenta que en tiempos de la colonia un gobernador de Cuba mandó a pedir una vara a España para usarla como patrón de mediciones de longitud. La vara comenzó a usarse y supongo que incluso se distribuyeron réplicas a los que las necesitaran. Hasta un día, en que el supuesto patrón traído de España se cayó al suelo, y al golpearse se abrió y dejó ver en su interior la verdadera vara. ¡Habían estado usando el estuche como si fuera la vara misma! Esto, dicen, es la razón de que la vara cubana sea un poco más grande que la española lo cual supongo habría generado no pocos problemas. No sé si será verdad, porque la realidad es que en la misma España, la vara, dependiendo de la región tenía diferentes tamaños y se diferenciaba la vara castellana, la vara aragonesa, etc.

Es tan importante poder medir las cosas con exactitud que existe una rama de la ciencia llamada metrología que se ocupa de definir las diferentes unidades de medida. Y existe a nivel internacional desde 1872 la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (OIPM) con sede en París, que se preocupa por uniformizar las unidades de medida. En esta sede se reúne la Conferencia General de Pesos y Medidas (CGPM) cada cuatro años.

Los patrones

Entre las primeras decisiones de esta conferencia a fines del siglo pasado estuvo la creación del kilogramo patrón y del metro patrón. El kilogramo patrón hecho de un cilindro de Platino e Iridio es la única de las llamadas magnitudes fundamentales que todavía se define por un patrón material. Por ejemplo, el metro patrón de finales del siglo pasado ya no se usa como referencia para la unidad de longitud. Actualmente se define el metro como “la distancia que recorre la luz en el vacío en un tiempo de 1/299 792 458 de segundo”. Esta definición existe desde 1983 y se adoptó porque, mediante experimentos, se pudo determinar con mucha exactitud la velocidad de la luz.

Hay actualmente laboratorios trabajando en proyectos para tener un patrón del kg al estilo del patrón del metro, que no sea un patrón material. Son dos los proyectos de mejores perspectivas. El primero se basa en definir el kg como la masa de un número determinado de átomos de algún elemento. El otro utilizará una constante universal llamada constante de Planck que se ha podido determinar con mucha precisión. Algunos esperan que en la próxima CGPM, que será en 2011 tengamos un nuevo patrón del kg.

El sistema internacional y su ortografía

Esta conferencia también promovió desde 1960 la instauración del Sistema Internacional de Unidades que provenía del antiguo  Sistema Métrico (surgido a raíz de la Revolución Francesa) tratando de buscar una referencia mundial uniforme.

Este sistema internacional establece además una especie de ortografía para los símbolos de las unidades. A diferencia de la ortografía de las palabras, esta es una ortografía internacional, válida en todos los países. Por ejemplo el segundo que es la unidad de medida del tiempo se escribe como una “s”. O sea, no se debe escribir “seg” como muchas veces se hace. Los símbolos no tienen plural, quiere decir que se escribe 1 km (un kilómetro) y también 10 km, y no 10 kms. Esto es para evitar confusiones pues kms pudiera entenderse como km multiplicado por segundo (que es la unidad de otra magnitud). Así mismo, los símbolos no deben escribirse con mayúsculas a no ser que provengan del nombre de alguien. Por ejemplo se escribe kg(kilogramo) y no Kg. Pero se escribe V (Voltio) o A (Ampere) porque provienen de los nombres de Alessandro Volta y André María Ampere, dos destacados científicos en el área de la electricidad y el magnetismo. También, como la ortografía de las palabras (y para complicarnos más las cosas) tiene sus excepciones. Una de ellas es que la unidad litro: se representa por L mayúscula para evitar confusiones con el número 1.

Otras unidades y algunos errores

Prácticamente todos los países han adoptado este sistema, aun cuando todavía se usan ampliamente, en muchos lugares, unidades que no pertenecen al sistema internacional. Por ejemplo cuando decimos que nuestra instalación de agua lleva una tubería de media, estamos hablando de media pulgada que no es una unidad del sistema internacional. Algo similar ocurre con las unidades de potencia. Por ejemplo si decimos que nuestro aire acondicionado es de 12 000 BTU (British Thermal Unit) estamos usando una unidad incorrecta pues el BTU es una unidad de energía y no de potencia, por lo que lo correcto es decir BTU/hora que sí indica la potencia. En el sistema internacional debería usarse el watt (W) o el kilowatt (kW) (12 000 BTU son aproximadamente 3.52 kW).

Cuba adoptó el SI desde 1982 pero a pesar de eso, siempre me llama la atención que en las pesas de muchos mercados, sólo se puede divisar del lado del cliente la escala de los kilogramos, a pesar de que los productos se venden en libras. Tal vez sería interesante adoptar el sistema internacional en estos mercados y dejar la pesa en la posición actual. Porque aun cuando se sepa que 1 libra es 0.460 kg, o al revés que 1 kg es 2.17 libras, no es sencillo ni rápido sacar la cuenta. Otra cosa diferente es que las libras que usan algunos pícaros vendedores son algo más pequeñas que las libras normales, o ¿será que hay también un problema con el estuche de las libras? 

 

 

 

 

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Logotipo oficial de la oficina de pesos y medidas