Juan Cameron |
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William Shakespeare era un soldado ecuatoriano
Es falso eso de Texas Lo de Romeo ocurre en un internado para señoritas y la persecución a espadas por las empedradas calles de Quito Ya de viejo luego de quedar manco por asuntos de guerra escribió una saga sobre la llanura y la justicia que los españoles una vez más usurparon a esta América morena luego de quinientos años de dominación y clero
Su abuelo fue un vendedor de baratijas que venía del norte viajó con los 33 orientales de Medellín a Caldas y desde allí a la frontera dijo que Manizales era una fábrica de atardeceres mucho antes que Neruda lo escuchara de León de Greiff y este es el único antecedente literario más o menos decente Lo demás es cuestión de los críticos
Todo tiene su explicación y su mesura al fútbol lo que es del fútbol y Adiós a las Armas o al Séptimo de Línea Si usted lee entre líneas verá que Hamlet es un drama empezado en la Cordillera del Cóndor Todo tiene su explicación y su mesura El Castillo de Helsinor no se ubica precisamente en Helsinor y sus sombras danesas se confunden con la nieve y la maleza
Fue amigo de Oquendo de Amat, León Ocqueteaux y Edwin Madrid Se dice que en Esmeraldas por una cuestión de cuchillos inventó un radioteatro llamado Otello que lo del negro es una broma de mal gusto que hablaba bastante mal el inglés que un sobrino directo instauró el libre mercado en el Guayas
No haga usted caso de estos comentarios En su carriel encontraron repartido entre huesos un cuaderno con poemas de Lêdo Ivo, José Angel Cuevas, Horacio Castillo, Hans Magnus Enzensberger, Gelman y otros tantos desgraciados con el sospechoso nombre de Antología para poetas que leen poca poesía que unos comerciantes de libros vendieron como el Diario del Ché en Bolivia para enriquecerse a costa de la desgracia ajena
Por eso escribió esos dramas Dios lo tenga en su santo reino.
Sylvia Plath relee sus cartas, piensa
No sé si el incidente del oso fuera sólo una metáfora para ahuyentar al destino porque ese destino no es más que una palabra entre los matorrales una sombra migratoria en la bandada de las preposiciones Mayo se ha vuelto frío y gris -no es esta mi tierra- afuera la niebla dibuja las tejas y faroles ladra al atardecer Como malas noticias llegan las cartas de mis editores manuscritos que regresan a su lugar de origen Todo cabe en la página: un cementerio en la loma el muelle que vacila bajo el peso su rápido sendero por la piedra Soy la misma persona de siempre no hay cabos sin atar Mañana concluiré esta página con un simple gruñido un adiós disperso la condena para aquellos que amenazan mi noche.
El envidioso Habermas pinta un autorretrato
Un día tus trabajos costarán millones y todos los ruidos subterráneos los motores de autos los cantos de los gallos hablarán de ti no lo dice Habermas son para ti mi amada palabras que releo mientras Jürgen pinta su retrato en la cocina No hay filosofía dice sufragio y democracia no van juntos los colores son de sangre cae el arcoiris a pedazos (al fondo de su imagen hay palacios con salones de ferias con mármoles que ascienden por sí mismos invadidos de siervos con paquetes y brillan así cárceles de lejos -son molinos de viento a derribar por dentro) Un poco de razón una vez más aúlla entre las ollas en la cocinería del lenguaje ni habrá millones ni habrá cantos de gallos el diálogo es el ruido razón repite razón y rasga el paño.
Luisa Ferrari In Memoriam
Ayer pasaba Luisa al lado de mi trolley veloz sobre su carro Miraba hacia adelante como si apresurada muerta ya a veinte años quisiera adelantarse De niño la observaba montado sobre el muro salir junto a su novio de la casa del fondo besarse apasionada como en un film de entonces hermosamente hermosa Su madre propietaria le arrendaba a una tía hermana de mi padre (según dice el guión) Ayer yo vi al mayor junto al nieto de Luisa Venía a visitarlo desde la antigua Svea Éste es mi hijo -dijo- señalando al muchacho más alto aún que yo tendido sobre el muro.
Augusto Monterroso en la Sociedad de Escritores
Cuando despertó, el poeta todavía estaba allí.
