15. Teodicea. Concepto de Dios en el siglo XIX (I): del idealismo de Hegel al ateísmo de Feuerbach.
15. Teodicea  

CONCEPTO DE DIOS EN EL SIGLO XIX (I): DEL IDEALISMO DE HEGEL AL ATEÍSMO DE FEUERBACH.

La última cosmovisión del mundo se la debemos a Hegel, autor del siglo XVIII y XIX. Hegel ya se toma una distancia respecto a la filosofía de la Ilustración. Quiere postular una forma de conocimiento absoluto que abrace la realidad total, parte del presupuesto de que "todo lo que es real es racional, y todo lo que es racional es real". La verdad es la totalidad.

En opinión de Vives, Hegel quiere hacer de Dios un Dios proceso, que se despliega en el mundo y en la historia, podría caer en un panteísmo, del que Hegel siempre reniega, pero en el fondo, Dios no es dios sin el mundo, se quiere romper la idea de un Dios totalmente trascendente de los racionalistas, para hacer un Dios más inmanente y trascendente en un equilibrio dialéctico.

Hegel es un autor complejísimo, que hace muchas referencias al cristianismo, no olvidemos que estudió para pastor protestante, tenía los estudios de teología y Biblia necesarios para serlo. No sabemos si en algún momento ejerció esta función, pero lo que sí es seguro es la referencia constante que tiene a la fe cristiana. En su pensamiento, indica la imposibilidad de un hombre sin Dios, tanto como de un Dios sin el hombre. Su síntesis entre la inmanencia y la trascendencia obliga a limitar la libertad de la divinidad. En la tradición cristiana la encarnación de Jesús supone el abajamiento de Dios, el vaciamiento para propiciar el rescate del hombre; pero en Hegel, ésta es casi la necesaria esencia de Dios, el elemento gratuito se pierde, al igual que la alteridad. Estamos de nuevo ante un Dios de impronta griega más que cristiana.

Los seguidores del idealismo hegeliano, dieron la vuelta a muchos de sus planteamientos, Hegel había dejado abierta la puerta a un amplio abanico de posibilidades de desarrollo. La crítica más radical y fuerte a la religión la hizo entonces Feuerbach, que influenció en los ateísmos posteriores.

Feuerbach es explícito en su negación de la existencia de Dios, es el primer ateo teórico, salvando quizás el preludio de Spinoza, que hace una argumentación para la inexistencia de Dios. Si Hegel decía que "solo la totalidad es la verdad", y acercaba la totalidad identificándola con Dios, Feuerbach niega que el punto de partida sea Dios, es más bien la autoconciencia del hombre, de ahí que la totalidad sea el hombre. Dios sería una construcción humana. Sustituye a Dios por el hombre.

En su libro "La esencia del cristianismo" considera la religión como algo trasnochado, hablar de Dios es anticuado y lo sobrenatural está desfasado. Hay que reducir lo sobrenatural a lo natural y lo sobrehumano a lo humano. Critica además la división y el enfrentamiento entre los cristianos, el centro es el amor, pero la fe ha hecho partidismos. Además, lo universal que debería ser el cristianismo no es real, en muchas partes del mundo no hay religión cristiana, este argumento es determinante para Feuerbach, le falta su esencia.

Para Feuerbach, el concepto de Dios es una proyección de las cualidades del hombre. El hombre proyecta la dependencia de la naturaleza que tiene, con una idea de un ser que lo salva y libera de esa naturaleza. La capacidad racional para intuir un ser con totalidad de racionalidad, que es Dios, y además el deseo de felicidad que el hombre no puede alcanzar en vida, a pesar de los intentos, es recreado en la figura de la divinidad. La felicidad es alcanzada en el momento que crea la idea de un alguien que se lo da, y que es Dios. El hombre ha creado a Dios, no al revés, afirma.

Feuerbach no piensa que la religión sea mala, al contrario, le parece muy interesante cultural y socialmente, pero la consecuencia de su pensamiento no se hace esperar, si queremos defender lo humano tenemos que negar a Dios. Dios es negativo en cuanto se opone a la autonomía humana.

Las indicaciones de Feuerbach sobre la existencia de Dios son respondidas fácilmente: que el hombre tenga la idea de Dios, no significa que lo haya creado él, sino que puede tenerla porque realmente exista y se haya relacionado con los hombres. Es posible que la noción de Dios que tenemos los hombres contenga un elemento alienante, pero también un elemento dinamizador. La creencia en Dios nos conduce a la humanización antes que a la deshumanización. No hay porque enfrentar a Dios y a los hombres.

<< >>
1
Hosted by www.Geocities.ws