Augusto Rodríguez |
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TODO SE IRÁ A LA BASURA
Mi corazón estallará como piñata de fiesta
de lo que algún día fui no
queda nada
en estos días
la mejor poesía se sigue
escribiendo en los baños públicos tanta es mi náusea que le vomitaré a la mujer que amo
con un poco de esfuerzo pero con la muerte dividida en mi garganta
TRABAJAR CANSA
“Trabajar cansa”, ya lo dijo el poeta Pavese
y es que todo me cansa hasta lavarme los dientes o ponerme medias para dormir
¿quién pudiera ser todavía un niño que juega al balón y no tuviera miedo de envejecer o morir?
¿quién me regalará pronto un poco de veneno para beber antes que llegue el fin?
EL ANIMAL QUE HAY EN MÍ
Mi cuchillo tiembla en mi puño. No hay nadie en la casa,
me escondo en el corredor y sigo pensando que no hay nadie.
Pero una sombra cruza
sospechosa me incita a atacar y ataco:
otro muerto más para que los periódicos se sigan enriqueciendo
con hambre
y sin que nadie me tome una maldita foto No hay nadie en la casa.
ESCUPO SOBRE MIS BANALES CONTRADICCIONES
Lo escribiré trescientas veces en mi piel:
cuando tenemos la muerte tan cerca
es inútil soñar cuando solo tenemos un vaso de vino por delante
es inútil cantar cuando no tenemos nada con que saciar
nuestros apetitos sexuales, ni nuestra vergüenza, ni nuestras canalladas
es inútil creer en dios cuando hemos vivido negando las religiones
escupo sobre mis banales contradicciones
y repito:
todo es inútil
lo escribiré miles de veces en mi piel
NO ME PRIVES DE TU CARNE
Llámame canalla, vende patrias, mentiroso o llámame Lucifer pero no me prives de tu carne
hasta su corona
he vuelto a ti para coronarte como la nueva reina de mis tinieblas
es lo único que puedo hacer por ti llámame vagabundo o Satanás pero no me prives de tu carne
LOS DIOSES LEEN EN MI PIEL
Los códigos de tu cuerpo tienen múltiples alas y encuentra su espacio
tu cuerpo es un pequeño lenguaje que los dioses leen en mi piel
tu cuerpo está lleno de significados y de significantes
que sólo yo descifro en mi locura
LOS MUERTOS COPULAN CON OTROS CUERPOS
Nada somos en los ojos y aire movido por los
labios (el pecado original nos sigue pesando, en nuestra estúpida conciencia humana)
hay muertos que copulan con otros cuerpos
nada queda sólo mi rostro bañado de venenosas serpientes
QUEMARÉ TODAS MIS NAVES EN TU CUERPO
Todos se han ido nadie queda a lado de mis huesos
mas esa vela encendida que alguna ardió en tu cuerpo
la cera se fue derritiendo en tu piel mordías el aire de la locura
quemaré todas mis naves en tu cuerpo pues ya no queda nada de nada
mas esa vela encendida que arderá eternamente
BOCETOS INGENUOS
Los cuerpos son pequeños grabados o bocetos ingenuos de Dios
Él nos hace volar por el papel con su pincel
pero Dios se ha marchado
y se niega a terminar lo arruinado
ADIÓS PADRE
Padre me voy: voy a jugar en la muerte, padre me voy. Dile adiós a mi madre, y apaga la luz de mi cuarto: padre, me voy. Leopoldo María Panero
Padre me voy me voy definitivamente a jugar con la muerte
mis días se han tornado tenebrosos y ya no tengo tu mano sobre mi hombro ni tu sonrisa cariada y benévola
Padre lo he decidido tengo que irme pronto
ya hice las maletas y es inminente mi partida
despídeme de mamá, de mis hermanos, de la abuela y del perro hijo de puta del vecino
Padre me voy sí pero aquí te dejo mis poemas para que los leas y después los quemes
pero antes te darás cuenta, tal vez, de todo lo que en vida, te amé y odié
EL DÍA DEL ENTIERRO DE UN AMIGO
Todos los presentes lloraban a moco destemplado por la muerte de mi amigo
leyeron poemas corearon canciones corta venas
y contaron una que otra anécdota sobre su vida en este mundo
cuando me quedé solo frente a la lapida de mi difunto amigo
le arrojé semen y vino porque fue lo único que a él en vida le interesó
EL AMOR DE LAS PUTAS DEL BAR
Fíjate, incluso las putas en el bar piensan en él beben demasiado y casi se olvidan del negocio Charles Bukowski
¿Quién dijo que las putas no tienen derecho a enamorarse? es verdad que algunas ni besan a sus clientes
otras sí a otras les gustan los tres platos, a otras dos, a otras ni uno
pero ellas se ponen como gallinas pisadas cuando el poeta llega al bar
porque mientras él las penetra también les lee al oído poemas de amor que jamás olvidarán Augusto Rodríguez (Guayaquil, 1979) Ha publicado los poemarios: Ausencia (Santiago de Chile, 1999), Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La bestia que me habita (2005) y Cantos contra un dinosaurio ebrio (Barcelona, 2007). Sus textos aparecen en varias antologías locales y del extranjero. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vásquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005) y Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005). Es el fundador del grupo cultural guayaquileño Buseta de papel. Poemas suyos han salido en periódicos y en revistas impresas o virtuales de Ecuador, México, Argentina, España, Colombia, Perú y Uruguay. Editor de la revista literaria El quirófano. |