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Par muchos nuevos y jóvenes fans, el Speed Metal es sinónimo de tocar canciones más o menos rápidas con mucha melodía, interminables y aburridas baladas, más producción que es más adecuada para el pop. En otras palabras, el Speed Metal de grupos como VECTOM se le califica como Thrash, pues lo que impera es la rudeza y la fuerza destructiva, y no la melodía, hasta con un poco de cosas Punk. Con una intro que recuerda un poco a la de DESTRUCTION del “Sentence of death” , el grupo entra con un aire un poco Black (incluso mandan saludos satánicos a los fans), pero la música aquí es Speed metal crudo, auque de velocidad un poco moderada, y así lo demuestra la mismísima “Speed Revolution”. En este disco no se puede esperar por ningún momento cosas del “Speed nuevo”, con melodías melosas. Como lo dije al principio, este es Speed Metal agresivo y rudo, del que se podrá decir que es el verdadero Speed Metal, aparte es de marca alemana, o sea, sinónimo de calidad. Auque la velocidad domina, en la abridora y en las dos siguientes, “In nomine satanas” y “The exterminator” , hay cambios de tiempo en “Damned love” más profusos y marcados, con lo cual la rola es más variada. Otra que no se detiene para nada es “Loudness and speed”, la que incluye un solo de guitarra que no quedo supremo, pero es obvio que la producción fue la que falló aquí, lo cual es fácil de entender si tomamos en cuenta que el grupo produce, auque el experimentado Tom Krüger les estaba haciendo el paro en los controles . La inexperiencia del grupo tuvo como consecuencia que el disco quedara un poco monótono, pero eso se suple con la energía y agresividad del grupo, como nos lo avientan en la cara con “Black Viper”, que es de las rolas más variadamente estructuradas, incluso la mezcla se oye mejor y los solos lucen más que en el resto del disco. “Day of execution” mantiene la velocidad moderada, cosa que cambia con “Open the coffin”, que le mete más velocidad, sobre todo en la batería. Las guitarras no se aprecian tanto porque quedaron un poco atrás, cosa que se repite a lo largo de todo el disco, pero son cosas que después tuvieron a bien reparar para el siguiente disco. Las dos canciones que cierran el disco son “Satan´s colours” y “Too fast for hell”, que no se apartan para nada del estilo total del disco de Speed Metal agresivo. Para algunos este disco es simplemente mediocre, pero para los fans aferrados del Speed Metal, simplemente representa otro objeto de veneración casi obligada.