Ciencia Ficción Perú |
El Segundo Concilio de la Sociedad Tolkien Peruana
Lo primero que se me viene a la mente cuando se habla de ciencia ficción o fantasía, es que se está hablando de novelas o películas, incluyendo en este rubro a las series de televisión. Es decir, producción fílmica o escrita. Pero, ¿qué pasa cuando una novela o película o serie genera una legión de fanáticos suficiente como para que decidan asociarse e iniciar una serie de actividades alrededor de su afición común? ¿Tienen algo que ver con la ciencia ficción?
De un tiempo a esta parte, algunos medios de comunicación difunden entrevistas realizadas a miembros de asociaciones que, vaya sorpresa, están conformadas en torno a los universos de Star Trek, El Señor de los Anillos y Star Wars. Desde otro punto de vista, también hay jugadores de rol que, acaso sin saberlo, honran los mundos creados por H. P. Lovecraft (el juego "La llamada de Cthulhu") y Michael Moorcock (he visto por ahí algún juego de rol protagonizado por Elric de Melniboné).
Pero ¿qué hacen los miembros de estas organizaciones, a qué se dedican? Antes de hacer un comentario al respecto, quisiera aclarar que no pertenezco a ninguna asociación, más por tacañería y flojera que por otro motivo.
Existe por ahí el mito de que se trata de personas excéntricas (frikis les dicen en España, voz que viene del inglés "freak": raro, fenómeno), dedicados a actividades raras y tontas. Nada más lejos de la verdad. La afición que lleva a integrar una asociación como las mencionadas líneas arriba simplemente implica ejercer el lado lúdico de nuestra personalidad, el lado creativo. Aquellas personas que creen que un jugador de rol se cree Gandalf en la vida real, y piensan que deberían ocuparse de cosas más "productivas", son las mismas personas extremistas que caen en asociaciones verdaderamente perniciosas, como las sectas terroristas o neonazis, tan parecidas entre ellas. No todos queremos ser "yuppies".
En todo caso, los hechos dicen más que las palabras, y por ende, continuaré con un breve resumen del Segundo Concilio de la Sociedad Tolkien Peruana (lamento haberme perdido el primero), realizado el día 22 de marzo de 2003, y al cual fui gentilmente invitado por el Presidente de la Sociedad, el Sr. José Agustín Ortíz Elías.
El Concilio principió con una charla acerca del origen de las lenguas inventadas por Tolkien, el tengwar y el quenya, y me sorprendió bastante que hubieran personas capaces de escribir en esos lenguajes. Vaya, yo con las justas puedo expresarme en castellano.
Continuó con la Comisión de Lectura, y dos talleres sobre acertijos y cuentos de hadas. Si bien participó la mayor parte del público presente, esta parte del evento pudo haber sido más breve o, en su defecto, limitarse a la parte expositiva. Lo digo como parte del público espectador, que no necesariamente es un fanático de "El Señor de los Anillos". Lo de pedir a los espectadores que armaran una historia puede funcionar en reuniones internas, pero difícilmente en un evento abierto al público. Sin embargo, tiene el lado positivo de impulsar la creatividad de los participantes. Quien sabe, la Comisión de Lectura podría ser el germen del grupo de escritores que nuestro mundillo literario está pidiendo a gritos.
La Comisión de Juegos de Rol empezó muy bien, explicando a los neófitos en el tema (yo, por ejemplo) en que consiste un juego de rol y cómo se juega. Muy buena la idea de llevar a cabo una aventura ejemplificada de un juego de rol en mesa, frente a los espectadores, aunque hizo falta un equipo ad-hoc que mejorara la visibilidad para quienes nos encontrábamos en las filas de atrás. Y también pudo ser más breve, pues no todos estábamos jugando.
El conversatorio sobre las películas de "El Señor de los Anillos" filmadas por Peter Jackson fue de lo más interesante, por la siguiente razón: al igual que el taller sobre cuentos de hadas (en su etapa "crear un cuento"), permite evidenciar ese salto de mero espectador a participante: sin querer queriendo, descubrimos personas con talento literario y crítico, lo que permite ampliar la experiencia que significa tanto el leer algunos de los relatos escritos por Tolkien como espectar las películas que intentan graficar el mundo creado por este. De ustedes depende no perder esta chispa creativa.
Lamento no haber podido quedarme a ver el montaje claun "Un día en Mordor". Estoy seguro que debe haber estado divertidísimo, además de ser una cosa curiosa.
Parece mentira cómo cambian los tiempos. En los ochenta, cuando descubrí la existencia del mundo de Tolkien gracias a la película de dibujos animados "El Señor de los Anillos", producida por Ralph Bakshi. No se encontraba un solo libro de la saga ni de muestra, salvo ocasiones en las que la librería "Época" importaba ejemplares, lo que nunca coincidía con mis superavits económicos. Recién en 1997 pude leerme la trilogía básica, esperando continuar con "El Hobbit".
Al ver la masiva asistencia al evento reseñado, no voy a negar que sentí algo de envidia respecto a tantas personas que ahora pueden acceder a lo que otrora era prácticamente una curiosidad. Y me alegró saber que la literatura fantástica pueda crear mundos dentro... y fuera de la mente de los lectores.
¿Cuándo va a ser el Tercer Concilio?
Daniel Salvo (c) abril de 2003
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