Citas Bíblicas
Silvia escribió:

Leí la Biblia de Jerusalem y también la de Reina Valera; y en la primera encontré algunos libros que en la segunda no están: por ejemplo el de  Los Macabeos...porqué es esto?un abrazo y gracias.



RESPUESTA


Hola Silvia!! ¿Cómo estás? Me da gusto saber que tienes en tu poder Biblias de diferentes versiones. Eso es bueno por muchas razones. Una de esas razones es que, teniendo dos versiones distintas te pueden surgir preguntas como la que nos acabas de formular.

Para poder contestar esta pregunta tenemos que explicar con algún detenimiento, qué es la Biblia.

La Biblia es un conjunto de libros escritos por diferentes personas a través de mil quinientos años.

Aunque fue escrita en tan largo tiempo y por diferentes autores (la mayoría de los cuales no se conocieron entre sí) es un libro que guarda coherencia desde el principio al fin.

El motivo por el cual este libro es coherente, a pesar de haber sido escrito por varias personas y en un muy largo tiempo, se debe a que Dios es quien diseñó este maravilloso libro, y los autores humanos escribieron inspirados por el Espíritu Santo de Dios. Pero cada uno de estos autores escribió con su propio estilo lo que Dios le reveló.

Así por ejemplo, David, uno de los autores, era rey de Israel, pero cuando era un muchacho cuidaba las ovejas de su padre. Un día Dios le reveló que lo cuidaría y lo protegería siempre, entonces David pensó: “Así como yo cuido a mis ovejas, así Dios cuida de mi”, entonces escribió: “El Señor es mi pastor, nada me faltará…” (Salmo:23) haciendo alusión a su propia vivencia como pastor de ovejas

 

En la Biblia se cuenta la historia del mundo, la más maravillosa historia del mundo.

Esa historia comienza cuando no había nada: “En el principio, creó Dios los cielos y la tierra….” (Gn:1:1) Luego tiene un desarrollo, con dramas poesía, profecías, etc, y termina con “…y el cielo y la tierra pasaron…” (Ap:21:1)

La Biblia es la palabra de Dios. Esto significa que todo lo que ahí está escrito, es lo que Dios quiso revelar a los hombres.

Ahora bien: Hay algunas preguntas que podríamos hacernos al respecto:

1-¿Cómo hizo Dios para escribir todo lo que ahí está escrito?

R: Dios le reveló a algunos hombres, (profetas) lo que él quería que fuese documentado, y cada uno de estos profetas escribía de acuerdo a lo que Dios le revelaba.

2-¿Cómo podemos estar seguros que los libros considerados como la “palabra de Dios” son realmente lo que dijo Dios, y no lo que a cualquiera se le ocurrió decir?

R: Cada nuevo libro escrito por un profeta era meticulosamente estudiado a fin de comprobar si el contenido estaba de acuerdo con lo que ya se sabía acerca de Dios. Los encargados de esta tarea eran los sacerdotes levitas (hombres pertenecientes a la familia de Leví, a quienes Dios había encargado el sacerdocio)
Estos sacerdotes debían estudiar cada nueva revelación para comprobar su autenticidad. Lo que hacían era “comparar” el nuevo texto con los que ya se conocían; es decir que utilizaban los textos ya conocidos como “regla”. Si el nuevo texto “coincidía” con la “regla”, se lo consideraba como revelación de Dios y se lo agregaba a los otros libros. Así fue completándose la totalidad de la “palabra de Dios”

Cabe destacar que estos textos se los considera canónicos, (de canon: regla) Son libros que han sido comparados con el canon (regla) y han pasado la prueba.

Ahora bien: Los sacerdotes levitas iban guardando los textos canónicos, agrupándolos en orden. Pero a la vez guardaban otros libros, que consideraban históricos. Estos libros los guardaban aparte de los otros. Ellos sabían que esos libros históricos eran de utilidad, aunque no constituían la revelación de Dios a los hombres. Esos libros han sido incluidos en algunas versiones de la Biblia, pero no constituyen la palabra de Dios.
No son libros "inspirados" por el Espíritu Santo; sino libros históricos como cualquier otro de los que ahora podemos encontrar en cualquier país. Libros en donde se habla de la fundación de un país, los primeros habitantes, las guerras, los padecimientos, las celebraciones, etc. Es decir, son libros comunes.

La Biblia, en cambio, es la palabra de Dios revelada a los hombres. Todo lo que Dios ha querido que el hombre conozca está ahí, es un libro único y maravilloso.

Ninguno de los otros libros no inspirados puede comparárcele; la gran mayoría de esos textos no inspirados (llamados “apócrifos”) son sólo históricos; y algunos de ellos hasta contradicen la Palabra de Dios, por lo cual no debieran incluirse junto a la divina palabra revelada. Personas que ignoran la verdad han agregado esos libros a la Biblia.

  Bueno Silvia, perdona si me extiendo demasiado, pero sucede que, siendo tú una persona curiosa, consideré necesario darte algunas razones que puedan serte de utilidad.

Gracias por seguir en contacto. Hasta pronto. Que la gracia del Señor sea contigo.

Carlos
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