la saga de un país "premiado": una tragicomedia en cuatro actos

Ignacio Dobles Oropeza. San José, Costa Rica. 30 de junio, 2003.

Primer acto: El Mundo en que vivimos. (con globo incluido si se quiere, pero un poco desgastado y partes desinfladas o hundidas, dependiendo de la perspectiva, y con banderitas de la ONU)

La propuesta de crear una academia para el cumplimiento de la ley internacional no se presenta en un contexto global cualquiera. Si se revisan páginas oficiales en Internet se evidenciará, por cierto, que la academia ILEA de Costa Rica, que se suma a la de Hungría, Tailandia, Botswana y Nuevo México ya existe, y según indican, ya está operando. Ya sabemos que no es así, pero así se anuncia. Nosotros somos los que estamos atrasados.

Es muy difícil, en un globo terráqueo en que se va a la guerra en contra de las decisiones de los organismos internacionales, y en que, incluso, el flamante Secretario de Defensa de los Estados Unidos nos anuncia que están a punto de crear una “fuerza internacional de paz”al margen de la ONU, que uno pueda tomar en serio el argumento de que una propuesta de instalar un organismo de formación represiva bajo la dirección y el financiamiento de organismos represivos estadounidenses no tendrá más consecuencia que “profesionalizar” a policías, y que no tendrá que ver con asuntos geopolíticos. Como ha editorializado el Tico Times, la propuesta mete a Costa Rica en la agenda internacional del Gobierno de los Estados Unidos, en mucho mayor grado.

Después de todo, el jefe supremo de los señores de la guerra, George W. Bush ,declaró hace ya casi dos años que estamos en medio de una guerra y que se está “con ellos o contra ellos”, y ha demostrado con las acciones de su gobierno que ha de tomársele en serio. Paul Kelly, secretario asistente del Departamento de Estado, declara en un artículo del periodista Erich Green lo siguiente:

“Ahora más que nunca las academias jugarán un rol global significativo combatiendo no solo la criminalidad, sino a los elementos terroristas que usan las empresas criminales para lograr sus metas”.

Quienes defienden el proyecto tienen, entonces, la difícil tarea- si es que se va a discutir- de convencernos de que no se trata de un proyecto estratégico en el marco de una política global y regional de los EEUU: Después de todo, tenemos el Canal de Panamá a la par, y un poco más abajo, a la guerra en Colombia, los bolivarianos en Venezuela, Brasil, el díscolo Cono Sur, etc. Está un poco enrarecida la atmósfera en esta porción del globo.

Quienes quieran dar el paso, de involucrar a Costa Rica, su territorio, sus habitantes, en proyectos de las fuerzas represivas de los Estados Unidos asumen una grave responsabilidad, y lo menos que podríamos hacer es evidenciarlos, todo lo que podamos, nacional e internacionalmente. No es que costarricenses no hayan participado en esfuerzos anteriores, los datos oficiales nos demuestran que 2,423 ticos se graduaron en la infame Escuela de las Américas, un número mayor que el de México, Paraguay, Guatemala, Argentina, Brasil, Uruguay o el propio Estados Unidos., que sólo graduó a 1621) pero de lo que se trata ahora es de querer desarrollar la institucionalidad aquí , en este potrero.

2. Segundo acto: Los dignos defensores de la independencia patria.
( Con Pabellón Nacional la entrada , y con banda militar )

Desgraciadamente, nuestros gobernantes que aparecen ahora en escena no han hecho gala, precisamente, de dignidad y de independencia, y mucho menos de valentía. Tres siglas T-L-C los pone a correr como conejos. Me veo impedido, como ciudadano, por ejemplo, en mi derecho a tener acceso y contacto con la cultura árabe y musulmana, por los pasos diplomáticos dados por nuestros gobiernos en su relación desbordada con el gobierno de Israel y por supuesto ni perspectivas de relacionarnos con el país más populosos de la tierra: Esa China de pujante economía. En lo que a la actual política imperial, parece más probable encontrarse con un dinosaurio por las calles de San José (parafraseando a Oscar Arias) que vislumbrar un acto de independencia y dignidad por parte de los sectores que gobiernan este país. ¿Qué más queremos? Si el gobierno de Estados Unidos financia los gastos de la delegación que negocia con ellos el Tratado de Libre Comercio? ( a renglón seguido salta un coro exclamando que eso no afecta la “independencia” , que quienes criticamos esto somos unos “exagerados”). Claro, si a dirigentes sindicales en procesos de negociaciones le pagarán los gastos otros países ahí ni duden que el coro de ángeles estaría perforando el cielo con sus chillidos.


