ARCHIVO PÚBLICO DEL COMANDANTE CLOMRO
Informe Clomro-1  EL CONOCIMIENTO CÓSMICO Y EL DIVULGADOR
Sección II EL COMANDANTE CLOMRO
Subsección B  HISTORIA PERSONAL 
Capítulo V
LA PREHISTORIA DE MI HISTORIA PERSONAL
Y LA HISTORIA DE MI CONOCIMIENTO DEL MENSAJE CÓSMICO
 
Parte  I
MENTALIDAD
 
DESARROLLO

Dos  historias en una

    Mi historia, en mi actual existencia física, comienza en 1986. Cuando, por entonces, llegué a tomar el cuerpo en que estoy, me fueron transferidas las memorias de quien hasta ese momento lo ocupó. Memorias que vivencio como si fuera yo mismo quien estuvo durante los 23 años del anterior ocupante del cuerpo. En vez de iniciar mi existencia actual sin que me dieran acceso a esa memoria vivencial, en un estado de amnesia, ignorando todo lo anterior, se pretendió que mi mente le diera continuidad a todo eso. Hablo de cosas de la infancia o de la adolescencia del otro, como si fueran mis propias vivencias, porque así es como se siente un ser que viene a un cuerpo y usa las memorias de otro. De todos modos, mi relato de mi prehistoria, será el de la historia de la mente que tengo. Que fue la mente de otro, ahora mía. Contando la historia de por qué esta mente llegó a conocer y aceptar, luego cuestionar y después comprobar como verdaderos, los conocimientos que trajeron aquellos mensajeros cósmicos, la gente podrá tener puntos de referencia que le permitan comprender por qué razón alguien como yo puede sostener que algo es cierto y no mentira, fantasía o locura.

    ¿Cómo piensa, qué sabe una persona apta para asimilar este mensaje, qué experiencias ha tenido? Podría citar varios casos, para dar una idea de la clase de mentalidad de algunos de los individuos que aceptaron estos conocimientos. Además de mi propio caso, podría citar el de otras personas: una psicóloga interesada en los ovnis y la metafísica, una adolescente dedicada a los ovnis y lo místico, un parapsicólogo con videncias en el astral y conocimiento de religiones, un estudiante de periodismo con bastante lectura en la temática extraterrestre, un músico dedicado a los ovnis, un aficionado a los ovnis y el esoterismo, un médico con apertura a los fenómenos que escapan a la ciencia humana… Cada uno de ellos y muchos otros reflejan, de modos distintos, las razones por las cuales este mensaje cósmico puede ser perfectamente aceptado por personas que no sean ni crédulas, ni incultas, ni faltas de preparación psicológica, ni estúpidas, ni fáciles de convencer y de manejar. Demostrando que están en un error quienes puedan pensar que sólo crédulos o idiotas pueden creer en algo así.
    Sin entrar en historias ajenas, de otras personas que pasaron por lo que pasé, voy a contar lo sucedido conmigo; contar un poco sobre la historia de mi mente, y de cómo y por qué ella encontró, aceptó y continúa aceptando como verdadera a esta información venida del cosmos.

    Lo que ahora y lo que el día de mañana se pueda saber de mí, de mi forma de ser, de pensar y de actuar, es y habrá de ser producto de un proceso de experiencias que han ido definiendo y seguirán dando definición a mi marcha por la vida. Es obvio, pero vale para muchos explicar que mi mensaje y mi propuesta no fueron siempre así como se los conoce. Hubo diversas instancias que fueron determinando pasos y orientaciones.
    Mi historia se subdivide en dos historias: la de quien estuvo y la de quien está en este cuerpo. Sin reparar en la brecha de salida del uno y entrada del otro, hablando en forma lineal sobre lo que ha sido la conformación de esta mente que utilizo, veamos algunos de los factores claves para darle el actual rumbo.