Clarisa en la botella
"Cuando se fue Magdalena. Cuando tan lejos se fue" Miguel Arteche
Cuando partió la Clarisa cuando se fue un barco se me hizo trizas Nunca sabré si su risa quedó flotando después
La vi sobre la cubierta toda despierta y no sé qué mano tras una puerta dejó mi imagen desierta para arrastrarla con quien
El ferry de la botella naufragó sin dejar rastro y en cada resto tras ella busqué una sombra una huella de aquella al fondo del frasco
A veces cuando despierto a muchos años de aquel ensueño que no era cierto siento crujir su esqueleto de quilla bajo mi piel
¿Sabrá acaso la maligna Clarisa cuánto dejó? Siempre el recuerdo me indigna cuando recuerdo a la indigna La puta que la parió.
Diálogo intertexto con el Piojo Cameron Zañartu
He whom this scroll conmemorates was numbered among those, at the call of King and country, left all that was dear to them (...) Let those who come after see to it that his name be not forgotten: Cptn Peter Cameron Seaforth Highers
Supongo que ahora así una cuadrilla de aviones de combate planeas sin ningún objetivo El tren del Kaiser no recorre la campiña francesa ni el gesto del Barón Rojo rasga el cielo como en una tira cómica Ningún trazo se escribe en el paisaje tu nombre no figura en el muro del Banco de Londres y pasas por los mapas sin tocarlos: tu horizonte es un espejo Mala suerte Piojo: lo hubieras limpiado de un chumbazo y allá las ciudades abajo -como iguanas de luz- serían tu ovación Mas perdiste 1 a 0 no hay empate posible El Ecuador es una sombra en el cielo y tu piel hecha ahora de aluminio de naves se atomiza en olvido Tu corazón una caja negra ningún caza enemigo vendrá en tu salvación tu piloto automático seguirá sin combatir sin ver la tierra germinar a tu paso.
Bienaventuranzas
Dichoso el tuerto en la tierra del sordo será como gusano donde gallina ciega será como el saciado donde el huevo de oro Dichoso el tuerto en la tierra del mudo que en su ojo muerto no pintará el sarcasmo Pero menos dichoso en el país del ciego a palos con un bote de colores y la torpe ansiedad del arcoiris.
Weekend en el Líder con lumpen deportivo
für Tom Schulz
el mercado de la carne se agita bajo el viejo gasómetro una ciudad de pasillos y altos anaqueles por donde transita rauda y ruda la ex clase trabajadora con su armadura de plástico tenis pollo recién congelado conservas y masas los carros rechinan así coches policiales cargados con sus muertos y golpeados paseantes vigilan la lista de la mercadería la realidad imita al comic no hay oferta posible un ejército de guardias privados transmite en walkie talkies movimientos extraños en las estanterías pudre el aire el perfume de los desodorantes el detergente es un ave de paso no se pase películas con el Kino no hay cuerpo que resista los baños públicos se ubican al final del pasillo y entre codazos de gordas proletas y doncellas con ombligos colgantes los culos Mac Donald's sofocan las escaleras mecánicas el sector de los vinos las cajas registradoras como enormes grúas aplastadas por la bárbara historia nacional.
Restauración de las ratas
Las ratas administran la alacena y si queréis arroz encontrarás arroz si aprendes a separar el grano de la pequeña bosta que dejan en la harina tal las muchachas de ayer grabaron ¿recuerdas? su pie al retirarse la ola Debes ser positivo Las ratas han tomado ya este espacio no molestan más que guardias privados legados por la dictadura aquel cerumen en las estanterías Después de todo las ratas estaban antes que ti con sus ruidos molestos con su infrecuente rasgar de telenovela y seguirán allí cuando abandones la casa el país el mundo en tanto tienes arroz y harina y algo de conservas para tu hambre y tu silencio.
Lecturas
1.
Uno lee alrededor de 1.200.000 páginas 200 páginas por día considerando libros de poemas notas de amigos relecturas 70.000 al año si castigamos las tardes feriados y días de guardar 700.000 en diez años de lectura continua pero nada persevera ante los ojos 1.200.000 es una buena cifra para irse muy culto e informado.