Con este panorama, ¿qué garantía tenemos de que un proyecto internacional de formación de cuadros policiales no se vaya a alinear con una política guerrerista internacional? Con la “guerra contra el terrorismo” de Mr. Bush? Si, despreciando a la opinión pública y las tradiciones del país Abel Pacheco se montó en el tren de la “coalición” haciéndonos partícipes de una guerra, ¿qué podemos esperar a futuro?

Lamentablemente no podemos esperar mucho de gobiernos que se arrastran tanto que nos sorprenden cuando los vemos de pie. Lo que no se puede perder de vista es que una vez consumada la idea, la instalación de una institución de este tipo, con su proyección regional y global, creará su propia lógica, y no dudo yo que será expansiva. Ya sabemos que la historia de “academias internacionales” dirigidas y financiadas por EEUU ha sido antros de terror, en que han sido formados torturadores y represores de todo el continente, en la lógica de una “doctrina de la seguridad nacional”. Ahora, no hay duda, la lógica sería la de una “guerra al terrorismo” prepotente, ubicua, ambigua, definida a conveniencia, y por supuesto, destinada a servir los intereses de quien paga la música.


Acto 3 : La Niña bien portada ( con muchas medallas, elogios, golosinas y acarameladas exclamaciones de admiración)

Quienes argumentan a favor de esta propuesta usan el insólito argumento de que la misma constituye un “reconocimiento”, un “premio” a la trayectoria de una muchachita muy bien portada ( el sesgo de género lo ponen los que juegan con la imagen), que además, necesita que Estados Unidos le “meta el hombro” para contrarrestar su impotencia en lo militar. Ya este esquema, como destacaron en su momento Coronado y Trejos, lo utilizaron en nuestro territorio para fomentar la agresión contra la Nicaragua sandinista.

El argumento es verdaderamente curioso, el reconocimiento a un país sin ejército, que hasta el gobierno de Don Abel y su tambaleante séquito auspiciaba la resolución pacífica de conflictos, no consiste en seguir su ejemplo, o en fomentar por ejemplo una academia internacional para la resolución pacífica de conflictos ( en la línea de una Universidad para la Paz), sino en la instalación de una academia internacional policial, con dirigentes e instructores estadounidenses que transitaran por nuestro territorio con rango de diplomáticos.

Así tendríamos que estar agradecidos los costarricenses, que por alguna patología pretendemos mantenernos en un territorio que no sea sometido a los designios bélicos o militares, en una especie de “delirio colectivo” que definitivamente no calza con los tiempos.

El asunto tiene que ver con el uso geopolítico de Costa Rica, que siempre se ha dado. La promoción de la imagen pacifista, respetuosa de los derechos humanos, democrática ha sido importante en el pasado. Por ejemplo, Costa Rica era la “vitrina” que se colocaba ante la revolución sandinista, y como dijera alguna vez Oscar Arias “ el mejor negocio para Costa Rica eran los 9 comandantes”. Pero, en un mundo unipolar, en que cada vez están más venidas a menos las instituciones internacionales, en que el propio EEUU puede violar en Guantánamo, en su campo de concentración, cualquier vestigio de doctrina o convención sobre derechos humanos, ¿qué importancia o uso puede tener una Costa Rica que levante un “discursito” trasnochado al cual ya no pueda sacársele filo? Bueno, algo de uso tiene que tener.

