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El lugar sin l�mites (1977) |
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Indice de Pel�culas |
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Gonzalo Vega y Roberto Cobo en El lugar sin l�mites |
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Producci�n (1977): Conacine Dos; Francisco del Villar
Direcci�n: Arturo Ripstein
Argumento: Sobre la novela de Jos� Donoso
Adaptaci�n: Arturo Ripstein
Fotograf�a: Miguel Garz�n
Sonido: Guillermo Carrasco
Escenograf�a: Kle�menes Stomatiades
Edici�n: Francisco Chiu
Filmada del 16 de mayo al 24 de junio de 1977 en los Estudios Am�rica y en locaciones de Bernal , Quer�taro.
Int�rpretes: Roberto Cobo (La Manuela), Lucha Villa (La Japonesa), Ana Mart�n (La Japonesita), Gonzalo Vega (Pancho), Juli�n Pastor (Octavio), Carmen Salinas (Lucy), Fernando Soler (don Alejo), Blanca Torres (do�a Blanca), Emma Rold�n (Ludo), Hortensia Santove�a (Cloty), In�s Murillo (anciana), Rub�n Monterrubio (cliente), Socorro de la Campa (Nelly), Cecilia Leger (Lupe, sirvienta), C�sar Sobrevals (Enrique, administrador), Agust�n Silva (Reynaldo), Neri Ruiz (Lila, empleada de correos), �scar Rivera (C�spedes), Martha Aura (Emita, esposa de Pancho), Mar�a Barber y Ana Mar�a Chabot (amas de casa), Mar�a Clara Zurita y Ana Iris (prostitutas), Hermanas G�mez (Hermanas Far�as), Paco Sa�udo y Yaco Alva (parroquianos), Tere Olmedo (Rosita, prostituta), Paco Llopis (convecino). |
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Roberto Cobo en El lugar sin l�mites |
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Sinopsis: En el pueblo de El Olivo vive La Manuela, un homosexual que tiene un burdel, que de hecho es administrado por su hija La Japonesita. La Manuela teme el regreso de Pancho, un joven bravuc�n con quien tuvo un altercado hace tiempo. Pancho vuelve al pueblo en un cami�n, comprado con el dinero que le prest� don Alejo, cacique del lugar, quien ha cortado la luz del pueblo, obligando as� a la gente a irse y a venderle todas las propiedades. S�lo le falta por comprar la casa en donde viven La Manuela y su hija. Pancho llega con su cu�ado Octavio, quien vende gasolina en el pueblo y que es el �nico que desaf�a a don Alejo, y le miente dici�ndole que va al corriente en los pagos del cami�n que le debe al cacique, y Octavio le dice que su hermana Emita, la esposa de Pancho, quiere comprar una casa. La Japonesita tiene la esperanza de que don Alejo les reconectar� la luz, pero el anciano cacique dice a La Manuela que lo mejor que pueden hacer es venderle la casa e irse del pueblo; tambi�n le ofrece protecci�n contra Pancho. Don Alejo encuentra a Pancho en la oficina de correos y le exige los pagos vencidos del cami�n, por lo que Octavio se da cuenta de la mentira de su cu�ado. Pancho llora de impotencia ante la humillaci�n que le ha infringido el viejo; La Japonesita lo ve y le advierte que no la moleste a ella y a su padre. La acci�n retrocede veinte a�os, al tiempo en que La Japonesa, madre de La Japonesita, rentaba la casa del burdel a don Alejo, que gana las elecciones para diputado del pueblo. La Japonesa le ofrece una fiesta en su casa, para la cual ha tra�do muchachas de la ciudad vecina de San Juan. Con las muchachas llega La Manuela, que baila flamenco ante los invitados borrachos que lo manosean y lo tiran al agua. La Japonesa apuesta con don Alejo a que es capaz de seducir a La Manuela; si lo logra, don Alejo le regalar� la casa. La Japonesa logr� su cometido y concibi� a La Japonesita. La acci�n vuelve al presente. Octavio y Emita obligan a Pancho a liquidar la deuda con don Alejo y despu�s de hacerlo Pancho y Octavio van a celebrar al burdel. La Manuela, aterrorizado, se esconde en el gallinero desde donde observa como Octavio maltrata a La Japonesita. Eso le da valor para salir vestido de andaluza y bailar �La Leyenda del Beso� ante Pancho. Durante su actuaci�n La Manuela hace que Pancho baile con �l y lo besa. Octavio es testigo de eso y se lo reprocha a su cu�ado. Furioso, Pancho persigue a La Manuela junto con Octavio en el cami�n y ambos hombre golpean al homosexual hasta matarlo. La Japonesita se duerme esperando el regreso de su padre y con la esperanza de que le reconecten la luz. |
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Roberto Cobo y Lucha Villa en El lugar sin l�mites |
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Comentario: El lugar sin l�mites proyecta la atm�sfera sofocante de la mayor�a de las pel�culas de Arturo Ripstein, ambientada en un pueblo m�sero y casi abandonado (Bernal, Quer�taro). El ep�grafe de la pel�cula, que es el mismo que en la novela, explica por qu� se llama El lugar sin l�mites: ....El infierno no tiene l�mites, ni queda circunscrito a un solo lugar, porque el infierno es aqu� donde estamos y aqu� donde es el infierno tenemos que permanecer, es el eufemismo que utiliza Mefist�feles para mencionar el infierno, en el Doctor Fausto de Marlowe. El lugar sin l�mites es una pel�cula llena de ambig�edades y ambivalencias: El machismo de Pancho se vuelve impotente ante la humillaci�n de don Alejo y se vuelve homosexual al aceptar el beso de La Manuela; La Japonesita cumple un rol masculino, al proteger a su padre y al administrar el burdel, por omisi�n de La Manuela. La Manuela misma es doblemente ambivalente al dejarse seducir por La Japonesa. Y todos viven su propio infierno: La Manuela, el del temor ante la golpiza de Pancho; Pancho, el de su debilidad e impotencia ante su cu�ado y ante don Alejo; La Japonesita, el del temor de perder la casa que le ha dejado su madre y el miedo a que Pancho ataque a su padre. Las actuaciones son inmejorables. Destaca Gonzalo Vega, como Pancho, el macho ambivalente, personaje adem�s conmovedor, v�ctima de sus propias debilidades; Gonzalo hace un buen manejo de la mirada, hay veces vac�a, hay veces furiosa. Roberto Cobo, grandioso y pat�tico como La Manuela, su segundo y �ltimo gran personaje (el primero fue Los olvidados). Bien Lucha Villa, Ana Mart�n y Fernando Soler. El propio director Ripstein mont� la coreograf�a del baile de Roberto Cobo, escena de antolog�a |
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