1) Preparación
Frente a una imagen de la
Bodisatva Kuan-Yin, se hace una profunda inclinación y
se plantan con las dos manos 3, 5, 7 ó 9 varillas de incienso
en un incensario lleno de ceniza, mientras se recita: Me
prosterno
y ofrezco incienso
2) Toma de refugio en las
Tres Joyas
Tomo
refugio en el Corazón
3) Mantra .
De pie y visualizando a la Bodisatva
en su forma de mil ojos y brazos, se recita el mantra:
Na-mo Ta-pei Kuan-Shih-Yin P’u-sa (3, 7, 21, 108 o 1.008 veces)
4) Votos Sentada en postura de meditación
y visualizando a la Bodisatva como antes, se recita: Está escrito que la
Bodisatva, en presencia de Buda,
“Oh,
tú, a quien el mundo entero venera,
“Si algún ser recita y se une al sagrado Dhãrani
“Si algún ser recita y se une al sagrado Dhãrani
“Si algún ser recita y se une al sagrado Dhãrani
5) Dhãrani
(en
sánscrito) Namo ratna-trayãya | namah ãrya avaloktesvarãya bodhisattvãya mahasattvãya mahkarunikãya | om sabalavati sudhanatasya namaskrivanimam ãrya avalokitesvari lamtabha | namo nïlakanta srïmahapatasami sarvatodhusuphem asiyum sarvasada | nama bhaga mabhatetu tandyathã om ãvaloki lokate kalati esili mahãbodhisattva | sabho sabho mara mara masi ridhaym guru guru gamam turu turu bhasiyati mahã bhasiyati dhara dhara dhirini svaraya jala jala mama bhamara mudhili edhyehi | sina sina alasim bhalasari bhasa bhasim bharasaya | hulu hulu pra hulu hulu sri sara sara siri siri suru suru budhi budhi | budhaya budhaya maitriye nilakantha trisarana bhayamana svãhã | sitaya svãhãmahã sitaya svãhãsitayaye svaraya svãhãnïlakanthi svãhã | pranila svãhãsrï sidha mukhaya svãhã | sarva mahãastaya svãhãsakra astaya svãhãpadma kesaya svãhã | nilakanthe pantalaya svãhã | mobholisankaraye svãhã | Namo ratna-trayãya | namah ãrya avalokita ïsvaraya svãhã | om sidhyantu mantra pataye svãhã. (3, 7, 21, 108 ó 1.080 veces,
según las circunstancias). Cuando
la Bodisatva Kuan-yin acabó de pronunciar
Se repiten en silencio estas palabras: Yo
y todos los seres sensibles hemos estado
5) Sutra del corazón
¡Homenaje
al Sutra del Corazón de la Sabiduría Suprema!
6) Visualización de la Bodisatva Kuan-yin Todavía sentada, se deja que la visualización de la Bodisatva en la forma de mil ojos y mil brazos desaparezca de la conciencia antes de realizar la siguiente visualización. Lo que sigue es la parte más importante del rito yóguico. Se intenta visualizar el puro vacío –nada, vacuidad–; al cabo de poco esta vacuidad es reemplazada por el panorama de un calmo océano iluminado por la luna llena situada cerca del horizonte. El mar es apacible, con pequeñas olas de penacho blanco, el cielo es azulado negro, la blanca luna brilla pero no deslumbra. La meditadora contempla la luna durante largo tiempo, sintiéndose cada vez más tranquila y feliz. Luego la luna empieza a disminuir de tamaño, haciéndose cada vez más brillante, hasta que se parece a una perla -tan brillante que apenas se puede mirar. Al cabo de un rato, la perla se expande hasta que se convierte en un nimbo radiante, en cuyo corazón se halla una hermosa Dama vestida con una túnica y una capucha de color blanco fulgurante; sus pies reposan en un loto que descansa sobre las olas. Todos los detalles de su figura se ven claramente, pues su rostro y su silueta están iluminados respectivamente por un halo y un nimbo de un blanco brillante; incluso sus vestidos emiten luz. La meditadora ya no tiene consciencia de que haya una gran extensión de mar que le separa de la Bodisatva Kuan-yin. De forma misteriosa, ella ha avanzado hasta situarse a unos pocos pies de donde está Aquélla. Su hermosa sonrisa y toda su expresión revelan la alegría que siente en compañía de aquellos que la han evocado con el fin de hacer uso del poder de la compasión. Si la meditadora permanece muy tranquila, murmurando tan sólo su nombre una y otra vez, sin tratar de obligarla a permanecer, la Bodisatva puede quedarse espontáneamente durante lo que parecerá un larguísimo tiempo. Al cabo de un rato, sin embargo, toda su forma disminuirá hasta alcanzar el tamaño de una mota de polvo y luego se desvanecerá junto con el cielo y el mar. Todo lo que queda entonces es un espacio hermoso y resplandeciente que se extiende interminablemente en todas direcciones. Esta visión del espacio durará largo tiempo si, para entonces, la meditadora se ha olvidado lo bastante de sí misma como para estar unida con Ella en una unidad sin sujeto ni objeto. En este punto no debe haber ningún pensamiento sobre la meditadora y el espacio –sólo hay espacio, no hay meditadora. 7) Conclusión De pie, se recita el mantra: Na-mo Ta-pei Kuan-Shih-Yin P’u-sa 3 veces, cada una acompañada
de...
Tomo
refugio en el Corazón
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