La voz del otro en los extramuros del mundo de Enrique
Verástegui
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1. HORA ZERO: SEPULTANDO LA TRADICIÓN Y CONSTRUYENDO SU PROPIA HISTORIA
El movimiento Hora Zero nace en el año de 1970 con el manuscrito Palabras Urgentes redactado por los poetas Jorge Pimentel y Juan Ramírez. Es un manifiesto bañado por todos los lados de rebeldía y de ruptura con la tradición literaria y con la política peruana. Enrique Verástegui es uno de los jóvenes que integran de este movimiento, que les dará la oportunidad de ser su medio de expresión. Realizan una crítica tanto a nivel político como a nivel literario: En el aspecto político profesan los postulados del marxismo-leninismo, y celebran cualquier acto revolucionario que lleve a los países latinoamericanos a una total liberación del imperialismo norteamericano. La culpa de que el país esté en ruinas se debe al mal manejo de los mediocres e incompetentes políticos que sólo garantizan el progreso y la riqueza de sus bolsillos: “De un lado los jaleos políticos, domésticos, con sus líderes torpes e ignorantes y de otro lado la sucia y poderosa mano del imperialismo norteamericano manejando a estos y desquiciando la voluntad de un pueblo”. Estos poetas se sienten comprometidos a construir un futuro justo y con igualdad, donde el papel de la poesía es fundamental, pues a través de la palabra se busca el cambio radical de la modorra y del conformismo:
“y las cosas que ahora digo porque las digo ahora en tiempos de Nixon-malísimos para la poesía -corrupción de los que fueron elegidos como padres-gerentes] controlando el precio de los libros de la carne y toda una escala de valores que utilizo par limpiarme el culo”. (Salmo, pág. 19) La sociedad que los gobierna no ha sabido gobernar con igualdad, sólo ven los intereses de sus aliados los norteamericanos y de su cúpula, y el pueblo que siga cargando las cadenas de la injusticia. En cuanto al aspecto literario, los poetas horazerianos toman conciencia de que tienen un nuevo deber ante el acto de la escritura y ante la sociedad frente al evidente desmoronamiento del país y de la cultura peruana: “En esta época llena de desfallecimientos y omisiones la toma de situación y conciencia es ineludible. Y esto se edita a consecuencia de la necesidad de manifestarnos como hombres libres y como escritores con una nueva responsabilidad, con una nueva actitud ante el acto creador, ante los hechos derivados de una realidad con la que no estamos de acuerdo”. Como se puede apreciar en dicha cita estos poetas no mantienen una distancia o una mirada fría e indiferente frente a los hechos o acontecimientos sociales, sino todo lo contrario lo registran en su quehacer poético. También niegan la literatura peruana antes de ellos, sólo se salvan Vallejo y Heraud, por ser imitativa y estéril. La literatura debe ser original, utilizando formas y lenguajes propios (sencillo, popular, directo, duro y sano). Se debe buscar la poesía integral, es decir, que una todos los géneros, pues la poesía estrictamente lírica no puede registrar la compleja experiencia del ser humano: “Ellos no escribieron nada auténtico, no emprendieron ninguna investigación no descubrieron ni inauguraron nada. No hubo creación”. Verasteguí tiene diferencias con sus compañeros de Hora Zero en el sentido de que su poesía no es una ruptura con la tradición literaria, sino una apertura. La poesía debe buscar para ellos la comunicación entre los hombres e inyectar a través de sus poemas fuerzas y alegría de que se puede cambiar el sistema caótico de la sociedad, es decir, una poesía que respire, que no sea un simple panteón de palabras: "Frente a esto nosotros proponemos una poesía viviente, no queremos que escape nada a nuestro trayecto de hombres momentáneos en la vida. Todo lo que late y se agita tiene derecho al rastro. No queremos que se pierda nada de lo vivo. Proponemos una poesía fresca, que se