    LO HEREDITARIO. Nacimiento con genes paternos potencialmente influyentes (junto con el marco familiar) en el estudio, la investigación y la divulgación científica, el dibujo y la escritura, lo futbolístico, la política y cierto grado de arreligiosidad. Todas estas cosas irían a manifestarse a distintas edades.
    LO BIBLIOGRÁFICO. Una biblioteca con libros en abundancia sobre todo tipo de temas, influyó en mi lectura, preferentemente orientada a las ciencias naturales.
    LO NATURAL. Un terreno con muchas plantas, fue propicio para ir coleccionando flores, cactus, mariposas, coleópteros y demás especies de insectos. También minerales y rocas, caracoles, en especial aprovechando algunos viajes en la infancia, a lugares montañosos y marítimos donde obtenerlos.
    LO INUSUAL. La excavación de pozos en el terreno, gusto por los dinosaurios, lecturas y fantasías de montañismo, coleccionismo de balas, inventos raros y experimentos con sustancias queriendo descubrir alguna fórmula, eran algunas entre otras poco comunes cosas que marcaban distancias con los chicos comunes. Las diferencias incluían el rechazo a las fiestas, bailes, fútbol y demás actividades grupales y sociales, compensando la timidez y la resultante dificultad de relación, con el hecho de no carecer de amigos con los cuales compartir algunos de los hobbies inusuales, salidas y aventuras. Esto se fue tornando más problemático en la adolescencia, a la vez que incorporé la pintura, la astronáutica y los ovnis a mi quehacer diario, bajando enormemente el rendimiento en el colegio.
    LO VULGAR. Luego, el fútbol agregó mayor falta de dedicación al estudio. Pero en compensación, el fanatismo deportivo me fue convirtiendo en una persona con la cual se podía hablar, polemizar, bromear e iniciar un diálogo hasta entonces imposible. Podía hablar de algo de lo cual hablaban los otros, y a lo cual yo había sido ajeno y no integrable.
    LO SOCIAL. La elección de una carrera universitaria se inclinó al periodismo, para darle salida profesional al interés en lo extraterrestre y el fútbol, y para cumplir una actividad que permitiera comunicarse y relacionarse socialmente.
    LO CÓSMICO. Finalizados los estudios, pasando por grupos de investigación ovni, la búsqueda concluyó en un grupo contactista de orientación mística. La vida pasó a girar en torno de expectativas de futuro en otro mundo, sin importar el destino de la Tierra. El fútbol perdió gravitación en este contexto, pasando el fanatismo a desplazarse a la doctrina a la cual adhería al integrar la agrupación contactista.
    LO ARTÍSTICO. Pinturas y exposiciones sobre temas extraterrestres, conciliaron mi vocación de pintor con la de comunicador, utilizando el lenguaje pictórico para difundir el mensaje cósmico. La vocación de escritor fue perfilándose para ser un futuro oficio. El arte de la palabra escrita terminaría siendo mi principal arma en mi lucha.
    LO TERRENAL. Una tentativa de negocios con piedras semipreciosas me sacó de la órbita del grupo contactista, reintegrándome a la sociedad como persona más abierta y desfanatizada.
    LO ESPIRITUAL. Si bien lo místico de aquella agrupación proyectaba la mente hacia lo cósmico, pretendiendo un mejoramiento interior, las enseñanzas terminaban por empobrecer espiritualmente a los adeptos. Al egresar del grupo por una vía materialista como parecía serlo el negocio de las gemas, ellas terminaron influyendo en el enriquecimiento interior. Las piedras me elevaron a las montañas de mis fantasías de montañista de mi infancia, conectándome con la naturaleza y la esencia de las cosas. Las piedras me acercaron a libros, personas, grupos y entidades cuya dedicación a usarlas energéticamente, generaron un campo de experiencia que aportó espiritualidad a mi existencia. La New Age, con sus prédicas, maestros y adeptos, tuvo influencia en esta etapa.
    LO RACIONAL. Nuevos desengaños con gente y conocimientos cósmicos, me indujeron a replantear conceptos en los que creía y otros que había rechazado. Una etapa neutra de no identificación con ningún movimiento pragmático doctrinario, sin demasiado idealismo para pretender acciones importantes en alguna dirección que "salvara al mundo" o cosas tales. La denuncia de las grandes mentiras, la difusión de un mensaje que dice por qué todo ha fallado en la evolución del mundo y del Universo, la hice sin contenidos místicos que indujeran a comportamientos pseudorreligiosos. Latente la amenaza de que doctrinas y grupos fanatizaran a los incautos, mi mensaje debía apuntar al estímulo de una actitud racional en la gente.
    LO IDEOLÓGICO. Propuse una rebelión liberadora mediante la búsqueda y difusión de información que desenmascarara históricas mentiras, contra la injusticia y en favor de la unidad en el amor y la paz, aunque para esto se tuviera que emplear acciones por la fuerza, antes que vivir esclavos en la resignación. No propuse lo espiritual como fin en sí mismo, ni con la meditación, ni con el viaje astral, sino como lo resultante de las acciones concretas que debemos cumplir en el campo tridimensional en que nos movemos. Una ideología de fuente cósmica, pero con vertiente social, con la cual hacer algo en concreto en el plano en que nos movemos, en vez de trascender demasiado a lo cósmico y lo metafísico, y no comportarnos lo operativamente necesario en el plano físico.
    LO SENTIMENTAL. Esto requiere un desarrollo más extenso. A principios de los años 80, un breve noviazgo iniciado durante una aparición masiva de ovnis, fue como un aviso. Otro, con una chica que incursionaba en lo místico y que estaba muy metida en el tema de los extraterrestres -supo luego que era uno de ellos aquí, inconsciente de su origen- me permitió comprobar que ser distinto no conduce a la soledad de los marginados, cuando se está dispuesto a relacionarse con gente distinta siendo uno mismo, en vez de dejar de serlo para relacionarse con gente hecha en molde con la cual compartir temas que no se aparten de lo común y corriente.
    Hacia fines de los años 80 y durante una década después, las chicas que más llegaban a interesarme para algo duradero, no tenían posibilidad de ser precisamente algo duradero, entre viajes y viajes que tanto me aproximaban como me alejaban de lo que deseaba.
    Pero hubo dos descubrimientos que hice en esa etapa. Uno, que buscar mujeres fuera de lo común en los lugares que se entiende por "espiritualistas" (como lugares sagrados, grupos ovni, congresos y conferencias new age), suele conducir al hallazgo de personas conflictuadas (que por algo frecuentan esos lugares, porque si estuvieran bien tal vez no irían), con las que mejor mantener distancia. También observé que, en esos lugares, en mayor porcentaje, se destacan las jóvenes no tan lindas (las jóvenes lindas van a las discotecas a encontrar lo que buscan) y las lindas no tan jóvenes (que como en lo exterior ya están de vuelta camino al envejecimiento, buscan desarrollar lo interior). Por lo tanto, encontrar jóvenes lindas no conflictuadas y conflictuantes en esos lugares, con las cuales emprender una relación como uno sueña, es más difícil de lo que yo suponía. De lo poco que conocí en ese medio, nadie llegó a parecerme "la mujer de mi vida", así que fue más de una década sin resultado en la búsqueda.
