Quien lo diría: en el año 2002, editar una página web era todavía una suerte de status al cual se me hacía difícil arribar. Que el tipo de caracteres, que el tamaño, que cómo se hace para subir una imagen... Todos obstáculos practicamente insalvables para quienes, como yo, veníamos del campo de las letras, con pocas nociones técnicas, y a quienes las siglas HTML nos producían tanto pavor como un crucifijo al Conde Drácula.
En buena hora, dí con el magnífico y simple programa gratuito Webfácil, en español además, que me permitió solucionar practicamente todas las dificultades arriba mencionadas. Gracias a Webfácil, pude lidiar decentemente con cosas como el FTP, la colocación de títulos, enlaces, subida de imágenes, etc. Sin Webfácil, Ciencia Ficción Perú no habría podido existir.
Otro de los aliados de este más que mediocre webmaster (palabreja que poco a poco está desapereciendo) fue el nunca bien ponderado Geocities, la extensión de Yahoo que me daba el espacio para albergar Ciencia Ficción Perú. Ahí están los archivos, separados por sus extensiones (html, jpg, gif), y las opciones al costado, para su manejo. Y vaya que me tomó tiempo aprender a manejar.
Bueno, pues resulta que Geocities dejará la red. Así lo ha anunciado el mismo Yahoo. Para fines de 2009 a más tardar, Geocities ya no existirá.
Supongo que era de esperarse. Todo evoluciona, y los entornos de internet también. Los blogs han contribuido, que duda cabe. Con un blog, ya no se necesitan ni siquiera nociones de HTML, tan solo sacar una cuenta y poner lo que uno quiera.
Esto es, desde cierto punto de vista, escalofriante. No deja de ser más útil y vistoso acceder a páginas cuyo aspecto gráfico y funcionalidad está practicamente a años luz de una página web "clásica" (¿habrá algún museo virtual de páginas web?), donde al HTML lo va reemplazando el PHP, el XTML, los add-ons, los gadgets y demás términos nuevos que he visto desde el año 2002. Si pues. En la red, puedes convertirte en anciano en tan sólo siete años. Los blogs que mantengo "a trancas y barrancas", Futuria y Candor Chasma, sobre todo el primero, tal vez dan bastante cuenta de lo irónico de mi predicamento: ser un lector nostálgico de ciencia ficción, una suerte de tío con chalina y pocos dientes que habla del futuro. Será la posmodernidad, que le dicen: todo tiempo futuro fue mejor.
El fin de Geocities, empero, no es el fin de Ciencia Ficción Perú. Aún no decido a donde migrar, ni en qué formato (¿debo continuar editando una página web? ¿no sería suficiente con un blog? ¿o mejor aún, una cuenta en Twitter o en Facebook?). Sólo puedo asegurar a los hipotéticos lectores que Ciencia Ficción Perú seguirá en la red, a trancas y barrancas, como diría Sergio Gaut vel Hartman, con datos sobre autores peruanos, reseñas de libros, colaboraciones de ustedes, ficciones y enlaces (de repente agrego videos, que se han convertido en una manera insospechada de ficcionalizar).
Hasta pronto.
Daniel Salvo, junio de 2009
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