Producto de las necesidades para el aumento en la producción y un mejor rendimiento en las
labores agrícolas, miles de sustancias químicas se utilizan en la agricultura; se estima que
existen más de 750,000 productos destinados a este campo, y por lo próspero económicamente
hablando para los fabricantes de estos productos, anualmente salen al mercado miles de nuevos
productos o se le hacen transformaciones a los ya existentes.
Junto con el crecimiento de este uso, existen según las estadísticas, una correlación con
el aumento de las intoxicaciones ocasionadas por los plaguicidas.
Los plaguicidas son productos químicos destinados para controlar cualquier plaga, y se
clasifican de acuerdo a los organismos que controlan en: insecticida, herbicida, acaricida,
nematicida, bactericida, fungicida, rodenticida, molusquicida. Estos productos dirigen su
acción al interrumpir o interferir en algunos de los procesos vitales de la célula.
Muchos de los plaguicidas son dañinos para la salud humana, si estos entran en contacto con
la piel, son ingeridos o son respirados en forma de gases, vapores, polvo o pequeñas
partículas, pueden desencadenar una serie de signos y sintomatologías que indican intoxicación,
y su gravedad dependerá de la naturaleza y concentración del tóxico, tiempo de exposición y
medidas que tome el individuo al presentar síntomas extraños.
En nuestro país, donde es muy común el uso de los plaguicidas, se presentan muchos casos de
enfermedades, incluso muertes, por no tomar las precauciones adecuadas; particularizando en
nuestro estado, Veracruz, se presenta como el que posee más alto índice de intoxicaciones por
estos productos (AMIFAC anuario 1999).