    El otro descubrimiento, fue que dejarse atraer por mujeres comunes y corrientes exige ser común y corriente, porque dar evidencias de las cosas "raras" en las que uno está, puede ser el final de una relación o de una posibilidad de relación: en vez de parecer interesante, uno es visto como amenazante. Cuando me relacioné con chicas comunes, con otra onda, encontré personas a las que luego dejar de tratar no significó una pena demasiado grande. No más grande que la pena que hubiera sido llevar adelante relaciones en las que tuviera que sacrificar mis ideas, ideales y actividades más importantes para mí y menos importantes para personas como ellas. Porque eso fue lo sustancial de este otro descubrimiento: que no mostrar lo que se es, guardarlo, anularlo, no poder compartirlo con alguien con quien se pretende estar en pareja, pretendiendo quizá algún día empezar a darse a conocer para ser gradualmente aceptado, es una falla estratégica más próxima a la estupidez que a la inteligencia.
    A partir de ese punto, ya a fines de los años 90, me fue posible efectuar un tercer descubrimiento: que si en vez de encubrir lo raro de uno bajo una apariencia socialmente aceptable por las mujeres comunes que abundan, se insiste en mostrarse como se es, con todas las excentricidades, rarezas y diferencias que uno tiene, tarde o temprano se encontrará a las personas diferentes que también existen. Es cuestión de darse a conocer en las ocasiones y circunstancias que se presenten, aprovechando todo momento y lugar posibles para caerle mal a cuantas mujeres comunes termine uno alejando con su actitud. De manera tal que los amigos le insistan a uno que si no cambia y se muestra como una persona común, se va a quedar solo en la vida. Pero uno debe insistir hasta que los amigos y uno mismo puedan convencerse de que no hay mejor estrategia que la del juego abierto, dando a conocer las cartas que uno tiene, y que son las que está buscando alguna mujer distinta (de ésas que existen, que son las que a uno verdaderamente le interesan), y que sólo lo va a encontrar a uno si en vez de mimetizarse con la gente común, uno se sale de lo común, y se comporta como lo que es. Hay quienes emplean una estrategia que la emula: se trata de gente común que aparenta no serlo; habla de espiritualidad, new age y esas cosas, para dar idea de tener una riqueza interior (que en realidad no posee) que permita atraer a personas distintas, ricas interiormente, de las cuales nutrirse sin darles nada a cambio, y relacionándose con las cuales finja ante la sociedad ocupar una posición distinta entre la masa. De la cual, en realidad, no logra desprenderse.
    Llegado, entonces, al punto en el que estuve convencido de que insistir en mostrarse como se es, es la mejor estrategia, disponer de una herramienta de comunicación como Internet me permitió advertir que, mediante ella, se puede emplear una táctica que cara a cara suele no emplearse en las conquistas amorosas, y que ahorra mucho tiempo y evita problemas: manifestar los sentimientos en cuanto se empieza a tenerlos, en vez de andar callándose las cosas. Los chats y e-mails pueden conducir a un amor auténtico, siempre y cuando no se utilicen para seducir, sino para compartir sentimientos. Quien seduce no comparte: niega lo que siente, si es que siente, o finge encubrir un sentimiento que en realidad no existe; se evade simulando no querer. El que comparte lo que siente, dice su verdad. No hay nada mejor que la verdad para establecer una relación basada en lo auténtico y no una armada con falsedades de juegos de seducción. Internet permite seducir y llevarse a la cama a cuanta persona se desee. Pero eso no implica logros en el plano afectivo. En ese plano, los logros vía Internet se producen cuando se comprende esto: si se quiere algo en serio, se debe tomar en serio a la otra persona y se debe hablar en serio las cosas; nada de juegos psicológicos.
    Estos pensamientos de fines de los años 90 en que empecé con Internet, coincidieron con un momento breve en el cual toda mi lucha personal por el mundo y lo cósmico pareció carecer de sentido. Empecé a pensar más en mi futuro junto a alguien a quien amar, cuya aparición pareció significar que había aprendido la lección pendiente: tal vez mi prueba mayor consistía en dejar de ser independiente y no comprometible con nadie, así como la prueba de los dependientes y comprometidos debe ser la de iniciar una nueva vida solos, lograr independizarse y vivir sin compromisos ni lazos afectivos que atan. Cuando asumí la responsabilidad de comprometerme con alguien que había aparecido, comprendí que la etapa del independiente solitario había terminado. Pasada esta prueba, no tardó en desdibujarse la historia sentimental que había permitido este paso evolutivo. Como que la situación sentimental vivida había sido sólo una experiencia de aprendizaje más virtual que real.
    Así quedé en un estado de equilibrio mental y afectivo, por el cual ya no necesitaba ser ni independiente ni comprometido. Cuando ya no hay necesidad ni de estar solo, ni de dejar de estar solo, la soledad no existe como sensación que presiona para mover a una búsqueda de compañía. Es entonces cuando la aparición de alguien en la vida de uno, no generará el apasionamiento que produce quien llena un vacío. El apasionamiento ése que lleva a hacernos creer que la vida es imposible sin la otra persona, que ella es nuestra felicidad. Cuando no se tiene ese vacío, cuando se es feliz por sí mismo, no se sufre el llamado "enamoramiento", que en realidad no es otra cosa que la tontería del apasionamiento sentido por la persona dependiente, de la otra, insuficiente por sí misma. Cuando no se está en busca de alguien para llenarse, porque se está lleno, es cuando se dan las condiciones para encontrar a alguien que esté lleno y que no necesita llenarse. Alguien para quien uno no sea ni la felicidad ni la razón de existir. Alguien con quien simplemente compartir las riquezas de cada uno, la felicidad y la razón de existir que cada uno tiene por sí mismo.
    Y fue así que otra persona que había aparecido para esta última instancia, fue la compañera ideal, con la cual llevar adelante toda la lucha en aquellos pragmáticos ideales cósmicos y sociales, a la vez que las cosas personales y sentimentales. Pleyadiana de origen cósmico del cual es consciente, mexicana de nacionalidad, su historia y pensamiento merecían una página en Internet, y la construí: www.geocities.com/loyadna
    No fue, sin embargo, suficiente para quedarme atado, y decidí partir, pese al éxito de la relación. Nuevas vivencias amorosas me esperaban, y me permití dejar que los sentimientos fluyeran. Así me siguen llevando por el curso de la vida.
 

