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En
mi temporada de ocio compré
una vaca lechera, no
era una vaca cualquiera y
parecía ser buen negocio, hasta
me conseguí un socio para
que cuidara la vaca que
estaba bastante flaca y
encima vino preñada pero
hoy tan recuperada que
entre todas se destaca. Es
de una raza lechera, y
dueña de fuertes ancas negra
con pintas blancas y
madre por vez primera; luego
de su dulce espera un
ternero ella ha parido que
tiene pinta de sabido y
es de porte bien esbelto. Su
nombre es Rigoberto y
llevará mi apellido. Con
la leche que produzca haremos
un manjar blanco; dulce
que me gusta tanto y
que mucha gente busca. Pero
lo que más me asusta que
resulte un gran mamón o
sea un tremendo tragón y
me mande hacia la quiebra por
que me las veré negra con
deudas en el cajón. Estoy
pagando un pecado o
quizás no sea negocio pues
me quedé ya sin socio y
el ternero condenado un
mamón ha resultado a
su madre la ha secado y
mis deudas aumentado me
llegaron acreedores como
no tenía valores con
el ternero he pagado. Jorvelas®Perú |