Bandas Catálogo Recopilaciones

Nomás era cosa de tiempo para que el grupo quedara bien acoplado para mostrar aún más lo que de verdad valía. Básicamente el sonido es muy similar al disco anterior “Speed revolution”, sin embargo con mayor producción y mejoramiento sustancial en composición. Speed/Thrash Metal con poder y agresividad. Una cosa que era distintiva del grupo era su martillente e incesante doble bombo que no dejaba de atacar durante todas las canciones, más las vocales de Christian. La micro intro “Der Anfang” precede a las ultra destructivas “Prisioner’s back” y “Dipsomania”, ambas dos rolas de impacto total y poder fulminante, con cambios de ritmo para dar realce a momentos específicos. Sin quedarse atrás sigue la machacante “Metallic war”, que va un poco más lenta que las anteriores, pero mantiene las características que hasta el momento han prevalecido en el disco. A paso medio, cosa poco frecuente en el grupo, es “Why am I alive”, donde desgraciadamente no aprovecharon para poner muchos solos de guitarra siendo que el espacio estaba disponible para tal efecto. Excelente rola también es “Outlaw”, de poder preciso que se mantinen en toda la canción, con las crudas guitarras de Horst y Stefan, quienes fueron muy criticados por que su manera de tocar era "muy deficiente". “Feelings of freedom” es la mayor parte veloz y poderosa, auque mete diferentes cambios de tiempo, con lo que se obtiene una de las rolas más elaboradas del disco, y no por esto la menos pegadora. Es de hacerse notar que el bajo se oye más presente en este disco que en el anterior, lo cual habla bien de la producción, auque las guitarras se siguen oyendo un poco encimadas. Donde los guitarristas Kroll y Gotz sí ofrecen un intercambio de solos de guitarra es en la buenísima “Elixier of death” (la cual no viene enlistada en la contraportada), también más elaborada y con fuerza en las guitarras, como ha sido la tónica en todo el disco. En “Caught by insanity”, se siente como que le meten más riffs de mucho poder, dándole más frescura al disco, que de vez en cuando llega a caer un cierta monotonía por la producción de las guitarras que fue lo que quedó menos acertado en algunos casos. Sin más la canción más variada del disco es “Evil run”, la cual va desde la acostumbrada velocidad del grupo, hasta partes lentas con coros, digamos, diabólicos, o pasajes más melódicos. El disco concluye con una rola de vacile, que afortunadamente dura menos de 30 segundos y en la cual de concretan a decir sólo el título de ese alucine: “This/is/the/end”, con algo d ehumor alemán, ya saben. Ni idea de por qué después de este disco se desintegraron, pues el futuro les pintaba muy bien, pero son de esas incoherencias de la vida, las mismas que aún mantienen vivos a porquerías como Slipknot...