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Correos al Padre Eterno
1
Muy estimado Señor Dios:
Aquí también sus sacerdotes
nos enseñaron a asesinar en su nombre.
Éramos como niños,
nos encantaban las plumas de las guacamayas,
el aleteo del colibrí
y la luz crepuscular de la orquídea.
Pero terminamos matándonos
porque sí o porque no,
como los grandes señores del oro,
sin saber si es cierto
que la sangre derramada,
redima tanta pena.
2
Estimado Señor Dios:
Mire,
en esta tierra caminamos con el rabo entre las piernas.
Siempre ponemos la otra mejilla
y hasta nos patean el trasero.
Nos creímos a pie juntillas
el cuento del camello y el ojo de la aguja.
Y, sin embargo,
del cielo no nos llueve maná, sino veneno.
Nos prometieron la vida eterna,
pero no nos dijeron cuántos disparos
son necesarios para alcanzar el paraíso.
3
Señor Dios:
Acaso,
¿los hijos de Caín sembraron en este surco la
semilla?
¿Somos descendientes de Job
y continuamos rumiando su dolor en silencio?
¿Cuánto sufrimiento necesita un justo?
Nadie nos habla.
Transitamos como las sombras del agua
4
Dios:
Hay aserrín en la testa de los poderosos,
escoria en el corazón del imperio.
En Comala,
un príncipe demente preside el sacrificio.
Ahora entiendo:
El diablo no sabe por viejo,
sabe por diablo.
Omar Ortiz
Omar
Ortiz
Forero nació en Bogotá, Colombia, en 1950. Entre
sus
libros publicados:
La tierra y el éter, 1979; Que junda el junde, 1982; Las
muchachas del
circo, 1986; Diez regiones, 1987; Los espejos del olvido, 1991; Un
jardín para Milena, 1993; El libro de las cosas, 1995; La
luna
en el
espejo, 1999; Los espejos del olvido (antología), 1983-2002;
Diario de
los seres anónimos, 2002. Premio Nacional de
Poesía
Universidad de
Antioquia, 1995. Ha participado en numerosos encuentros de
poesía,
nacionales e internacionales.
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