¿De qué sirve que Costa Rica se reivindique como Costa Rica y que no como la Honduras o la Nicaragua de hoy, que servilmente destinarán soldados al noble esfuerzo de reconstrucción y pacificación de Irak? Al menos sospechamos que si tuviéramos ejército, Abel Pacheco los habría enviado a cumplir su noble y civilizado papel en la coalición. (entran ahora las gallardas delegaciones de los países hermanos, frentes altivas y miradas puestas en el horizonte de desierto y petróleo, saludándonos militarmente antes de partir a cumplir su noble misión con sus hermanos españoles de la legión de Aznar):

¿Qué necesidad tiene Costa Rica de instalar una academia de este tipo? Ninguna. ¿Qué necesidad tiene Estados Unidos? ¡Lean los documentos oficiales¡¡ Entre otras cosas, hacerlo en Costa Rica contribuye a intentar “limpiar la cara” de lo que han sido los cuestionados esfuerzos de instrucción multilateral en nuestro continente. Se formarán, después de todo, en un país de paz¡ y como ha dicho John Danilovich el embajador del Gobierno de EEUU, entre las razones para elegir a Costa Rica para tan alta distinción está el que nuestro país es un “modelo regional en educación” (aunque no se le pague a los educadores y educadoras).

Cuarto acto: policías disfrazados de soldados, soldados disfrazados de policías ( ahora sí, con todo: entrenamiento, armas, espionaje, tecnología, uniformes, saludos militares, the works¡¡¡¡¡¡)

Y, a fin de cuentas: que se va a hacer en esta ILEA? Sus defensores y proponentes defienden, claro está,el carácter profesional de este noble esfuerzo. Cualquier cuestionamiento a esta imagen será calificado, por supuesto, de exageración y mala fe. ¿Porqué no dejar que hombres y mujeres especializados hagan lo suyo, y mejoren la lucha contra el crimen internacional?

No me detendré mucho en algo que he venido explorando: la imagen del guerrero que se ha construido últimamente en los círculos de poder y en los medios de comunicación dependientes del poder militar en Estados Unidos, pero se trata precisamente de una especie de “guerrero cirujano”, altamente tecnificado, sin afectaciones, que “hace lo suyo” de manera aséptica y profesional.

El asunto es que si revisamos nuestra propia historia, algo que no solemos hacer, nos daremos cuenta de que en los años ochenta se suscitó un debate acerca de la formación recibida por hombres de las instituciones armadas costarricenses en la zona norte del país en medio del conflicto regional. El alegato presentado en su momento consistía en que que la formación recibida por nuestros hombres en armas, pretendidamente policial, en la base del Murciélago, tenía en ese entonces un aspecto más militar que policial. Habría que rastrear el asunto, examinarlo, pero lo que me interesa destacar es que en la propia formación de nuestros hombres en armas lo militar y lo policial se ha confundido en el pasado. Así que, operativamente, la distinción puede ser mucho menos clara que lo que parece.

Tomemos en cuenta que, en la línea de la “profesionalización” según Leslie Kagan y Judson Ray, del FBI; en un documento oficial, en las ILEAS:

“El foco del programa no es de habilidades técnicas, sino en liderazgo personal, manejo de finanzas, Derechos Humanos, ética, las leyes y el manejo del proceso investigativo”.

Uno de los requisitos de ingreso es, sin embargo:

“Estar en excelente condición física, certificado para ejercicio físico muy demandante y participación regular en entrenamiento físico y tácticas defensivas”.

¿Qué control se tendrá sobre lo que efectivamente se haga? Difícil decirlo, hay sin duda una dimensión profesionalizante , aunque habría que discernir en que dirección apunta, dado que es indiscutible, a mi juicio, que se trata de una institución ideada en el marco de un interés geopolítico de la potencia del Norte, siguiendo sus lineamientos estratégicos, que será financiada y dirigida por personal estadounidense que además tendrá impunidad diplomática (al secretario ejecutivo costarricense que se le pone a la par le tocará velar por la infraestructura y por el personal tico que participe, solo eso).

Sin quiere ser muy mal pensado, la palabrería acerca de “derechos Humanos”, la “ley” etc. también estaba en los documentos de engendros como la “Escuela de las Américas”.

¿Qué gana Costa Rica? Algunos confites, y algunas personas o grupos sin duda se beneficiarán, además de los elogios y las adulaciones. Para usar una imagen desgastadamente patriotera, sentimental y algo cursi,- a la pobre niña, mientras la llenan de piropos, le rajan las vestiduras.


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