Citas Bíblicas |
ANÁlISIS DE ROMANOS 9:5 Hay quienes dicen que los apóstoles no enseñaron que Jesús es Dios. Sin embargo, la lectura de la Biblia pierde todo valor y sentido sin esta doctrina. Muchos son los pasajes de la Escritura en los cuales Jesús y Dios se confunden en uno. En esta oportunidad vamos a analizar las palabras del apóstol Pablo en el libro de Romanos: “Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.” (Ro:9:1-5) (versión Reina Valera) En este pasaje el apóstol Pablo dice que Jesús es Dios. No cualquier dios, sino “Dios sobre todas las cosas” “…mis parientes según la carne, que, como tales, son israelitas, a quienes pertenecen la adopción como hijos y la gloria y los pactos y la promulgación de la Ley y el servicio sagrado y las promesas; a quienes pertenecen los antepasados y de quienes (provino) el Cristo según la carne: Dios, que está sobre todos, (sea) bendito para siempre. Amén” (Ro:9:3-5) (Traducción del Nuevo Mundo) En esta traducción vemos que se han agregado palabras entre paréntesis que cambian el sentido del texto, logrando que el contexto sea otro. Esas palabras que están entre paréntesis han sido agregadas (maliciosamente) para obligar al lector a interpretar erróneamente el texto. Ahora bien, Si leemos la "Traducción del Nuevo Mundo" sin hacer caso de las palabras agregadas entre paréntesis, el texto se leería así: “… la adopción como hijos y la gloria y los pactos y la promulgación de la Ley y el servicio sagrado y las promesas; a quienes pertenecen los antepasados y de quienes el Cristo según la carne: Dios, que está sobre todos, bendito para siempre. Amén” (Ro:9:3-5) (Traducción del Nuevo Mundo) Por otra parte, si leemos todo el contexto, encontramos lógico que el apóstol concluya diciendo “el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.” O como dice la otra versión: “Dios, que está sobre todos, bendito para siempre. Amén.” refiriéndose a Cristo. Cuando leemos todo el párrafo, encontramos razonablemente claro el argumento. - Si el apóstol no está diciendo que Jesús es Dios, ¿no hubiese bastado llegar hasta la palabra “Cristo” y proseguir con el argumento, sin necesidad de bendecir a Dios en este punto? Por lo tanto, mi conclusión amigo lector, es que la versión Reina Valera es correcta cuando afirma que Cristo es Dios, al igual que la Traducción del nuevo Mundo. (Omitiendo, claro está, las palabras que han sido agregadas entre paréntesis, las cuales no fueron escritas por inspiración divina)
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