Una de las primeras ciencias que debe conocer quien quiera estudiar la Biblia es la interpretación de texto. No se puede conocer el mensaje de la Biblia, (ni de ningún otro texto) sin saber interpretarlo correctamente.
La correcta interpretación de lo que leemos es fundamental a la hora de comprender el mesaje divino.
Ahora bien, ¿cómo interpretamos correctamente un texto?
Para poder interpretar correctamente un texto necesitamos conocer todas las palabras, incluyendo los nombres propios, que conforman el texto.
Por ejemplo: Cuando leemos un periódico necesitamos tener conocimiento de las palabras que se utilizan en los diferentes articulos que se publican, a fin de comprender lo que el redactor ha querido dar ha conocer. Así por ejemplo, si leemos un artículo que trata de deportes, necesitamos tener cierto conocimiento de los diferentes deportes a los cuales se refiere el texto, porque de lo contrario no podremos interpretar lo que leemos.
Si leemos algo referente a la política necesitamos conocer los nombres de las personas que se nombran en el artículo y el cargo que ocupan, a fin de poder relacionarlas con lo que se comenta, etc.
Cuando encontramos alguna palabra cuyo significado desconocemos, necesitamos informarnos acerca de ella de manera de poder interpretar correctamente lo que leemos.
Si hay algún nombre que nos es desconocido, necesitamos averiguar quien es la persona, etc.
La interpretación de texto nos ayuda a comprender el periódico, un libro, un mensaje publicitario, los diferentres puntos de un contrato, etc.

Pero cuando leemos la Biblia necesitamos conocer algo más que esta interpretación de texto.
La Biblia es un conjunto de libros muy antiguos, por lo tanto, para poder interpretar correctamente su contenido es necesario seguir las reglas de la Hermenéutica. La hermenéutica es el arte de interpretar textos antiguos. Precede a la exégesis, la cual nos da ha conocer el mensaje divino. Es decir, una cosa es la interpretación del mensaje; y otra cosa es el significado del mismo.

La hermenéutica tiene por objeto comprender, dentro de lo posible, el proceso por el cual el autor compuso el texto y hacerlo comprensible al lector moderno.
El mismo apóstol Pedro, hablando de las Escrituras, dice que "hay algunas dificiles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras (las del Antiguo Testamento) para perdición de sí mismos." (2P:3:16)

El Espíritu Santo es el primer intérprete de las Escrituras y asiste a los creyentes para que las entiendan y las apliquen a sus vidas, pero es preciso recordar que las variadas circunstancias que concurrieron en la producción de este maravilloso libro requieren de los expositores un estudio detenido y siempre conforme a ciencia y a principios hermenéuticos.

La interpretación bíblica tiene una doble vertiente:
1) El problema del lenguaje, que comprende el estudio del texto.
2) El significado del Mensaje.

El descubrimiento del verdadero significado de todas las palabras y términos de un pasaje bíblico es el principio de la interpretación.
Se requiere de una interpretación del lenguaje, y ello encierra diferentes disciplinas, como la crítica textual, que está al alcance solamente de los especialistas y traductores, pues libros tan antiguos, raros y difíciles no es extraño que se hayan copiado muchísimas veces, y en ocasiones con variantes de un pasaje determinado que necesariamente debe ser esclarecido siguiendo reglas precisas que se aplican a los manuscriptos más fieles.
El texto de la Biblia ha sido fijado con gran exactitud en nuestros días gracias al paciente trabajo de famosos estudiosos.

Son muchas las reglas auxiliares en la interpretación, así la geografía bíblica, la historia, la literatura, la psicología, la numismática, etc.

Todo creyente sabe que la Biblia, cuando se lee como libro de salvación, es sencilla y comunica su mensaje que hace al creyente "sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" (2Ti:3:14-17)

Cuando se lee con fe, la Escritura habla con sencillez y claridad; en todas partes se encuentran mensajes de perdón de pecados, de deberes cristianos, de sabiduría práctica, de inspiración para solucionar problemas de todos los días.

Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunas reglas para poder interpretar correctamente y no dejarnos llevar por lo que "parece" decir; sino buscar pacientemente el significado real del mensaje de Dios.
1) Es preciso descubrir a quién está dirigiéndose el autor en el pasaje en el cual estamos estudiando.
Con respecto a esto, hay que tener en cuenta que en el antiguo testamento Dios se dirige a la Nación de Israel, mientras que en el nuevo testamento las enseñanzas están dirigidas a la iglesia.

2) Es preciso conocer bajo qué dispensación se encuentran las personas a quienes se dirige el autor.
Con respecto a esto es necesario tener en cuenta que no es lo mismo el trato que Dios hizo con Adán, que el que hizo con Noé, o el pacto que hizo con Abrahám, o con la Nación de Israel, etc
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3) Es preciso leer el texto fijándonos en el contexto, porque la Biblia es su propio intérprete, la Biblia es explicada por la Biblia misma; así, un pasaje oscuro se entiende por otros más claros y luminosos.

4) En cuanto sea posible es preciso tomar las palabras en su sentido usual y ordinario; esta regla sencilla es de suma importancia, pues olvidándola se cae en el peligro de dar a la Escritura un sentido arbitrario y caprichoso. Aquí se habrán de tener en cuenta los hebraísmos y peculiaridades del estilo oriental, las costumbres y modos de los judíos.

5) Es preciso tomar las palabras en el sentido que indica el conjunto de la frase, porque una palabra puede tener distintos significados según el contexto y según la materia de que trate el autor. Aquí se ha de tener en cuenta el mensaje que el autor trata de comunicar y situar la palabra en el discurso.

6) Es necesario tomar las palabras en el sentido que indica el contexto, a saber, los versículos que preceden y siguen al texto que se estudia. Aquí topamos, a veces, con interrupciones bruscas del relato, con divisiones que oscurecen al texto, porque como se sabe, la división en capítulos y versículos data solamente de unos pocos siglos y fue he cha para facilitar el estudio, pero no fue conocida por los autores sagrados.

7) Es preciso tomar en consideración el objeto o designio del libro o pasaje en que ocurren las palabras o expresiones oscuras. Así, por ejemplo, algunas epístolas de Pablo fueron escritas en ocasión de los errores, que con gran daño procuraban implantar los judaizantes o "falsos maestros". Si nosotros leemos esos pasajes a la luz del ministerio del apóstol, de su historia personal, de sus luchas, etc., los comprenderemos mejor.

8) Es necesario consultar los pasajes paralelos, como dice el texto griego: "Explicando las cosa espirituales por las espirituales" (1Co:2:13)
Así, además de aclarar el pasaje, se aprenden conocimientos bíblicos exactos en cuanto a doctrinas y prácticas cristianas.
Aquí conviene recordar que existen:
a) paralelos de palabras
b) paralelos de ideas
c) paralelos de enseñanzas generales

Al consultar esta clase de paralelos se debe primeramente aclarar el sentido de la palabra oscura en el mismo libro o autor en que se halla, luego en lo demás libros de la misma época y finalmente en cualquier otro libro de la Escritura.
Este método, combinado con el histórico gramatical, es excelente para llegar al sentido original de las Escrituras.
Cuando somos humildes, el Espíritu nos abre las Escrituras tal como Cristo las abrió a los discípulos en camino hacia Emaús (Lc:24:25)
El estudioso de la Biblia necesita saber que hay cosas que escapan a los libros de consulta que necesariamente ha de utilizar en sus investigaciones. Los diccionarios, las gramáticas, lo libros de historia son preciosos para entender lo que dice un autor y lo que quiere decir en lo que dice, pero la clave para leer la Biblia cristianamente es la fe en Cristo Jesús.

Por último, permítaseme agregar que la interpretación de la Biblia tiene su fase final en la exégesis, que es la explicación de la Biblia.
Si no llegamos a conocer el significado de lo que leemos la interpretación carece de sentido. Pero sin la interpretación correcta no es posible una correcta explicación y el significado real se pierde.

Ante cualquier duda, comentario, o desacuerdo, sírvase enviarnos un correo a [email protected], y no olvide mencionar los versículos en los cuales apoya sus argumentos.