15. Teodicea. Concepto de Dios en los primeros siglos de cristianismo.
15. Teodicea  

CONCEPTO DE DIOS EN LOS PRIMEROS SIGLOS DE CRISTIANISMO.

El cristianismo nace del Judaísmo, como recoge la herencia y la tradición cultural del mundo hebreo. Por eso es absolutamente inconcebible que se cuestionen el monoteísmo. La visión de un sólo creador de todas las cosas es impensable en ellos. Frente a las religiones politeístas del mundo helénico y romano, los cristianos mantienen y afirman la existencia de un solo Dios, único y verdadero. Son y se sienten judíos antes que paganos.

La experiencia Pascual con Cristo resucitado, les hizo también muy pronto plantearse la divinidad y la presencia de Dios en Jesucristo, tal y como ya aparece reflejado en el NT. La cristología de San Juan, Jn 1, 1 o el himno de Filipenses, Flp 2, 5-11 en San Pablo, constatan como la iglesia primitiva afirmaba también la divinidad de Jesús, no es un descubrimiento posterior. Es más, proclamar en la cultura judía, que Jesús era el Hijo de Dios vivo, el Unigénito, era tanto como afirmar que era Dios mismo, enviado del Padre, con su misma categoría y condición. La confesión trinitaria de la fe, un Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, está ya en las primeras concepciones de la fe cristiana, Y así da cuenta los Evangelios, Mt 28, 19 "bautizad en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"; o en el relato del bautizo de Jesús, hay una teofanía trinitaria evidente: los cielos se abren para poder escuchar la voz del Padre, el Hijo se bautiza y el Espíritu Santo desciende en forma de paloma.

Esta afirmaciones se hacen desde la experiencia de fe, desde la revelación de Cristo, con sus raíces hebreas y narrativas. Sin embargo, en contacto con el mundo romano de cultura helénica, el cristianismo se empieza a cuestionar la necesidad de dar razones a sus argumentos de fe. Al principio son confundidos con los Judíos, son considerados como una fracción de ésta religión. Más tarde, entre los Griegos, el cristianismo deberá responder y razonar la fe que predica. Su origen arranca en el Judaísmo, pero sus rasgos peculiares les obligan a abrirse y responder a las acusaciones que se difundían contra ellos en la cultura romana.

En la cultura helénica las categorías de los dioses estaban verdaderamente alejadas de sus principios. La cosmogonía clásica de Hesíodo y de Homero, había sido puesta en duda por Jenófanes: si los leones, caballos y bueyes, pudieran pintar a sus dioses, estos tendrían forma de león, de caballo o de buey. En Jenófanes, Dios es singular, mayor que los hombres, no puede ser una mera deducción de nuestra experiencia inmediata. Se estaba iniciando la intuición sobre Dios de la filosofía griega.

Para los filósofos presocráticos el mundo era eterno, continuado, y Dios también lo era. Se le podía considerar como el "nous", la inteligencia, el orden del mundo o la integración de las cosas contrarias, parte de estos rasgos serán asumidos posteriormente por el cristianismo cuando inculturice su fe. En Platón hay una idea de Dios como origen del mundo, como principio de las cosas. Aristóteles subraya de Dios su origen y orden. Dios es la causa origen del mundo, es permanente, simple y único, es el pensamiento del pensamiento, el pensamiento que hay dentro del mundo, ese es Dios.

El cristianismo se encuentra con una filosofía tardía griega, ya elaborada, pero aún vigente. Plotino y el neoplatonismo dialogan y se enfrentan con el cristianismo y la dificultad de entender a un Dios encarnado. En el discurso que dio San Pablo en el ágora de Atenas Hch 17, 22, se aprecia el enfrentamiento entre las dos culturas. Pablo predica un Dios desconocido, nuevo, que obtiene una aceptación. Pero la doctrina de la encarnación y de la cruz son impensables, chocan con el dualismo platónico y helénico, vigente en la cultura y la sociedad de ese tiempo.

Plotino mantiene la doctrina anterior, Dios es el Uno, el Todo, origen de las cosas y del mundo, del orden. Este Dios destaca porque es profundamente impersonal. El panteísmo griego, la emanación de las cosas desde la divinidad es la forma de concebir la trascendencia. Por eso es difícil el acuerdo con la filosofía griega. Los cristianos toman el lenguaje de la época, y en diálogo con la cultura helénica podrán hacer algunas afirmaciones: Jesús es el logos, Dios es el origen del mundo. Hay algo en el mundo que nos puede hacer ver o intuir a Dios, pero se sitúan como monoteístas, no como panteístas.

Los griegos no necesitaban demostrar la existencia de Dios, era evidente dado el orden del mundo, la existencia de las cosas, todo invitaba a ver esa causa. Pero los cristianos sí tiene más necesidad, al unir razón y revelación. Dios existe, pero tratan de demostrar que ese Dios es el Dios de Jesucristo. No discuten la demostración empírica de Dios, que no les interesa porque nadie lo planteaba, sino la racionalidad de Dios.

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