enfrente con nosotros”. Ellos buscan poetizar todos los hechos o acontecimientos del presente, mostrar los dos rostros de la realidad, es decir, lo horrible y lo hermoso de la vida: "A nosotros se nos ha entregado una catástrofe para poetizar. Se nos ha dado esta coyuntura para culminar una etapa lamentable y para inaugurar otra más justa, más luminosa”. También dirigen sus dardos a los críticos literarios por vivir y escribir de la ignorancia. De sus palabras sólo pueden nacer confusión y resentimiento contra aquellos que no respiran sus mismas ideas vacías: "Debemos decir que la critica en el Perú y en la mayoría de países latinoamericanos está ejercida por escritores fracasados en otros géneros, y si a esto se añade una ignorancia descomunal, el resultado de estas contingencias suele ser espantosas. Se ejercita el silenciamiento, la confusión, la venganza política y la degradación perversa. Todo esto convierte a gran parte de la crítica malévola y apoteósicamente irresponsable. Pero tal cosa no nos preocupa básicamente”. También contra aquellos críticos y escritores que venden sus conocimientos y su creatividad para un grupo que tiene el poder. La literatura debe llegar para todos, no debe ser excluyente Enrique Verástegui comparte muchos de estos postulados o doctrinas estéticas del movimiento Hora Zero, como en la búsqueda de la poesía total, y la utilización de un lenguaje sencillo y coloquial para registrar los hechos inmediatos. Su poesía buscar cambiar radicalmente a la ineficiente sociedad en la que habita.
2. LA VOZ DEL MARGINAL FRENTE A LA SOCIEDAD MODERNA
En el poemario En los extramuros del mundo el tema de la alteridad, la condición de ser otro, está presente en cada poema. La voz del poeta nos revela en cada verso que ser distinto a los demás lo condena a uno a vivir excluido, convirtiéndolo en un ser marginal e incomprendido. Dussel en su libro Filosofía de la liberación comenta sobre la condición del otro: “El otro, que no es diferente (como afirma la totalidad) sino distinto (siempre otro), que tiene su historia, su cultura, su exterioridad, no ha sido respetado, no se le ha dejado ser otro. Se le ha incorporado a lo extraño, a la totalidad ajena. Totalizar la exterioridad, sistematizar la alteridad, negar al otro como otro es la alienación. La alienación se juega esencialmente en la poiésis de una formación social. La praxis de dominación como relación social persona-persona coloca al otro al servicio del dominador” (pág . 50 ) Dussel claramente nos muestra como el ser humano sufre la desmoralización de vivir marginado en un medio alienante, transformando al hombre poco a poco en un autómata:
“Porque una lengua hablará por tu lengua. Y otra mano guiará a tu manoSi te quedas en mi país” (Si te quedas en mi país, pág. 39) En el primer poema titulado “Primer encuentro con Lezama”, la voz desnuda del poeta marginal nos muestra la hostilidad y el rechazo que sufre por parte de su sociedad, por el simple hecho de actuar y pensar distinto a ellos. El ser poeta en esta sociedad moderna es sinónimo de parásito, de lacra, que está condenado a cargar la cruz de la indiferencia, y ser visto como una plaga a combatir o controlar, para que no se expanda, y ponga en riesgo las leyes que rigen esta sociedad asfixiante:
“y mis vecinos me tiene controlado me ven llegar como una peste y hablan de mí entre comillas soy el ocioso el paria el que llega tarde en la noche” (pág. 11) El vivir en este ambiente desesperanzador que no cobija en su brazos a sus integrantes, sino todo lo contrario los abandona a su suerte, va convirtiéndolos en seres vacíos, pues no tiene nada ni nadie en quien aferrarse. En el poeta dejaron de habitar los sueños, las metas, las ilusiones; todos ellos fugaron a un lugar sin retorno, ahora moran en esa casa derruida (el poeta) la esterilidad y el desánimo ante el acto creador y ante la vida:
“Llevo un sol en mis bolsillos pero ya no tengo nada en mí no puedo soñar cantar pensar en cosas concretas no puedo soñar cantar escribir ese poema para ti mi gatita arañándome el hombro”. (pág.11)
Las calles del centro de Lima se convierten en el hogar del poeta, un ambiente no tan hogareño, cuya convivencia con los demás familiares: prostitutas y ladrones es conflictiva y tensa:
“yo habito más que el infierno y debo caminar pudriéndome por quedar bien contigo mientras vamos paseando por Tacora entre prostitutas y ladrones que no logran robarnos nada porque nada tenemos pero tenemos hambre y comemos ciruelas y corremos fugándonos sin cancelar la cuenta...” (pág. 11) Los ladrones y las prostitutas son seres al igual que él olvidados y menospreciados por la mirada enjuiciadora de los que viven entre comillas dentro de las normas y los valores sociales. El único compañero del poeta en estas silenciosas y frías calles de Lima es su cálido libro de Lezama, que lo ayuda a despejar sus dudas y a sembrar en él la esperanza de que nada está perdido, mientras el poeta siga procreando versos que destilen inocencia y ternura a sus semejantes:
“Sin saber dónde ni cuándo apareciste en Lima sorpresivamente como esas pocas lluvias que llegan para lavarnos de la duda y ahora estamos contigo en el café Palermo ahora ya puedo decir que tus palabras huelen a manzanos y los manzanos son gente sencilla que ignora el uso de la palabra ... el corazón es mi palabra y más que mi palabra soy yo ardiendo de noche sobre los corazones que aún no han conocido el amor y están desesperados gimiendo arrancándose los cabellos” (págs. 11-12)
De este estado de optimismo regresa a su oscuridad, y se da cuenta de la desnudez de su soledad, una soledad que duele y que muestra en su mirada un desierto y un silencio, pero que al fin de cuentas es su única compañera:
“Otra vez solo sin nadie con quien cruzar unas palabras, una idea, y los ojos están ardiéndote, todo lo que miras es alcanzado por el fuego, como en la hora del Juicio Final, he llagado a mí después de haber gritado en las praderas porque todos huían de ti pero ya tú habías huido de todos” (pág. 12)
En el poema En el viejo libro de los cuentos de hadas , el poeta nos sumerge en la historia de una mujer que había construido su mundo mágico, pero que al final la realidad la despierta y le demuestra los pedazos de sus sueños. El libro de cuentos de hadas simboliza las fantasías, los sueños, las ilusiones de la juventud, pero todas estas idealizaciones pertenecen al pasado, nunca llegaron a tener un final feliz. La vida real se convierte en la bruja mala, donde las princesas son |
prisioneras de la rutina y la neurosis. La injusticia y la desigualdad social la condenan a seguir viviendo en pesadillas, donde ella se convierte en madre soltera cargando en sus brazos a sus hijos y en la cansada espalda los maltratos de los otros:
“eso fue el inicio del tiempo más sanguinario 1960-1970: madre soltera abandonada pateada ... ahora ya sabes que no eres Alicia en el País de las Maravillas sino marta azotada por luces de neón traiciones horario de trabajo. Marta temblando gritando bebiendo calmantes Perdida en estas cavernas de Altamira” (Págs. 49-50) La realidad convierte con su varita mágica a los soñadores, los optimistas en empolvadas y carcomidas estatuas, sólo les queda el consuelo de mirar con nostalgia el recuerdo que no pudieron eternizar. El tiempo les mostró su fracaso y su vejez. Frente a estas calamidades que transita la mujer, ella encuentra la solidaridad, la mano amiga del poeta: otro ser al igual que ella pateada. En esa escena no vemos rivalidades, ni odios, sólo dos personas que se consuelan por su condición de marginados:
“Y ya no puedo hacer nada por ti sólo entregarte mi gran soledad y estos panfletos rebeldes y mi pecho desnudo ahora que lloras y es lo más puro que hago por ti y te dije me voy me alejo en busca de mi Yo integral” (pág. 50) En estos versos el poeta se va a la búsqueda de su yo singular, pues no quiere llevar en la frente la palabra alienante, que no distinga su rostro, sus ideas entre la multitud. Estos poemas son un claro ejemplo de cómo la alteridad no es vista como el respeto hacia el otro, sino como una agresión constante por parte de los que tienen el poder. La alteridad es entendida en ese sentido como alteración, cuando lo ajeno es visto como enajenación, cuando la diferencia es deficiencia, entonces está propicia odio, repugnancia y victimación hacia el otro, pues al buscar afirmar el yo se niega al tú con el objetivo de apoderarse de él: “La humanidad máquina de impartir sumo derecho y suma injuria, no ha cesado en nuestros días de barbarizar ni, por ende, de excluir/recluir” (C. Díaz). Muchos también ven en la alteridad que la diferencia del otro provoca en la sociedad indiferencia: ciertamente no puede negarse que existan los demás, que son distintos a mí, pero porque lo son, inhibo del todo mi preocupación respecto a su personal alteridad; sólo otro rostro como el mío me interesa, pero no existiéndolo, me refugio en mi individualidad, es decir, que el otro se convierte para mí en anónimo, lo sin nombre, el no ser indiferenciado, y en consecuencia, el otro se convierte en una presa fácil para descargar los golpes, los maltratos, las humillaciones. Lo dicho ahora lo podemos apreciar en el poema Una cita con Sonja / en los extramuros del mundo, la sociedad ejerce la violencia, la represión e incluso la eliminación contra aquellos que les son peligrosos y ponen en riesgo el sistema establecido. Las personas que buscan el cambio y la equidad a través de las diversas manifestaciones que puedan encontrar, son sepultados vivos con la arena de la indeferencia, y la muerte en muchos casos. En el poeta su herramienta de combate es su poesía, que canta con optimismo y con esperanza a los demás para construir una sociedad justa, donde nadie tenga que ocultarse en las oscuras calles de Lima:
“Fuimos conducidos el patíbulo Y degollados sobre una bandeja de palta en las cortes de Herodes Cortes de casimir Cortes marciales: II zona judicial de policía en Perú Para los que crearon belleza creando molotovs Y creando revueltas entre los jóvenes Y somos pateados vejados jodidos. Y el que transita a mi lado voltea el rostro Y escupe y siente asco y vergüenza de mí” (pág. 70) El poeta no sólo registra en su poesía los hechos que acontecen, sino que también participa activamente en las manifestaciones de protesta contra los abusos del Estado. Creación artística y compromiso social van de la mano en su vida. La poesía se convierte en un ser viviente, un ser que despierte a las personas de su modorra, y les devuelva las ganas de lucha para evitar la completa deshumanización del hombre:
“En realidad ya la poesía (lo he visto, hemos podido comprobar esta noche mientras Blake era un hombre misterioso en nuestros labios) recién comienza con nuestra admiración por Séndic Black panther Marighela por ese che permanente que tanto tú como yo deseamos ser para ser o hacer de esta vida algo más que una vida ...” (II Desarrollo del amor, pág. 60) En el poema Datzibao la alteridad tiene un rostro humano, donde el poeta recuerda una relación amorosa con nostalgia y resignación. Son dos amantes que se identifican en su marginalidad, cada uno buscó encontrarse en la mirada del otro. La mirada simboliza el camino que los lleve a su paraíso perdido y abrasen su autenticidad. Octavio Paz en su libro La llama doble nos habla del mito del andrógino, donde nos muestra que somos seres incompletos y que el deseo amoroso es una eterna sed de completud, es decir, sin el otro o la otra no seré yo mismo:
“Y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus ojos y amé todas tus cosas y tu mirada angustiada y esa serenidad para responderme a ciertas preguntas y cuestiones nos diferenciaron para siempre de las personas nacidas antes de 1950 tu maravillo instinto agresivo desarrollado contra los males del tiempo y portándote como en la más furiosa embestida en la batalla por un lugar en el taxi que nos alejó miles de cuadras más cerca de la pasión de la vida” (pág. 35) El amor en este poema es la transformación del objeto erótico en un sujeto libre y único. El amor junto con la poesía se convierten en los espacios para una nueva vida, donde no hay normas que construyan prisiones, sólo se respira la más absoluta libertad:
“Tú querías leer mis poemas aferrarte a ese instante de dulzura don- de jamás hubo límites entre uno y otro ser” (pág. 36) La amada lo amamanta de fuerza y resistencia para luchar contra el orden establecido. El amor se convierte en una arma peligrosa para el poder imperante, pero todo esto pertenece al pasado, es un amor terminado que dejó en el amante el odio y la rabia contra su sociedad, pues en este ambiente ni el amor puede florecer y eternizarse:
“y tú junto a mí convertido en mi aliento escuchándote aprendiendo de ti a la Molina no voy más esa canción negra arde en mi pecho, me aplasta, levanta , avienta a decir no contra todo” (pág. 36) “hoy miércoles y no otro día. Porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más que nada Empezar a ser uno mismoun solo obstinado bloque de rabia” (pág. 35) Vemos hasta este momento como la vida del ser humano es una constante lucha por conservar su autenticidad, y no dejarse devorar por esta gigantesca mandíbula, que nos dice Ribeyro es la ciudad. En el poema Para que esto no sea un hato de palabras apiladas como yerba encima del papel, el amor aparece como trasgresión. Las políticas que rigen la vida en las sociedades son enemigas del amor, donde los amantes siempre encuentran un instante para escapar de las tenazas del sistema:
“Cuando estás abriéndote dando muestras saludables de una mayor destreza y así estoy atenazado entre tus muslos y no queda ya tiempo para seguir hablando de estrellas y este cielo no lo cruzan más gorriones sino dos sirenas de la patrulla persiguiéndonos hacia el oeste hacia la rabia y esa manera muy tuya de hacerlo ...” (pág. 54) En el poema titulado Poema escrito sobre una impresión causada por “El remolino de los amantes”-una pintura de Willianm Blake”, que se divide en tres secciones: I. A ti te gusta la poesía, II. Desarrollo del amor y III Te excitan estas cosas. En la primera sección, El poeta se sumerge en la amada, y se identifica en muchas cosas que ella realiza, como en arrancar los geranios, pero también se da cuenta que ellos son un par de ruiseñores en medio de la tormenta:
“Recuérdalo, estoy en ti en tu manera de arrancar los geranios más tiernos esta primavera mientras todo, el viento, la amargura, rompían tu serenidad y no éramos sino restos del naufragio de estos días, un rastro solitario del naufragio de estos días” (pág. 58) En la segunda sección, el amor ayuda a compensar la soledad del hombre. La soledad de ambos producto de la exclusión, necesitan saciar su sed a través de la compañía del otro, como lo dice Ortega y Gasset en su libro El hombre y la gente: Desde este fondo de soledad radical que es, sin remedio, nuestra vida, emergemos en un ansia, no menos radical, de compañía”
“Somos apenas un par de animales solitarios ...hasta hoy en que estos versos son para ti una gran fornicada. Esto es llamado, desarrollo del amor en condiciones de existencia más o menos difíciles”.
3. CONCLUSIÓN
Finalmente podemos decir, que al otro se le presenta con aspectos positivos y negativos. Lo otro es algo/alguien y no es yo, es decir, aquello que se opone al ego: otra cosa, otra persona. También consiste en oponer las cualidades, las actividades, las actitudes de lo otro a aquellas del ego, reforzando, eso que la alteridad por ella misma tiene de negativo (en el sentido de ser menos que…). Consecuentemente entra en consideración el concepto de diferencia. Así el carácter negativo pasa al accionar, llega a ser entonces considerado como oposición, conflicto, hostilidad. |