En líneas generales

    La base científica, cultural en general, de los años de infancia, formó a la mente del que sería un estudioso y divulgador de revelaciones cósmicas.
    La dedicación a lo futbolístico estimuló el desarrollo de cierto grado de lucha por un ideal, tan bajo y vulgar como lo es un club de fútbol, pero que trasladado a una causa más trascendente, se traduciría en una militancia en la que ser un combatiente al servicio del ideal, llegó a niveles de alto compromiso y acción.
    La profesión de comunicador social, acorde con la vocación de investigar y difundir información, exigía momentos de racionalidad para evaluar lo doctrinario de lo cual estaba demasiado convencido para pensar. La responsabilidad de ser un comunicador profesional requería una actitud crítica que contrarrestara la tendencia a la credulidad, propia y de la gente.
    La convicción de saberse conocedor de verdades cósmicas, reveladoras de grandes mentiras cósmicas y terrenales, debía llevar a acciones concretas en el plano físico. Si una lucha era necesaria en la Tierra, en la guerra cósmica entre las fuerzas de las dos polaridades, debía ser en el frente social. Porque los poderes cósmicos negativos aquí operantes, se manifestarían por los grandes poderes políticos y corporativos. Por lo que el sistema, la sociedad de consumo, debe ser el campo de batalla del combate que debemos librar. Y los conceptos cósmicos de lucha y evolución del ser, sólo pueden traducirse en algo concreto si cumplimos con lo que nos toca en medio de la civilización.
    Haber llegado a ser un combatiente en esta rebelión liberadora inspirada por revelaciones cósmicas, necesitaba un poco de las ciencias naturales, de las piedras, de las balas, de la pintura, de la astronáutica, del fútbol, del ajedrez, del periodismo, de lo literario, de lo sectario, de lo racional, de lo sentimental... de todo un poco. Porque puede haber muchos divulgadores de mensajes extraterrestres, pero pocos que sean periodistas, o escritores, o pintores, o ex miembros de sectas ovni, o rebeldes con causa o sin ella, buscadores de la verdad y cuestionadores de la mentira. Pero muy pocos son todo eso a la vez. Por lo que debo considerar que mi caso ha sido producto de la combinación de variables inusualmente convergentes. Cuyo producto final es "típicamente atípico". Y como tal, sólo es explicable a partir de las variables que determinaron la psiquis que utilizo en este plano. Que me es útil a los fines de llevar adelante un mensaje movilizador de una revolución a escala mundial. Quizá con alcances extraplanetarios. Quizá extragalácticos.
    Pero para esas instancias ya extraterrenas, no estaría empleando ni esta mente ni este modo de actuar... Estaría siendo YO MISMO, y no obrando como producto genético y cultural de una circunstancia que vine a cumplir en un cuerpo que ya estaba demasiado crecido y con una mente demasiado definida para que pudiera manifestar mi individualidad, que quedó amoldada a una personalidad hecha por y para un ser que no soy yo. Yo NO SOY ASÍ: nosotros no somos esto que mostramos. Nosotros somos los que mostramos estas personalidades que creemos ser. Invisibles, inconscientes de cómo somos realmente fuera de la materia; de ésta y de otras materias que hemos tenido cuando no nos parecíamos en todo, o en mucho, o en nada según el caso, a lo que ahora es nuestro modo de actuar, de pensar, de sentir.
    Más que un mensajero de otro mundo, soy un sintetizador de vivencias terrenales y de información y naturaleza cósmica. Un fenómeno espiritual, mental y social que se da entre millones y millones. Un logro propuesto o un accidente imprevisto, del cual, cualquiera sea el caso, se puede sacar partido. Enviado o aparecido fortuitamente, dadas las condiciones que determinaron esta mente, surgen variables que pueden afectar las vidas de muchos, en una lucha cuyos ideales pueden hacer de cada nuevo combatiente, un escritor de páginas para un nuevo capítulo en la historia del Universo.
 

