La Condena De Mi Vida
Vivo sumido en la pena
del dolor que me condena
y en la más triste soledad
que no conoce de piedad.
No supe cultivar su amor
e hice terminar el encanto
y aunque lo lamente tanto
sigo sufriendo este dolor.
Es un dolor muy profundo
que no para ni un segundo,
la herida de amor ausente
que mi corazón aún siente.
Me convertí en el emblema
de la tristeza y la pena;
del que perdió su riqueza
y ahora nada le interesa.
Ahora voy como mendigo
cargando con el castigo
en la huella de mi herida,
la condena de mi vida.
Jorvelas