2.
Sólo se salvan quienes cargan libros en los bolsillos como sanbenitos en la atestada carretera como vehículos para decir aquella la palabra escondida entre líneas que el ojo cruza desatento y se le aplasta.
3.
Yo soy el mañoso lector el que goza del poema por mí y para mí se grabó la imagen rupestre se construyó la imprenta la página que lees
No puedo evitar mi condición soy el cómplice que altera el ritmo de la respiración y el pulso soy el que pronuncia mal a propio amaño Mi imagen abusa del autor
Yo soy el lector el único lector No se mueve una hoja de poesía sin que yo sepa Por mí existe el poema.
Patología del desaliento
Durante algunos años viví en un subterráneo parecido a un submarino o a un vientre materno Yo observaba el mundo a través de un periscopio con su canal de televisión y el noticiario vespertino Navegaba con cuidado por países con nieve el Báltico el Mar del Norte las islas donde hablan un extraño murmullo que auscultaba a distancia Confundía Helsinki con Temuco el blanco con el negro y después de todo apenas emergía los fines de semana cubierto con una escafandra y algunos libros bajo el brazo
Durante muchos años viví en un subterráneo Las ratas y los periódicos me fueron conocidos y supe de los zapatos de moda a través de una escotilla que se alzaba justo sobre la línea de flotación a nivel de la bolsa marsupial Me enteré de las cosas más increíbles tuve convulsiones conocí paisajes sólo que aquellos no supieron de mi paso El silencio y unos pocos amigos fueron mis familiares inscrito como estaba en la lista de desaparecidos la hoja del boletín comercial comenzaba con mi nombre
Durante demasiados años viví en un subterráneo conversaba con dos o tres personas cada fin de semana el bullicio de las bicicletas espantaba mi oído En mis salidas nocturnas (me perdone el poeta) conocí al dedillo a los patos de la laguna a gansos y cisnes que se agredían deportivamente por un pedazo de pan para luego fondearme en mi lugar de origen
No me arrepiento de nada aunque era bastante aburrida aquella temporada en el subsuelo Un día desalentado por las circunstancias quemé las naves y los libros y me convertí definitivamente para inscribirme en los registros electorales.
Declaración de principios
No tengo previsión no voto en vuestras elecciones no llevo celular sino un viejo libro de Henri Micheaux y deshojo los no a flor de boca Pero el sol se refleja en la bandeja como barcos bendecidos por la luz de la tarde como quien sube en ascensor y entra a una oficina pública y la palabra despacho y la palabra funcionario activan de inmediato los censores.
Alguna despedida
Me voy estoy cansado tengo derecho a andar después de una jornada de picar esta tierra doblemente con manos y cabeza de esconder esta testa bajo el suelo para gritar a gritos reclamar con el pecho hacia el cielo ser mirado No vine yo a este día a mí no me invitaron rasgué mis vestiduras y mi pecho para mostrar la sangre y su latido y aquí me tienen sudoroso con el ala dispuesta a cruzar el charco una vez más en busca de otro arado Soy pájaro y gusano soy este puño prieto que cava y salta y vuela pues me hicieron así quienes sabían mi diario transcurrir mi quieto canto Fui el aguador y el vino el héroe y la víctima el testigo fui la tierna extensión cuando la noche reclamaba éstos mis dedos tuve ideas las ví tuve una casa enclavada en la piedra y el paisaje Ahora tomo vuelo busco apoyo para correr la pista con un gesto tal vez una sonrisa Me voy no es un pañuelo es la pluma agitada que deja a lo lejos un surco en esta pista para volver de nuevo. Juan Cameron (Valparaíso, Chile, 1947) ha publicado entre otros títulos Perro de circo (1979), Cámara oscura (1985), Video Clip (1989), Como un ave migratoria en la jaula de Fénix (1992), Visión de los ciclistas y otros textos (1998), Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados (2000) y El bolero de los ángeles (2006). Premios Gabriela Mistral (1982), El Mercurio (1996), Municipal de Literatura (Valparaíso, 1996), Villanueva de la Cañada (Madrid, 1997), Consejo Nacional del Libro (1999) y Ciudad de Alajuela (Costa Rica, 2004), entre otros. |