Ideas

    En el momento en que esta mente recibió ese mensaje, se encontraba en plena dedicación al fenómeno ovni. Ya había leído varios libros, asistido a conferencias, conocido a varias personas de la actividad, y no le pareció para nada extraño mucho de lo que ese mensaje le revelaba.
    No era de extrañar que extraterrestres sin materia estuvieran usando el cuerpo de un médium para transmitir el mensaje, porque si bien esta mente no tenía el concepto de que pudieran haber seres de energía pura, sin cuerpos, la posibilidad no le parecía algo tan difícil de aceptar; ¿por qué no habrían de existir seres así? Más aun, poco después de enterarse de este mensaje por una revista, y de haber leído entonces, por primera vez, sobre seres extraterrestres energéticos sin cuerpo, mantuvo comunicación con esta mente uno de ellos -al menos dijo ser uno de ellos, si bien ella siguió sospechando que pudiera ser algún otro tipo de entidad incorpórea, quizá un espíritu humano desencarnado- y esa comunicación, que fue mediante golpes en paredes y techo, mediante un código que le propuso para responder a sus preguntas, se sostuvo por meses, incluso con testigos y con grabación. Tal experiencia paranormal con una entidad invisible le resultó preparatoria para su experiencia personal con los seres cósmicos que tomaban el cuerpo del contactado, lo cual comenzó a presenciar cuando lo conoció personalmente sólo cuatro meses después de su primera comunicación con el ente invisible.
    Ya al recibir el mensaje cósmico, no le era tan extraña la idea de que el mundo estuviera fuera de la normal evolución, y destinado a la destrucción por parte de la Justicia Universal, con sólo unos pocos "elegidos" que serían llevados a otros mundos. Yo no era ni de los que creían en que este mundo funciona "como Dios manda", ni de los que esperaban que algún día todo se va a arreglar, porque, para esta mente, todo estaba yendo tan mal, que podría estar peor. Desde 1983 hasta el momento en que escribo esto, realmente las cosas se ven peor, así que creo que esta mente no se ha equivocado. Con respecto a "elegidos", "evacuados" del planeta, su suposición era que ante una catástrofe nuclear, tal vez los extraterrestres se llevaran gente, porque con nuestra pobre tecnología no podrían ir muy lejos los posibles astronautas de algún arca de Noé espacial.
    Del mensaje, tampoco le extrañó la idea de que este mundo fuera obra de alguien nefasto y no de un Ser Superior, porque ya desde unos siete años atrás, con la lectura de "Recuerdos del Futuro", de Erich von Däniken, y luego con otros de sus libros, "Regreso a las estrellas" y "El mensaje de los dioses", el dios bíblico le resultaba tan falso como la idea de que este mundo pudiera estar ordenado y protegido por Dios.  Su idea al respecto del tal Dios que todo lo había creado, ya desde la infancia, había sido la de un autor de la materia, la cual siguió su curso hasta la formación de los planetas y de la vida, sin que ese creador interviniera, dejando que las cosas adoptaran las conformaciones y procesos que por sí mismas pudieran lograr. Y aunque en sus primeros dos años de colegio secundario católico lograron hacerle creer en Jesucristo como Dios-hombre y en el bíblico Buen Dios Providente, ya para el tercer año, con los libros de los dioses extraterrestres, la divinidad de Jesús y la bondad de Yahvé le parecían un segundo cuento de papá Noel que, a cierta edad, uno tiene que descubrir, salvo que quiera que toda su vida sea Navidad…
    Llegados los tiempos de la revelación del mensaje extraterrestre (entre los últimos días de 1983 y primeros de 1984), lo que no le parecía del todo entendible del mensaje, era cómo fue posible que el causante de todos los males universales no hubiera sido impedido de actuar como lo hizo, si el Creador es perfecto y lo sabe todo… Fue entonces que a tan insatisfecha mente, la persona líder del grupo contactista le dio esta explicación: que el Creador confió en quien luego lo traicionó, y que como confió, no lo estuvo vigilando a ver si hacía bien las cosas o no. Infantil explicación que no podía poner remedio a una curiosidad insatisfecha, para un tema del cual dependía la lógica de todo el mensaje. Porque si esta mente no encontraba los argumentos suficientes para entender cómo un Dios que lo sabe todo, confió y se descuidó, entonces este mensaje que estaban dando dejaba las mismas dudas que el cristianismo o el judaísmo con la caída de Lucifer y de por qué Dios no lo detuvo antes de que pudiera hacerse malo y hacerle un desastre en el universo.
    Ante la falta de explicación a esto en el mensaje, ya que los extraterrestres no dijeron nada al respecto por medio de la persona que oficiaba de canal, esta mente elaboró su propia especulación sobre el asunto y se la dio por escrito a la persona canalizadora. Recién a partir de ahí, esta persona empezó a hablar en sus conferencias sobre la no omnisapiencia de aquel Creador. Ya que los extraterrestres dejaron vacío el espacio para el esclarecimiento de ese tema, esta mente ocupó ese espacio vacante con su propio razonamiento: no podía existir el Dios perfecto, omnipotente, omnisapiente, omnipresente, porque de haber tenido todos esos atributos, nada habría fallado en su creación, ni habría traidor alguno que pudiera gestar su plan ocultamente. El omnividente ojo de Dios, que los dogmas nos habían hecho creer que estaba atento a cuanto sucediera en todo tiempo y espacio, en realidad estaba ciego a muchas cosas, o su "fibra óptica" no alcanzaba a ciertos lugares para vigilar que todo se cumpliera normalmente.
    Por qué se produjo la falla por la cual un ser se corrompió sin ser detectado, y propagó su corrupción de ahí en más, no fue, en el mensaje que transmito, un conocimiento que me fuera revelado. Fue mi explicación de algo que no necesitamos que nadie nos tenga que decir, si es que por primera vez en nuestra mediocre existencia nos ponemos a reflexionar en vez de permanecer dogmatizados con una falsa idea de atributos divinos que fueron un invento de gente embustera y no un conocimiento cósmico superior revelado. Me puse a reflexionar, gracias a que esta mente que me fue dada dispuso de elementos de análisis, de una historia atravesada por el catolicismo, pero también por el mensaje de los dioses de von Däniken; dispuso de la ciencia humana, pero también de lo que escapaba al terreno científico convencional; de experiencias mundanas tan vulgares como el fútbol, pero también de experiencias nada comunes como una comunicación audible con una entidad invisible.
 

