Raúl Henao


 

CINCO POEMAS ERÓTICOS

 

EL CIRCO DE LOS ENAMORADOS

 

 

 

Abril huye en traje de noche en el café del desvelo.

Encaramados a las lunas de escaparate

Al escaño trastabillante del escenario nocturno

Los músicos de la orquesta

Llevan enchapes por bigotes

Flores de papel en el ojal

Pecheras almidonadas donde se estrellan botellas de champaña.

 

En ese frente desmantelado del sueño a la vigilia

Se toman por asalto los enamorados

Para desajustarse escotes y corbatas en público.

Para desvestirse los senos encabritados

En las propias marmóreas narices del alba.

Arribando con todas sus luces disparadas

Sobre la insomne clientela del amor.

Arrumando las jaulas de un circo que parte a la entrada del día.

 

 

 

LE CON  D´IRENE

 

 

 

En el burdel de librea las tres Marías

Hechas un montón de macarrones

Sobre el lecho agusanado y descolorido.

 

El resto es el verano sofocante. El sol

Alrededor esparciendo una luz hiriente

Y nauseabunda.

 

Pero Irene, Irene, confundo tu rostro

Con la tormenta, confundo mis sentidos

Sin goma en las cartas de amor.

Y que sin embargo cargan el tambor

De un revólver con la negra bala de tus ojos.

 

Confundo tu sonrisa inolvidable, tu sonrisa,

Con la copita de orujo

Mezclada a la dulce abeja del sueño.

 

Tu sonrisa, un poco desflecada

A causa de la pólvora

Entre tus pálidos y marmóreos muslos

Alzados en armas sobre un arco de triunfo.

 

¡Ah delicado coño de Irene!

Al que celebran en pleno un enamorado

Piquete de fumistas.

 

El farol sospechoso se enciende bajo tu puerta

Para los amantes que resucitan de las hogueras,

De las cenizas,

En todo el verdor de la primavera

 

Si habéis amado, si habéis amado siquiera

Una vez, no me despertéis,

 

Todo vuestro amor es sólo parte de mi sueño.

 

 

 

 

CÓPULA 

 

 

Chupo tus labios tu lengua húmeda

Dulzura de arándano. Mastico el lóbulo

De tus orejas perfectas. Los ojos

Como paredes. Lamo una y otra vez tus pechos

Contemplo tu ombligo pequeño paraíso

Joya engastada en el anillo

Del cielo. Exploro de pies y manos

Tus agujeros tus erectos labios sonámbulos

Tus tesoros ocultos el enano de roja

Sombrilla recostado a la puerta de tu mina

de sal. Beso tus flancos tus hermosas nalgas

Desnudas el túnel oscuro de ferrocarril

Y la inaugural represas de aguas. Olfateo

Tu floresta bajo las faldas me vengo

Por tus carreteras destapadas y los ciegos

Caminos en reparación. Subo y bajo

Por tu termómetro erótico y resbalo

Sobre tus muslos maravillosos en el tobogán

del amor. Tú me compones y recompones

como un trabalenguas. Halas mis cuerdas

Bucales pedaleas mi moderno órgano

De iglesia soplas la boquilla de mi equipo

de buceo y te entregas a los locos

Movimientos gimnásticos de la felicidad.

 

 

LA SEDUCCIÓN DEL ALBA

 

 

 

Al atardecer un desconocido se esconde en el espejo

                                                                   de la alcoba

Si ella se desnuda o cierra los ojos

Lo sientes acercarse en la penumbra del corredor.

 

Y qué manera de husmearla a ciegas en el lecho

En el negro avispero de las axilas

Por la falda o el escote ceñido de su traje de noche.

 

Calzándole una muela de leche al lucero del alba

Poniéndole velas al muerto guantes a la lluvia

Sacudiéndole la solapa al retrato del cuarto

Anudándole un flor en el ojal

Ajustándole y desajustándole las piezas

Al piano de cola del sueño

Quitándole las medias de seda o el corpiño

Colgándose y descolgándose del ropero

Entrando y saliendo del  museo

Dejándole una carta de amor en la ventanilla

                                                        del correo...

No tardaba en presentarse a la habitación del hotel

El rubio y ojeroso botones del día.

 

 

 

 

EL TOUR ERÓTICO

 

 

                                                   “Cuando el amor, tango soberbio

                                                  llega a ser tempestad de gritos y sollozos”

                                                                                 (Robert Desnos)

 

 

 

Mi adorable putica, pedaléame por esa calzada

De locos que es el amor

Mientras aspiro la pólvora de tus labios,

Paséemos de polo a polo desnudos en bicicleta.

Mi boca bombeándote respiración artificial

En el paradero de medianoche,

Mi lengua buceando en tu culo de botella.

 

¡Vamos de una vez!  Démosle vuelta a la cama

En ochenta mundos, redoblemos los golpes de pecho,

El galope de las grupas, los besos como trompadas,

El asalto a la madrugada.

Culiémonos al borde de la sopa de letras. 


Raúl Henao (Cali, 1944). Ha vivido en Estados Unidos, Venezuela y México. Escribe, básicamente, en periódicos y revistas que a través del mundo moderno mantienen vigente el ideario esotérico y libertario del surrealismo francés. Entre sus libros publicados figuran:  Combate del Carnaval y la Cuaresma (Medellín, 1973), La Parte del León (Caracas, Monte Ávila, 1978), El Bebedor Nocturno (Cúcuta, 1978), El Dado Virgen (Caracas, 1980), Sol Negro (Medellín, 1985), El Partido del Diablo / Poesía & Crítica (Medellín, 1989), El Virrey de los Espejos y otras prosas poéticas (Medellín, 1996), La vida a la carta / Life a la carte (Antología Bilingüe - Medellín, 1998), La belleza del diablo (Madrid, 2000). Su obra se encuentra parcialmente traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco.    dentro de su colección País imaginario.


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