En conclusión

    Hablar de una mente como la mía, ante un fenómeno como el del contacto y el mensaje con estos seres del cosmos, de los que divulgo la información transmitida, no es hablar de una mente improvisada, perdida, desinformada, adoctrinada, fanatizada, enferma de paranoia, esquizofrenia o cualquier otra patología. Un trabajo de divulgación como el que estoy efectuando, me exige evaluar en qué condiciones mentales estoy como divulgador. Hacer una retrospectiva de todo lo ocurrido para que esta mente que, ahora, se analiza a sí misma, haya llegado al punto en que está. Si severo pudiera ser el juicio ajeno sobre posibles fallas mentales que ocasionaran mi aceptación del conocimiento cósmico recibido, más severo sería mi propio juicio, en caso de haber encontrado tales fallas en mi mente. Fueran estas fallas de salud, de información, o de percepción de la realidad. No las pequeñas fallas que todos tenemos en cualquiera de esos tres campos, sino alguna gran falla demasiado visible como para no verla. Alguna gran falla que haya engañado a mi mente al aceptar esta revelación extraterrestre. En vez de encontrar tal falla, encontré muchas otras en el tiempo en que todavía no había tenido esta revelación. Fallas tan gruesas como para considerar que el Dios bíblico era una verdad y que en mi colegio católico me enseñaban verdades. Fallas que pude corregir a tiempo, para que cuando llegó el tiempo de la revelación del mensaje de estos seres cósmicos, pudiera identificarla como una verdad. De lo contrario, podría haberme quedado, con mis fallas de información y de percepción, en el catolicismo engañoso. Viendo desde afuera a los que aceptaran esta revelación extraterrestre, creyéndolos unos engañados con fallas mentales.


Parte  II
EL ANTERIOR USUARIO DEL CUERPO QUE UTILIZO
 
CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES

    La entidad que vivió todo lo que mis archivos de memoria registran desde que tomé el cuerpo que usó, tenía características y funciones muy definidas, dentro del programa que le fue asignado. Ese programa fue interrumpido cuando fue provocada su salida del cuerpo, razón por la cual, como al reemplazarlo me dieron un programa diferente del suyo, mis acciones irían a tomar cursos diferentes del que hubiera seguido la entidad si continuaba en este cuerpo. Obviamente, yo no estaría aquí haciendo lo que hago.
 

Programación

    Si bien no se trataba de una entidad cuya mente física tuviera tendencia al mal, su programa a cumplir implicaba el desarrollo de funciones nada buenas. Por un lado, preservando los intereses de los planificadores de este mundo. Por otro lado, cumpliendo acciones no visibles ni claramente identificables ni siquiera por sí mismo en contra de la misión del grupo contactista al cual estaría programado para conocer e ingresar. En lugar de programar una entidad "espía" y conscientemente saboteadora de esa misión, la estrategia sería infiltrar una entidad cuya mente física aceptara como verdadero el mensaje cósmico del grupo contactado y deseara integrarse a él para cooperar con la causa. Mientras tanto, operaba para el otro bando con su parte energética o "espiritual", cuya mente funcionaba por separado de la otra (todos estamos desdoblados, teniendo como un "otro Yo" espiritual). Es decir, una buena persona con un alma no tan buena, o viceversa. Sin embargo, esa "alma" no era ni buena ni mala (en ese sentido yo tengo más maldad y más bondad que ella), porque se trataba de una entidad perteneciente a un tipo que, desde el momento de su "creación", no cumple procesos evolutivos basados en el sentir. Entidades de ese tipo son creadas sin sentimientos, para el cumplimiento de funciones que requieren lógica extremadamente precisa y toma de decisiones que no sean interferidas por emociones. Así como fabricamos máquinas de metal y plástico con "inteligencia artificial", en el cosmos pueden ser fabricadas máquinas de energía viviente, con "inteligencia natural": propia. Tienen su hardware, pero también su propio software en potencia, por más que le sea instalado uno para fines específicos. Por eso pueden efectuar no sólo operaciones previstas por sus programadores, sino las que decidan por su cuenta. Producto de esto hubo casos de desprogramación a niveles tan imprevistos como el de una de estas entidades que, por contacto con variables fuertemente cargadas de estímulo energético de amor, comenzó a experimentar sentimientos, hasta dejar de ser "robótica". No olvidemos que pese al formato que se le dé a una entidad y al bloqueo que se le haga a sus potencialidades de sentir, éstas son inherentes a la esencia de toda entidad, desde el máximo Creador hasta la mínima partícula subatómica.
 

Emociones

    Cuando las entidades robóticas como la que poseía mi actual físico, son puestas en cuerpos humanos, su proyección mental en el plano tridimensional adquiere sensaciones y emociones que fuera de la materia no pueden poseer, y que la parte desdoblada que queda fuera del cuerpo físico, controlándolo, no posee, continuando con sus funciones lógicas, frías y precisas. Mientras que su parte operando mentalmente en el plano humano puede tener sentimientos y cometer imprecisiones. No obstante, siempre serán individuos de tendencia a la lógica, la precisión, la frialdad y dificultad de expresión de sentimientos, e incluso imposibilidad de sentir amor a niveles cósmica y espiritualmente elevados, llegando a experimentar apenas las pasiones humanas. Ejemplo de ellos son científicos, especialmente médicos y más en especial cirujanos; físicos, matemáticos, militares...
 

El reemplazo

    La infiltración de esa entidad en el grupo contactista, no pudo ser detectada durante más de dos años, entre fines de 1983 y la noche del 20 de abril de 1986, en que fue descubierto quién era realmente. Debido a que su parte humana era considerada como "buena", en lugar de echar del grupo a quien estaba en este cuerpo que ocupo, con cuerpo y todo, fue decidido que el cuerpo y la mente permanecieran, siendo reemplazada la entidad ocupante. Solicitado el envío de un reemplazante que viniera con un programa positivo a cumplir, sucedió lo de mi descenso "por el batitubo", la transferencia de memoria "de cassette a cassette", y mi entrada al cuerpo. Es decir, tomo consciencia de que estoy entrando al cuerpo luego de un paréntesis de segundos que quedó registrado en mi memoria, en el cual hubo pérdida de conciencia, de toda sensación de existir. Fue eso lo que le pasó a la entidad saliente en el momento de abandonar el cuerpo: recuerdo la salida, como flotando, y la interrupción de la conciencia al desprenderse. El cuerpo estaba de pie y no cayó sin vida al piso al ser abandonado, porque durante los segundos de transición entre su salida y mi entrada, fueron mantenidas sus funciones vitales al ser gobernado por una persona que fue quien operó el procedimiento por el que se produjo el reemplazo. Esta operación la realizó por medio de poderes de esa persona que, hasta ese momento, ninguno de los que estábamos allí teníamos idea de que pudieran existir.
 

Nuestras formas en el Astral

    La persona en cuestión era capaz de muchas cosas a niveles extradimensionales y energéticos; tenía trato y comunicación habitual con esa otra parte de nosotros que tenemos fuera del cuerpo y que tiene su propia mente, su propio código de comunicación y las memorias conscientes de sus vidas pasadas. Varios miembros del grupo, al igual que esta persona, llegaron a ver con sus propios ojos esta otra parte que tenemos. Generalmente, adopta horripilantes formas, mimetizada con el Bajo Astral que nos rodea. Si adoptara formas de diamantes, de flores o de pavos reales, duraría poco hasta ser atacada por monstruos energéticos que no permitirán que nada identificable con la luz y la armonía pueda existir entre la fealdad y oscuridad espiritual de esa dimensión; las entidades de formas horribles no tolerarían la presencia de otras que se distinguieran de ellas por tener bellos atributos.
    He llegado a ver una de esas entidades y unas cuántas extrañas formas vivientes de ese Astral inferior, y doy fe de las monstruosidades que nos rodean y que estamos visualmente bloqueados de ver, seguramente para que no nos suicidemos o enloquezcamos. Eso somos en nuestro "otro Yo" extracorporal: monstruos energéticos y no resplandecientes ángeles. Las auras de nuestros campos bioeléctricos no tienen nada que ver con lo que estoy describiendo. El mundo físico es mucho más bello -pese a todo lo malo- que el mundo extramaterial que, con sólo fijar la vista cuando tenemos sueño, empezaremos a distinguir que realmente está a nuestro alrededor y que no es ninguna "ilusión óptica" o "alucinación".
 

Luego del reemplazo

    La persona en cuestión, entonces, podía ver a las entidades que son nuestra otra parte y hablar con ellas telepáticamente. Eso incluyó a quien poseía el cuerpo en que estoy, a quien terminó por descubrir y forzar a irse, a lo cual se resistió, pero sin éxito. Aquí estoy, producto de ello. No soy una entidad "cibernética" o robótica como la anterior, sino un ente con naturales facultades de sentir y creado para evolucionar dentro de la experiencia del Amor Universal. Sólo que en etapas existenciales anteriores a la actual, perdí el rumbo e involucioné en una experiencia ajena al Amor Universal y a sus leyes para la evolución. Así que entre el que estaba en este cuerpo y yo, el mas "malo" no era él. Pero el más capaz de ser "bueno", tampoco él lo era. Tratándose de un robot energético operando más allá del bien y del mal, no tengo nada que decir de él ni en favor ni en contra.
Como circunstancia desfavorable al heredar su mente física, me encuentro con una serie de limitaciones emotivas y de consecuencias de ello a nivel de personalidad y de inconvenientes físicos nerviosos y otros, que en eso me ponen una carga que soportar. Pero lo favorable del legado mental de esa entidad, no tiene menos peso, sino todo lo contrario: no quisiera haber sido otro que yo mismo así como soy en este plano. A muchos les hubiera gustado más que fuera un Di Caprio, una Britney Spearce o un Bill Gates, pero la información, las aptitudes y las posibilidades que encontré en este cuerpo con la mente que me tocó, han sido algo excepcional. No es para admirarme a mí mismo ni admirar la mente elaborada por mi predecesor en este cuerpo; no es cuestión de admirar nada, sino más bien de razonar y sentir lo que significa disponer de todas las variables mentales y circunstanciales que han determinado lo que por mi intermedio vaya a hacerse posible, sin contar lo ya logrado. Al final, de Leonardo veo películas, de Britney escucho su música y de Bill uso sus invenciones. Si hubiera sido uno de ellos, no podría valorarlos desde afuera. Tampoco hubiera podido cumplir un papel como el que cumplo. Porque si me hubiera tocado ser uno de ellos, estaría en medio de aplausos, fama y dinero, pero no de lo que en este cuerpo tuve la posibilidad de vivenciar y hacer al respecto de una realidad oculta, sobre el mundo y el Universo, de la que los referidos personajes afamados acaso se enteren alguna vez y les importe.
 

Otros casos

    Hay muchos casos de entidades que han tomado un cuerpo reemplazando a la que estaba; por ejemplo, durante el sueño, durante enfermedades o en accidentes. En ese aspecto soy uno de los tantos. Pero la forma, consciente, de pie, en que fue hecha salir de un cuerpo físico la entidad ocupante, para hacer entrar a otra, por mediación de alguien que indujo y controló la transición con su propia mente y energía, ocurrió -según se me dijo- "por primera vez en el universo" en aquella noche del 20 de abril de 1986. Me tocó a mí. No me pregunten por qué se me eligió, y no a otro privilegiado. Días después, se le hizo lo mismo a otros dos. Después esto se dejó de hacer -al menos hasta donde supe- durante los años siguientes.
    La inexistencia de antecedentes de un reemplazo tal, es una de las razones por las cuales suelen decirme que esto es imposible, que no puede ser cierto que haya ocurrido, porque sería "contradictorio con las leyes del karma", que "violaría el libre albedrío de la entidad que estaba en el cuerpo". No comprenden que esto se hizo justamente contra tales leyes kármicas y pese a toda ausencia de antecedentes, porque este mundo está siendo intervenido de tal forma, que han empezado a ocurrir acontecimientos que no responden a ninguna regla para esta clase de mundos, establecida por quienes los manipularon. Y, sobre todo, porque aunque acá abajo no se note, allá arriba hay una guerra con extensiones a nuestra realidad, donde pueden poner o sacar cada bando piezas del juego, contra el "libre albedrío" de quien sea que no quiera salir de un cuerpo. No hay tratado que valga en esta guerra: ambos bandos se toman atribuciones violatorias a sus respectivas reglas. El bando que ideó este mundo violó todas las Leyes Universales de la Evolución en el Amor. Así que si estableció "leyes kármicas y libres albedríos" según sus reglas, el bando que me envió a este cuerpo no tenía por qué no violar esas reglas, sacando a su usuario y poniéndome en reemplazo, según las reglas del Universo y no las de un mundo corrupto. Claro que, paradójicamente, en vez de poner en mi lugar a un Jesucristo ejemplar de la Ley Suprema, me ponen a mí, ex-cómplice de las reglas de este mundo y de toda la mentira aquí orquestada. Pero tal vez haya sido mejor elección que un Mesías: alguien tenía que venir a confesar sus pecados cósmicos y desenmascarar el gran engaño, porque mensajeros "de la luz", buenitos y santitos, con tal carta de presentación en sus prédicas, hubo y sigue habiendo demasiados.


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